Siendo la ICAR un cuerpo unido y moral, es culpable enteramente, viven en comunión con el Demonio y poca cuenta se dan.
Apreciado Arnoldo:
Efectivamente, así es.
Y por esta razón el tema lleva el nombre del Catolicismo Romano como un camino al infierno.
Por sí quizás haya algún católico entendido, que pueda discernir entre las enseñanzas de su Magisterio junto a las declaraciones de su Jefe, el argentino Bergoglio, y lo que enseñan las Sagradas Escrituras.
Por ejemplo:
Cuando leemos sobre el hecho del jefe de los demonios, tentando al Señor, uno contempla al Señor en inferioridad de condiciones.
Habiéndolo «llevado» a un monte, y habiéndole presentado aquella misteriosa visión de soberanía terrenal, «le dijo el diablo», según leemos: «A ti te daré todos estos reinos, y la gloria de ellos; porque a mí me han sido entregados, y a quien quiero los doy. Si tu postrado me adorares, todos serán tuyos».
¿Tenemos aquí meramente un arrebato de locura irresponsable o de impiedad blasfema?
Lo digo porque escrito está que «de Jehová es la tierra y su plenitud, el mundo y los que en él habitan» (Sal.24:1).
Pero cuando leemos de su triunfo en el Edén, donde, mediante el engaño, sumió a toda la descendencia de Adán bajo su dominio espiritual (Gén.3:1-6).
Desde entonces el pecado constituye la peor esclavitud en la vida del hombre.
Esto no lo quiere entender la ICAR.
Tampoco lo acepta, sino que rechaza esta realidad del ser humano.
Lo que para Dios es pecado:
Éxo 20:3 No tendrás dioses ajenos delante de mí.
Éxo 20:4 No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.
Éxo 20:5 No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación DE LOS QUE ME ABORRECEN,
Para los católicos romanistas, no lo es.
Estos aborrecedores de Dios, engañan a sus fieles y devotos pendejos, con el cuento de que solo es una inofensiva “veneración”; que es como sacar la foto de una madre muerta y darle un besito. Y el católico ingenuo, cae en esta trampa.
Satanás es un ser descarado y cínico, como lo son los católicos romanistas de este tema.
Le está diciendo al Señor, allí en el desierto, en palabras más crudas:
“Aquí, en este mundo, el que manda soy yo, y si se me postra y me adora, lo hago multimillonario”
Satanás, nunca superará su frustración, cuando en su condición de «Querubín Protector» y en base a su perfección y hermosura (Ez.28:15) y sus vestidos resplandecientes (Ez.28:13), sería nombrado el hijo de Dios, leemos:
Heb 1:5 Porque ¿a cuál de los ángeles dijo Dios jamás:
Mi Hijo eres tú,
Yo te he engendrado hoy,
Y es que toda criatura soberbia piensas de la misma manera, tenemos el caso de Amán:
Est_6:6 Entró, pues, Amán, y el rey le dijo: ¿Qué se hará al hombre cuya honra desea el rey? Y dijo Amán en su corazón:
¿A QUIEN DESEARÁ EL REY HONRAR MÁS QUE A MÍ?
Esta es la misma soberbia de los católicos del foro.
Ellos se creen que su sistema religioso es:
«La santa madre iglesia, fuera de la cual no hay salvación»
De manera que el dios de este siglo le está diciendo al Señor:
“Aquí, en este mundo, el que manda soy yo, y si se me postra y me adora, lo hago multimillonario”
¿Qué es esto?
Es la atrevida proclamación de un derecho disputado.
Judicialmente, se hizo, mediante el engaño, desde el Edén hasta nuestros días, propietario de todas las almas de la descendencia del primer Adán caído.
Rom 3:23 por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios,
Pero existe otra aterradora verdad Escritural, ningún sacrificio salvó a nadie en el AT.
Todos los santos del AT fueron encarcelados en el Hades.
Hasta Abraham estaba preso allí, como narra el Señor, en relación con el hombre que lleva más de 20 siglos, esperando que le den una gota de agua para humedecer su lengua.
¿Pero no dice Levítico 17 que la sangre haría expiación por el pecado?
Lev 17:11 Porque la vida de la carne en la sangre está, y yo os la he dado para hacer expiación sobre el altar por vuestras almas; y la misma sangre hará expiación de la persona.
Si, es verdad, pero era una purificación incompleta, el pecado seguía ahí, manchando el alma del ofrendante, no podía ser quitado por el poder de la sangre de animales, solamente lo cubría, como cuando el gato cubre sus heces.
Y este argumento fue el que usó el diablo para retener a los santos del AT en las prisiones del Hades, leemos:
Heb_10:4 porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados.
Retrocedemos un capítulo y leemos:
Heb 9:22 Y casi todo es purificado, según la ley, con sangre; y sin derramamiento de sangre no se hace remisión.
Heb 9:23 Fue, pues, necesario que las figuras de las cosas celestiales fuesen purificadas así; pero las cosas celestiales mismas, con mejores sacrificios que estos.
Y es aquí donde entra la Obra de la Redención, que hace resplandecer la Justicia de Dios.
El apóstol Juan al referirse al poder de la sangre del Señor, señala:
1Jn 1:7 pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros,
“Y LA SANGRE DE JESUCRISTO SU HIJO NOS LIMPIA DE TODO PECADO”
Satanás, en la tentación al Señor en el desierto, está reivindicando “la condición de Primogénito”:
¿A QUIEN DESEARÁ EL REY HONRAR MÁS QUE A MÍ?
El se cree el verdadero Mesía y, como tal demanda la adoración de la humanidad.
No existe ningún diablo con cola y cuernos y tridente, esos son inventos de a ICAR.
Pero, según las Sagradas Escrituras, él «se disfraza como ángel de luz», y «sus ministros se disfrazan como ministros de justicia».
¿Acaso los «ministros de justicia» corrompen la moral de las personas o las incitan a cometer ultrajes?
Y esto prepara el camino a la más amplia afirmación de que lo que él controla es la religión del mundo, no sus vicios y crímenes.
Su imponente título es el de «el dios de este mundo»; un título concedido por Dios al Maligno, y no porque el Supremo haya delegado Su soberanía, sino porque el mundo le rinde su homenaje a él y le da la espalda al Cristo de las Escrituras.
De modo que es en la esfera de la religión donde se ha de buscar la influencia del tentador; y en las enseñanzas del Magisterio de la santa madre iglesia del catolicismo romano.
El Trono del diablo aquí en la tierra es el catolicismo romano.
La mentira de la que él es el padre es la negación del Cristo de Dios, del Cristo del Calvario, del único mediador entre Dios y los hombres, de la propiciación por los pecados del mundo; del «propiciatorio» donde un pecador perdido puede encontrarse con un Dios santo y hallar el perdón y la paz.
Pero «el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del Evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios».
De ahí que los hombres se vuelvan a la iglesia, a la religión, a la moralidad, al «Sermón del Monte» —haciendo del Señor mismo un ministro de la propia justicia y soberbia de ellos—: en una palabra, se vuelven a cualquier cosa antes que a la Cruz de Cristo.
“Ha, pero es que en semana santa celebramos con procesiones y misas la muerte de Jesús”- Señala el engañado católico.
Claro que practican esta tradición, pero sacar estatuas de yeso sobre los hombros de sus fieles y pasearlas por la ciudad, porque detrás de la estatua de un hombre moribundo llevando una cruz, va la estatua de la madre de este hijo, es pecado de idolatría:
Éxo 20:4 No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.
Éxo 20:5 No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen,
Por tal motivo, está escrito:
Deu 32:6 ¿Así pagáis a Jehová, Pueblo loco e ignorante?
¿No es él tu padre que te creó? Él te hizo y te estableció.
Pero el punto principal de estas tradiciones, las cuales deshonran al Señor con su idolatría, es mostrar que el Sacrificio del Señor es digno de la lástima y tristeza de los fieles.
Es más, al pie de las estatuas del “Señor caído”, en sus templos, hay una caja metálica, con una ranura (alcancía) para que los fieles depositen allí sus limosnas. Y de esta manera, mostrar su solidaridad y padrinazgo con el crucificado.
¿Será que los católicos captan este horrible pecado?
No creo, su mente y su corazón están corrompidos.
Pero nosotros sabemos muy bien, que lo que el diablo les ha enseñado, es que el sacrificio del cristo de ellos, ES UN TRIBUTO A LA DIGNIDAD DE ELLOS, DE SU JERARQUÍA, DE SUS FIELES.
Y no como enseña la Escritura, la expresión más solemne de la JUSTICIA DE DIOS, leemos:
2Co 5:21 Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.
“PARA QUE NOSOTROS FUÉRAMOS HECHOS JUSTICIA DE DIOS EN CRISTO”
No somos justificados por la fidelidad al catolicismo romano, por cuanto esto es ser fiel al diablo, enmascarado de ángel de luz.
Ojalá que hubiese siquiera un solo católico, al que el Señor le abriera los ojos, pudiera contemplar el dolor que experimentó Dios, cuando vio a su Hijo crucificado, que si no fuera por el ruego de su propio Hijo:
“PADRE, PERDÓNALOS PORQUE NO SABEN LO QUE HACEN”
Ya estaríamos en el infierno sin posibilidad de salvación.
Pásala bien, apreciado Arnoldo, y continuemos en esta batalla contra el diablo, Jefe Supremo del catolicismo romano.
Por si quizás, algún católico se arrepienta y escape del lazo del diablo en el que está cautivo a voluntad de él.