La revista médica británica The Lancet ha publicado el 8 de noviembre un artículo (
https://www.thelancet.com/journals/laninf/article/PIIS1473-3099(21)00676-9/fulltext) en el que se aportan datos muy importantes. En primer lugar, que numerosos estudios realizados en todo el mundo han evidenciado que quienes hayan pasado la enfermedad tienen bajos índices de reinfección. Estos estudios biológicos, epidemiológicos y clínicos han averiguado que el riesgo de contraer la enfermedad se redujo entre un 80,5 y un 100% en los que ya la han padecido. En concreto, un estudio elaborado por la Cleveland Clinic mostró que la incidencia de la covid-19 en quienes no la habían pasado anteriormente era de 4,3 personas por cada cien, mientras que en las que sí la habían contraído dicho índice caía al 0%. En una investigación llevada a cabo en Austria se ha evidenciado que la frecuencia de hospitalización por una segunda infección fue de cinco personas por cada 14.840, es decir, un 0,03%. Y la de fallecimientos, de uno por cada 14.840, un 0,01%.
Estos estudios demuestran que la protección por memoria inmune humoral de largo recorrido es fuerte tanto en quienes tuvieron síntomas graves como en quienes los tuvieron leves. Dicho largo recorrido alcanza más de diez meses, aunque se sospecha que durará más puesto que, lógicamente, todavía no se tienen datos sobre plazos más largos. Y también se ha comprobado la larga duración de la inmunidad en las células T. Otro hecho muy esperanzador es el de que personas que contrajeron la primera versión del SARS-CoV en 2002-2003 siguen teniendo células T activas contra las proteínas del virus dieciocho años después.
Otro dato, de especial importancia para lo tratado en estas líneas, es que "algunas personas que se hayan recuperado de la covid-19 podrían no beneficiarse de la vacuna. De hecho, existen estudios que demuestran que haber padecido la enfermedad está relacionado con reacciones adversas tras la vacunación".
La conclusión final de The Lancet es que "la inmunidad grupal puede conseguirse tanto vacunándose como habiendo pasado la enfermedad". Y aunque la inmunidad adquirida mediante vacunación sea la preferida por ahorrarse contraer la enfermedad, "los gobernantes, a efectos de autorización de movimientos, trabajo, lugares públicos y viajes, deberían equiparar la inmunidad postenfermedad con la provista por las vacunas". Como ya se está haciendo, por ejemplo, en Suiza.
Si a los 5.100.000 españoles –un 11% de la población– que ya han pasado la covid-19 les sumamos los más jóvenes, que no necesitan vacunas debido al despreciable índice de contagios y de desarrollo de la enfermedad, habrá que deducir que hay muchos millones de españoles que no necesitan ser vacunados y que, de serlo, probablemente experimenten efectos indeseables.
Quienes lanzan sus totalitarias proclamas exigiendo la vacunación universal manu militari quizá debieran informarse y ser algo más prudentes antes de seguir repitiendo sus covidioteces. -
Jesús Lainz
Seguir leyendo:
https://www.libertaddigital.com/opinion/jesus-lainz/covidiotas-6841506/