el lado oscuro de calvino

9 Noviembre 2007
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El hecho más triste de la Ginebra de Calvino fue sin duda el caso Servet. La prisión, condena y muerte del español supuso un duro golpe para un sector reformado, que se sentía en una posición moral superior a la iglesia de Roma.

Miguel Servet se equivocó de camino, pensaba que la tolerancia y el respeto al hombre estarían por encima de cualquier otra consideración en la ciudad de Ginebra, pero se equivocaba.

El español había oído de los avances sociales en la ciudad, el cuidado de los pobres, huérfanos y desvalidos, pero no podía imaginar que el celo religioso de Calvino podría llevarla hasta la muerte.

El doctor y teólogo español estaba de paso en la ciudad, simplemente quería conocer en persona, aunque fuese de lejos, a uno de los grandes hombres de la Reforma. Ambos habían comenzado una relación epistolario que había terminado en insultos y descalificaciones. Server había escrito un libro contra la obra de Calvino, pero lo peor de todo es que Miguel negaba algunas doctrinas fundamentales del cristianismo, como la Trinidad y muchos de los hechos sobrenaturales de las Escrituras.

Aquel día, como otros muchos, Calvino subió al púlpito a predicar, pero mientras examinaba los rostros de la congregación, se fijó en un forastero. Seguramente no podía imaginar que Servet se atreviera a pasar por la ciudad, después de lo que había dicho de él, pero allí estaba, en su propia ciudad.

Uno de los problemas entre los dos era que mientras Calvino era muy estricto en lo que a la teología se refiere, para Servet la teología era pura especulación filosófica.

Calvino no iba a consentir que Servet llegara con sus ideas a Ginebra, por eso ordenó que capturaran al hereje antes de salir de la iglesia.

Desde un primer momento, el bando de los libertinos buscó en el caso y juicio de Servet, una manera de desacreditar a Calvino. En el juicio, se juzgaba mucho más que a un hombre, más bien dos formas de entender la religión. Una liberal, que buscaba explicaciones filosóficas, escéptica y con grades dosis de relativismo; la otra centrada en la ortodoxia, la intransigencia y una actitud paternalista. Estos dos puntos contrapuestos siguen presentes en la actualidad en el protestantismo.

Juan Calvino no actuó como acusación directa sobre Servet, pero lo hizo a través de uno de sus alumnos. Quería dar una lección a todos los que se atrevían a especular con las doctrinas cristianas.

Cuando el juez condenó a Servet y el Consejo aprobó la condena, Calvino salió reforzado políticamente, pero sin darse cuenta, su actitud cambiaría la visión que muchos tenían de la Reforma, que se basaba fundamentalmente en la libertad religiosa y en el respeto del hombre. Los enemigos de Calvino y en especial el catolicismo, usaría la condena de Servet para mostrar al mundo la cara más intolerante del protestantismo.

La condena en la hoguera era el más duro de todos los castigos que se imponían en la época. Servet pidió una reunión con Calvino y este se la concedió. El español le rogó que le impusieran otra condena más leve, pero cuando Calvino le pidió que adjurara de sus ideas, Servet soltó una carcajada.

Juan Calvino si pidió un cambio en la sentencia, pero no fue la absolución o condena de cárcel, se limitó a pedir la decapitación, que consideraba una forma de ejecución más humana para el reo.

El Consejo denegó la petición de Calvino y Miguel Servet murió en la hoguera el 27 de octubre de 1553.

A partir de ese momento, las críticas sobre Calvino vinieron tanto desde dentro, como fuera del protestantismo. Se abrió un debate cuyo mayor exponente fue el pastor protestante Castellio. El italiano en su libro Contra Libelum Calvinum (Contra el Libelo de Calvino), escribió una de las más bellas defensas a favor de la tolerancia y la libertad religiosa.

Sus palabras aún ahora son emocionantes y con ellas les dejo: “Matar a un hombre no es defender una doctrina, sino matar a un hombre. Cuando los ginebrinos ejecutaron a Servet no defendieron ninguna doctrina, sacrificaron a un hombre. Y no se hace profesión de la propia fe quemando a otro hombre, sino únicamente dejándose quemar uno mismo por esa fe”.
 
-"Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas, a perpetua eternidad" (Daniel 12:3).

-Ese es el lado luminoso de Calvino a destacar, y no el que la leyenda negra le achaca.

-Su influencia espiritual sobre la ciudad de Ginebra fue tal, que un pequeño país (Suiza) desde hace siglos es modelo para las naciones, y desde allí, al norte de Europa y de América.
 
La reforma magisterial, o mejor dicho laS reformaS magisterialeS, simplemente son manifestaciones de control social usando a la religión como excusa. De allí que en doctrina las diferentes reformas entre sí son contradictorias e intolerantes. Calvino y sus herederos (los reales y los autoproclamados sin serlo) son un ejemplo perfecto de esto.
Si hoy los reformados no llegan a la violencia física es porque el Estado no lo permite. NO recuerdo a ninguna comunidad reformada pidiendo disculpas por Servet.
Lo que pasa es que se pretende presentar a la reforma de manera romántica y como una unidad armónica y basada en la Gracia, la Escritura bla bla bla cuando es exactamente lo contrario.
 
Esteban-Arg;n3240069 dijo:
...
Lo que pasa es que se pretende presentar a la reforma de manera romántica y como una unidad armónica y basada en la Gracia, la Escritura bla bla bla cuando es exactamente lo contrario.

-La tradición reformada nada tiene que disculparse por el crimen contra Servet, pues tales excesos fueron responsabilidad de la autoridad gubernamental ginebrina.

-Hay sí mucho romanticismo en el movimiento de la Reforma, de modo que yo sigo enamorado de ella hasta el día de hoy.
 
hectorlugo;n3240051 dijo:
El hecho más triste de la Ginebra de Calvino fue sin duda el caso Servet. La prisión, condena y muerte del español supuso un duro golpe para un sector reformado, que se sentía en una posición moral superior a la iglesia de Roma.

Miguel Servet se equivocó de camino, pensaba que la tolerancia y el respeto al hombre estarían por encima de cualquier otra consideración en la ciudad de Ginebra, pero se equivocaba.

El español había oído de los avances sociales en la ciudad, el cuidado de los pobres, huérfanos y desvalidos, pero no podía imaginar que el celo religioso de Calvino podría llevarla hasta la muerte.

El doctor y teólogo español estaba de paso en la ciudad, simplemente quería conocer en persona, aunque fuese de lejos, a uno de los grandes hombres de la Reforma. Ambos habían comenzado una relación epistolario que había terminado en insultos y descalificaciones. Server había escrito un libro contra la obra de Calvino, pero lo peor de todo es que Miguel negaba algunas doctrinas fundamentales del cristianismo, como la Trinidad y muchos de los hechos sobrenaturales de las Escrituras.

Aquel día, como otros muchos, Calvino subió al púlpito a predicar, pero mientras examinaba los rostros de la congregación, se fijó en un forastero. Seguramente no podía imaginar que Servet se atreviera a pasar por la ciudad, después de lo que había dicho de él, pero allí estaba, en su propia ciudad.

Uno de los problemas entre los dos era que mientras Calvino era muy estricto en lo que a la teología se refiere, para Servet la teología era pura especulación filosófica.

Calvino no iba a consentir que Servet llegara con sus ideas a Ginebra, por eso ordenó que capturaran al hereje antes de salir de la iglesia.

Desde un primer momento, el bando de los libertinos buscó en el caso y juicio de Servet, una manera de desacreditar a Calvino. En el juicio, se juzgaba mucho más que a un hombre, más bien dos formas de entender la religión. Una liberal, que buscaba explicaciones filosóficas, escéptica y con grades dosis de relativismo; la otra centrada en la ortodoxia, la intransigencia y una actitud paternalista. Estos dos puntos contrapuestos siguen presentes en la actualidad en el protestantismo.

Juan Calvino no actuó como acusación directa sobre Servet, pero lo hizo a través de uno de sus alumnos. Quería dar una lección a todos los que se atrevían a especular con las doctrinas cristianas.

Cuando el juez condenó a Servet y el Consejo aprobó la condena, Calvino salió reforzado políticamente, pero sin darse cuenta, su actitud cambiaría la visión que muchos tenían de la Reforma, que se basaba fundamentalmente en la libertad religiosa y en el respeto del hombre. Los enemigos de Calvino y en especial el catolicismo, usaría la condena de Servet para mostrar al mundo la cara más intolerante del protestantismo.

La condena en la hoguera era el más duro de todos los castigos que se imponían en la época. Servet pidió una reunión con Calvino y este se la concedió. El español le rogó que le impusieran otra condena más leve, pero cuando Calvino le pidió que adjurara de sus ideas, Servet soltó una carcajada.

Juan Calvino si pidió un cambio en la sentencia, pero no fue la absolución o condena de cárcel, se limitó a pedir la decapitación, que consideraba una forma de ejecución más humana para el reo.

El Consejo denegó la petición de Calvino y Miguel Servet murió en la hoguera el 27 de octubre de 1553.

A partir de ese momento, las críticas sobre Calvino vinieron tanto desde dentro, como fuera del protestantismo. Se abrió un debate cuyo mayor exponente fue el pastor protestante Castellio. El italiano en su libro Contra Libelum Calvinum (Contra el Libelo de Calvino), escribió una de las más bellas defensas a favor de la tolerancia y la libertad religiosa.

Sus palabras aún ahora son emocionantes y con ellas les dejo: “Matar a un hombre no es defender una doctrina, sino matar a un hombre. Cuando los ginebrinos ejecutaron a Servet no defendieron ninguna doctrina, sacrificaron a un hombre. Y no se hace profesión de la propia fe quemando a otro hombre, sino únicamente dejándose quemar uno mismo por esa fe”.

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SALUD y BENDICIÓN en la PAZ de CRISTO.

AUNQUE NO ESTÉ de ACUERDO con CALVINO (en ALGUNAS COSAS o CONCLUSIONES)... NI CON SERVET... NO VOY a JUZGAR y CONDENAR a CALVINO... pues SEGÚN la LEY de DIOS... SERVET ERA CULPABLE... ASÍ QUE SEA DIOS QUIEN JUZGUE a CALVINO... pues SÓLO DIOS ES JUEZ JUSTO y CONOCE las INTENCIONES de los CORAZONES.

Pero TAMBIÉN CREO que JESUCRISTO NO HUBIESE SIDO CAUSA del AJUSTICIAMIENTO de SERVET... SINO QUE DESPUÉS de RECONVENIRLE APROPIADAMANTE... LE HUBIESE PERDONADO EXHORTÁNDOLE a que NO PECASE MAS... COMO HIZO con la MUJER ADULTERA.


Que Dios les bendiga a todos
Paz a la gente de buena voluntad
 
-"Los entendidos resplandecerán como el resplandor del firmamento; y los que enseñan la justicia a la multitud, como las estrellas, a perpetua eternidad" (Daniel 12:3).

-Ese es el lado luminoso de Calvino a destacar, y no el que la leyenda negra le achaca.

-Su influencia espiritual sobre la ciudad de Ginebra fue tal, que un pequeño país (Suiza) desde hace siglos es modelo para las naciones, y desde allí, al norte de Europa y de América.

Puede usted demostrar que el asesinato de Miguel Servetus a manos de Calvino es una "leyenda negra"?
 
Puede usted demostrar que el asesinato de Miguel Servetus a manos de Calvino es una "leyenda negra"?

-Tú mismo podrás demostrártelo informándote bien de todo lo ocurrido como yo he hecho. Servet, incluso, como se les escapó a los católicos, ellos lo quemaron en efigie (hicieron un muñeco de él).
 
El hecho más triste de la Ginebra de Calvino fue sin duda el caso Servet. La prisión, condena y muerte del español supuso un duro golpe para un sector reformado, que se sentía en una posición moral superior a la iglesia de Roma.

Miguel Servet se equivocó de camino, pensaba que la tolerancia y el respeto al hombre estarían por encima de cualquier otra consideración en la ciudad de Ginebra, pero se equivocaba.

El español había oído de los avances sociales en la ciudad, el cuidado de los pobres, huérfanos y desvalidos, pero no podía imaginar que el celo religioso de Calvino podría llevarla hasta la muerte.

El doctor y teólogo español estaba de paso en la ciudad, simplemente quería conocer en persona, aunque fuese de lejos, a uno de los grandes hombres de la Reforma. Ambos habían comenzado una relación epistolario que había terminado en insultos y descalificaciones. Server había escrito un libro contra la obra de Calvino, pero lo peor de todo es que Miguel negaba algunas doctrinas fundamentales del cristianismo, como la Trinidad y muchos de los hechos sobrenaturales de las Escrituras.

Aquel día, como otros muchos, Calvino subió al púlpito a predicar, pero mientras examinaba los rostros de la congregación, se fijó en un forastero. Seguramente no podía imaginar que Servet se atreviera a pasar por la ciudad, después de lo que había dicho de él, pero allí estaba, en su propia ciudad.

Uno de los problemas entre los dos era que mientras Calvino era muy estricto en lo que a la teología se refiere, para Servet la teología era pura especulación filosófica.

Calvino no iba a consentir que Servet llegara con sus ideas a Ginebra, por eso ordenó que capturaran al hereje antes de salir de la iglesia.

Desde un primer momento, el bando de los libertinos buscó en el caso y juicio de Servet, una manera de desacreditar a Calvino. En el juicio, se juzgaba mucho más que a un hombre, más bien dos formas de entender la religión. Una liberal, que buscaba explicaciones filosóficas, escéptica y con grades dosis de relativismo; la otra centrada en la ortodoxia, la intransigencia y una actitud paternalista. Estos dos puntos contrapuestos siguen presentes en la actualidad en el protestantismo.

Juan Calvino no actuó como acusación directa sobre Servet, pero lo hizo a través de uno de sus alumnos. Quería dar una lección a todos los que se atrevían a especular con las doctrinas cristianas.

Cuando el juez condenó a Servet y el Consejo aprobó la condena, Calvino salió reforzado políticamente, pero sin darse cuenta, su actitud cambiaría la visión que muchos tenían de la Reforma, que se basaba fundamentalmente en la libertad religiosa y en el respeto del hombre. Los enemigos de Calvino y en especial el catolicismo, usaría la condena de Servet para mostrar al mundo la cara más intolerante del protestantismo.

La condena en la hoguera era el más duro de todos los castigos que se imponían en la época. Servet pidió una reunión con Calvino y este se la concedió. El español le rogó que le impusieran otra condena más leve, pero cuando Calvino le pidió que adjurara de sus ideas, Servet soltó una carcajada.

Juan Calvino si pidió un cambio en la sentencia, pero no fue la absolución o condena de cárcel, se limitó a pedir la decapitación, que consideraba una forma de ejecución más humana para el reo.

El Consejo denegó la petición de Calvino y Miguel Servet murió en la hoguera el 27 de octubre de 1553.

A partir de ese momento, las críticas sobre Calvino vinieron tanto desde dentro, como fuera del protestantismo. Se abrió un debate cuyo mayor exponente fue el pastor protestante Castellio. El italiano en su libro Contra Libelum Calvinum (Contra el Libelo de Calvino), escribió una de las más bellas defensas a favor de la tolerancia y la libertad religiosa.

Sus palabras aún ahora son emocionantes y con ellas les dejo: “Matar a un hombre no es defender una doctrina, sino matar a un hombre. Cuando los ginebrinos ejecutaron a Servet no defendieron ninguna doctrina, sacrificaron a un hombre. Y no se hace profesión de la propia fe quemando a otro hombre, sino únicamente dejándose quemar uno mismo por esa fe”.
Excelente aporte y una gran reflexión para todos, especialmente para aquellos foristas cuyo celo religioso les hace matar de muy distintas maneras al mensajero en vez de argumentar o discutir sobre el mensaje

Hay más de un celoso Calvino aquí
 
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SALUD y BENDICIÓN en la PAZ de CRISTO.

AUNQUE NO ESTÉ de ACUERDO con CALVINO (en ALGUNAS COSAS o CONCLUSIONES)... NI CON SERVET... NO VOY a JUZGAR y CONDENAR a CALVINO... pues SEGÚN la LEY de DIOS... SERVET ERA CULPABLE... ASÍ QUE SEA DIOS QUIEN JUZGUE a CALVINO... pues SÓLO DIOS ES JUEZ JUSTO y CONOCE las INTENCIONES de los CORAZONES.

Pero TAMBIÉN CREO que JESUCRISTO NO HUBIESE SIDO CAUSA del AJUSTICIAMIENTO de SERVET... SINO QUE DESPUÉS de RECONVENIRLE APROPIADAMANTE... LE HUBIESE PERDONADO EXHORTÁNDOLE a que NO PECASE MAS... COMO HIZO con la MUJER ADULTERA.


Que Dios les bendiga a todos
Paz a la gente de buena voluntad
Hipócrita comentario venido de un anatemizador, calumniador y satanizador de cristianos lavados con la sangre del Cordero
 
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SALUD y BENDICIÓN en la PAZ de CRISTO.

AUNQUE NO ESTÉ de ACUERDO con CALVINO (en ALGUNAS COSAS o CONCLUSIONES)... NI CON SERVET... NO VOY a JUZGAR y CONDENAR a CALVINO... pues SEGÚN la LEY de DIOS... SERVET ERA CULPABLE... ASÍ QUE SEA DIOS QUIEN JUZGUE a CALVINO... pues SÓLO DIOS ES JUEZ JUSTO y CONOCE las INTENCIONES de los CORAZONES.

Pero TAMBIÉN CREO que JESUCRISTO NO HUBIESE SIDO CAUSA del AJUSTICIAMIENTO de SERVET... SINO QUE DESPUÉS de RECONVENIRLE APROPIADAMANTE... LE HUBIESE PERDONADO EXHORTÁNDOLE a que NO PECASE MAS... COMO HIZO con la MUJER ADULTERA.


Que Dios les bendiga a todos
Paz a la gente de buena voluntad
Me da que a vos te encantaría poder hoy mandar a la hoguera a muchos hermanos que no piensan como vos.
Como dijera Osito, tu comentario suena bastante...
Para que decir lo que es tan obvio.
 
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No deja de resultar irónico que Calvino considerado hereje por la ICR, mandara matar a Servet "por hereje" y en este canibalismo, se dice que Servet fue "quemado tres veces", una en Viena donde solo pudieron quemar su efigie y sus libros, otra mucho tiempo después en Annemasse, donde los nazis y colaboracionistas fundieron su estatua.

Tres veces condenado a arder.

Es increíble tanta saña contra este hombre.
 
No deja de resultar irónico que Calvino considerado hereje por la ICR, mandara matar a Servet "por hereje" y en este canibalismo, se dice que Servet fue "quemado tres veces", una en Viena donde solo pudieron quemar su efigie y sus libros, otra mucho tiempo después en Annemasse, donde los nazis y colaboracionistas fundieron su estatua.

Tres veces condenado a arder.

Es increíble tanta saña contra este hombre.

-Como dice el refrán: "Zapatero ¡a tus zapatos! De haber seguido dedicado a lo suyo -la medicina- habría sido probablemente un benefactor de la humanidad, pero se puso a teólogo y ahí la pifió. No tenía carácter para persuadir sino un temperamento díscolo que le acarreaba enemigos por todas partes.

Cordiales saludos
 
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-Como dice el refrán: "Zapatero ¡a tus zapatos! De haber seguido dedicado a lo suyo -la medicina- habría sido probablemente un benefactor de la humanidad, pero se puso a teólogo y ahí la pifió. No tenía carácter para persuadir sino un temperamento díscolo que le acarreaba enemigos por todas partes.

Cordiales saludos

Afortunadamente, y gracias a otras personas que dieron su vida por la intolerancia religiosa, hoy disfrutamos de libertad de conciencia.
 
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-Como dice el refrán: "Zapatero ¡a tus zapatos! De haber seguido dedicado a lo suyo -la medicina- habría sido probablemente un benefactor de la humanidad, pero se puso a teólogo y ahí la pifió. No tenía carácter para persuadir sino un temperamento díscolo que le acarreaba enemigos por todas partes.

Cordiales saludos
Una cosa no quita la otra.

Puedes ser fisiólogo como Servet y extraordinario pintor. La genialidad así es.

Salud
 
Les recuerdo que:

A Servet lo mataron, entre otras cosas, por no ser trinitario.
 
Les recuerdo que:

A Servet lo mataron, entre otras cosas, por no ser trinitario.

Esa era su principal herejía, pero entiendo que no era la única.

Era liberal, humanista, quasi libre pensador e interpretaba en consecuencia con base a su propia tolerancia muy a su modo las cosas, ese fue su error.

De hecho él aceptaba y creía en la naturaleza divina del Señor solo que, y aquí viene el pero, pensaba que era porque al igual que los creyentes Jesucristo solo participaba de la naturaleza divina, en suma, cual si fuese otro creyente más.

El problema que tuvo con los protestantes, especialmente con Calvino, es que Servet por un lado, no creía en "sola fide", sino creía que la salvación era una combinación de fe más obras de caridad y por otro, veía en Jesucristo una perspectiva panteista en la que Jesús está en todas las cosas materiales....bastante lejos de la realidad.

Digamos que mezcló un poco de todo, por decir lo menos.
 
Esa era su principal herejía, pero entiendo que no era la única.

Era liberal, humanista, quasi libre pensador e interpretaba en consecuencia con base a su propia tolerancia muy a su modo las cosas, ese fue su error.

De hecho él aceptaba y creía en la naturaleza divina del Señor solo que, y aquí viene el pero, pensaba que era porque al igual que los creyentes Jesucristo solo participaba de la naturaleza divina, en suma, cual si fuese otro creyente más.

El problema que tuvo con los protestantes, especialmente con Calvino, es que Servet por un lado, no creía en "sola fide", sino creía que la salvación era una combinación de fe más obras de caridad y por otro, veía en Jesucristo una perspectiva panteista en la que Jesús está en todas las cosas materiales....bastante lejos de la realidad.

Digamos que mezcló un poco de todo, por decir lo menos.
Que Jesús está en todas las cosas lo dice Pablo de Tarso.
 
El tema es que los protestantes no asumen su intolerancia religiosa. Es mejor acusar al otro para decir ¡Mi equipo está limpio!
 
El tema es que los protestantes no asumen su intolerancia religiosa. Es mejor acusar al otro para decir ¡Mi equipo está limpio!
No tires piedras al techo de otros, cuando tú techo es de cristal