El Diablo no existe de mentira

28 Febrero 1999
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Lo que el título asevera es la existencia de este personaje real negando que fuese mentira lo que desde hace casi dos milenios los cristianos vienen enseñando, y de lo que no se han apeado las tres grandes confesiones de la cristiandad (católicos, ortodoxos y protestantes).
He participado como tantos de ustedes en otro epígrafe dedicado al tema, pero fue tal el desorden que se armó, que intento ahora reformular la propuesta para ver si es posible ordenar una discusión en la que respetando todas las opiniones aportadas podamos dar razón de lo que creemos.
Es tal la inseguridad que actualmente los mismos cristianos tienen de la veracidad de las doctrinas que hacen a nuestra fe, que muchos creen que el dudar de todo y no asegurar nada, es cosa de sabios y prudentes. Pero escepticismo no es sabiduría sino ignorancia deliberada (1Co 14:38).
Aquellos que creemos como creemos, no es porque seamos más inteligentes y sabios que otros, sino que por gracia de Dios nos fue dada la fe que es por la Palabra de Dios.
Mientras estemos en este mundo en este cuerpo de carne, siempre estamos expuestos a equivocarnos o a caer en el error. Lo mejor que puede hacer por nosotros quien así nos vea, es lo mismo que hacemos por ellos: “Hermanos, si alguno de entre vosotros se ha extraviado de la verdad, y alguno le hace volver, sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un alma, y cubrirá multitud de pecados” (Santiago 5:19,20).

No es importante para su salvación que alguien crea o no crea en la real existencia del Diablo o Satanás; nuestra fe únicamente se basa y gira en torno a la persona de nuestro Señor Jesucristo, el Hijo de Dios y nuestro Salvador, y su obra redentora a nuestro favor. Pero quien consiente en negar o dudar de cualquier cosa que nos ha sido revelada en la Palabra de Dios, atraerá otros más grandes y numerosos errores, acabando por apostatar de la fe.
Es cierto que muchos ministros defienden a porfía la existencia del Diablo y sus demonios, pues en ellos les va el sustento. Si Dios los confinara a todos al infierno, o los atara firmemente y no flojitos -como aquellos hacen para facilitar su escape-, se quedarían desempleados.
Pero que muchos se aprovechen de esta situación y lucren con los exorcismos, no quiere decir que nuestra creencia en la existencia de los ángeles caídos se debe a nuestra necesidad de obtener algún beneficio de los espíritus inmundos.
Entendemos que esta realidad está suficientemente expuesta en las Escrituras, avalada por la historia, y mostrada en la tierra, mar y aire que nos circunda.
Si alguno cree o piensa distinto, nos ayudará que comparta su opinión para discutirla, sin necesidad de fustigar a los foristas por sus eventuales discrepancias.
Es cierto que a Satanás le gusta el caos; pero nuestro Dios no es Dios de confusión (1Co 14:33) y la paz está unida al orden con que quisiéramos conversar.
Nos seguimos hablando.
Ricardo.
 
Re: El Diablo no existe de mentira

Amigo le aseguro que el Demonio es %100 real, y su unica meta hoy en dia es que la gente deje de creer en el.

¿Por que?

Muy facil, por que la fe de muchas personas se basa en el modo de CASTIGO Y RECOMPENSA, si usted cree es Dios y se porta bien se va al Cielo hay esta la Recompensa pero si hace el mal se va al infierno con el demonio hay esta el Castigo.

No creer en el demonio y pensar que al final de la vida no hay castigo si no solo la muerte hace que muchas personas anden por la vida haciendo el mal sin temor a ningun castigo, pues dicen: "mejor le saco lo que pueda a esta vida ya que al final solo me espera la muerte".

Ademas el enemigo no se anuncia a si mismo, el Demonio no llega su casa y le dice "Hola soy lucifer y le deseo lo peor" por su puesto que no el como todo enemigo se esconde en las sombras donde nadie lo ve esperando el momento adecuado para atacar, por eso hay que cuidarse de el.
 
Re: El Diablo no existe de mentira

Aghhh... disculpen.

Es que uno ya se siente raro hablando del diablo y sus demonios.
A mí me basta -es obvio- con lo que dice la Palabra de Dios al respecto; no tengo por qué zambullirme en lo más profundo del reino de las tinieblas.
No necesitamos llevar un curso de "Demonología"... no vaya a ser que caigamos en la "Demonolatría".
 
Re: El Diablo no existe de mentira

Héctor:
Tienes razón. Ya se ha dicho que hay iglesias y ministros que hablan más del Diablo y sus demonios que del Señor Jesucristo, cuyo nombre vociferan nada más que para impresionar a su auditorio; pues en sus bocas ¡los demonios ni se dan por aludidos!
Jamás leí un libro de Demonología, aunque he visto muchos de ellos en los anaqueles de las librerías evangélicas. Son de los que más se venden.
No es este un tema que me agrade, pero lo introduje por si fuera necesario responder a los que se regodean negando cualquier verdad con la que tropiezan.
También ha estado bueno el comentario de Rafael.
Saludos cordiales.
Ricardo.
 
Re: El Diablo no existe de mentira

Aghhh... disculpen.

Es que uno ya se siente raro hablando del diablo y sus demonios.
A mí me basta -es obvio- con lo que dice la Palabra de Dios al respecto; no tengo por qué zambullirme en lo más profundo del reino de las tinieblas.
No necesitamos llevar un curso de "Demonología"... no vaya a ser que caigamos en la "Demonolatría".


Sr. PRG, estoi de acuerdo con sus palabras en cuanto no hacerle demasiada publicidad gratuita al padre de la mentira. Sin embargo, en mas de una ocasion he estado "tentado", y nunca mejor dicho, para abrir un epigrafe donde quien quiera pueda dar su testimonio en el caso de haber caido en algun tipo de trampa diabolica, o en cualquier forma de tentacion carnal, emocional o espiritual de que, despues de haber caido en la tentacion, uno mismo se ha dado cuenta de que, desde el principio, y hasta la consumacion de la tentacion, el diablo se convirtio en un ser tan real como uno mismo.
 
Re: El Diablo no existe de mentira

Lo que el título asevera es la existencia de este personaje real negando que fuese mentira lo que desde hace casi dos milenios los cristianos vienen enseñando, y de lo que no se han apeado las tres grandes confesiones de la cristiandad (católicos, ortodoxos y protestantes).
He participado como tantos de ustedes en otro epígrafe dedicado al tema, pero fue tal el desorden que se armó, que intento ahora reformular la propuesta para ver si es posible ordenar una discusión en la que respetando todas las opiniones aportadas podamos dar razón de lo que creemos.
Es tal la inseguridad que actualmente los mismos cristianos tienen de la veracidad de las doctrinas que hacen a nuestra fe, que muchos creen que el dudar de todo y no asegurar nada, es cosa de sabios y prudentes. Pero escepticismo no es sabiduría sino ignorancia deliberada (1Co 14:38).
Aquellos que creemos como creemos, no es porque seamos más inteligentes y sabios que otros, sino que por gracia de Dios nos fue dada la fe que es por la Palabra de Dios.
Mientras estemos en este mundo en este cuerpo de carne, siempre estamos expuestos a equivocarnos o a caer en el error. Lo mejor que puede hacer por nosotros quien así nos vea, es lo mismo que hacemos por ellos: “Hermanos, si alguno de entre vosotros se ha extraviado de la verdad, y alguno le hace volver, sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un alma, y cubrirá multitud de pecados” (Santiago 5:19,20).

No es importante para su salvación que alguien crea o no crea en la real existencia del Diablo o Satanás; nuestra fe únicamente se basa y gira en torno a la persona de nuestro Señor Jesucristo, el Hijo de Dios y nuestro Salvador, y su obra redentora a nuestro favor. Pero quien consiente en negar o dudar de cualquier cosa que nos ha sido revelada en la Palabra de Dios, atraerá otros más grandes y numerosos errores, acabando por apostatar de la fe.
Es cierto que muchos ministros defienden a porfía la existencia del Diablo y sus demonios, pues en ellos les va el sustento. Si Dios los confinara a todos al infierno, o los atara firmemente y no flojitos -como aquellos hacen para facilitar su escape-, se quedarían desempleados.
Pero que muchos se aprovechen de esta situación y lucren con los exorcismos, no quiere decir que nuestra creencia en la existencia de los ángeles caídos se debe a nuestra necesidad de obtener algún beneficio de los espíritus inmundos.
Entendemos que esta realidad está suficientemente expuesta en las Escrituras, avalada por la historia, y mostrada en la tierra, mar y aire que nos circunda.
Si alguno cree o piensa distinto, nos ayudará que comparta su opinión para discutirla, sin necesidad de fustigar a los foristas por sus eventuales discrepancias.
Es cierto que a Satanás le gusta el caos; pero nuestro Dios no es Dios de confusión (1Co 14:33) y la paz está unida al orden con que quisiéramos conversar.
Nos seguimos hablando.
Ricardo.

¿Lucren con el exorcismo?

Los exorcismos son gratis, y si bien dices que no has entrado a una Iglesia sino para ponderar su arquitectura, no puedes dar un juicio de algo que simplemente no has visto.
 
Estimado Caminante:

Estimado Caminante:

Siendo que este es un Foro cristiano evangélico, y que seguramente como tal me conoces, podías haber bien entendido que mi alusión al lucro se refiere a nuestra propia gente y las iglesectas brasileñas que montan todo un show con los exorcismos.
Me consta que entre los católicos actualmente no se cobra ni se lucra con eso sino que se encara con otra seriedad.
Si bien siempre me he negado a asistir a los cultos a que me refiero, sí he escuchado las trasmisiones por radio, donde los pastores compiten con los alaridos de los supuestos endomoniados a ver quien grita más fuerte. Imagino que hay pastores que en medio del exorcismo ponen caras tan terroríficas que son capaces de asustar a los demonios.
Yo no niego esta realidad. Al contrario, me propongo exponerla. Sólo que me pareció pertinente incluir el negociado que se hace con los poseídos para sacarles dinero a sus familiares.


Saludos cordiales.
Ricardo.