Muchos empezarán el argumento del libre albedrío con Adán y Eva. Adán y Eva tenían la capacidad de elegir libremente obedecer perfectamente la ley de Dios, Su mandamiento de comer de cualquier árbol del jardín excepto de uno. Adán y Eva anduvieron en perfecta obediencia a Dios porque fueron creados perfectos y sin pecado. Mientras permanecieran obedientes, permanecerían perfectos, pero el mismo día que libremente decidieron desobedecer el mandamiento de Dios, murieron.
Génesis 2:16–17 (RV1909)
Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto comerás; 17 Mas del árbol de ciencia del bien y del mal no comerás de él; porque el día que de él comieres, morirás.
Ahora algo había cambiado, Adán y Eva, que una vez fueron seres perfectos y sin pecado, murieron. No, no físicamente, Dios nunca dijo que morirían físicamente el día que comieran del árbol prohibido, simplemente dijo que morirían. Ese día murió el alma de Adán y Eva, se volvieron espiritualmente muertos mientras permanecían físicamente vivos. ¿Cómo podrían volverse perfectos una vez más? No podían. Pagaron la pena por su pecado de acuerdo a la ley de Dios y la sentencia de muerte se llevó a cabo inmediatamente.
...porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.
La humanidad nunca volvería a poseer la misma capacidad de poder obedecer la ley de Dios perfectamente debido a su naturaleza pecaminosa.
Eclesiastés 7:20 (RV1909)
Ciertamente no hay hombre justo en la tierra, que haga bien y nunca peque.
El pecado de Adán pasó a toda la humanidad y de esta manera toda la humanidad ha pecado contra Dios.
Romanos 5:12 (RV1909)
De consiguiente, vino la reconciliación por uno, así como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, y la muerte así pasó a todos los hombres, pues que todos pecaron.
Pero Dios en su abundante misericordia decidió que en lugar de dejar que toda la humanidad pereciera en la muerte, redimiría a algunos de perecer para siempre.
Mateo 22:14
Porque muchos son llamados, pero pocos escogidos.
Entonces, el libre albedrío para permanecer perfectos y vivos desapareció con el pecado de Adán Y Eva. Y desde ese tiempo, los muertos en sus pecados solamente podrían esperar y tener esperanza por la salvación de Dios, sin imponer sus propias obras en el programa de salvación de Dios. Obras como arrepentirse, creer, confesar, llamar el nombre de Dios, etc. Esto significa que el libre albedrío actualmente nunca tuvo nada que ver con la salvación verdadera. Y todos aquellos que confian en algo que hicieron (por su propia voluntad, es decir, por su propia obra) están confiando en sus obras para ser salvos. Y eso nunca salvó a nadie.
Tito 3:5 (RV1909)
No por obras de justicia que nosotros habíamos hecho, mas por su misericordia nos salvó, por el lavacro de la regeneración, y de la renovación del Espíritu Santo;
Génesis 2:16–17 (RV1909)
Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto comerás; 17 Mas del árbol de ciencia del bien y del mal no comerás de él; porque el día que de él comieres, morirás.
Ahora algo había cambiado, Adán y Eva, que una vez fueron seres perfectos y sin pecado, murieron. No, no físicamente, Dios nunca dijo que morirían físicamente el día que comieran del árbol prohibido, simplemente dijo que morirían. Ese día murió el alma de Adán y Eva, se volvieron espiritualmente muertos mientras permanecían físicamente vivos. ¿Cómo podrían volverse perfectos una vez más? No podían. Pagaron la pena por su pecado de acuerdo a la ley de Dios y la sentencia de muerte se llevó a cabo inmediatamente.
...porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.
La humanidad nunca volvería a poseer la misma capacidad de poder obedecer la ley de Dios perfectamente debido a su naturaleza pecaminosa.
Eclesiastés 7:20 (RV1909)
Ciertamente no hay hombre justo en la tierra, que haga bien y nunca peque.
El pecado de Adán pasó a toda la humanidad y de esta manera toda la humanidad ha pecado contra Dios.
Romanos 5:12 (RV1909)
De consiguiente, vino la reconciliación por uno, así como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, y la muerte así pasó a todos los hombres, pues que todos pecaron.
Pero Dios en su abundante misericordia decidió que en lugar de dejar que toda la humanidad pereciera en la muerte, redimiría a algunos de perecer para siempre.
Mateo 22:14
Porque muchos son llamados, pero pocos escogidos.
Entonces, el libre albedrío para permanecer perfectos y vivos desapareció con el pecado de Adán Y Eva. Y desde ese tiempo, los muertos en sus pecados solamente podrían esperar y tener esperanza por la salvación de Dios, sin imponer sus propias obras en el programa de salvación de Dios. Obras como arrepentirse, creer, confesar, llamar el nombre de Dios, etc. Esto significa que el libre albedrío actualmente nunca tuvo nada que ver con la salvación verdadera. Y todos aquellos que confian en algo que hicieron (por su propia voluntad, es decir, por su propia obra) están confiando en sus obras para ser salvos. Y eso nunca salvó a nadie.
Tito 3:5 (RV1909)
No por obras de justicia que nosotros habíamos hecho, mas por su misericordia nos salvó, por el lavacro de la regeneración, y de la renovación del Espíritu Santo;