¿EL EVANGELIO DE CRISTO ABARCA EL COSMOS?

Este hallazgo ha dejado atónitos a los científicos y plantea serias preguntas sobre la historia oculta de la humanidad.

Los hombres gigantes de otras épocas no deben sorprender a los creyentes en Cristo.
Pues la misma biblia da testimonio de su existencia.

Así mismo que una foto de una sonda espacial nos haga ver la pequeñez de la tierra y sus habitantes, tampoco nos sorprende, mucho menos cuando asimilamos la pequeñez del ser humano, vano insecto de una hora, ante la magnificencia de la gloria y el poder de Cristo a través de la infinitud del Cosmos.

Pero a muchos religiosos se les queda fijada la imagen de un hombre moribundo, agonizante, a quien le colocan una alcancía de metal, en el estrado de sus pies, implorando lástima y el patrocinio de sus devotos, como si el Creador del Cosmos necesitase de la colaboración y la lástima de un insecto fugaz.

Esa es la apostasía que genera la religión de los hombres.

Y muchos ni siquiera se dan cuenta.
 
Pues la misma biblia da testimonio de su existencia.
La Biblia está muy bien para tener cierta idea de acontecimientos que de otra manera quedarían enterrados para siempre (pero para eso tenemos la arqueología), pero es complejo y erróneo considerarlo un libro histórico porque ni lo es ni lo pretende, salvo algunos libros que si se consideran como tales, un caso evidente es Macabeos.

De todas formas no olvidemos que los gigantes en el caso de la Biblia (puede que los hubiera en su momento, no lo niego) significan otra cosa, y es que frente a la pequeñez de personajes como David frente a Goliat, lo que la Biblia intenta transmitir es que nuestro Dios es el Dios de los humildes, de los que no se envanecen ni se elevan a las alturas petulantes y sobrados de arrogancia.

Por eso Cristo en Jesús representa esa humildez que se ensalza reiteradamente en la Biblia y especialmente en los evangelios. Frente a las tentaciones, Jesucristo es capaz de sobreponerse. Imaginemos tener esa capacidad de elegir "mundo" y en cambio elegir perdón y salvación, por eso el relato compuesto (de relatos, interpretación y ficción) de su nacimiento es conmovedor, pues ejemplifica lo verdadero del Dios Emmanuel.