1Co_12:11 Pero todas estas cosas las hace uno y el mismo EspĆritu, repartiendo a cada uno en particular como Ć©l quiere.
Instruyete porque no es el hombre, vano insecto de una hora, es el EspĆritu Santo, legĆtimo representante de Cristo en la asamblea, aqui tiene el texto:
Hch 20:28 Por tanto, mirad por vosotros, y por todo el rebaƱo en
que el EspĆritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del SeƱor, la cual Ć©l ganó por su propia sangre.
Ningunos lĆderes como el diablo enseƱa, son hermanos con la responsabilidad de dar cuenta al SeƱor sobre la administración de sus intereses en la asamblea.
Heb_13:17 Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas,
como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegrĆa, y no quejĆ”ndose, porque esto no os es provechoso.
Un obispo, anciano o presbĆtero que ha sido puesto por el EspĆritu Santo para apacentar la asamblea, sabe que trabaja para Cristo, que es su servidor, y no hace nada que no glorifique a Cristo, porque esa es la función del EspĆritu Santo, glorificar a Cristo (Jn.16:14-15).
En ese estado espiritual no da órdenes ni busca que se le obedezca sino que su interés principal es que Cristo sea formado en cada uno de los miembros de la asamblea como fue el propósito de Pablo, leemos:
GĆ”l_4:19 Hijitos mĆos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto,
hasta que Cristo sea formado en vosotros,
Un obispo, anciano o presbĆtero, que se desvĆe y no busque este propósito fundamental en la asamblea, ha fracasado.
De manera que la sujeción al anciano es en Cristo, fuera de este Ômbito, ya es dictadura, control sobre la grey, una prÔctica que Cristo aborrece y que la biblia denuncia como la doctrina de los "Nicolaitas", no de seguidores de ningún NicolÔs, sino que etimológicamente:
Nikos= Control
Laos= Pueblo
Significa la imposición de una casta sacerdotal por encima de la grey, en Efeso pretendieron introducirse, pero de allÔ los sacaro a palos; tristemente en Pérgamo le dieron cabida.
Cuando se tolera jerarquĆas dentro de la asamblea, rivalizando con la Presencia de Cristo (Mt.18:20) la asamblea pasa a formar parte de una estructura humana que jamĆ”s Cristo pensó, pues abandona la figura de un ser vivo, el Cuerpo de Cristo, donde el pie no es descalificado por el ojo, porque todos los miembros se necesitan, y Cristo como Cabeza nos dirige.
La estructura humana apaga al EspĆritu Santo y convierte a la asamblea en una reunión pasiva, donde hay un hombre sobre una tarima enseƱando o dando un ministerio, en abierta rebeldĆa al modelo del SeƱor, leemos:
1Co 14:26 ĀæQuĆ© hay, pues, hermanos? Cuando os reunĆs,
cada uno de vosotros tiene salmo, tiene doctrina, tiene lengua, tiene revelación, tiene interpretación. HÔgase todo para edificación.
Nadie llegaba con las manos vacĆas.
La comunión con Cristo se perdió y ahora una rutina reemplaza a la participación activa de toda la congregación y solo se asiste a oĆr predicadores profesionales, salidos de seminarios, y recolectores de ofrendas, lo que al inicio de los primeros tres siglos de la iglesia era una reunión donde el EspĆritu Santo tenĆa libertad de escoger:
1Co_12:11 Pero todas estas cosas las hace uno
y el mismo EspĆritu, repartiendo a cada uno en particular como Ć©l quiere.
Se convirtió en un consumismo religioso donde la gente paga por un ministerio, por una misa, por un matrimonio, por un escapulario, por crucifijos y toda una suerte de parafernalia y bisuteria comercial, que jamÔs Cristo ordenó.
Y ahora llega Jorge Enrique a preguntar:
¿Quién es el que manda establecer ancianos en cada ciudad, obispos y diÔconos?
Para pretender justificar el nombramiento de cardenales, curas de pueblo en una jerarquĆa romana que nada tiene que ver con la figura de un Cuerpo cuya Cabeza es Cristo dirigĆendo desde el cielo por medio del EspĆritu Santo enviado a la Tierra, aquĆ tiene su jerarquĆa:
