Re: EL FALSO "VEGETARIANISMO BÌBLICO" DE LOS adventistas
Continuación.
Entremos ahora de lleno a tratar el tema de las RAZONES principales que nos llevan a hacer una Reforma en nuestros hábitos de vida con la intención precisa de conseguir una mejor salud que nos produzca el ánimo y las fuerzas necesarias para trabajar con Cristo por la salvación de nuestros semejantes.
Primeramente, permítanme decirles que este es un asunto de obediencia; al obedecer nosotros estos principios, tendremos mejor salud. Debemos comprender la obligación que tenemos para con Dios de presentarle nuestros cuerpos limpios. Existen reglas establecidas por nuestro Dios que, si se observan, nos librarán de enfermedad y muerte. Debemos entender que Dios es tanto el autor de las leyes físicas como lo es de la ley moral. Nos dice el Espíritu de Profecía: "El Creador del hombre ha dispuesto la maquinaria viviente de nuestro cuerpo. Dios se ha comprometido a conservar esta maquinaria humana marchando en forma saludable si el agente humano quiere obedecer las leyes de Dios y cooperar con él. Toda acción descuidada, todo abuso cometido con el maravilloso mecanismo del Señor, ...es una violación de la ley de Dios". "Es tan ciertamente un PECADO violar las leyes de nuestro ser (la ley física; la que tiene que ver con nuestro estado de salud) como lo es quebrantar las leyes de los 10 mandamientos. Los que transgreden la ley de Dios en su organismo físico, tendrán la inclinación a violar la ley de Dios pronunciada desde el Sinaí". C.R.A. pág.18. Consideramos, además, que como hijos de Dios, nosotros no podríamos glorificarlo a Él con cuerpos y mentes enfermos. Es por eso que creemos que nuestro principal deber es dar a las leyes físicas un estudio cuidadoso y poder así practicar sus principios en nuestras vidas. El Espíritu de Profecía nos dice en su libro C.R.A. (CONSEJOS SOBRE EL RÉGIMEN ALIMENTICIO) págs. 19 y 20, que la ignorancia en estas cosas está penalizada, ya que estamos transgrediendo leyes que son divinas y las cuales Dios mismo las ha implantado en nuestro ser. El ser humano es responsable por todo rayo de luz recibido con respecto a su bienestar físico. "Dios nos ha tolerado durante el tiempo de nuestra ignorancia, pero tan pronto como la luz brilla sobre nosotros, él nos exige que cambiemos nuestros hábitos destructores de la salud, y que nos coloquemos en la debida relación con las leyes físicas". C.R.A. pág. 21. Cuando dejamos de obedecer los principios de la ley física y nos enfermamos, le presentamos a Dios una ofrenda despreciable...una ofrenda que Él no puede aceptar; imponemos también a nuestros relacionados y familiares una carga pesada, y si morimos les acarreamos dolor y sufrimiento; por todo esto, debemos comprender que le quitamos a la familia el bienestar que pudiésemos darle, y al Señor el servicio que podríamos prestarle para el progreso de su obra. Nuestro Dios es todo amor, bondad y misericordia y nos dice el Espíritu de Profecía: "Y cuando la luz les llega a los que han perjudicado su salud por complascencias pecaminosas, y ellos se convencen de pecado y se arrepienten y buscan el perdón, Él acepta la pobre ofrenda que le presentan y los recibe". C.R.A. pág. 24.
Otra razón de peso para imponer una Reforma Pro-Salud en nuestras vidas es que disminuirán en nosotros las enfermedades y escaparemos a muchos peligros que nos asechan. Leamos algunos párrafos y veamos cómo la Sra. White enfoca este tema; en su libro C.R.A. y en la pág. 24, ella nos dice: "El Señor ha permitido que su luz brillara sobre nosotros en estos últimos días, para que las tinieblas que se han juntado en las generaciones pasadas debido a una complascencia pecaminosa, pudieran ser en cierto grado despejadas, y para que el tren de los males (enfermedades) que han resultado debido a la intemperancia en el comer y en el beber, pudiera ser disminuído". Dios ha permitido que la luz de la Reforma Pro-Salud brillara sobre nosotros en estos días finales, para que andando en la luz escapemos a muchos de los peligros a que estaremos expuestos.
Una razón de mucha importancia en nuestra vida de servicio cristiano que nos lleva a hacer una Reforma en nuestra Salud es la que nos lleva a comprender la relación estrecha que existe entre la práctica de dichos principios y la respuesta a nuestras oraciones por el enfermo. Una de las muestras fehacientes de nuestro amor por el prójimo es la que nos impulsa a orar frente al lecho de nuestros amigos, hermanos y familiares enfermos, compartiendo así con ellos su dolor y sufrimiento. Permítanme citarles algunos párrafos inspirados del Espíritu de Profecía sobre este tema: "El Señor me ha mostrado que cuando el Israel de hoy se humille delante de él y quite toda inmundicia del templo de su alma, Dios escuchará sus oraciones en favor de los enfermos..." "Dios no salvará milagrosamente de las consecuencias de sus faltas a aquellos que están resueltos a satisfacer a toda costa su apetito pervertido". "Ví la razón por la cual Dios no escuchó más plenamente las oraciones de sus siervos en favor de los enfermos que hay entre nosotros, es que Él no podía ser glorificado al hacer tal cosa mientras estuviéramos violando las leyes de la salud". Finalizando esta sección del tema, les transcribo un párrafo que la Hna. White escribió en su libro C.R.A, y el cual, por su importancia, les pido lean con detenimiento y así comprendan por qué, muchas veces no son contestadas en forma positiva nuestras oraciones por restablecimiento de la salud: "Los que gratifiquen su apetito y entonces sufran por su intemperancia, y tomen medicamentos para aliviarse, pueden estar seguros de que Dios no intervendrá para salvar la salud y la vida que se puso en peligro en forma tan temeraria. La causa ha producido su efecto. Muchos, como último recurso, siguen la instrucción de la Palabra de Dios, y solicitan las oraciones de los ancianos de la Iglesia para la restauración de su salud. Dios no ve conveniente contestar oraciones ofrecidas en favor de tales personas, porque Él sabe que si su salud fuera restablecida, ellos la sacrificarían de nuevo sobre el altar de un apetito malsano".
Existe en nosotros una falta notoria de preparación para el fuerte clamor. La Sra. White nos dice: "Me fue mostrado que la Reforma Pro-Salud es una parte del Mensaje del Tercer Angel y está tan estrechamente relacionada con él como el brazo y la mano lo están con el cuerpo. Como pueblo veremos un movimiento de avance en esta gran obra. Los hijos de Dios no están preparados para el fuerte clamor del Tercer Angel. Tienen una obra que hacer en favor de sí mismos que no deben dejar para que Dios la haga por ellos... limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu... A fin de estar listos para la traslación, los hijos de Dios deben conocerse a sí mismos. Deben tener siempre el apetito en sujeción a los órganos morales e intelectuales. El cuerpo debe ser siervo de la mente, y no la mente del cuerpo".
Muchas más razones para comenzar una Reforma Pro-Salud en nuestros cuerpos podríamos seguir citando en este estudio, pero espero haber mencionado algunas de las más importantes y necesarias.
Para terminar, recordemos cuán hermosos son la alegría y el bienestar experimentados cuando se tiene una buena salud. ¡Que esto nos ayude a recuperar y mantener fuerzas cada día, para usarlas en forma íntegra en la causa del Señor!