Hay un punto que quiero presentar, no como una denuncia, sino como
una consulta a quien posea la información de la que yo carezco.
Me enteré de esta tragedia en un telenoticiero de mi país en
un servicio informativo español. Desde un principio se dijo que esta secta estaba dirigida por monjas y sacerdotes excomulgados. El pronto
advenimiento de la virgen María para salvarlos de las apocalípticas catástrofes que vendrían sobre el mundo, parecía constituir el principal
atractivo que concitaba la devoción de los feligreses. Se exhibieron las
habituales imágenes de María y los "santos" en un diseño autóctono.
Bastó escuchar que las monjas y sacerdotes estaban excomulgados, para
que tácitamente yo deslindara cualquier responsabilidad de la autoridad
católica ugandesa.
Pero luego me vino el pensamiento: ¿es que la responsabilidad de la
"Iglesia" con sus ministros acaba con la suspensión o destitución de sus
cargos, y la excomunión de los mismos? Caso de que se trate de monjas y sacerdotes que renuncian a su vocación religiosa para integrarse al
quehacer secular, fuese cual fuese la herejía, apostasía o escándalo conque acompañaran su deserción de los cuadros eclesiásticos, parecería
que ahí termina la responsabilidad de la Institución con los tales.
Pero en el caso de quienes prosiguen con la actividad religiosa, aunque
como disidentes y sectarios, ¿podrá la Iglesia lavarse las manos invocando la libertad de cultos que rige en el país como si ya no tuviese
nada que ver con el accionar de sus ex-clérigos?
Por lo menos parece no haber sido ésta la actitud seguida desde los
primeros Concilios Ecuménicos cuando se aplicaron fuertes medidas
disciplinarias en todo el imperio (Oriente y Occidente). Las dietas de
Constanza contra Hus y la de Worms contra Lutero, parecen probar que
existía preocupación extrema por los efectos de la propagación de las
nuevas doctrinas y prácticas de los "heresiarcas". ¿No es pues natural
que piense que la Iglesia debería hacer un seguimiento de su personal
religioso disidente? Los horrendos hechos de un pasado demasiado cercano ocurridos en Suiza, Canadá, Texas y Guyana, parece como que
obligaba a la Institución más inteligente y mejor organizada de la historia, a tomar medidas precautorias al respecto. No me animo a
acusar de negligencia al arzobispado ugandés, pues ignoro el contexto
religioso local en que esta tragedia se ha desarrollado. De todos modos,
sabemos que el catolicismo romano es la religión mayoritaria en el país,
y que los musulmanes ocupan el cuarto lugar detrás de los protestantes
y los cultos animistas autóctonos.
Además de los centenares que murieron quemados en el incendio de la
capilla, luego las autoridades localizaron un lugar en que habría una fosa común en la que habían sido sepultados unos 150 cuerpos.
Parece que esta tragedia es demasiado grande como para que no se sepa
más nada. Quizá algún forista posea alguna información adicional que
responda a este gran interrogante que me planteo: ¿Alcanza con difundir la condición de "excomulgados" de monjas y sacerdotes para
que la Iglesia deslinde toda responsabilidad por tantas víctimas captadas
por sus ex-servidores?
Espero alguna información al respecto.
Ricardo.
una consulta a quien posea la información de la que yo carezco.
Me enteré de esta tragedia en un telenoticiero de mi país en
un servicio informativo español. Desde un principio se dijo que esta secta estaba dirigida por monjas y sacerdotes excomulgados. El pronto
advenimiento de la virgen María para salvarlos de las apocalípticas catástrofes que vendrían sobre el mundo, parecía constituir el principal
atractivo que concitaba la devoción de los feligreses. Se exhibieron las
habituales imágenes de María y los "santos" en un diseño autóctono.
Bastó escuchar que las monjas y sacerdotes estaban excomulgados, para
que tácitamente yo deslindara cualquier responsabilidad de la autoridad
católica ugandesa.
Pero luego me vino el pensamiento: ¿es que la responsabilidad de la
"Iglesia" con sus ministros acaba con la suspensión o destitución de sus
cargos, y la excomunión de los mismos? Caso de que se trate de monjas y sacerdotes que renuncian a su vocación religiosa para integrarse al
quehacer secular, fuese cual fuese la herejía, apostasía o escándalo conque acompañaran su deserción de los cuadros eclesiásticos, parecería
que ahí termina la responsabilidad de la Institución con los tales.
Pero en el caso de quienes prosiguen con la actividad religiosa, aunque
como disidentes y sectarios, ¿podrá la Iglesia lavarse las manos invocando la libertad de cultos que rige en el país como si ya no tuviese
nada que ver con el accionar de sus ex-clérigos?
Por lo menos parece no haber sido ésta la actitud seguida desde los
primeros Concilios Ecuménicos cuando se aplicaron fuertes medidas
disciplinarias en todo el imperio (Oriente y Occidente). Las dietas de
Constanza contra Hus y la de Worms contra Lutero, parecen probar que
existía preocupación extrema por los efectos de la propagación de las
nuevas doctrinas y prácticas de los "heresiarcas". ¿No es pues natural
que piense que la Iglesia debería hacer un seguimiento de su personal
religioso disidente? Los horrendos hechos de un pasado demasiado cercano ocurridos en Suiza, Canadá, Texas y Guyana, parece como que
obligaba a la Institución más inteligente y mejor organizada de la historia, a tomar medidas precautorias al respecto. No me animo a
acusar de negligencia al arzobispado ugandés, pues ignoro el contexto
religioso local en que esta tragedia se ha desarrollado. De todos modos,
sabemos que el catolicismo romano es la religión mayoritaria en el país,
y que los musulmanes ocupan el cuarto lugar detrás de los protestantes
y los cultos animistas autóctonos.
Además de los centenares que murieron quemados en el incendio de la
capilla, luego las autoridades localizaron un lugar en que habría una fosa común en la que habían sido sepultados unos 150 cuerpos.
Parece que esta tragedia es demasiado grande como para que no se sepa
más nada. Quizá algún forista posea alguna información adicional que
responda a este gran interrogante que me planteo: ¿Alcanza con difundir la condición de "excomulgados" de monjas y sacerdotes para
que la Iglesia deslinde toda responsabilidad por tantas víctimas captadas
por sus ex-servidores?
Espero alguna información al respecto.
Ricardo.