Introducción al Evangelio de los Estados Mentales.
Mucho se ha escrito sobre la forma de leer el Evangelio. Muchas teologías y sentidos se han sacado a esas palabras. Muchas cosas sin sentido se han pensado de ellas. Muchas barbaridades y atrocidades se han hecho escudados en esas palabras. Pero el sentido último del Evangelio perdura, existe, está entre nosotros.
Muchos teólogos, muchos pseudo teólogos, muchos Grandes Teólogos, muchos degenerados, que Dios les confunda, han predicado y predican hoy aún sentidos contrarios a la doctrina de Cristo.
Si bien, en la antigüedad, el conocimiento se transmitía de forma oral y era necesario establecer reuniones de los discípulos donde oír la palabra tal cual los Evangelistas nos las transmitieron, hoy día ya no es necesario. En todas las partes del mundo existe de forma extendida y asequible a todos los bolsillos el libro. Y la Biblia, que ya no tiene que pagar derechos de autor a nadie, está más asequible que nunca a cualquier interesado. Si bien el sistema de establecer teologías sociales o políticas libertarias que acompañaran a la palabra de Jesús fue necesario para introducir su mensaje entre los pueblos en la antigüedad, hoy ya no es necesario. Hoy hay que hablar del auténtico sentido del Evangelio. Hay que quitarle cualquier componente social, político o religioso, para dejarlo en lo que es: un sistema de crecimiento personal.
Los tiempos están llegando a su plenitud. Es en estos momentos cuando el mensaje auténtico de un Jesús Vivo tiene que calar en la gente perdida en el mundo. “No hay nada escrito que no será revelado...”.
Si alguien quiere conocer el auténtico mensaje de Jesús. Si alguien quiere iniciarse en el conocimiento de la Gnosis, de los Cátaros, de los Esenios, de los Maniqueos, de los Templarios, de los Rosa Cruces, de tantas y tantas sectas que siempre ha habido y que ha veces han terminado muy mal debido a la gran estupidez de la iglesia imperante de la época. Si alguien quiere realmente “conocer”, que siga leyendo.
Pero, advierto, tal vez encuentren algo que no les guste. Les aseguro que van a encontrar la Verdad, pero esta Verdad puede ser muy diferente de su verdad. Hay que abandonar la verdad para quedarse con la Verdad.
La persona pusilánime no debe leer este evangelio. Después de abierto ya no hay vuelta atrás. Cada uno debe ser consciente de su propia responsabilidad en el transcurso de su vida.
Tal vez ahora sepan como han de leer el Evangelio.
Que Dios les acompañe.
[]Cedesin>
Mucho se ha escrito sobre la forma de leer el Evangelio. Muchas teologías y sentidos se han sacado a esas palabras. Muchas cosas sin sentido se han pensado de ellas. Muchas barbaridades y atrocidades se han hecho escudados en esas palabras. Pero el sentido último del Evangelio perdura, existe, está entre nosotros.
Muchos teólogos, muchos pseudo teólogos, muchos Grandes Teólogos, muchos degenerados, que Dios les confunda, han predicado y predican hoy aún sentidos contrarios a la doctrina de Cristo.
Si bien, en la antigüedad, el conocimiento se transmitía de forma oral y era necesario establecer reuniones de los discípulos donde oír la palabra tal cual los Evangelistas nos las transmitieron, hoy día ya no es necesario. En todas las partes del mundo existe de forma extendida y asequible a todos los bolsillos el libro. Y la Biblia, que ya no tiene que pagar derechos de autor a nadie, está más asequible que nunca a cualquier interesado. Si bien el sistema de establecer teologías sociales o políticas libertarias que acompañaran a la palabra de Jesús fue necesario para introducir su mensaje entre los pueblos en la antigüedad, hoy ya no es necesario. Hoy hay que hablar del auténtico sentido del Evangelio. Hay que quitarle cualquier componente social, político o religioso, para dejarlo en lo que es: un sistema de crecimiento personal.
Los tiempos están llegando a su plenitud. Es en estos momentos cuando el mensaje auténtico de un Jesús Vivo tiene que calar en la gente perdida en el mundo. “No hay nada escrito que no será revelado...”.
Si alguien quiere conocer el auténtico mensaje de Jesús. Si alguien quiere iniciarse en el conocimiento de la Gnosis, de los Cátaros, de los Esenios, de los Maniqueos, de los Templarios, de los Rosa Cruces, de tantas y tantas sectas que siempre ha habido y que ha veces han terminado muy mal debido a la gran estupidez de la iglesia imperante de la época. Si alguien quiere realmente “conocer”, que siga leyendo.
Pero, advierto, tal vez encuentren algo que no les guste. Les aseguro que van a encontrar la Verdad, pero esta Verdad puede ser muy diferente de su verdad. Hay que abandonar la verdad para quedarse con la Verdad.
La persona pusilánime no debe leer este evangelio. Después de abierto ya no hay vuelta atrás. Cada uno debe ser consciente de su propia responsabilidad en el transcurso de su vida.
Tal vez ahora sepan como han de leer el Evangelio.
Que Dios les acompañe.
[]Cedesin>