DR. ROBERT MALONE:
"Nosotros, médicos del mundo, unidos y fieles al Juramento Hipocrático, reconociendo que la profesión médica tal como la conocemos se encuentra en una encrucijada, nos vemos obligados a declarar;
Que es nuestra máxima responsabilidad y deber defender y restaurar la dignidad, integridad, el arte y la ciencia de la medicina;
Que existe un ataque sin precedentes a nuestra capacidad para cuidar a nuestros pacientes;
Que los formuladores de políticas públicas optaron por forzar una estrategia de tratamiento de “talla única”, que lleva a enfermedades y muertes innecesarias, en lugar de defender los conceptos fundamentales del enfoque individualizado y personalizado de atención al paciente, que ha demostrado ser seguro y más eficaz;
Que médicos y sanitarios que trabajan en primera línea, utilizando sus conocimientos de epidemiología, fisiopatología y farmacología, son a menudo los primeros en identificar nuevos tratamientos que pueden salvar vidas;
Que se desalienta cada vez más a los médicos a participar en un debate profesional abierto e intercambiar ideas sobre enfermedades nuevas y emergentes, no solo poniendo en peligro la esencia de la profesión médica, sino más importante y más trágicamente, la vida de nuestros pacientes;
Que a miles de médicos se les impide brindar tratamiento a sus pacientes, como resultado de las barreras impuestas por farmacéuticas, hospitales y agencias de salud pública, lo que deja a la gran mayoría de sanitarios impotentes para proteger a sus pacientes frente a enfermedades. Los médicos están aconsejando a sus pacientes que simplemente vayan a casa (permitiendo que el virus se replique) y regresen cuando su enfermedad empeore, lo que resulta en cientos de miles de muertes innecesarias de pacientes debido a la falta de tratamiento;
Esto no es medicina. Esto no es atención médica. Estas políticas, podrían de hecho constituir crímenes de lesa humanidad.
POR TANTO, RESOLVEMOS:
Debe restablecerse la relación médico-paciente, el corazón de la medicina, que permite a médicos comprender mejor a sus pacientes y sus enfermedades, formular tratamientos que brinden las mejores posibilidades de éxito, mientras que el paciente participa activamente en su atención.
Debe terminar la intromisión política en la práctica médica y la relación médico/paciente. Médicos y sanitarios deben tener libertad de practicar el arte y la ciencia de la medicina sin temor a represalias, censura, difamación o acción disciplinaria, incluida la posible pérdida de licencias y privilegios hospitalarios, pérdida de seguros e interferencia de entidades y organizaciones gubernamentales, que además nos impiden atender a los pacientes que lo necesitan. Más que nunca, se debe proteger el derecho y la capacidad de intercambiar hallazgos científicos objetivos, que mejoren nuestra comprensión de las enfermedades.
Los médicos deben defender su derecho a prescribir un tratamiento, observando el principio de PRIMERO, NO HACER DAÑO. No se debe restringir a los médicos a prescribir tratamientos seguros y efectivos. Estas restricciones continúan causando enfermedades y muertes innecesarias. Los derechos de los pacientes para recibir tratamiento, luego de estar completamente informados sobre riesgos y beneficios de cada opción, deben ser restablecidos.
Invitamos a médicos del mundo y a sanitarios a unirse a nosotros en esta noble causa mientras nos esforzamos por restaurar la confianza, la integridad y el profesionalismo en la práctica de la medicina.
Invitamos a científicos del mundo, que son expertos en investigación biomédica y defienden los más altos estándares éticos y morales, a insistir en su capacidad para realizar y publicar investigaciones objetivas y empíricas sin temor a represalias sobre sus carreras, reputación y medios de vida.
Invitamos a pacientes, que creen en la importancia de la relación médico-paciente y la capacidad de ser participantes activos en su atención, a exigir el acceso a la atención médica basada en la ciencia"
t.me