Necesitamos volver al verdadero Evangelio.
Necesitamos volver al verdadero Evangelio.
Necesitamos volver al verdadero Evangelio.
“Así dijo Jehová: Paraos en los caminos,
y mirad, y preguntad por todas las sendas
antiguas, cuál sea el buen camino, y andad
por él, y hallaréis descanso para vuestra
alma. Mas dijeron: No andaremos”
Jeremías 6:16.
En años recientes y en especial en la última década, hemos sido testigos de una de las decadencias morales y espirituales más grandes que jamás hayan existido en el cristianismo. Comparado con los estándares del Nuevo Testamento y de la historia de la iglesia cristiana, mucho de lo que ahora se considera cristianismo simplemente no puede ser considerado legítimo o vferdadero. Digo esto porque mientras la Biblia y la historia nos demuestran que la experiencia cristiana normal es una vida llena de paz, gozo y libertad de los pecados pasados; hoy en día estamos presenciando todo lo contrario. Hay miles y miles de personas que aunque han hecho una oración de recibir a Crsito, en realidad están viviuendo miserablemente, totalmente dominados por sus vicios y pecados de siempre y sin saber qué es tener una paz profunda y permanente.
Considerando lo anterior es importante decir que nos hagamos algunas preguntas:
¿Podemos honestamente decir que una persona es una “una criatura” que “las cosas viejas pasaron” y “todas las cosas son hechas nuevas” (2a Corientios 5:17), cuando sigue siendo la misma de siempre, y a veces su condición empeora cada año? ¿es el vivir una vida dominada por amarguras y reconcores la libertad que Cristo prometió en Juan 8:32 a los que conocierna la verdad? ¿Una ama de casa con crisis nerviosas, arranuqes de ira o depresiones continuas realmente ha recibido la paz que Jesús prometió a todos los creyentes en Juan 14:27?
¿Y qué pensar de algunos jóvenes de familias “cristianas” o “evangélicas” que sienten un vacío interior tan intenso que corren frenéticamente a buscar como llenarlo a las diversiones equivocadas, a los vicios, o sencillamente al materialismo, y a la vanagloria de este mundo? ¿Alguien se atrevería a decir que estos muchachos han recibido el “agua viva” del Espíritu Santo, que una vez recibida Jesús dijo que no tendríamos sed (espiritual) jamás? (Juan 14:4).
¿Acaso mintió Jesús cuando prometió a todos los que con sencillez se arrepientan y creyeran en Él que tendrían paz profunda, libertad de vicios y de pecados pasados mas una llenura total de su vacío interno?
La respuesta a esta última pregunta la sabemos y es que no. Ni Jesús ni la Biblia mienten. Solo podemos concluir que el que no ha recibido estas cosas elementales que Dios promete a todos, nunca se ha arrepentido y creído realmente aunque haya hecho una oración de recibir a Jesús. Por eso no ha entrado a una verdadera experiencia cristiana.
Esta situación crítica que hemos venido analizando hasta quí, o sea, la realidad irrefutable de que hay miles de personas que creen haber nacido de nuevo al hacer una oración de recibir a Cristo, pero que sus vidas se encuentran destruídas emocional y a veces moralmente, ha producido un desesperado esfuerzo por parte de distintos grupos religiosos para intentar justificar su fracaso y también para tartar de ayudar a esas personas a alcanzar lo que la Biblia dice que ya deberían tener. Por ejemplo, de 30 a 40 años a la fecha se han venido popularizando los psicólogos cristianos, las terapias pseudo-científicas de la sanidad interior o curación de auto-estima y motivación grupal en las iglesias, etc. En fín, toda una variedad de métodos humanistas, con un buen disfraz religioso pero que nunca fueron necesarios ni el el Nuevo Testamento ni en la primitiva iglesia apostólica del siglo I. Métodos por cierto, que han fracasado rotundamente ante los ojos de la humanidad, ya que nunca ha habido en la historia del mundo ni del cristianismo, tantos psicólogos y terapias como ahora los hay y la sociedad nunca ha estado peor moral y emocionalmente.
Ultimamente el esfuerzo por querer ayudar a las victimas de un evangelio que no produce resultados, ha llegado incluso a crear doctrinas antibíblicas y aberrantes como la liberación de demonios en los cristianos. Una enseñanza que jamás fue enseñada en la Biblia, ni en la historia cristiana y que promueve la idea de que los creyentes no tienen paz, libertad de sus pecados pasados y una vida espiritual estable, por la razón de que son habitados por demonios que necesitan ser expulsados periódicamente de ellos (a veces empleando meses y hasta años de sesiones de liberación semanales o mensuales). Esta enseñanza no sólo no es escritural, pues la Biblia nos muestra que el ministerio de liberación de Jesús y sus discípulos era dirigido solamente a gente inconversa (Ver Marcos 5:1-13; Marco 6:11-12; Mateo 4:24), sino que además nos hace pensar que sólo hay dos opciones: O es sólo un desesperado intento por encubrir que el evangelio que muchos están predicando hoy en día no es verdadero, y que por lo tanto no produce verdaderas conversiones; o dos: Si realmente personas que dicen ser cristianos están están necesitando ser liberadas de demonios periódicamente, esto es una prueba bíblica de que realmente no son convertidos y no han nacido de nuevo pues ya explicamos que bíblicamente el ministerio de liberación está dirigido a personas inconversas.
Esta nueva enseñanza, de una u otra manera es una gran prueba de que el evangelio “moderno” que está siendo predicado en muchos lugares está mal, carece de poder, y no está produciendo resultados en las vidas de los que lo escuchan. Por el contrario, todo indica que más bien los está engañando al hacerlos vivir en la irrealidad con respecto a su salvación y al no darles lo que les promete.
Quiero invitarles a analizar este “evangelio” que está de moda hoy en día, alq ue por sus características le hemos dado el nombre de “evangelio social”. En nuestro estudio veremos que es sumamente diferente al Evangelio de Cristo tanto en su contenido como en su forma de presentación. Es tan grande la diferencia que cuando terminemos nuestro análisis, el lector seguramente quedará completamente convencido de que se trata de otro evangelio, que nada tiene que ver con lo que siempre creyeron y predicaron las iglesias cristianas. Estoy convencido de que la raíz de la decadencia moral y espiritual que está acontenciendo en la iglesia hoy en día es que se ha hecho de lado el verdadero evangelio y se ha sustituído por el evangelio social de moda. Esta es la razón también de que demasiadas personas a las que se les ha dicho que ya son cristianas, no tengan una vida victoriosa y plena y estén siendo víctimas de un fraude espiritual.
Creo sinceramente que para corregir la crisis moral y espiritual del cristianismo moderno no es necesaria la psicología, ni las psicoterapias, ni enseñanzas extrañas que no tienen una base bíblica correcta. Tampoco es necesario humanísmo, ni grandes cantidades de dinero, ni una mejor organización religiosa. La respuesta es muy simple. Necesitamos volver al verdadero evangelio y echar fuera de nuestras vidas y de nuestras congregaciones el evangelio social.
Que Dios nos dé de su Gracia para entender esto.
Jorge Erdely,
Atizapán, Estado de México