Adoraron al dragón por haberle dado
semejante poder a la bestia
y también adoraron a la bestia.
«¿Quién es tan grande como la bestia?
—exclamaban—.
¿Quién puede luchar contra ella?».
A la bestia se le permitió decir
grandes blasfemias contra Dios,
y se le dio autoridad para
hacer todo lo que quisiera
durante cuarenta y dos meses.
Y abrió la boca con terribles
blasfemias contra Dios,
maldiciendo su nombre y su habitación,
es decir, a los que habitan en el cielo.
Además se le permitió a la bestia
hacer guerra contra el pueblo santo de Dios
y conquistarlo;
y se le dio autoridad para gobernar
sobre todo pueblo y toda tribu, lengua y nación.
Y adoraron a la bestia
todos los que pertenecen a este mundo,
aquellos cuyos nombres no estaban escritos
en el libro de la vida que pertenece
al Cordero que fue sacrificado
antes de la creación del mundo.
El que tenga oídos para oír,
que escuche y entienda.
Todo el que esté destinado a la cárcel,
a la cárcel será llevado.
Todo el que esté destinado a morir a espada,
morirá a filo de espada.
Esto significa que el pueblo de Dios
tiene que soportar la persecución
con paciencia y permanecer fiel.
Adoraron al dragón por haberle dado semejante poder a la bestia y también adoraron a la bestia. «¿Quién es tan grande como la bestia? —exclamaban—. ¿Quién puede luchar contra ella?». A la bestia se le