PARA AMBOS
Los efectos de la muerte de Cristo, solo una mente irredenta y profana, puede calificarlos de "Verborrea".
La impotencia, al dejar sin piso el trabajo de la corredentora y su purgatorio, los impulsa a llamar Verborrea a Cristo y su muerte expiatoria.
FORISTA JORGE ENRIQUE:
Rom 10:8 Más, ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos:
Rom 10:9 que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.
¿QUÉ TE ESTÁ EXIGIENDO DIOS?
1. No te está exigiendo membresía al Catolicismo romano, ni a ningún otro "ismo".
2. Mucho menos bautismo de bebés.
Solo una confesión de Fe en su Hijo.
Y creer en Cristo es reconocer su Señorío ahora, no mañana, ni tampoco consultar con el cura, o con el qué dirán si me convierto a Cristo.
El pecador que así cree en Cristo anticipa, aquí y ahora, la realización del propósito supremo de Dios, y es salvo absolutamente y para siempre.
Fue en el poder de estas verdades que vivieron y murieron los mártires.
Con corazones guiados por una profunda reverencia a Dios, custodiados por la paz de Dios y exultantes en el amor de Dios derramado por el divino Espíritu, se mantuvieron por la verdad frente a las fuerzas combinadas de sacerdotes y de príncipes y, atreviéndose a ser llamados herejes, fueron fieles a su Señor en vida y en muerte.
No pusieron su mirada en las fieras asesinas que los condujeron a los circos romanos, o en el potro del tormento y otras máquinas de la Inquisición, o en el fuego de la hoguera.
Hch 7:54 Oyendo estas cosas, se enfurecían en sus corazones, y crujían los dientes contra él.
Hch 7:55 Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús que estaba a la diestra de Dios,
Hch 7:56 y dijo: He aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre que está a la diestra de Dios.
Hch 7:57 Entonces ellos, dando grandes voces, se taparon los oídos, y arremetieron a una contra él.
Lee de nuevo:
Rom 10:9 que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.
En las Escrituras no hay reserva ni misterio con respecto a cuál será la porción de aquellos que «obedecen el Evangelio» y de aquellos que lo rechazan.
De esta elección depende el destino eterno de cada uno.
De ahí la virulencia con que es atacada la Biblia; porque si Cristo está más allá de nuestro alcance, nuestra responsabilidad se acaba.
Pero el Señor está cerca de ti, en tu boca y en tu corazón.
Solo es por medio de la Biblia que puedes llegar a la Palabra viva, que es Cristo.
De ahí Su declaración: «El que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero».
Así, las consecuencias de aceptar o de rechazar a Cristo son eternas.
No hay ninguna otra cuestión que quede abierta.
Allí, en el infierno, solo hay dos grupos de personas.
Mat 13:42 y los echarán en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes.
PARA VALEN:
Habrá gente como tú, que cuando despierten en el infierno estará devastada.
PRIMER GRUPO EN LLANTO
No hallarán agua en sus ojos para satisfacer su necesidad de gemir con un llanto lastimero, e inmenso dolor por voluntariamente haber reemplazado al Cristo de las Escrituras por una religión idolátrica, llena de abominaciones.
No estarán solos, sus jefes máximos, sus jerarcas, sus familiares, todos ellos con el mismo problema de este hombre:
Luc 16:24 Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua; porque estoy atormentado en esta llama.
¿Cuánta agua cabe en la punta de su dedo?
¿Y qué del tormento que es Castigo Eterno?
¿De qué valdrá allí la defensa del Concilio de Nicea?
¿Acaso las bulas y resultados de los otros Concilios posteriores no formaron parte de su fe idolátrica?
Estarán sollozando, rodeados de gemidos lastimeros por todos lados.
Y suplicarán piedad a una sola voz o individualmente.
Es la más grande decepción, el despertar en el infierno.
SEGUNDO GRUPO CRUJIENDO LOS DIENTES
Este grupo no estará llorando ni lamentando nada.
Ellos estarán "crujiendo los dientes" llenos de odio y de ira, pues "crujir los dientes" es una metáfora bíblica, para expresar la furia humana y desafiante:
¡¡CÓMO TE HAS ATREVIDO, DIOS, A LANZARME AQUÍ!!
Es el enojo, la ira, la furia de los condenados con sus trajes vistosos, sus tiaras, o mitras pontificias, de acuerdo a su estatus clerical.
Y si mi andar en Cristo, ciertamente no llena el andar como Jesús anduvo, y soy lanzado al infierno juntamente con los impíos... y he sido engañado al creer que fui "Justificado" por Cristo en el altar de la Cruz, cuando él tomó mi lugar y padeció la ira de Dios por causa de mis pecados, y llegado el momento el Señor me dice: "No te conozco".
Yo sé que si me envía al infierno, una vez allí, no podría levantar queja alguna contra él.
Algo que puedo asegurar, en mi tristeza eterna, en mi lamento eterno, es que estaré en el grupo de los llorones.
Y esto lo digo porque escrito está:
1Jn 1:8 Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros.
Rom 8:1 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
Vivo aferrado a la misericordia del Señor, porque Yo Sé, que en mí, no mora el bien, porque el querer andar en el Espíritu está en mí, más el andar en la carne, es la norma que prevalece en este miserable pecador, arrepentido una y otra vez.
Esta debe ser nuestra oración a los que reconocemos nuestra dependencia absoluta del Señor Jesucristo:
Sal 25:6 Acuérdate, oh Jehová, de tus piedades y de tus misericordias,
Que son perpetuas.
Porque allí, delante del Padre, hay un Cordero como inmolado, Él es mi garantía, sus heridas están recién abiertas, Él murió por mí, Él es mi Sumo Sacerdote, Él se compadece de nosotros, porque él conoce nuestra condición; se acuerda de que somos barro y todo juicio le ha sido dado a Él.
Jua 5:22 Porque el Padre a nadie juzga, sino que todo el juicio dio al Hijo, para que todos honren al Hijo como honran al Padre.
Entonces descanso en Cristo, y le ruego cada día, que me ayude a no satisfacer las obras de la carne, porque separado de Él nada puedo hacer.