≥≥ "Pero Atanasio, "¡el mundo entero está en contra de la verdad!"
≥≥≥ Atanasio: "Entonces, ¡yo estoy en contra del mundo!".
... Atanasio, obispo de Alejandría, uno de los más grandes defensores de la verdadera fe Cristiana, su rechazo a inclinarse ante la herejía del arrianismo, que en su tiempo, era la linea dominante dentro del Cristianismo, lo convirtió en enemigo del poderoso partido arrianizante en los reinados de Constantino el Grande, su hijo Constancio II, y más tarde, el sucesor Juliano.
Cinco veces fue exiliado por los emperadores, una vez obligado a vivir en la tumba de su padre para preservar su vida. Contrariamente a la creencia popular, el emperador Constantino no fue en absoluto el "inventor del Cristianismo" (solo las personas históricamente analfabetas afirman tales absurdos). Fueron personas como San Atanasio, quien bajo peligro de muerte, defendieron la fe apostólica una vez entregada a todos los santos.
Solo con unos veintitantos años, alrededor del año 318 d.C. escribió De Incarnatione (Sobre la Encarnación) y Contra Gentes (Contra los paganos), explicando cómo el Logos (Cristo), de una misma sustancia con el Padre (homousios) se hizo humano y redimió a la humanidad. Posteriormente, en Cartas sobre el Espíritu Santo, defendió la personalidad y deidad de la tercera persona de la Trinidad. Estas obras fueron cruciales para el Concilio de Nicea (325 d.C.), donde la verdad bíblica sería defendía contra el arrianismo que gozaba el favor del imperio y sus emperadores.
En una de sus últimas defensas, escribe a los obispos debajo de las faldas de los emperadores:
– "¿Cuándo un juicio de la Iglesia recibió su validez del Emperador? O más bien, ¿cuándo fue reconocido su decreto por la Iglesia? Ha habido muchos Concilios celebrados hasta ahora; y muchos juicios emitidos por la Iglesia; pero los Padres nunca buscaron el consentimiento del Emperador, ni el Emperador se ocupó de los asuntos de la Iglesia. El Apóstol Pablo tenía amigos entre ellos de la casa de César, y en su Epístola a los Filipenses envió saludos a ellos; pero nunca los tomó como sus asociados en los juicios eclesiásticos. Ahora, sin embargo, hemos presenciado un espectáculo novedoso, que es el descubrimiento de la herejía arriana. Los herejes se han reunido con el emperador Constancio, para que él, alegando la autoridad de los obispos, pueda ejercer su poder contra quienquiera que sea, y mientras él persigue pueda evitar el nombre de perseguidor; y que ellos, apoyados por el gobierno del Emperador, puedan conspirar la ruina de quien quieran y estos son todos tales ya que no son tan impíos como ellos mismos. Uno podría ver sus procedimientos como una comedia que están representando en el escenario, en la que los pretendidos obispos son actores, y Constancio el ejecutante de sus órdenes, quien les hace promesas, como Herodes lo hizo a la hija de Herodías, y ellos bailando ante él logra mediante falsas acusaciones el destierro y la muerte de los verdaderos creyentes en el Señor".
Recordad Iglesia en el siglo XXI: ¡Cesar no es nuestra cabeza! No seguimos el estado leviatán, seguimos a Cristo el Rey soberano. No adoramos la bestia que las multitudes de herejes alaban y en quien ciegamente confían; y en cuyos falsos ministros vanamente en el nombre de Cristo, mandan a los fieles a obedecer como si fuese DIOS hablando.
¡Contra Mundum!
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