Sé que abro la caja de pandora y esto no va gustar ni a católicos, ni a protestantes ni a nadie... al 100%. Pero sólo quiero destacar una conclusión a la que he llegado tras estudiar la Historia de la Iglesia. Evitaré todo lo que pueda entrar a valorar más allá de los datos, pero bueno, también tengo mi opinión personal sobre el asunto.
La conclusión o el tema que quiero exponer es que los países donde se ha mantenido iglesias con episcopado, estas no han sufrido divisiones importantes y han mantenido mejor la unidad religiosa. Y no hablo de ningún invento romano, el espiscopado ahonda sus raíces en la Biblia, y está sobradamente demostrado desde el primer siglo de la era cristiana. Ahora bien no vasta con una apreciación de "circunstancia" intentaré profundizar y ver sí existe realmente una conexión (aunque no sea la única)
Primero habría que decir que son cinco las iglesias que tienen episcopado tradicional o sucesión, y seis las que lo tienen en general. Estas son por orden de antigüedad la católica-romana, las ortodoxas orientales, las luteranas, la comunión anglicana y los metodistas. Dejando fuera la los metodistas (con una teología muy particular del episcopado y una eclesiología distinta) querría centrarme en estas cinco primeras.
En los países ortodoxos o cristianos orientales hay una división eclesial o fragmentación de los gobiernos de la Iglesia, pero las divisiones en temas de doctrina son muy mínimas. También es cierto que en este ámbito no se han dado importantes movimientos de ruptura o de reforma de la Iglesia, de hecho podríamos decir que entre los cristianos son los menos reformados en todos los sentidos.
El catolicismo también mantiene una considerable unidad religiosa y doctrinal, además de gubernativa; pero no sólo se vale del episcopado, sino también del papado, del derecho canónico, etc... con lo que sería difícil evaluar el papel del episcopado en este sentido. Tal vez el ejemplo católico es el que al final nos da menos información, pues su episcopado se encuentra muy debilitado por el poder que ejercen los papas y la corte de los papas.
Luteranos son un ejemplo muy claro del éxito del episcopado. Decidieron mantenerlo y supieron articularlo de forma muy parecida a como lo hicieron siempre los ortodoxos. Es decir, iglesias nacionales con episcopado independiente. Así se habla de la Iglesia de Alemania, de Dinamarca, de Suecia, etc... En estos países la disidencia evangélica no episcopal existió pero muy muy residual.
En el anglicanismo la cosa es diferente la desidencia fue muy fuerte, de hecho fue la oposición al modelo protestante anglicano lo que hizo que en inglaterra los protestantes se dividiesen en dos grandes bloques: los anglicanos y los disidentes, y de estos últimos salieron las innumerables denominaciones de nuestros teimpos, que proliferaron con fuerza sobre todo después de la independencia de EE.UU (y en las colonias). El caso es que pese a esta tensión enorme la Iglesia de Inglaterra se mantuvo funcional y sigue siendo la mayor denominación en donde tiene arraigo histórico.
Con este pienso yo.
La Biblia habla de los obispos como "supervisores", no lo busquen, sino que es lo en español significa la palabra "episcopoi" - que miran por encima, que supervisan. Estos tenían la función de velar por la unidad de la Iglesia, porque se predicase correctamente en las distintas iglesias locales, porque los "ancianos" (presbíteros) fuesen los adecuados para el cargo, por el patrimonio económico de los edificios de culto y de las cosas de la Iglesia, por la creación de centros para estudiar y prepararse para la evangelizacción y el ministerio, por la misma evangelización de sitios nuevos.
Es por ello que desde los primeros momentos se los identificase por sus funciones con lo que habían hecho los apóstoles, en cuanto a gobierno y cuidado de varias iglesias.
Fueron distintas las estrategias que se tomaron para llevar a cabo este control (algunas sumamente desafortunadas) pero otros muy comprensibles.
a) Para asegurar la idoneidad de los presbíteros que luego cuidarían de las iglesias locales, se hizo que sólo los obispos pudiesen nombrarlos. Así se evitaba que cualquier charlatán accediese, o que las iglesias locales se peleasen por puestos o que estos quedaran de padres a hijos.
b) Para asegurar la idoneidad de los obispos, estos sólo podían ser elegidos por otros obispos, y nunca por uno sólo, sino por un mínimo de tres, de diversas diócesis (que eran las divisiones administrativas de la iglesia y del imperio). De aquí viene la importancia de la sucesión apostólica, que más que magia, es una garantía de que unos obispos aprueben a otros, y que esta aprobación y nombramiento cuente con una conexión hasta los apóstoles que da seguridad, principalmente al pueblo cristiano.
c) Para que las iglesias no se convirtiesen en propiedad de sus pastores o de ciertos creyentes "viejos" por delante de los nuevos. Todas las propiedades pasaban a control del obispo. No hay que entender que el obispo es el propietario, de hecho la iglesia antigua entendía a todos como propietarios, pero sí es el obispo el autorizado para su administración.
d) Para controlar a los obispos se establecieron sínodos y concilios. Los primeros buscaban acuerdos de toda la diócesis, los segundos acuerdos entre todos los obispos. En los últimos se destituían a obispos herejes o delincuentes. Con el tiempo el episcopado se jerarquizó, y empezaron los obispos de los núcleos más ricos y poblados a ser reconocidos como arzobispos o metropolitanos, es decir, con autoridad sobre otros obispos que recayesen en su ámbito. Luego aparecieron patriarcas de grandes áreas (cinco hubo). Pero esto ya se escapa de la época de análisis.
e) Los obispos, generalmente en concilio de muchos (normalmente nacionales, por ejemplo en España los concilios de Toledo...) y otras veces en concilios ecuménicos, realizaban, obviamente con la ayuda de juristas y teólogos, disposiciones de derecho canónico a fin de legislar no sólo cuestiones que eran conflictivas en la iglesia, sino de prever las que podrían serlo y así dar seguridad a los miembros de estas. La seguridad jurídica (el saber que pasa sí... o lo que se puede hacer y no...) es muy importante y es algo que por desgracia se hecha de menos en muchas iglesias que se quedan al arbitrio de sus pastores y líderes (que es lo contrario de la seguridad) Estos textos legales aprobados en concilio o sínodo vinculaban a todos, al obispo también. A su vez los obispos delegaban su poder de supervisión y de juicio en "tribunales eclesiásticos" que nada tienen que ver con los de la inquisición (por sí hay dudas)
Aquí me gustaría añadir algo personal. Ya lo hice entrever antes. Personalmente creo que una de las consecuencias más graves que ha generado la proliferación de denominaciones locales y la pérdida de control o de supervisores de las mismas, es que además han perdido toda forma estable (escrita) de derecho eclesial. Corre por ahí la muy ingenua e inmadura idea de que la Biblia basta como fuente de derecho para regir una Iglesia, pero esto que es un dislate con mayúsculas, al final lo único que genera son batallas sobre lo que distintas personas dicen que dice la Biblia sobre ciertos temas de los cuales o bien la Biblia no dice nada claro, o bien lo dice de una forma profunda de la que sus intérpretes no están preparados para sacar nada, sino por casualidad o buena fe.
Luego vienen los problemas y los litigios (que son la causa principal por la que tenemos derecho) e iglesias se dividen ante crisis de sucesión de sus pastores, ante problemas como el velo, ante asuntos económicos, ante toda clase de ataques que el diablo mete en la Iglesia, porque ese nuestro Antiguo enemigo sabe que sin derecho reina el capricho y la arbitrariedad. Sólo se salvan las iglesias bien unidas y cohesionadas, pero todas las iglesias viven momentos buenos y malos, y para los malos hay que estar protegidos. ¿O queremos engrandecer los males?
f) Por último era función de los obispos el abrir nuevos puntos de misión, el autorizar a los teólogos y sus enseñanzas, el respresentar a las iglesias de su ámbito ante las autoridades, administrar los bienes, poner y sacar a los ancianos cuando había problemas, el juzgar estos problemas (su imparcialidad, que nunca es perfecta, al menos se garantizaba en que se debía juzgar conforme a la ley por todos conocida y por el hecho de que el obispo siempre era ajeno al día a día de esas iglesias), ya que tenía la suya propia que se llamaba "cathedra" fuese grande o pequeña. También era el encargado de vigilar por la cultura y formación de los ministros para sus funciones y más tarde en la Edad Media acabaron por ser los únicos promotores de la cultura junto con los abades de los monasterios, fundado incluso escuelas y universidades para los laicos.
f)
La conclusión o el tema que quiero exponer es que los países donde se ha mantenido iglesias con episcopado, estas no han sufrido divisiones importantes y han mantenido mejor la unidad religiosa. Y no hablo de ningún invento romano, el espiscopado ahonda sus raíces en la Biblia, y está sobradamente demostrado desde el primer siglo de la era cristiana. Ahora bien no vasta con una apreciación de "circunstancia" intentaré profundizar y ver sí existe realmente una conexión (aunque no sea la única)
Primero habría que decir que son cinco las iglesias que tienen episcopado tradicional o sucesión, y seis las que lo tienen en general. Estas son por orden de antigüedad la católica-romana, las ortodoxas orientales, las luteranas, la comunión anglicana y los metodistas. Dejando fuera la los metodistas (con una teología muy particular del episcopado y una eclesiología distinta) querría centrarme en estas cinco primeras.
En los países ortodoxos o cristianos orientales hay una división eclesial o fragmentación de los gobiernos de la Iglesia, pero las divisiones en temas de doctrina son muy mínimas. También es cierto que en este ámbito no se han dado importantes movimientos de ruptura o de reforma de la Iglesia, de hecho podríamos decir que entre los cristianos son los menos reformados en todos los sentidos.
El catolicismo también mantiene una considerable unidad religiosa y doctrinal, además de gubernativa; pero no sólo se vale del episcopado, sino también del papado, del derecho canónico, etc... con lo que sería difícil evaluar el papel del episcopado en este sentido. Tal vez el ejemplo católico es el que al final nos da menos información, pues su episcopado se encuentra muy debilitado por el poder que ejercen los papas y la corte de los papas.
Luteranos son un ejemplo muy claro del éxito del episcopado. Decidieron mantenerlo y supieron articularlo de forma muy parecida a como lo hicieron siempre los ortodoxos. Es decir, iglesias nacionales con episcopado independiente. Así se habla de la Iglesia de Alemania, de Dinamarca, de Suecia, etc... En estos países la disidencia evangélica no episcopal existió pero muy muy residual.
En el anglicanismo la cosa es diferente la desidencia fue muy fuerte, de hecho fue la oposición al modelo protestante anglicano lo que hizo que en inglaterra los protestantes se dividiesen en dos grandes bloques: los anglicanos y los disidentes, y de estos últimos salieron las innumerables denominaciones de nuestros teimpos, que proliferaron con fuerza sobre todo después de la independencia de EE.UU (y en las colonias). El caso es que pese a esta tensión enorme la Iglesia de Inglaterra se mantuvo funcional y sigue siendo la mayor denominación en donde tiene arraigo histórico.
Con este pienso yo.
La Biblia habla de los obispos como "supervisores", no lo busquen, sino que es lo en español significa la palabra "episcopoi" - que miran por encima, que supervisan. Estos tenían la función de velar por la unidad de la Iglesia, porque se predicase correctamente en las distintas iglesias locales, porque los "ancianos" (presbíteros) fuesen los adecuados para el cargo, por el patrimonio económico de los edificios de culto y de las cosas de la Iglesia, por la creación de centros para estudiar y prepararse para la evangelizacción y el ministerio, por la misma evangelización de sitios nuevos.
Es por ello que desde los primeros momentos se los identificase por sus funciones con lo que habían hecho los apóstoles, en cuanto a gobierno y cuidado de varias iglesias.
Fueron distintas las estrategias que se tomaron para llevar a cabo este control (algunas sumamente desafortunadas) pero otros muy comprensibles.
a) Para asegurar la idoneidad de los presbíteros que luego cuidarían de las iglesias locales, se hizo que sólo los obispos pudiesen nombrarlos. Así se evitaba que cualquier charlatán accediese, o que las iglesias locales se peleasen por puestos o que estos quedaran de padres a hijos.
b) Para asegurar la idoneidad de los obispos, estos sólo podían ser elegidos por otros obispos, y nunca por uno sólo, sino por un mínimo de tres, de diversas diócesis (que eran las divisiones administrativas de la iglesia y del imperio). De aquí viene la importancia de la sucesión apostólica, que más que magia, es una garantía de que unos obispos aprueben a otros, y que esta aprobación y nombramiento cuente con una conexión hasta los apóstoles que da seguridad, principalmente al pueblo cristiano.
c) Para que las iglesias no se convirtiesen en propiedad de sus pastores o de ciertos creyentes "viejos" por delante de los nuevos. Todas las propiedades pasaban a control del obispo. No hay que entender que el obispo es el propietario, de hecho la iglesia antigua entendía a todos como propietarios, pero sí es el obispo el autorizado para su administración.
d) Para controlar a los obispos se establecieron sínodos y concilios. Los primeros buscaban acuerdos de toda la diócesis, los segundos acuerdos entre todos los obispos. En los últimos se destituían a obispos herejes o delincuentes. Con el tiempo el episcopado se jerarquizó, y empezaron los obispos de los núcleos más ricos y poblados a ser reconocidos como arzobispos o metropolitanos, es decir, con autoridad sobre otros obispos que recayesen en su ámbito. Luego aparecieron patriarcas de grandes áreas (cinco hubo). Pero esto ya se escapa de la época de análisis.
e) Los obispos, generalmente en concilio de muchos (normalmente nacionales, por ejemplo en España los concilios de Toledo...) y otras veces en concilios ecuménicos, realizaban, obviamente con la ayuda de juristas y teólogos, disposiciones de derecho canónico a fin de legislar no sólo cuestiones que eran conflictivas en la iglesia, sino de prever las que podrían serlo y así dar seguridad a los miembros de estas. La seguridad jurídica (el saber que pasa sí... o lo que se puede hacer y no...) es muy importante y es algo que por desgracia se hecha de menos en muchas iglesias que se quedan al arbitrio de sus pastores y líderes (que es lo contrario de la seguridad) Estos textos legales aprobados en concilio o sínodo vinculaban a todos, al obispo también. A su vez los obispos delegaban su poder de supervisión y de juicio en "tribunales eclesiásticos" que nada tienen que ver con los de la inquisición (por sí hay dudas)
Aquí me gustaría añadir algo personal. Ya lo hice entrever antes. Personalmente creo que una de las consecuencias más graves que ha generado la proliferación de denominaciones locales y la pérdida de control o de supervisores de las mismas, es que además han perdido toda forma estable (escrita) de derecho eclesial. Corre por ahí la muy ingenua e inmadura idea de que la Biblia basta como fuente de derecho para regir una Iglesia, pero esto que es un dislate con mayúsculas, al final lo único que genera son batallas sobre lo que distintas personas dicen que dice la Biblia sobre ciertos temas de los cuales o bien la Biblia no dice nada claro, o bien lo dice de una forma profunda de la que sus intérpretes no están preparados para sacar nada, sino por casualidad o buena fe.
Luego vienen los problemas y los litigios (que son la causa principal por la que tenemos derecho) e iglesias se dividen ante crisis de sucesión de sus pastores, ante problemas como el velo, ante asuntos económicos, ante toda clase de ataques que el diablo mete en la Iglesia, porque ese nuestro Antiguo enemigo sabe que sin derecho reina el capricho y la arbitrariedad. Sólo se salvan las iglesias bien unidas y cohesionadas, pero todas las iglesias viven momentos buenos y malos, y para los malos hay que estar protegidos. ¿O queremos engrandecer los males?
f) Por último era función de los obispos el abrir nuevos puntos de misión, el autorizar a los teólogos y sus enseñanzas, el respresentar a las iglesias de su ámbito ante las autoridades, administrar los bienes, poner y sacar a los ancianos cuando había problemas, el juzgar estos problemas (su imparcialidad, que nunca es perfecta, al menos se garantizaba en que se debía juzgar conforme a la ley por todos conocida y por el hecho de que el obispo siempre era ajeno al día a día de esas iglesias), ya que tenía la suya propia que se llamaba "cathedra" fuese grande o pequeña. También era el encargado de vigilar por la cultura y formación de los ministros para sus funciones y más tarde en la Edad Media acabaron por ser los únicos promotores de la cultura junto con los abades de los monasterios, fundado incluso escuelas y universidades para los laicos.
f)