Re: EL EVANGELIO: ENSEÑANZAS Y EFECTOS EN EL HOMBRE
A medida que pasa el tiempo veo con claridad cuál es la posición de la iglesia mormona en cuanto a su situación en el mundo. Es muy clara en mantener una imagen de iglesia progresista. Se preocupa de llevar al tanto todo los informes ya sea de miembros, de capital inmobiliario, y un sin número de estadísticas sobre el patrimonio.
Cada ciudad, cada capilla tiene hombres que trabajan ad honoren, para llevar los registros, y a su vez dentro de la misma cuidad funciona un Centro de Estaca que acumula lo informado elevándose a un Área, donde se resume y se dirige a Lago Salado.
Lo que no se comenta, pero se sabe, que cada informe, por lo general, va acompañado por una sutil mentira en cuanto a lo que acontece en la realidad.
Ocurre con mayor realce, en los meses finales de cada año. Con los informes financieros y ajustes de diezmos.
Por boca de miembros que operan en los obispados, reafirman lo que estoy diciendo, porque ellos han sido los artífices de informar lo que no es, y se justifican en decir que “total… esto es parte del programa”.
Ya he comentado en otra ocasión, lo que me tocó vivir en el año 1997 (Julio) cuando se estaba por formar una Estaca en la ciudad que vivo. Se adulteraron los registros de élderes activos, para figurar, con una mentira, lo que no era.
Me llevó a hablar con el líder que estaba encargado de empujar a los miembros a tener una Estaca, lo que nunca me imaginé que sería de la forma que fue. Este líder nunca reconoció lo que hicieron, pero entre sonrisas y una falsa espiritualidad, porque al míralo a los ojos y preguntándole lo que habían hecho, solo escuché su silencio.
Y pensar que dicen… que es… la iglesia del Señor… la iglesia restaurada.
Lo que tampoco hablan, es de la preocupación que tuvo la iglesia por ser una iglesia rica, una iglesia bancaria, una iglesia con gran dominio y posesión de bienes materiales, de campos y granjas explotadas con sus materias primas.
Los bienes materiales inmobiliarios que posee…es enorme. En mi cuidad hay cuatro capillas – incluida un Centro de Estaca – en donde la asistencia promedio es de 50 personas por cada unidad. El costo de cada unidad es altísimo, porque incluye cada una con todos los adelantos técnicos. Esto basado en los informes no fidedignos lleva a la iglesia mormona a invertir con causa dolo, y de ésta manera blanquear su dinero de los diezmos y demás inversiones.
¿Por qué digo éstas cosas?
Porque hay una persecución sobre los miembros de forma sicológica en cuanto a la obediencia de los mandamientos, en cuanto a vivir moralmente dignos. Ser autosuficientes, de cada uno se gane el pan. De ser honestos con el prójimo.
Ahora: ¿Está mal éstos consejos?
No, no están mal. Pero en las sombras de las oficinas de la iglesia, se camina con el pie torcido. Muchos miembros sin escrúpulos – roban – es tan grande el poder del dinero que se mueve dentro de la iglesia, que el engranaje de la producción mueve, ya sea en las granjas, inversiones editoriales, televisivas, en los diezmos de los miembros – que si no lo pagan son indignos y no merecen entrar al templo – en los campos de propiedad de la iglesia y la explotación agrícolas – que me pregunto: ¿Dónde debe comenzar el ejemplo?
Es para caerse de espaldas si se supiera los entretelones de los actos cometidos que salen de la honestidad pedida y registrada en los evangelios.
Basta con leer en Doctrina y Convenios las veces que lo primeros élderes abusaban de las mayordomías, y también se puede ver cómo zafaban del llamado de atención.
¿Cómo puede ser que el miembro se debe ajustar “fielmente” a los mandamientos, y los líderes o mejor dicho “la iglesia…No?
Por eso cuando leo lo que dice en la sección 132:26, creo más que el hombre ayuda a confundir el verdadero evangelio de Cristo.
Es tan grande la pérdida de asombro en la iglesia, que confunde el principio de revelación al decir: “que los sellados en el matrimonio por la eternidad…y comenten cualquier pecado, IGUALMENTE, recibirán la exaltación.
A medida que pasa el tiempo veo con claridad cuál es la posición de la iglesia mormona en cuanto a su situación en el mundo. Es muy clara en mantener una imagen de iglesia progresista. Se preocupa de llevar al tanto todo los informes ya sea de miembros, de capital inmobiliario, y un sin número de estadísticas sobre el patrimonio.
Cada ciudad, cada capilla tiene hombres que trabajan ad honoren, para llevar los registros, y a su vez dentro de la misma cuidad funciona un Centro de Estaca que acumula lo informado elevándose a un Área, donde se resume y se dirige a Lago Salado.
Lo que no se comenta, pero se sabe, que cada informe, por lo general, va acompañado por una sutil mentira en cuanto a lo que acontece en la realidad.
Ocurre con mayor realce, en los meses finales de cada año. Con los informes financieros y ajustes de diezmos.
Por boca de miembros que operan en los obispados, reafirman lo que estoy diciendo, porque ellos han sido los artífices de informar lo que no es, y se justifican en decir que “total… esto es parte del programa”.
Ya he comentado en otra ocasión, lo que me tocó vivir en el año 1997 (Julio) cuando se estaba por formar una Estaca en la ciudad que vivo. Se adulteraron los registros de élderes activos, para figurar, con una mentira, lo que no era.
Me llevó a hablar con el líder que estaba encargado de empujar a los miembros a tener una Estaca, lo que nunca me imaginé que sería de la forma que fue. Este líder nunca reconoció lo que hicieron, pero entre sonrisas y una falsa espiritualidad, porque al míralo a los ojos y preguntándole lo que habían hecho, solo escuché su silencio.
Y pensar que dicen… que es… la iglesia del Señor… la iglesia restaurada.
Lo que tampoco hablan, es de la preocupación que tuvo la iglesia por ser una iglesia rica, una iglesia bancaria, una iglesia con gran dominio y posesión de bienes materiales, de campos y granjas explotadas con sus materias primas.
Los bienes materiales inmobiliarios que posee…es enorme. En mi cuidad hay cuatro capillas – incluida un Centro de Estaca – en donde la asistencia promedio es de 50 personas por cada unidad. El costo de cada unidad es altísimo, porque incluye cada una con todos los adelantos técnicos. Esto basado en los informes no fidedignos lleva a la iglesia mormona a invertir con causa dolo, y de ésta manera blanquear su dinero de los diezmos y demás inversiones.
¿Por qué digo éstas cosas?
Porque hay una persecución sobre los miembros de forma sicológica en cuanto a la obediencia de los mandamientos, en cuanto a vivir moralmente dignos. Ser autosuficientes, de cada uno se gane el pan. De ser honestos con el prójimo.
Ahora: ¿Está mal éstos consejos?
No, no están mal. Pero en las sombras de las oficinas de la iglesia, se camina con el pie torcido. Muchos miembros sin escrúpulos – roban – es tan grande el poder del dinero que se mueve dentro de la iglesia, que el engranaje de la producción mueve, ya sea en las granjas, inversiones editoriales, televisivas, en los diezmos de los miembros – que si no lo pagan son indignos y no merecen entrar al templo – en los campos de propiedad de la iglesia y la explotación agrícolas – que me pregunto: ¿Dónde debe comenzar el ejemplo?
Es para caerse de espaldas si se supiera los entretelones de los actos cometidos que salen de la honestidad pedida y registrada en los evangelios.
Basta con leer en Doctrina y Convenios las veces que lo primeros élderes abusaban de las mayordomías, y también se puede ver cómo zafaban del llamado de atención.
¿Cómo puede ser que el miembro se debe ajustar “fielmente” a los mandamientos, y los líderes o mejor dicho “la iglesia…No?
Por eso cuando leo lo que dice en la sección 132:26, creo más que el hombre ayuda a confundir el verdadero evangelio de Cristo.
Es tan grande la pérdida de asombro en la iglesia, que confunde el principio de revelación al decir: “que los sellados en el matrimonio por la eternidad…y comenten cualquier pecado, IGUALMENTE, recibirán la exaltación.
De cierto, de cierto te digo, que si un hombre contrae matrimonio con una mujer conforme a mi palabra, y son sellados por el Santo Espíritu de la promesa, de acuerdo con mi precepto, y él o ella cometen algún pecado o transgresión del nuevo y sempiterno convenio, cualquiera que sea, y toda clase de blasfemia, y si no cometen homicidio en el que vierten sangre inocente, todavía saldrán en la primera resurrección y entrarán en su exaltación; pero serán destruidos en la carne y entregados a los bofetones de Satanás hasta el día de la redención, dice el Señor.