El obispo Arrio, primera víctima de la romanización del cristianismo.

Re: El obispo Arrio, primera víctima de la romanización del cristianismo.

¿Si nos hemos puesto de acuerdo en una cita de 2da de Pedro como espera que coincidamos con mas versículos? Es ahi donde pregunto ¿bajo que criterio su interpretación es la correcta?

para usted la cita significa que solo basta saber leer para interpretar la biblia pero este foro está lleno de interpretaciones contradictorias de gente que sabe leer y usa la misma biblia para defender posiciones completamente opuestas.
 
Re: El obispo Arrio, primera víctima de la romanización del cristianismo.

¿Si nos hemos puesto de acuerdo en una cita de 2da de Pedro como espera que coincidamos con mas versículos? Es ahi donde pregunto ¿bajo que criterio su interpretación es la correcta?

para usted la cita significa que solo basta saber leer para interpretar la biblia pero este foro está lleno de interpretaciones contradictorias de gente que sabe leer y usa la misma biblia para defender posiciones completamente opuestas.

¿Y la 2ª de Pedro dice que Jesús era YHWH? Termina de darte vueltas, buscando pretextos. La exposición que yo haga, la contesta quién quiera, avalado por sus conocimientos personales, este es un foro para personas, no para cooperativas religiosas.<o:p></o:p>
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Yo afirmo:<o:p></o:p>
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El Mesías fue anunciado por los profetas en numerosas oportunidades y el pueblo judío aguardaba su venida. ¿Como se produce esta? En primer lugar ¿A quién?

Lucas 1:26 Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret,
27 a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David; y el nombre de la virgen era María.

Conocedores ya de quién era la favorecida de entre todas las mujeres de la humanidad, leamos como se realiza:

28 Y entrando el ángel en donde ella estaba, dijo: !!Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres.
29 Mas ella, cuando le vio, se turbó por sus palabras, y pensaba qué salutación sería esta.
30 Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios.
31 Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS.

Entonces el ángel le dice lo que sucederá, que va a concebir un hijo, no que Dios se encarnará en su vientre, ni que YHWH se hará hombre en su vientre. CONCEBIRÁ, es decir será embarazada y luego dará a luz, es decir va a PARIR un hijo, al que llamará Jesús. Pero ¿Quién va a ser ese hijo?

32 Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre;
33 y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.

Yo no leo que diga que va a ser YHWH, sinó HIJO, luego confirma que el SEÑOR DIOS le dará el trono. ¿Como se lo podía dar a si mismo? Pero María no se podía quedar tan tranquila con el anuncio, por eso proclama:

34 Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? pues no conozco varón.

Es obvio que una mujer tan joven y virgen, que no había conocido varón, no podía quedar embarazada del aire.

35 Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios.

Entonces le aclara quién y como la embarazará. El Espíritu Santo la embarazará (cubrirá) con su sombra (sin tocarla fisicamente) y el Hijo que ella va a parir sera obviamente HIJO de Dios, no le dice que va a parir a YHWH, sinó a Su Hijo.
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Comienza por oponerte a este argumento, luego continuamos. Saludos<o:p></o:p>
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Edil<o:p></o:p>
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Re: El obispo Arrio, primera víctima de la romanización del cristianismo.

¿Entonces Jesús era un semi Dios al estilo griego?
 
Re: El obispo Arrio, primera víctima de la romanización del cristianismo.

¿Entonces Jesús era un semi Dios al estilo griego?

No Ikari, lee bién Jesús fue 100% hombre, fue engendrado por YHWH en el vientre puro y virgen de María. Pero no fue un hombre cualquiera, era Hijo de Dios y es más, Dios mismo, YHWH, vivia, moraba plenamente en su interior, pero no era YHWH que se hizo hombre, porque YHWH no podía nacer si ya existía, no vive en el tiempo y espacio, es el creador del tiempo y del espacio, no puede ser menos que lo que él mismo creó, sería romper sus propias leyes. ¿Tienes algo que oponer a lo expuesto en mi post anterior? Saludos<o:p></o:p>
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Edil<o:p></o:p>
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Re: El obispo Arrio, primera víctima de la romanización del cristianismo.

Propone que Jesus es un ser creado superior al hombre pero creado, por ende no eterno.
El himno con el que inicia el evangelio de Juan indica que el Al principio existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios para despues declarar que Y la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros.
Si la Palabra se hizo carne no quiere decir que dejó de ser Divino San Pablo claramente nos indica en Filipenses que se humillo a sí mismo tomando la condición de siervo. Dios no doblega el orgullo del hombre atemorizándolo si no humillandose.

Curiosidad según lo que expone ¿Jesús tomo carne de María? ¿tenía alma humana?

Saludos
 
Re: El obispo Arrio, primera víctima de la romanización del cristianismo.

Propone que Jesus es un ser creado superior al hombre pero creado, por ende no eterno.
El himno con el que inicia el evangelio de Juan indica que el Al principio existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios para despues declarar que Y la Palabra se hizo carne y habitó entre nosotros.
Si la Palabra se hizo carne no quiere decir que dejó de ser Divino San Pablo claramente nos indica en Filipenses que se humillo a sí mismo tomando la condición de siervo. Dios no doblega el orgullo del hombre atemorizándolo si no humillandose.

Curiosidad según lo que expone ¿Jesús tomo carne de María? ¿tenía alma humana?

Saludos
Si leyeras lo que escribo, sabrías sostengo que Jesús fue ENGENDRADO por el Padre, en María.<o:p></o:p>
Tienes una enorme confusión. La Palabra de YHWH, no es YHWH en plenitud, es su palabra, es de Él, es de Dios ¿Es YHWH Palabra? Por supuesto que no, nadie sabe como es Dios, salvo que ES Espíritu.<o:p></o:p>
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Juan 4:24 Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren. <o:p></o:p>
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¿Alguna vez se te encarnó una uña? es el mismo verbo que se usa en griego ενσωματώνουν (encarnar) se usa en tiempo pasado ενσαρκώνω (encarnó). Significa que algo se metió en la carne. Y eso lo aclara Jesús mismo muy bién, un una cita que muchos ignoran, para mantener sus falsas doctrinas:<o:p></o:p>
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Juan 14:10 ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras. <o:p></o:p>
11 Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras. <o:p></o:p>
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YHWH mora (habita) integramente, plenamente en su Hijo Jesús, lo corrobora Pablo en:<o:p></o:p>
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Colosenses 2:8 Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo. <o:p></o:p>
9 Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad,<o:p></o:p>
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Luego observa en:<o:p></o:p>
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Juan 1:1 En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. <o:p></o:p>
2 Este era en el principio con Dios. <o:p></o:p>
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Ya sabemos que Verbo es solo una mala traducción de la Vulgata, <o:p></o:p>
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Ioannes 14 et Verbum caro factum est et habitavit in nobis et vidimus gloriam eius gloriam quasi unigeniti a Patre plenum gratiae et veritatis<o:p></o:p>
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Pero nada varía porque se refiere a la Palabra de YHWH. Juan establece sin dudas que la Palbra es Dios y está CON Dios, tal como tu palabra está contigo, pero no eres tu completamente. Esa Palabra es Jesucristo, cuando da el mensaje divino, porque como ya te demostré. Dios mora en plenitud en su Hijo Jesús, en hebreo el Mesías, el griego el Cristo. Saludos<o:p></o:p>
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Edil
 
Re: El obispo Arrio, primera víctima de la romanización del cristianismo.

Se me pasó una pregunta tuya:<o:p></o:p>
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Jesucristo era humano en cuerpo, alma y espíritu, que fue lo último que le entregó a su Padre:<o:p></o:p>
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Lucas 23:44 Cuando era como la hora sexta, hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena. <o:p></o:p>
45 Y el sol se oscureció, y el velo del templo se rasgó por la mitad. <o:p></o:p>
46 Entonces Jesús, clamando a gran voz, dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. Y habiendo dicho esto, expiró. <o:p></o:p>
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Núnca he estudiado en profundidad la diferencia entre alma y espíritu, pero “me parece” que están intimamente asociados. Saludos<o:p></o:p>
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Edil<o:p></o:p>
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Re: El obispo Arrio, primera víctima de la romanización del cristianismo.

Calma viejo amigo, no lance una locomotora, donde basta con un carro de mano, vamos lentamente ordenadamente. Muy documentada tu participación. Me imagino que habrás trabajado mucho en ella, calma ya vamos a llegar a cada uno de tus puntos. Como me dijiste que yo abriera el tema, entonces es obvio que el peso de la prueba, recae sobre mi, tu solo me tienes que refutar mis argumentos, pero hagámoslo con calma, sin prisas. Ya sabemos que el demonio es el creador de la confusión, no le demos en el gusto.<o:p></o:p>
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(Bién reza el dicho que la historia la escriben los vencedores. Así que la parte histórica, practicamente no tiene mucha importancia. Por algo lo mandaron al exilio, antes que llegaran sus pares, por algo quemaron sus obras, por algo se presume que lo asesinaron. Pero lo importante en este debate, no es Arrio, ni sus adversarios. Es la doctrina, en la parte histórica ya sabemos que jamás nos pondremos de acuerdo. Nos compete saber si YHWH, si Dios se hizo hombre, es decir si Él mismo se metió en el vientre de María y salió hecho hombre. Para saber eso solo podemos recurrir a la Biblia.)<o:p></o:p>
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Para no pegarlo en cada oportunidad, uso la Reina Valera 1960. Si no te parece, dame la dirección el linea, de la que prefieras. Que tenga por lo menos un medio siglo de antiguedad. <o:p></o:p>
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El Mesías fue anunciado por los profetas en numerosas oportunidades y el pueblo judío aguardaba su venida. ¿Como se produce esta? En primer lugar ¿A quién?<o:p></o:p>
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Lucas 1:26 Al sexto mes el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, <o:p></o:p>
27 a una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David; y el nombre de la virgen era María. <o:p></o:p>
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Conocedores ya de quién era la favorecida de entre todas las mujeres de la humanidad, leamos como se realiza:<o:p></o:p>
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28 Y entrando el ángel en donde ella estaba, dijo: !!Salve, muy favorecida! El Señor es contigo; bendita tú entre las mujeres. <o:p></o:p>
29 Mas ella, cuando le vio, se turbó por sus palabras, y pensaba qué salutación sería esta. <o:p></o:p>
30 Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia delante de Dios. <o:p></o:p>
31 Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS. <o:p></o:p>
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Entonces el ángel le dice lo que sucederá, que va a concebir un hijo, no que Dios se encarnará en su vientre, ni que YHWH se hará hombre en su vientre. CONCEBIRÁ, es decir será embarazada y luego dará a luz, es decir va a PARIR un hijo, al que llamará Jesús. Pero ¿Quién va a ser ese hijo?<o:p></o:p>
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32 Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre; <o:p></o:p>
33 y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.<o:p></o:p>
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Yo no leo que diga que va a ser YHWH, sinó HIJO, luego confirma que el SEÑOR DIOS le dará el trono. ¿Como se lo podía dar a si mismo? Pero María no se podía quedar tan tranquila con el anuncio, por eso proclama:<o:p></o:p>
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34 Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? pues no conozco varón. <o:p></o:p>
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Es obvio que una mujer tan joven y virgen, que no había conocido varón, no podía quedar embarazada del aire.<o:p></o:p>
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35 Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios. <o:p></o:p>
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Entonces le aclara quién y como la embarazará. El Espíritu Santo la embarazará (cubrirá) con su sombra (sin tocarla fisicamente) y el Hijo que ella va a parir sera obviamente HIJO de Dios, no le dice que va a parir a YHWH, sinó a Su Hijo.<o:p></o:p>
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¿Ves? Asi calmadamente, vamos a ir resolviendo la doctrina de Arrio, como se cree que fue. Si no tienes nada que rebatir a lo expuesto me lo dices y continúo con mi exposición, caso contrario, expone en lo que estoy equivocado y obviamente lo argumentas. Saludos <o:p></o:p>
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Edil

Con el debido respeto Edil, la verdad me impresiono su argumento basado siempre en la Santos Escritos, pero si me permites, es mi humilde opinion, deberia haberle agregado a todo ese caudal de información, lo registrado en 1Reyes 8:27, donde el rey Salomón acevera; "Que los cielos de los cielos mismo no pueden contener a Jehová", imaginate cuanto menos el vientre de un humano, en este caso María.-
 
Re: El obispo Arrio, primera víctima de la romanización del cristianismo.

Se me pasó una pregunta tuya:<o:p></o:p>
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Jesucristo era humano en cuerpo, alma y espíritu, que fue lo último que le entregó a su Padre:<o:p></o:p>
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Lucas 23:44 Cuando era como la hora sexta, hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena. <o:p></o:p>
45 Y el sol se oscureció, y el velo del templo se rasgó por la mitad. <o:p></o:p>
46 Entonces Jesús, clamando a gran voz, dijo: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. Y habiendo dicho esto, expiró. <o:p></o:p>
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Núnca he estudiado en profundidad la diferencia entre alma y espíritu, pero “me parece” que están intimamente asociados. Saludos<o:p></o:p>
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Edil<o:p></o:p>
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El espíritu, la fuerza de vida, puede compararse a la corriente eléctrica que fluye por una máquina o un electrodoméstico. Aunque es invisible, puede efectuar diversas funciones, dependiendo del tipo de aparato que active. Por ejemplo, una estufa eléctrica genera calor, una computadora procesa información y un televisor reproduce imágenes y sonidos. Sin embargo, la corriente eléctrica nunca adquiere las características del artefacto que hace funcionar. Sigue siendo meramente una fuerza. De modo parecido, la fuerza de vida no asume ninguna de las características de los seres que anima. Carece de personalidad y capacidad de pensar. Tanto las personas como los animales “tienen un solo espíritu” (Eclesiastés 3:19). Así pues, cuando alguien muere, su espíritu no sigue viviendo en otro lugar como criatura espiritual.

Cuando el primer hombre, Adán, desobedeció deliberadamente el mandato divino, Dios le dijo: “Con el sudor de tu rostro comerás pan hasta que vuelvas al suelo, porque de él fuiste tomado. Porque polvo eres y a polvo volverás” (Génesis 3:19). ¿Dónde se encontraba Adán antes de que Jehová lo creara del polvo? En ningún sitio. Sencillamente no existía. Así que cuando Jehová Dios le anunció que ‘volvería al polvo’, no le estaba diciendo que iba a ser transferido a un mundo de espíritus, sino que iba a perecer y volver a formar parte de los elementos del suelo. Al morir, regresaría a un estado de inexistencia. De modo que su castigo fue la muerte <nobr>—la ausencia de vida—,</nobr> no el paso a otro mundo (Romanos 6:23).

¿Qué puede decirse de las demás personas fallecidas? Eclesiastés 9:5, 10 explica claramente en qué condición se encuentran: “Los muertos nada saben [...;] no hay obra, ni actividad mental, ni ciencia, ni sabiduría en el sepulcro” (Ediciones Sigal). Por tanto, la muerte es sinónimo de inexistencia.

El salmista escribió que cuando alguien muere, “sale su espíritu, él vuelve a su suelo; en ese día de veras perecen sus pensamientos” (Salmo 146:4).
Queda claro, pues, que los muertos ya no existen. No saben nada. No pueden vernos ni oírnos ni hablarnos. No pueden ayudarnos ni hacernos daño, por lo que no hay ninguna razón para temerlos. Pero ¿qué significa el que ‘salga’ el espíritu en el momento de la muerte?


La Biblia indica que cuando la persona muere, “el espíritu mismo vuelve al Dios verdadero que lo dio” (Eclesiastés 12:7). ¿Quiere decir esto que una entidad espiritual viaja literalmente a través del espacio hasta encontrarse en presencia de Dios? Desde luego que no. En la Biblia, el verbo volver no denota necesariamente un movimiento real de un lugar a otro.

Por ejemplo, los israelitas infieles recibieron esta exhortación: “‘Vuelvan a mí, y yo ciertamente volveré a ustedes’, ha dicho Jehová de los ejércitos” (Malaquías 3:7). En el caso de Israel, ‘volver’ a Jehová implicaba abandonar su mal proceder y regirse otra vez por las justas normas divinas. En el caso de Jehová, ‘volver’ a Israel significaba que mostraría favor a su pueblo de nuevo. En ambos casos, la acción de ‘volver’ se refería a un cambio de actitud, y no a un desplazamiento geográfico literal.

Así mismo, cuando el espíritu “vuelve” a Dios, no se traslada de la Tierra al ámbito celestial. Una vez que la persona pierde esa fuerza de vida, solo el Altísimo tiene la capacidad de devolvérsela. De modo que el espíritu “vuelve al Dios verdadero” en el sentido de que toda esperanza de vida futura para ella depende por completo de Dios.

Con humildad mi pequeño aporte.- Saludos.-
 
Re: El obispo Arrio, primera víctima de la romanización del cristianismo.

“TODA Escritura es inspirada de Dios y provechosa para enseñar, para censurar, para rectificar las cosas, para disciplinar en justicia”, escribió el apóstol Pablo (2 Timoteo 3:16). En efecto, la Biblia es un libro que dice la verdad pues proviene del Dios verdadero, Jehová (Salmo 83:18).

Como Creador de todas las cosas, incluidos los seres humanos, él conoce bien lo que sucede cuando morimos (Hebreos 3:4; Revelación [Apocalipsis] 4:11). Y a través de su Palabra inspirada, la Biblia, ha suministrado respuestas veraces y satisfacientes a las preguntas sobre el más allá.


En la Biblia, las palabras que se traducen por “espíritu” significan fundamentalmente “aliento”, pero implican mucho más que el acto de respirar. Por ejemplo, el escritor bíblico Santiago señala: “El cuerpo sin espíritu está muerto” (Santiago 2:26). Por lo tanto, el espíritu es aquello que da vida al organismo.

Esta fuerza vivificante no puede ser simplemente el aliento, o aire, que circula por los pulmones. ¿Por qué no? Porque después de cesar la respiración, las células corporales permanecen vivas por un corto tiempo, “durante varios minutos”, según The World Book Encyclopedia. Por eso se puede practicar la resucitación. Ahora bien, una vez extinguida la chispa de la vida que anima las células del cuerpo, es inútil intentar recuperarla. No hay aliento, o aire, que pueda revivir siquiera una célula. El espíritu, por tanto, es la fuerza de vida invisible <nobr>—la chispa—</nobr> que mantiene vivas las células y a las personas. Dicha fuerza se sostiene mediante la respiración (Job 34:14, 15).

¿Está activo el espíritu solamente en el ser humano? La Biblia nos ayuda a llegar a la conclusión correcta sobre este asunto. El sabio rey Salomón reconoció que los seres humanos y los animales “tienen un solo espíritu”, y preguntó: “¿Quién hay que conozca el espíritu de los hijos de la humanidad, si asciende hacia arriba; y el espíritu de la bestia, si desciende hacia abajo a la tierra?” (Eclesiastés 3:19-21). De modo que, según las Escrituras, los animales tienen espíritu al igual que nosotros. ¿Cómo es posible?

El espíritu, la fuerza de vida, puede compararse a la corriente eléctrica que fluye por una máquina o un electrodoméstico. Aunque es invisible, puede efectuar diversas funciones, dependiendo del tipo de aparato que active. Por ejemplo, una estufa eléctrica genera calor, una computadora procesa información y un televisor reproduce imágenes y sonidos. Sin embargo, la corriente eléctrica nunca adquiere las características del artefacto que hace funcionar. Sigue siendo meramente una fuerza. De modo parecido, la fuerza de vida no asume ninguna de las características de los seres que anima. Carece de personalidad y capacidad de pensar. Tanto las personas como los animales “tienen un solo espíritu” (Eclesiastés 3:19). Así pues, cuando alguien muere, su espíritu no sigue viviendo en otro lugar como criatura espiritual.

Cuando el primer hombre, Adán, desobedeció deliberadamente el mandato divino, Dios le dijo: “Con el sudor de tu rostro comerás pan hasta que vuelvas al suelo, porque de él fuiste tomado. Porque polvo eres y a polvo volverás” (Génesis 3:19). ¿Dónde se encontraba Adán antes de que Jehová lo creara del polvo? En ningún sitio. Sencillamente no existía. Así que cuando Jehová Dios le anunció que ‘volvería al polvo’, no le estaba diciendo que iba a ser transferido a un mundo de espíritus, sino que iba a perecer y volver a formar parte de los elementos del suelo. Al morir, regresaría a un estado de inexistencia. De modo que su castigo fue la muerte <nobr>—la ausencia de vida—,</nobr> no el paso a otro mundo (Romanos 6:23).

¿Qué puede decirse de las demás personas fallecidas? Eclesiastés 9:5, 10 explica claramente en qué condición se encuentran: “Los muertos nada saben [...;] no hay obra, ni actividad mental, ni ciencia, ni sabiduría en el sepulcro” (Ediciones Sigal). Por tanto, la muerte es sinónimo de inexistencia.

El salmista escribió que cuando alguien muere, “sale su espíritu, él vuelve a su suelo; en ese día de veras perecen sus pensamientos” (Salmo 146:4).
Queda claro, pues, que los muertos ya no existen. No saben nada. No pueden vernos ni oírnos ni hablarnos. No pueden ayudarnos ni hacernos daño, por lo que no hay ninguna razón para temerlos. Pero ¿qué significa el que ‘salga’ el espíritu en el momento de la muerte?

La Biblia indica que cuando la persona muere, “el espíritu mismo vuelve al Dios verdadero que lo dio” (Eclesiastés 12:7). ¿Quiere decir esto que una entidad espiritual viaja literalmente a través del espacio hasta encontrarse en presencia de Dios? Desde luego que no. En la Biblia, el verbo volver no denota necesariamente un movimiento real de un lugar a otro.

Por ejemplo, los israelitas infieles recibieron esta exhortación: “‘Vuelvan a mí, y yo ciertamente volveré a ustedes’, ha dicho Jehová de los ejércitos” (Malaquías 3:7). En el caso de Israel, ‘volver’ a Jehová implicaba abandonar su mal proceder y regirse otra vez por las justas normas divinas. En el caso de Jehová, ‘volver’ a Israel significaba que mostraría favor a su pueblo de nuevo. En ambos casos, la acción de ‘volver’ se refería a un cambio de actitud, y no a un desplazamiento geográfico literal.

Así mismo, cuando el espíritu “vuelve” a Dios, no se traslada de la Tierra al ámbito celestial. Una vez que la persona pierde esa fuerza de vida, solo el Altísimo tiene la capacidad de devolvérsela. De modo que el espíritu “vuelve al Dios verdadero” en el sentido de que toda esperanza de vida futura para ella depende por completo de Dios.

Fijémonos, por ejemplo, en lo que dicen las Escrituras sobre la muerte de Jesucristo. El evangelista Lucas relata: “Jesús llamó con voz fuerte y dijo: ‘Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu’. Cuando hubo dicho esto, expiró” (Lucas 23:46). Jesús no se fue literalmente al cielo en el momento en que su espíritu salió de él, pues no resucitó hasta el tercer día y tardó otros cuarenta días más en ascender al cielo (Hechos 1:3, 9). Más bien, cuando estaba a punto de morir, Jesús dejó su espíritu en manos de su Padre, con la total confianza de que Jehová podía devolverle la vida.

Con humildad mi pequeño aporte.- Saludos.-
 
Re: El obispo Arrio, primera víctima de la romanización del cristianismo.

“TODA Escritura es inspirada de Dios y provechosa para enseñar, para censurar, para rectificar las cosas, para disciplinar en justicia”, escribió el apóstol Pablo (2 Timoteo 3:16). En efecto, la Biblia es un libro que dice la verdad pues proviene del Dios verdadero, Jehová (Salmo 83:18).

Como Creador de todas las cosas, incluidos los seres humanos, él conoce bien lo que sucede cuando morimos (Hebreos 3:4; Revelación [Apocalipsis] 4:11). Y a través de su Palabra inspirada, la Biblia, ha suministrado respuestas veraces y satisfacientes a las preguntas sobre el más allá.

En la Biblia, las palabras que se traducen por “espíritu” significan fundamentalmente “aliento”, pero implican mucho más que el acto de respirar. Por ejemplo, el escritor bíblico Santiago señala: “El cuerpo sin espíritu está muerto” (Santiago 2:26). Por lo tanto, el espíritu es aquello que da vida al organismo.

Esta fuerza vivificante no puede ser simplemente el aliento, o aire, que circula por los pulmones. ¿Por qué no? Porque después de cesar la respiración, las células corporales permanecen vivas por un corto tiempo, “durante varios minutos”, según The World Book Encyclopedia. Por eso se puede practicar la resucitación. Ahora bien, una vez extinguida la chispa de la vida que anima las células del cuerpo, es inútil intentar recuperarla. No hay aliento, o aire, que pueda revivir siquiera una célula. El espíritu, por tanto, es la fuerza de vida invisible <nobr>—la chispa—</nobr> que mantiene vivas las células y a las personas. Dicha fuerza se sostiene mediante la respiración (Job 34:14, 15).

¿Está activo el espíritu solamente en el ser humano? La Biblia nos ayuda a llegar a la conclusión correcta sobre este asunto. El sabio rey Salomón reconoció que los seres humanos y los animales “tienen un solo espíritu”, y preguntó: “¿Quién hay que conozca el espíritu de los hijos de la humanidad, si asciende hacia arriba; y el espíritu de la bestia, si desciende hacia abajo a la tierra?” (Eclesiastés 3:19-21). De modo que, según las Escrituras, los animales tienen espíritu al igual que nosotros. ¿Cómo es posible?

El espíritu, la fuerza de vida, puede compararse a la corriente eléctrica que fluye por una máquina o un electrodoméstico. Aunque es invisible, puede efectuar diversas funciones, dependiendo del tipo de aparato que active. Por ejemplo, una estufa eléctrica genera calor, una computadora procesa información y un televisor reproduce imágenes y sonidos. Sin embargo, la corriente eléctrica nunca adquiere las características del artefacto que hace funcionar. Sigue siendo meramente una fuerza. De modo parecido, la fuerza de vida no asume ninguna de las características de los seres que anima. Carece de personalidad y capacidad de pensar. Tanto las personas como los animales “tienen un solo espíritu” (Eclesiastés 3:19). Así pues, cuando alguien muere, su espíritu no sigue viviendo en otro lugar como criatura espiritual.

Cuando el primer hombre, Adán, desobedeció deliberadamente el mandato divino, Dios le dijo: “Con el sudor de tu rostro comerás pan hasta que vuelvas al suelo, porque de él fuiste tomado. Porque polvo eres y a polvo volverás” (Génesis 3:19). ¿Dónde se encontraba Adán antes de que Jehová lo creara del polvo? En ningún sitio. Sencillamente no existía. Así que cuando Jehová Dios le anunció que ‘volvería al polvo’, no le estaba diciendo que iba a ser transferido a un mundo de espíritus, sino que iba a perecer y volver a formar parte de los elementos del suelo. Al morir, regresaría a un estado de inexistencia. De modo que su castigo fue la muerte <nobr>—la ausencia de vida—,</nobr> no el paso a otro mundo (Romanos 6:23).

¿Qué puede decirse de las demás personas fallecidas? Eclesiastés 9:5, 10 explica claramente en qué condición se encuentran: “Los muertos nada saben [...;] no hay obra, ni actividad mental, ni ciencia, ni sabiduría en el sepulcro” (Ediciones Sigal). Por tanto, la muerte es sinónimo de inexistencia.

El salmista escribió que cuando alguien muere, “sale su espíritu, él vuelve a su suelo; en ese día de veras perecen sus pensamientos” (Salmo 146:4).
Queda claro, pues, que los muertos ya no existen. No saben nada. No pueden vernos ni oírnos ni hablarnos. No pueden ayudarnos ni hacernos daño, por lo que no hay ninguna razón para temerlos. Pero ¿qué significa el que ‘salga’ el espíritu en el momento de la muerte?


La Biblia indica que cuando la persona muere, “el espíritu mismo vuelve al Dios verdadero que lo dio” (Eclesiastés 12:7). ¿Quiere decir esto que una entidad espiritual viaja literalmente a través del espacio hasta encontrarse en presencia de Dios? Desde luego que no. En la Biblia, el verbo volver no denota necesariamente un movimiento real de un lugar a otro.

Por ejemplo, los israelitas infieles recibieron esta exhortación: “‘Vuelvan a mí, y yo ciertamente volveré a ustedes’, ha dicho Jehová de los ejércitos” (Malaquías 3:7). En el caso de Israel, ‘volver’ a Jehová implicaba abandonar su mal proceder y regirse otra vez por las justas normas divinas. En el caso de Jehová, ‘volver’ a Israel significaba que mostraría favor a su pueblo de nuevo. En ambos casos, la acción de ‘volver’ se refería a un cambio de actitud, y no a un desplazamiento geográfico literal.

Así mismo, cuando el espíritu “vuelve” a Dios, no se traslada de la Tierra al ámbito celestial. Una vez que la persona pierde esa fuerza de vida, solo el Altísimo tiene la capacidad de devolvérsela. De modo que el espíritu “vuelve al Dios verdadero” en el sentido de que toda esperanza de vida futura para ella depende por completo de Dios.

Fijémonos, por ejemplo, en lo que dicen las Escrituras sobre la muerte de Jesucristo. El evangelista Lucas relata: “Jesús llamó con voz fuerte y dijo: ‘Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu’. Cuando hubo dicho esto, expiró” (Lucas 23:46). Jesús no se fue literalmente al cielo en el momento en que su espíritu salió de él, pues no resucitó hasta el tercer día y tardó otros cuarenta días más en ascender al cielo (Hechos 1:3, 9). Más bien, cuando estaba a punto de morir, Jesús dejó su espíritu en manos de su Padre, con la total confianza de que Jehová podía devolverle la vida.

En efecto, Dios puede hacer que alguien viva de nuevo (Salmo 104:30). ¡Qué maravillosa perspectiva se presenta ante nosotros!

Con humildad mi pequeño aporte.- Saludos.-
 
Re: El obispo Arrio, primera víctima de la romanización del cristianismo.

Con el debido respeto Edil, la verdad me impresiono su argumento basado siempre en la Santos Escritos, pero si me permites, es mi humilde opinion, deberia haberle agregado a todo ese caudal de información, lo registrado en 1Reyes 8:27, donde el rey Salomón acevera; "Que los cielos de los cielos mismo no pueden contener a Jehová", imaginate cuanto menos el vientre de un humano, en este caso María.-
El espíritu, la fuerza de vida, puede compararse a la corriente eléctrica que fluye por una máquina o un electrodoméstico. Aunque es invisible, puede efectuar diversas funciones, dependiendo del tipo de aparato que active. Por ejemplo, una estufa eléctrica genera calor, una computadora procesa información y un televisor reproduce imágenes y sonidos. Sin embargo, la corriente eléctrica nunca adquiere las características del artefacto que hace funcionar. Sigue siendo meramente una fuerza. De modo parecido, la fuerza de vida no asume ninguna de las características de los seres que anima. Carece de personalidad y capacidad de pensar. Tanto las personas como los animales “tienen un solo espíritu” (Eclesiastés 3:19). Así pues, cuando alguien muere, su espíritu no sigue viviendo en otro lugar como criatura espiritual.

Cuando el primer hombre, Adán, desobedeció deliberadamente el mandato divino, Dios le dijo: “Con el sudor de tu rostro comerás pan hasta que vuelvas al suelo, porque de él fuiste tomado. Porque polvo eres y a polvo volverás” (Génesis 3:19). ¿Dónde se encontraba Adán antes de que Jehová lo creara del polvo? En ningún sitio. Sencillamente no existía. Así que cuando Jehová Dios le anunció que ‘volvería al polvo’, no le estaba diciendo que iba a ser transferido a un mundo de espíritus, sino que iba a perecer y volver a formar parte de los elementos del suelo. Al morir, regresaría a un estado de inexistencia. De modo que su castigo fue la muerte <NOBR>—la ausencia de vida—,</NOBR> no el paso a otro mundo (Romanos 6:23).

¿Qué puede decirse de las demás personas fallecidas? Eclesiastés 9:5, 10 explica claramente en qué condición se encuentran: “Los muertos nada saben [...;] no hay obra, ni actividad mental, ni ciencia, ni sabiduría en el sepulcro” (Ediciones Sigal). Por tanto, la muerte es sinónimo de inexistencia.

El salmista escribió que cuando alguien muere, “sale su espíritu, él vuelve a su suelo; en ese día de veras perecen sus pensamientos” (Salmo 146:4).
Queda claro, pues, que los muertos ya no existen. No saben nada. No pueden vernos ni oírnos ni hablarnos. No pueden ayudarnos ni hacernos daño, por lo que no hay ninguna razón para temerlos. Pero ¿qué significa el que ‘salga’ el espíritu en el momento de la muerte?


La Biblia indica que cuando la persona muere, “el espíritu mismo vuelve al Dios verdadero que lo dio” (Eclesiastés 12:7). ¿Quiere decir esto que una entidad espiritual viaja literalmente a través del espacio hasta encontrarse en presencia de Dios? Desde luego que no. En la Biblia, el verbo volver no denota necesariamente un movimiento real de un lugar a otro.

Por ejemplo, los israelitas infieles recibieron esta exhortación: “‘Vuelvan a mí, y yo ciertamente volveré a ustedes’, ha dicho Jehová de los ejércitos” (Malaquías 3:7). En el caso de Israel, ‘volver’ a Jehová implicaba abandonar su mal proceder y regirse otra vez por las justas normas divinas. En el caso de Jehová, ‘volver’ a Israel significaba que mostraría favor a su pueblo de nuevo. En ambos casos, la acción de ‘volver’ se refería a un cambio de actitud, y no a un desplazamiento geográfico literal.

Así mismo, cuando el espíritu “vuelve” a Dios, no se traslada de la Tierra al ámbito celestial. Una vez que la persona pierde esa fuerza de vida, solo el Altísimo tiene la capacidad de devolvérsela. De modo que el espíritu “vuelve al Dios verdadero” en el sentido de que toda esperanza de vida futura para ella depende por completo de Dios.

Con humildad mi pequeño aporte.- Saludos.-

Muchas gracias por los estupendos aportes, hay uno que lo separaré, porque me será muy útil en el futuro, en un trabajo que estoy haciendo. Nuevamente muchas gracias y saludos<o:p></o:p>
<o:p></o:p>
Edil