EL PODER DE LA FE

conde

0
2 Agosto 2007
23
0
Jesus no salva, se salva la persona por su fe. Jesús no hacía Milagros, el era un puente para la fe de las personas, el despertaba en las personas el poder de la fe a través de sus enseñanzas, y ese fue su verdadero único milagro, ENSEÑAR.

Los santos no hacen milagros, porque los milagros solo se logran a través de nuestra fé.

La oración no tiene ningún efecto más que servir de puente entre las palabras y la fe, y el efecto no se logra a través de las palabras, sino gracias al tamaño de nuestra fe.

El Ayuno debe ser espiritual, porque con dejar de comer solo limpiamos el cuerpo, más quedamos en el espíritu llenos de rapiña. Se hace ayuno al no hacer las obras del mundo, sino las obras del espíritu: amar, hacer el bien, ayudar al prójimo, trabajar la fe y el pensamiento positivo. Dejar de comer no nos hará mas espirituales, porque Dios no se alcanza mediante la comida.

Al pedir y creer en un Dios ajeno a nosotros nada obtendremos ni veremos, porque el verdadero Dios todos lo llevamos dentro, el depositó su espíritu en el hombre. A dios lo vemos con los ojos del amor al prójimo.

El Agua bendita y el Rosario, son un canal físico entre la fe y nuestros más puros deseos.

El que no es puro de corazón no verá a Dios, el que no tiene amor, tampoco en el mora el espíritu de Dios, el que no tiene fe, perdió la vida, pues la vida es un acto de FE y una manifestación del espíritu.

La Iglesia no es un lugar donde vamos a orar y oir la misa, no, la Iglesia es el templo de Dios, y nosotros somos el templo de Dios, pues en nosotros mora su espíritu divino.

El tamaño de nuestra fe se mide por el tamaño de nuestras obras, y no por el tamaño de nuestras palabras. El que da alabanza a Dios y asiste a la misa pero no tiene obras, ese tampoco tiene fe. Es preferible no hacer aquello pero tener obras, porque el que no las tiene se miente a si mismo.

Predicar la palabra de Dios no consiste en repetir lo que otros dijeron, sino en enseñar a través de nuestros actos y obras, porque las palabras se las lleva el viento.

Dios no premia, nos premia la satisfacción de saber que hemos obrado el bien.

La segunda venida de Cristo, es el despertar de cada persona en el amor hacia la unidad espiritual de toda la humanidad.

La Biblia es un cuento que nos enseña cuan grandes podemos ser, a través de la persona de Jesucristo.

El mal es obrar los deseos impuros de la carne, el bien es obrar los deseos puros del espíritu.

La Fé se cultiva y da frutos a lo largo de toda nuestra vida.

NUESTRA EXISTENCIA ES EL SUEÑO DE LA CONCIENCIA DIVINA, QUE NOS MANIFIESTA A TRAVÉS DE UN ACTO DE FE.
 
Re: EL PODER DE LA FE

Hermanos que siguen una religión, alejense de ella, porque en ella no encontrarán a Dios, solo encontrarán mentira, falsedad e hipocresía.

Ustedes que dicen seguir a Cristo Jesus, sean prontos a callar y a obrar, no se martirizen buscando la verdad, porque en este mundo no hay tal verdad, todo es una mentira disfrazada de realidad.

El Mal obra a través de nuestra mente, y cuando estamos dominados por la mente, la cual se manifiesta a través de pensamientos, creencias e ideas estamos a merced de caer en el abismo, nos perdemos en un camino por el cual dificilmente podemos volver a casa.

Ser Genuinos es la clave, pensar en base a uno mismo y no pensar en base a lo que otros creen, aprender de las experiencias, de la vida misma, y no de libros y palabras.

Si quieren Juzgar a alguien, juzguense a ustedes mismos, pues cada persona es un reflejo de lo que somos, y como juzguemos al otro seremos juzgado.

No se aparten del mundo, porque en el mundo están y de el solo nos libera la muerte; mas bien les digo, libérense de los malos pensamientos y de deseos impuros.

Está el mundo en el cual mora el cuerpo y el mundo en el cual mora la mente, aparténse del mundo el cual la mente no deja ser libre al cuerpo, pues la verdad os hará libres.

Les habla alguien que cayó en el abismo y salió del mismo, no se engañen ni se dejen ser engañados, no hay mas verdad que SER y SER es la vida.
 
Re: EL PODER DE LA FE

De acuerdo a lo que enseña la Escritura, el poder no viene de nosotros mismos, o de nuestra fe, sino de Dios. Así que nuestra confianza y fidelidad (que es lo que refiere el término fe en la enseñanza bíblica) no está en nosotros, sino en Dios. Y debe ser así porque la fe es solamente el medio para apropiarse de las promesas de la gracia, pero el que hizo las promesas y el actúa es el Señor.

Leyendo comentarios sobre el conocidismo texto de Juan 3:16 ("Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna"), encontré un interesantísimo comentario de un hermano, que me hizo reflexionar sobre la fe y su objeto. El hermano decía que la palabra crítica en este verso no es "cree" (esto es, no es la fe el asunto importante) sino que la palabra crítica es "Él". No es la acción del creer, sino la persona sobre el que se centra y parte la acción: el Señor.

Hay un versículo que me gusta mucho y que quiero compartir en este tema:
"En paz me acostaré, y asimismo dormiré; Porque solo tú, Señor, me haces vivir confiado" (Salmo 4:8)

Nuestro poderosos Señor no es sólo el objeto de nuestra confianza, sino también la fuente de la misma. Y ciertamente, Él es el que salva, y nadie más.

¡Aleluya!

Atte.
Joaco <><
 
Re: EL PODER DE LA FE

Saludos Hnos.


Pablo ablo acerca de la fe el dice; "por la ley de la fe"....La fe es una virtud de Dios,....El dice que se haga y se hace,...Las obras que hizo Dios en el A. T. nos muestra la fe que avita en Dios.....(La creacion,...... el alluvion,... la confucion en la torre de babel,... abrir paso en el mar rojo,... la columna de fuego,...el mana,...las codornices,...el agua de la roca,...etc,..).

En el N.T. la obra del evangelio en Cristo,...la justificacion de nuetros pecados pasados,......etc.,.

Y por la fe que avita en Cristo,.....los ciegos ven,...los cojos caminan,...los enfermos son sanados,....los muertos resucitan,.....la higera se seca,...los panes se multiplican,juntamente con los peces,...el agua se combierte en vino,....y muchos se combierten,....etc.,..


Y por la fe que avita en el creyente,....son las obras de amor y agradecimiento que hace cada una de ellos, que son infinidades conforme a medida de fe, que prosede de lo alto.


Y la obra que manifieta de la fe recivida de lo alto, es la predica de la fe en Cristo, (la fe del evangelio en verdad),..."esta es palabra de fe la cual predicamos",...."conforme crei able" y actue.


Mateo 8:9 Porque también yo soy hombre bajo autoridad, y tengo bajo mis órdenes soldados; y digo a éste: Ve, y va; y al otro: Ven, y viene; y a mi siervo: Haz esto, y lo hace.
8:10 Al oírlo Jesús, se maravilló, y dijo a los que le seguían: De cierto os digo, que ni aun en Israel he hallado tanta fe.
8:11 Y os digo que vendrán muchos del oriente y del occidente, y se sentarán con Abraham e Isaac y Jacob en el reino de los cielos;
8:12 mas los hijos del reino serán echados a las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.
8:13 Entonces Jesús dijo al centurión: Ve, y como creíste, te sea hecho. Y su criado fue sanado en aquella misma hora.


Bendiciones.


Juvenal.
 
Re: EL PODER DE LA FE

Las religiones son la verdadera inquisición, así como el amor es la única verdadera religión. El que ama a Dios pero no ama a su hermano, ama a un Dios de mentira, pues amar a Dios es reconocer una parte de nosotros mismos en nuestros hermanos, y amar a nuestros hermanos es semejante a amar a Dios, pero consiste en reconocer una parte de ellos en nosotros mismos. Solo así se logra la verdadera unidad espiritual, donde todo somos una unidad que siente y vive lo que todos sentimos y vivimos, donde no existen secretos, pues conformamos una única mente y una verdadera conciencia colectiva.

Siempre me cuestione que era amar e incluso llegué a dudar de su existencia, nunca me explique porque realmente yo no lo sentía, hasta que descubrí que amar es reconocer a Dios en cada forma de vida que nos rodea, solo así, amando, podremos valorar el sentido de la existencía.

El Libro de las religiones nos muestra a un Dios celoso y vengador que destruía grandes naciones por no cumplir su ley, más yo les digo, que ese Dios fue invención de hombres inquisidores que buscaban la esclavitud de la mente y el espíritu a través del miedo, pues el Dios verdadero nos fue revelado por Jesucristo, quien fue, es y será el perdón, la dulzura y el amor. La vida por ende es un conflicto de mentiras disfrazadas de verdades, donde vencemos el mundo al liberarnos de las cadenas que nos oprimen. Y les digo más, el libro de las religiones son la historia, de los esclavos, que teniendo tal condición, buscaban oprimir a los que eran libres.

Existen los hombres que buscan liberar su espíritu, esos hallarán la verdad; más existen los hombres que deciden atar su espíritu con la mentira, esos serán esclavos de por vida; estos permanecen muertos ya que no viven en la verdad, más aquellos que estaban muertos y resucitan, son los que despiertan y encuentran la liberación. Por ende, la muerte no es un estado del cuerpo, sino un estado del alma, pero cuando está se libera gracias a la verdad despertamos a la verdadera vida.

Todos somos iguales, la diferencia es el engaño de la percepción, por ende yo conosco a toda la humanidad, porque me conozco a mi mismo, y toda la humanidad me conoce, porque ellos se conocen a si mismos, pero nuestro papel autoimpuesto de actores de la realidad, nos impide mostrarnos tal como somos, usando antifaces del ego, impidiendo mostrar la verdad, todos nos conocemos y todos nos amamos.

Toda acción negativa, genera acción negativa. Toda acción positiva genera acción postiva. Estar iluminado consiste generar una acción positiva, ante toda toda acción negativa, porque la iluminación es tolerancia, amor y respeto, la oscuridad es caos y guerra. Es triste ver que todos somos iluminados fracasados, pues en una etapa de la vida despertamos, y con el pasar de los años seguimos siendo actores de nuestra propia mentira autoimpuesta, y más triste es aún saber que la oscuridad ha podido apagar la luz que fue encendida en nuestros corazones. El hombre dormido contamina al hombre despierto, pues el hombre despierto a cambio de su condición se hace debil, ya que renuncia a las armas, y el hombre dormido usa sus armas venciendo al hombre despierto, y este es el sacrificio del hombre que ha despertado, morir por mantener vivo el fuego de la verdad.

El único pecado del hombre es buscar la verdad y despertar, y por tal causa todos somos pecadores, pues al momento de despertar nuestros ojos fueron abiertos y nos hicimos como Dioses, seres independientes, creadores y dueños de la realidad.

La llave para regresar a nuestro verdadero hogar es reconocer que vivimos en un sueño, y reconocí que vivía en sueño, cuando descubrí que todo lo que existe, soy yo.