HISTORIA DE BABILONIA (Modelo copiado por el Romanismo del Vaticano)
“Ay, ay, de la gran ciudad que estaba vestida de lino fino, de púrpura y de escarlata, y estaba adornada de oro, de piedras preciosas y de perlas”.
(Apocalipsis 18:16)
El termino Babilonia se usa en el libro del Apocalipsis, y en el argot cristiano-profético para identificar a la iglesia o conglomeración de falsos profetas y doctrinas que al igual como lo hacía la Babilonia política, pervierten, sonsacan y engañan a mucha gente, adulterando la palabra de Dios, haciendo recorte y añadiduras a su antojo, afincados en una supuesta autoridad que les ha “bajado del cielo”. Por esto en capítulo 13 del Apocalipsis se le describe al líder de Babilonia como Falso Profeta o Segunda Bestia, porque tiene apariencia de cordero y piedad, pero habla como dragón; habla con la autoridad del Dragón y promueve su falsedad y tergiversación de la palabra de Dios.
La cabeza principal de la Babilonia moderna, la que hoy engaña el mundo entero y vive en alianza con los reyes y gobernantes de la tierra, tuvo su origen por del año 321 después de Cristo, cuando el emperador Constantino y sus súbditos, después de darse Constantino cuenta que su lucha por detener la expansión y crecimiento del cristianismo y su mensaje de libertad, que impedía que la gente siguiese adorando al Cesar como un dios, e idolatrando sus líderes, sus templos, costumbres, etc. Ellos vieron que a mayor cantidad de gente que se convirtiera a Cristo, mas terreno y autoridad perdía el llamado Glorioso Imperio Romano de Occidente.
Por mandato bíblico los cristianos fieles respetan las autoridades de sus respectivos países, siempre y cuando este respecto no afecte su relación con su Creador o se manifieste en una ofensa directa o indirecta a sus leyes divinas y de amor, o al Espíritu Santo.
Constantino y toda su corte al agotar incontables recursos en contra del cristianismo, fingieron una conversión a este. Así pronto se llenó la iglesia primitiva de falsos creyentes, que no eran más que lobos rapaces disfrazados de ovejas, y que solo venían con la satánica misión de desvirtuar el hermoso mensaje de libertad y pureza del Señor Jesús. Esta gente empezó a llenar la congregación de Dios de innumerables fábulas, cábalas y creencias sin apoyo bíblico que arrastraban los hombres a tediosos ritos y prácticas que aparte de ser una carga para el feligrés, se caracterizaban por su frialdad y su poco provecho espiritual para los cristianos.
Constantino ordenó a su bibliotecario Eusebio que tradujese las Sagradas Escrituras. Esta traducción contenía errores, muchos de ellos intencionales, que hoy nos afectan.
En esta red del cazador cayeron mucha gente; pero solo aquellos que no tenían profundas raíces en la fe, porque los que advertidos por el Espíritu de estos sofismas satánicos, se dieron cuenta del rumbo que estaban tomando las cosas, se marcharon a otra parte, producto también del acose de los que patrocinaban las enseñanzas de Babilonia. De esta manera siguió cumpliéndose la palabra de Jesucristo, porque esto contribuyó a que el evangelio siguiera difundiéndose por todos los extremos de la tierra. Y como dice el libro del Apocalipsis: La mujer (la iglesia verdadera) huyó al desierto para ser sustentada por Dios por espacio de mil doscientos sesenta días proféticos, y el Dragón continuó en la persecución de su descendencia hasta el final de los tiempos (Apocalipsis 12).
Así revivió esta detestable ramera espiritual que desde sus inicios enseña y obliga a la gente a adorar y reverenciar imágenes de piedra, yeso, barro, cartón, mármol, etc. De igual manera idolatra a muertos que no han resucitado, ángeles que a Juan y Daniel, profetas del Dios vivo, se les prohibió adorar, aún teniéndolos en frente suyo; a líderes religiosos, que ponen como mediadores entre Dios y los hombres, cuando la Biblia dice que hay un solo mediador entre el Padre Celestial y la humanidad, solo Jesucristo (1 Timoteo 2:5)
“Y la mujer estaba vestida de púrpura y escarlata, y adornada de oro, de piedras preciosas y de perlas, y tenía en la mano un cáliz de oro lleno de abominaciones y de la inmundicia de su fornicación”.
(Apocalipsis 17:4)
Cuando un hombre le confiesa sus pecados y faltas a otro igual que él o busca el perdón del Señor por su intersección, automáticamente lo está poniendo como mediador entre él y Dios. Así enseña esta gente a adorar a las criaturas antes que al Creador y les dedican más oraciones y rezos a sus santos y patrones que a quien dio Su vida por ellos.
Esta apóstata, mientras predica la humildad y las supuestas soluciones sociales y ayuda al pobre, vive acumulando inmensos tesoros. Sus templos están llenos de utensilios de oro, plata y toda piedra preciosa, como la describe el Apocalipsis (Capitulo 17 y 18). Sus ministros y dirigentes visten como reyes y hasta usan batas y togas con bordados de oro y plata. Tienen la ayuda política y económica de la mayoría de los países; lo que hace que no tengan precariedad de nada, y encima de esto, le cobran al pobre y al rico por casi cada actividad que se vaya a realizar en sus templos. Donde quiera que van son escoltados, alabados y reverenciados por las respectivas autoridades de cada pueblo.
Algunos lectores se preguntaran por que si hay tantos falsos profetas y religiones, se coloca al catolicismo o Vaticano como la cabeza principal de Babilonia y a su líder como el Falso Profeta. Por eso enumeraremos a la luz de la Biblia las características principales que nos hacen creerlo así:
1. Esta sentada sobre siete montes (Apoc. 17:9) (La ciudad de Roma se encuentra situada geográficamente en medio de siete altas colinas). No hay una sola ciudad en el mundo que además de tener estas características, pertenezca a uno de los siete imperios que se citan en los capítulos 2 y 7 del libro del profeta Daniel y el capítulo 13 del Apocalipsis o revelación.
2. Esta ebria de la sangre de los mártires. (Apoc. 17:6) (Son incontables las personas que murieron a mano de la mal llamada “Santa Inquisición”, que dominaba en muchos piases en la edad media. Esta, hasta le prometía el perdón de sus pecados a quien matara o ajusticiara a algún “hereje”. Todavía en muchos templos católicos alrededor del mundo se pueden ver antiguos cuartos y salas de torturas. En muchos museos se muestran centenares utensilios de tortura usados por los inquisidores católicos en la Edad Media.
“Y la mujer que has visto es la gran ciudad que reina sobre los reyes de la tierra”. (Apocalipsis 17:18)
3. Alianza y relación con los reyes o gobernantes de la tierra (Apoc. 17:2).
4. Los gobernantes del mundo buscan alianza con ella (Apoc. 18:9)
5. Promueve la idolatría (Fornicación espiritual) (Apoc. 18:3).
6. Es la extensión de uno de los siete imperios descritos en Apocalipsis (Apoc 17:10-11). (El Imperio Romano).
7. Tiene influencia sobre muchos pueblos (Apoc. 17:1)
8. Se gloría de ser la verdad y el único camino (Apoc. 18:7).
9. Ha transformado la Palabra de Dios (Daniel 7:25).
10. En ella se refugia los peores errores y falsos profetas (Apoc. 18:2).
11. Persigue y mata a los verdaderos creyentes (Apoc. 17:6) (Ver su historia en la Edad Media)
12. Blasfema contra Dios y su pueblo (Apoc. 17:3).
13. Esta llena de riquezas (Apoc. 17:4).
14. Vive en deleites y comodidades (Apoc. 18:7).
15. Acepta y patrocina la marca de la Bestia (Apoc. 18:3; 13:15-17).
16. En ella se encuentra el Falso Profeta (Apoc. 17:3).
17. Es motivo de Asombro, admiración y reverencia de la gente (Apoc. 17:8).
“Mas honrará en su lugar al dios de las fortalezas, dios que sus padres no conocieron; lo honrará con oro y plata, con piedras preciosas y con cosas de gran precio”
(Daniel 11:38)
18. Es uno de los diez reinos de que hablan los libros de Daniel y Apocalipsis (Apoc. 17:12; Daniel 2:44; 7:24).
19. Se pondrá al servicio de la Bestia (Personaje que gobernara el mundo unificado) (Apoc. 17:12-13).
20. Tiene influencia y autoridad sobre reyes y naciones (Apoc. 17:18).
Es asombrosamente contradictoria la diferencia entre Jesús entrando a Jerusalén montado en un pobre borriquito prestado, y este líder y sus generales religiosos, supuestos vicarios de Cristo, entrando en cada país en lujosos aviones, y siendo recibidos con más honores y agasajos que cualquier presidente.
“Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz. Así que, no es extraño si también sus ministros se disfrazan como ministros de justicia....”
(2 Corintios 11:14,15)
De veinte a treinta mil soldados son puestos a su servicio y custodia en cada nación que visita su pontífice. Se hace acompañar, entre otras cosas, de cien guardas que componer su excelente cuerpo de seguridad, los cuales están preparados en todas clases de armas blancas y de fuego, conociendo también las mejores artes marciales de nuestro mundo. Tienen orden de interponer sus cuerpos para salvar a su caudillo, en caso de que fuese necesario, como lo hicieron cuando el atentado del terrorista árabe a principio de la década de los ochenta.
Durante mucho tiempo la iglesia Católica y su inquisición mantuvieron la Biblia encerrada en un idioma Latín que solo conocía los prelados, los cuales hasta celebraban sus misas de espaldas a la congregación.
“Y en ella se halló la sangre de los profetas y de los santos, y de todos los que han sido muertos en la tierra”.
(Apocalipsis 18:24)
Con la gran cantidad de dinero reunido en la edad media, con la venta de las bulas papales para el perdón de los pecados (Indulgencias), se reunió moneda suficiente y sobrante para construir la suntuosa basílica de San Pedro, que esta llena de riquezas por dentro y por fuera, e incontables templos y lugares “sagrados”, con miles de objetos preciosos y de incalculable valor en su interior.
Hoy este movimiento anticristiano o falso profeta, como le llama la profecía, ha hecho que millones y millones de personas pongan su atención y fe en la colocación que se ha hecho de María como la reina del cielo y la madre de Dios. A “María” se le adora hoy más que al mismo Dios. La mayoría de las oraciones, rezos, cultos y votos de los miembros de Babilonia y de quienes la siguen inocentemente, van dedicados a “María” y a sus miles de santos y patrones.
En Jeremías 7:18-19 nos habla la Santa Escritura de la reprensión de Dios al pueblo de Israel, por su adoración a la reina del cielo; sin embargo hoy a esta practicas paganas y a esta diosa sólo se le ha cambiado el nombre y algunos ritos, pero sigue siendo la misma ofensa ante Dios, la ofensa de adorar a las criaturas antes que su Creador y quebrantar este mandato milenario.
“Os expulsarán de las sinagogas; y aún viene hora cuando cualquiera que os mate, pensará que rinde servicio a Dios”.
(Juan 16:2)
Jesús, Pablo y los demás apóstoles dijeron que el mismo Satanás se disfrazaría como ángel de luz para engañar y pervertir a los que se pierden; también dijeron que si el mismo Demonio actúa así, no es de sorprendernos si también sus súbditos se disfrazan como profetas y siervos de Cristo. El Maestro dijo que “en aquel día muchos le dirán que sanaban a la gente y en su nombre echaban fuera los demonios”, pero al Jesús condenarlos podemos darnos cuenta que no era ni es con el poder divino que ellos actúan.
Es cierto que muchos son curados por estos falsos profetas; también es verdad que se obran milagros, prodigios y se habla en lenguas extrañas, pero el ejercicio de poderes sobrenaturales no es una fehaciente garantía de que eso sea divino, porque también los ángeles caídos usan los poderes con que fueron creados; por esto en estos casos la cura es peor que la enfermedad, porque la condición del curado o quien usa estos poderes es seguir patrocinando doctrinas anti-bíblicas, adorando ídolos y hombres, y continuar atribulando a los verdaderos creyentes, que se opongan a ellos, los cuales son ultrajados y son objeto de muchas formas de persecución cuando no aceptan este terrible y negro sistema o poder espiritual.
A menudo se difunde por los medios de comunicación las supuestas apariciones de “La Virgen María”. Estas apariciones no son más que ángeles caídos disfrazados de piedad; y prueba de esto es que en cada aparición lo que más se promueve es la idolatría, la adoración de imágenes y muertos, lo cual es una abierta oposición a las sagradas doctrinas del Maestro Jesucristo.
Ríos de gente se desbordan en busca de “Dios” y de cura para sus muchos males y enfermedades. Parece que ya el Espíritu no llena la tierra como siempre lo ha hecho y El Señor no atiende las solitarias oraciones del creyente sincero.
María sólo fue la madre del Jesús humano. El Jesús Divino existía mucho antes de ella nacer y desde siempre con el Padre y El Espíritu. Si se coloca a María como la madre de Dios, entonces automáticamente se le hace una diosa. En la Biblia no se registra la resurrección de María. Esta doctrina solo circula en las tradiciones y mitos de esta apóstata. Lo que la Escritura dice sobre esto es que “ los muertos nada saben”, que “su amor y su odio perecen junto con la muerte del cuerpo físico (Eclesiastés 9). En ese momento el alma es llevada por el Espíritu al Seol, el lugar donde Dios guarda todas las almas hasta la resurrección.
No obstante, en la resurrección María será de los primeros que se levanten para vivir eternamente. Ella recibirá muchos honores y halagos de parte de Jesús, su Creador, de los ángeles y de sus hermanos que compartirán con ella por toda la eternidad lo que Dios hizo por todos.
Si en verdad los llamados marianos quisieran seguir el ejemplo de María, harían como ella hizo en las bodas de Caná y muchos otros capítulos de su historia. Ella le decía a la gente “Haced lo que Él (Jesús) les diga”; y lo que el Maestro dice y dijo es lo mismo que se repite en toda la Sagrada Escritura, que no adoremos nada que no sea el mismo Dios, por encumbrado que este cualquier personaje, divino o profano.
Las Biblias de la mayoría de estos llamados cristianos se consumen en el polvo y el descuido, porque no las leen y solo siguen a ojos ciegos las pautas que le trazan sus líderes, sin tomarse un minuto para analizar cada doctrina y probar los espíritus, como escribió Pablo. Los pocos que la leen, lo hacen pre-programados con la perdida interpretación de sus falsos maestros o lideres espirituales.
No se como pueden decir todos los miembros del catolicismo que su religión es la verdadera y que fue la que Cristo dejó en la dirección del apóstol Pedro, cuando desde sus inicios ha ido acumulando tesoros y emborrachándose de la sangre de tantos centenares de miles de verdaderos cristianos y personas que solo querían la libertad para ejercer su fe en Jesús de una manera diferente a la de ellos; esta iglesia que durante tanto tiempo mantuvo las Sagradas Escrituras en un Latín que solo conocían sus propios sacerdotes y ministros, que además dejó la ciencia paralizada en las riendas y oscuridad de su negra inquisición.
Aun en los casos en que ellos ajusticiaban a criminales y ladrones, estaban tomando en sus manos la decisión y el juicio que solo a Dios pertenece. Lo correcto es encarcelar a los criminales, pero a tomar la vida del ser humano solo su Creador tiene derecho, y por esto le dio al hombre el sagrado y justo mandato del no mataras.
Toda la historia de este basto grupo se caracteriza por el absolutismo y la arbitrariedad de hacerle la vida imposible, opacar y tratar de falsear a todos los que estén fuera de ella.
Esta negra congregación siempre exige y obtiene el apoyo político y social de casi todos los lugares en donde está diseminada. La mayoría de los países tienen que construirle templos, regalarle vehículos a sus ministros y prestarle atención a cualquiera de sus reclamos para que le vaya bien y tengan posibilidades de volver a ser elegidos o permanecer en el poder. Es casi imposible que en los países donde la cabeza principal de Babilonia tiene pleno dominio, llegue a presidente alguien que no sea de sus negras filas.
A pesar de que después de la reforma protestante de la edad media muchos se alejaron de este negro sistema, los errores continuaron a todos los niveles; porque empezaron a surgir iglesias y denominaciones que al principio eran puras en su mayor parte, en sus doctrinas e ideales; pero después de la primera y segunda generación de sus miembros, empezaban a entrar a ellas lobos rapaces que adulteraban sus convicciones; insertaban falsas doctrinas, introducían antiguas leyes mosaicas, desviaban sus metas y aprovechaban cada ocasión para sacar provecho de la Palabra de Dios. Así se convertían estas denominaciones que empezaron protestando contra Babilonia, en ciertas ramificaciones o hijas de ella, por el fin que perseguían, por sus contradicciones bíblicas entre sus mismas doctrinas; eran y son verdaderas sinagogas de Satanás y ahora solo han venido a hacer casi perfecta la red del astuto cazador de las almas.
Hoy entre estos grupos, que supuestamente nacieron para no seguir, sino corregir los errores de la iglesia romana, se fomenta la división y separación física, moral y espiritual de los creyentes de otras religiones; y aunque predican la unidad en Cristo, el muro doctrinal que separa unas de otras hace que sus feligreses ocupen la mayor parte de su tiempo en continuas polémicas e indiferencia con sus hermanos, lo que vienen a provocar que se alejen cada día más y más entre ellas.
Muchas recogen el diezmo y cuantiosas ofrendas, que en ves de repartirlos en los de más necesidad, como lo hacía la iglesia apostólica, los destinan a la manutención de un pequeño círculo de ministros con buenos carros y casas, y a la propagación de sus doctrinas café con leche.
Hoy también se puede notar en los centenares de iglesias protestantes, la frialdad, la falta de Carisma, júbilo y poder que es lo que siempre ha identificado la iglesia verdadera. Estas viven en la más completa tranquilidad; gozando de beneplácitas uniones con la apóstata sociedad de hoy, mezcladas hasta en partidos e ideologías políticas y seculares que nunca han sido la típica situación del sufrido pueblo de Dios, que aunque con la paz del Señor en sus corazones les fue profetizados tribulación, aflicción, angustia y el quebrantamiento por el poder de la Bestia y Babilonia.
Estamos ya en los albores del nuevo mundo perfecto de Dios. El Espíritu está trabajando en los corazones de todo los creyentes en el mundo entero. Ya se están consumando las últimas profecías que faltan por cumplirse. Nuestra sociedad tiene todas las características profetizadas por Pablo y los profetas sobre el carácter de la gente para los últimos días. El Maestro nos hace un llamado a través del Apocalipsis a que salgamos de entre Babilonia y de todas sus hijas y ramificaciones, y se nos amonesta de la siguiente manera: “Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis parte de sus plagas”. El mensaje de Apocalipsis 14 (ver capítulos 13, 17 y 18) para el cristiano del comienzo del fin es un mensaje apremiante y de corto plazo.
En las profecías tenemos visiones detalladas sobre los diferentes castigos y juicios que caerán sobre la ramera espiritual y a todos sus seguidores; por su cobardía, su incredulidad, por el acose físico, moral y espiritual que se les hacen a quienes no siguen sus pervertidos caminos. Jesús dijo “que quien no estaba con Él, en su contra estaba”, “él que no recogía con Él, desparramaba”, “que solo se puede servir a Dios o a las tinieblas”. En toda la Escritura no se habla de una posición neutral o intermedia entre el bien y el mal que asegure la salvación o libere de los futuros juicios y castigos.
La mayoría de la gente hoy prefiere la vida vana de una religión o vida social en comodidad y en placeres, también los lujos, adoraciones a sus gustos y encajes; prácticas espirituales malsanas, sacrificios innecesarios, votos y promesas severas y poco efectivas, halagar los gobernantes e idolatrar sus líderes políticos y religiosos, etc.
“Y la adoraron todos los moradores de la tierra, cuyos nombres no están inscritos en libro del Cordero que fue inmolado desde el principio del mundo”.
(Apocalipsis 13:8)
Aunque aquí se ha hecho énfasis en la cabeza principal de Babilonia, es bueno puntualizar que el poder y la cobertura de esta sobre la tierra es mucho más amplio y aterrante; porque esta lleva su veneno a través de todos los medios posibles, en toda cultura, religión, educación, clubes, negocios, gobiernos, etc. Como dice el Apocalipsis, Babilonia tiene dominio en toda la tierra y consigue el apoyo de todos los reyes y príncipes de este mundo.
Cuando se escribieron las Sagradas Escrituras, el Espíritu sabía que la mayoría que la gente no haría caso de sus llamados, que elegirían caminos de acuerdo a sus negros intereses y harían que las religiones fueran solo como clubes donde van sus miembros a calentar sus propios intereses. Pero El se conforta con la manada pequeña, el atribulado Israel Espiritual que triunfa sobre la Bestia, el Dragón y el Falso Profeta con su Babilonia; se conforta con que este lo siga y ame su paz y justicia. Este muy pequeño pueblo, en comparación con la inmensa población mundial es bastante pequeño, pero heredará los cielos y la tierra nueva y se convertirá en el pueblo que estará en el reinado justo y eterno del Mesías.
El Santo Espíritu está preparando su pueblo en su camino a la santidad y la perfección en la fe y la voluntad divina para poder recibir sin tacha y temor la gloriosa venida del Salvador de este mundo y ser todos escritos en libro de la vida del Cordero de Dios para nunca ser borrados de allí.
“Salid de ella, pueblo mío”
Mas claro no se puede.