EL CATOLICISMO ROMANO: UN CAMINO HACIA EL INFIERNO.

La puerta del exclusivismo no es una puerta estrecha, como quizá piensas. Es una puerta ancha.
Si la puerta del exclusivismo fuera ancha (y no estrecha) entonces ya no sería exclusivismo, sino inclusivismo y universalismo.

De todos modos, la Biblia deja claro que la puerta hacia la Salvación es estrecha:

"Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan." (Mateo 7:13-14)

Con respecto a todo lo demás, te digo que no te confundas ni te compliques. El catolicismo romano es un camino ancho hacia el Infierno y punto.

Bendiciones.

Robespengler
 
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Una de las causas por la que Jesús fue condenado se presenta en el primer encuentro de Jesús y los escribas registrado en todos los Evangelios sinópticos, cuando Jesús perdona los pecados de un paralítico en Cafarnaúm y luego lo cura:

Al ver la fe de ellos, Jesús le dijo al paralítico: «Hijo, tus pecados quedan perdonados». Algunos de los escribas, sentados allí, se preguntaban en su corazón: «¿Por qué habla así este hombre? Está blasfemando. ¿Quién puede perdonar los pecados sino sólo Dios?» (Mc 2,5-7; también Mt 9,2-3 y Lc 5,20-21).

¿Quién puede perdonar los pecados sino sólo Dios?​

Del mismo modo que los judíos, así creen @Tely y @Natanael1

Usted dice:​

...Del mismo modo que los judíos, así creen......​

Si. Jesus era Judio.
Lo creemos así porque eso ENSEÑA su palabra:

Si confesamos nuestros pecados, Él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad​

1 uan 1:9

Ya le mostré otros textos, hay muchos. NO podemos ser ciegos a la verdad.
 
En conclusión, le pides demasiado a Robespencler
Yo no te pido mucho. Yo sólo te pido que renuncies a tu religión pagana, idólatra y anticristiana y que aceptes a Jesús como tu Señor y Salvador.

¿Lo harás?

En el fondo sabes que tengo razón. Sé que ya no estás tan seguro de tu religión y sus doctrinas, pero el orgullo te impide admitir la verdad.

Ven a Cristo antes de que sea demasiado tarde para ti.


 
Hace una semana murió una persona católica romana que yo conocía (no era pariente ni amigo mío) y se fue a una eternidad sin Cristo. Sus fans le hicieron un funeral digno de un Faraón egipcio pero como dice la Biblia, de nada le sirve a un hombre ganar el mundo si pierde su alma.
 
Te falta aún descubrir, amigo, que tu cristo no es digno de ti. Es moral e intelectualmente inferior a ti mismo.
El Cristo que te ama es Poderoso, no impotente. Sabio, no tonto. Confiable, no caprichoso.
EL Cristo que te ama, Robespengler, es el mismo que orando a su Padre imploró por los guardas romanos "Perdónalos, porque no saben lo que hacen".
El Cristo que te ama es Aquel nos mostró a un Padre que "ve en lo secreto" y que por eso puede recompensarnos.

La puerta del exclusivismo no es una puerta estrecha, como quizá piensas. Es una puerta ancha. Es fácil sentirse exclusivo y excluyente. Lo han practicado los hombres a través de toda la historia. La puerta verdaderamente estrecha, la que pocos se atreven a cruzar, es la de abrazar al otro.
Usted y su filosofía del mundo! Nuevamente le digo : No sea piedra de tropiezo para los demás.

El Cristo que usted predica ACEPTA el Ecumenismo, el Cristo VERDADERO NO LO ACEPTA!!! EL CRISTO VERDADERO LE DIJO LA VERDAD EN SU CARA A LIS FARISEOS, NO SE EQUIVOQUE!!


Mas ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres; pues ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que están entrando. 14 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque devoráis las casas de las viudas, y como pretexto hacéis largas oraciones; por esto recibiréis mayor condenación. 15 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque recorréis mar y tierra para hacer un prosélito, y una vez hecho, le hacéis DOS VECES más HIJO DEL INFIERNO que vosotros.!!!! ...

(SEGUIR A HIPOCRITAS TIENE CASTIGO)


Mateo 23 ( y el capitulo continua Jesús reprendiendo y llamandoles VIBORAS!!)
 
LA JUSTIFICACIÓN POR OBRAS, OTRO ERROR DEL CATOLICISMO ROMANO

LA TENTACIÓN DEL CURA SERGIO "VENCIDA" POR MEDIO DE LA MUTILACIÓN
Mateo 5:27-30

ILUSTRACIÓN

—Óigame, ayúdeme. No sé lo que me pasa. ¡Ay, Ay!
—Se desabrochó el vestido, dejando los senos al aire, y extendió los brazos desnudos hasta los codos
—. ¡Ay, ay!

El cura Sergio permanecía en su cuartucho rezando.

Acabadas las oraciones vespertinas, se quedó de pie, inmóvil, fija la mirada en la punta de la nariz, componiendo una prudente oración y repitiendo con toda el alma:
«Señor mío Jesucristo. Hijo de Dios, ten compasión de mí».
Pero lo oía todo.
Oyó el roce de la seda cuando ella se quitó el vestido, oyó las pisadas de los desnudos pies por el suelo, la oyó frotarse las piernas.
Se sintió débil y comprendió que podía caer en cualquier momento.
Por esto no dejaba de rezar.
Experimentaba algo semejante a lo que debía experimentar el héroe legendario obligado a caminar sin volver los ojos a su alrededor.
Sergio notaba, sentía que el peligro y perdición estaban ahí, encima, en torno, y que solo podía salvarse si no contemplaba a aquella mujer ni un instante.
Pero de pronto se apoderó de él el deseo de verla.
En aquel mismo momento dijo ella:
—Escúcheme, esto es inhumano. Puedo morirme.
«Sí, iré, como aquel otro cura, que puso una mano sobre la mujer del pecado y la otra sobre una parrilla al rojo vivo. Pero no tengo parrilla».
Miró a su alrededor.
Vio el candil.
Puso el dedo en la llama y frunció el ceño, dispuesto a resistir.
Por unos momentos le pareció que no sentía ningún dolor, pero de repente, sin tener aún conciencia de sí lo que sentía era dolor y cuál era su intensidad, hizo una mueca y retiró la mano sacudiéndola
«No, no lo resisto».
Mientras la “tentación” reclamaba su atención en alta voz:
—¡Por Dios! ¡Oh, socórrame! ¡Me muero, oh! «¿Debo, pues, condenarme? No puede ser».
—Ahora la atenderé —dijo, y abrió la puerta de su cuartucho, pasó por delante de ella sin mirarla, entró en el pequeño zaguán donde cortaba la leña y buscó a tientas el tajo sobre el que hacía las astillas y el hacha que tenía apoyada al muro.
—Ahora mismo —repitió, y agarrando el hacha con la mano derecha puso un dedo de la izquierda sobre el tajo, levantó la herramienta y de un golpe se lo cortó, más abajo de la segunda articulación.
El trozo de dedo cortado saltó más fácilmente que las astillas del mismo grosor, rodó por el tajo y cayó al suelo produciendo un sordo ruido.
El cura Sergio oyó este ruido antes de percibir el dolor.
Pero no había tenido tiempo aún de sorprenderse de que no le doliera, cuando sintió como una mordedura intensísima y notó que por el dedo cercenado le salía la tibia sangre.
Envolvió rápidamente el dedo herido con el borde de su hábito y, apretándolo a la cadera, volvió sobre sus pasos.
Se detuvo ante la mujer, y bajando la vista preguntó quedamente:
—¿Qué quiere usted?
Al ver aquel pálido rostro, con un leve temblor en la mejilla izquierda, la mujer se sintió de pronto avergonzada.
Saltó del camastro, agarró el abrigo y se lo echó encima, envolviéndose en él.
—Me sentía mal… me he resfriado… yo… Padre Sergio… yo…
El cura Sergio levantó los ojos, que le brillaban con dulce y alborozado resplandor, y dijo:
—Dulce hermana, ¿Por qué has querido perder tu alma inmortal?
Las tentaciones son propias del mundo, pero ¡ay de aquel que las provoca!… Reza para que Dios te perdone.
Ella le escuchó y se le quedó mirando.
De pronto notó el ruido de un líquido que caía gota a gota.
Se fijó y vio que la sangre fluía de la mano del cura Sergio y bajaba por un costado de sus hábitos.
—¿Qué se ha hecho en la mano?
Recordó el ruido que acababa de oír, tomó el candil y penetró en el zaguán.
En el suelo vio el dedo ensangrentado.
Más pálida todavía que él, volvió a la reducida estancia y quiso decirle algo; pero el cura Sergio entró silenciosamente en el cuartucho del fondo y cerró la puerta.
—Perdóneme —dijo la mujer—. ¿Cómo podré alcanzar el perdón de mi pecado?
—Vete.
—Déjeme que le vende la herida.
—Vete de aquí.
Se vistió apresuradamente, sin decir palabra.
Arrebujada en su abrigo, se sentó esperando la llegada de sus amigos.
A lo lejos se oyeron unos cascabeles.
—Padre Sergio, perdóneme.
—Vete. Te perdonará Dios.
—Padre Sergio, cambiaré de vida. No me abandone.
—Vete.
—Perdóneme y concédame su bendición.
—En nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo —se le oyó al otro lado del tabique—. Vete.
La mujer prorrumpió en sollozos y salió de la casa del cura Sergio.
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CONCLUSIÓN

Mat 5:27 Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio.
Mat 5:28 Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón.

La ley establecía la pena de muerte para quién cometiera adulterio:

Lev 20:10 Si un hombre cometiere adulterio con la mujer de su prójimo, el adúltero y la adúltera indefectiblemente serán muertos.
Deu 22:22 Si fuere sorprendido alguno acostado con una mujer casada con marido, ambos morirán, el hombre que se acostó con la mujer, y la mujer también; así quitarás el mal de Israel.
Deu 22:23 Si hubiere una muchacha virgen desposada con alguno, y alguno la hallare en la ciudad, y se acostare con ella;
Deu 22:24 entonces los sacaréis a ambos a la puerta de la ciudad, y los apedrearéis, y morirán; la joven porque no dio voces en la ciudad, y el hombre porque humilló a la mujer de su prójimo; así quitarás el mal de en medio de ti.

Bajo este sistema jurídico, solo la ofensa consumada debía ser castigada, a pesar de que el décimo mandamiento prohibía la codicia de la esposa del prójimo (así como de todas sus posesiones. Éxodo 20:17).

Estando ya presente Cristo, el Legislador (Gén.49:10), hizo público el fruto de la lujuria, la codicia, hasta dentro de la conciencia del judío, leemos:

"Pero yo os digo… ya adulteró con ella en el corazón"

En este sentido, la pornografía de hoy en día, como un acto deliberado y a escondidas, posee el mismo peso del adulterio consumado.

Los judíos tropezaron en Cristo por su externalismo religioso, pues pensaban que la mera observancia externa de la ley era la forma de ser justificados ante Dios.

¿Hizo lo correcto el cura Sergio de la ilustración al cortarse un dedo?

Estas palabras del Señor:

Mat 5:29 Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno.
Mat 5:30 Y si tu mano derecha te es ocasión de caer, córtala, y échala de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno.

No significan que el Señor está llamando a la auto-mutilación o al ascetismo en estas palabras.

El Creador nunca exigirá que Su criatura se mutile el cuerpo que ha recibido de Sí mismo y que en Cristo debe ser Templo del Espíritu Santo (1Co 6:19).

No debemos introducir fuego extraño a este Templo, los apetitos de la carne lo son.

Incluso si alguien se arrancara ambos ojos, la lujuria aún permanecería en su corazón.

Esto mismo le ocurrió al cura Sergio, a pesar de haberse mutilado, la inclinación al mal permanece.

Más bien, el Señor aquí extiende la enseñanza a la cuestión del autoexamen, de la prueba, si estamos verdaderamente en la fe; andando como es digno del Señor.

Y sí asociamos el auto examen de la Cena del Señor:

1Co_11:28 Por tanto, pruébese cada uno a sí mismo, y coma así del pan, y beba de la copa.

Este solemne memorial nos invita a procurar, durante la semana, a prepararnos espiritualmente para este precioso momento y así, evitar participar indignamente de los símbolos.

De modo que respecto a esta pregunta:

¿Hizo lo correcto el cura Sergio de la ilustración al cortarse un dedo?

Lo que hizo el cura Sergio, es una “justificación” por obras, donde se desconoce por completo, que quién nos justifica es Cristo (2Cor.5:21), quién nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos.

Que el Señor prospere su Palabra.

mutilación.jpg
 
A esto se refiere
Mateo 18:18 En verdad os digo: todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo.

Cuando no perdonamos esa falta queda atada en el cielo para ese pecador
Si le perdonamos, ese pecado quedará desatado en el cielo
Está reflexión del texto Mateo 18:18 también yo lo creo así. Esa enseñanza de Jesús como usted habrá visto al inicio del capitulo, es PARA TODOS los discípulos.
 
Está reflexión del texto Mateo 18:18 también yo lo creo así. Esa enseñanza de Jesús como usted habrá visto al inicio del capitulo, es PARA TODOS los discípulos.
Para toda la iglesia
y es uno de los fundamentos del "sacramento de la reconciliación" católica
 
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Usar este pasaje para dar autoridad apostólica al creyente que no es apóstol:

Mat 18:18 De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; y todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo.

¿ATAR Y DESATAR?

Es resucitar un período apostólico que finalizó con la muerte del último de ellos.
 
Cual es el texto o enseñanza en el Nuevo Testamento para tener un sacerdote que diga tus pecados son perdonados en nombre de Dios?

22 Después de decir esto, sopló sobre ellos y les dijo*: Recibid el Espíritu Santo. 23 A quienes perdonéis los pecados, estos les son[a] perdonados; a quienes retengáis los pecados, estos les son[b] retenidos. (Jn 20:23)
 
El Cristo que usted predica ACEPTA el Ecumenismo, el Cristo VERDADERO NO LO ACEPTA!!! !)
¿Qué es el ecumenismo?
Le sugiero investigue al respecto y me de la definición que encuentre, para sobre eso poder conversar si usted gusta.
 
Cual es el texto o enseñanza en el Nuevo Testamento para tener un sacerdote que diga tus pecados son perdonados en nombre de Dios?
22 Después de decir esto, sopló sobre ellos y les dijo*: Recibid el Espíritu Santo. 23 A quienes perdonéis los pecados, estos les son[a] perdonados; a quienes retengáis los pecados, estos les son[b] retenidos. (Jn 20:23)
 
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22 Después de decir esto, sopló sobre ellos y les dijo*: Recibid el Espíritu Santo. 23 A quienes perdonéis los pecados, estos les son[a] perdonados; a quienes retengáis los pecados, estos les son[b] retenidos. (Jn 20:23)

ESTE ES EL CONTEXTO INMEDIATO

Jua 20:19 Cuando llegó la noche de aquel mismo día, el primero de la semana, estando las puertas cerradas en el lugar donde los discípulos estaban reunidos por miedo de los judíos, vino Jesús, y puesto en medio, les dijo: Paz a vosotros..
Jua 20:20 Y cuando les hubo dicho esto, les mostró las manos y el costado. Y los discípulos se regocijaron viendo al Señor.
Jua 20:21 Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío.
Jua 20:22 Y habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo.
Jua 20:23 A quienes remitiereis los pecados, les son remitidos; y a quienes se los retuviereis, les son retenidos.

Aquí contemplamos a una compañía de hombres, facultados por Cristo mismo, para perdonar pecados.

Notemos dos cosas que caracterizan a estos hombres:

1. Se hallan históricamente, bajo una Redención cumplida en el Altar de la Cruz.
2. Poseen el Espíritu Santo dado por Cristo mismo antes del establecimiento de la Iglesia Universal en el día de Pentecostés, Y NO ANTES.

No podemos hablar de la Iglesia de Cristo, sin el Espíritu Santo morando en Ella.

Esta facultad apostólica fue temporal, y en la revelación progresiva hallamos este perdón vinculado a la disciplina de la Iglesia en casos de restauración cuando el creyente que ha pecado, ha sido expulsado y luego, con base en su arrepentimiento, restituido a la comunión de la asamblea, como podemos contemplar en Corinto, leemos:

2Co 2:7 así que, al contrario, vosotros más bien debéis perdonarle y consolarle, para que no sea consumido de demasiada tristeza.
2Co 2:8 Por lo cual os ruego que confirméis el amor para con él.

No contemplamos a ningún sacerdote, individualmente, parapetado detrás de un confesionario, perdonando pecados.

Esto claramente nada tiene que ver con el perdón de pecados en Hebreos 10, leemos:

Heb 10:4 porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados.
Heb 10:12, pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios,

CONCLUSIÓN

Una cosa es la restauración de una oveja descarriada al rebaño de la Iglesia, y otra muy distinta el perdón de los pecados oficiada por Cristo, para salvación del alma.
 
ESTE ES EL CONTEXTO INMEDIATO

Jua 20:19 Cuando llegó la noche de aquel mismo día, el primero de la semana, estando las puertas cerradas en el lugar donde los discípulos estaban reunidos por miedo de los judíos, vino Jesús, y puesto en medio, les dijo: Paz a vosotros..
Jua 20:20 Y cuando les hubo dicho esto, les mostró las manos y el costado. Y los discípulos se regocijaron viendo al Señor.
Jua 20:21 Entonces Jesús les dijo otra vez: Paz a vosotros. Como me envió el Padre, así también yo os envío.
Jua 20:22 Y habiendo dicho esto, sopló, y les dijo: Recibid el Espíritu Santo.
Jua 20:23 A quienes remitiereis los pecados, les son remitidos; y a quienes se los retuviereis, les son retenidos.

Aquí contemplamos a una compañía de hombres, facultados por Cristo mismo, para perdonar pecados.

Notemos dos cosas que caracterizan a estos hombres:

1. Se hallan históricamente, bajo una Redención cumplida en el Altar de la Cruz.
2. Poseen el Espíritu Santo dado por Cristo mismo antes del establecimiento de la Iglesia Universal en el día de Pentecostés, Y NO ANTES.

No podemos hablar de la Iglesia de Cristo, sin el Espíritu Santo morando en Ella.

Esta facultad apostólica fue temporal, y en la revelación progresiva hallamos este perdón vinculado a la disciplina de la Iglesia en casos de restauración cuando el creyente que ha pecado, ha sido expulsado y luego, con base en su arrepentimiento, restituido a la comunión de la asamblea, como podemos contemplar en Corinto, leemos:

2Co 2:7 así que, al contrario, vosotros más bien debéis perdonarle y consolarle, para que no sea consumido de demasiada tristeza.
2Co 2:8 Por lo cual os ruego que confirméis el amor para con él.

No contemplamos a ningún sacerdote, individualmente, parapetado detrás de un confesionario, perdonando pecados.

Esto claramente nada tiene que ver con el perdón de pecados en Hebreos 10, leemos:

Heb 10:4 porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados.
Heb 10:12, pero Cristo, habiendo ofrecido una vez para siempre un solo sacrificio por los pecados, se ha sentado a la diestra de Dios,

CONCLUSIÓN

Una cosa es la restauración de una oveja descarriada al rebaño de la Iglesia, y otra muy distinta el perdón de los pecados oficiada por Cristo, para salvación del alma.
El contexto es claro: solo los 12 apóstoles tenían la potestad de perdonar o retener pecados AJENOS, una autoridad dada por el Espíritu Santo.

Los demás pueden perdonar los pecados cometidos contra ellos solamente.
 
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El contexto es claro: solo los 12 apóstoles tenían la potestad de perdonar o retener pecados AJENOS, una autoridad dada por el Espíritu Santo.

Los demás pueden perdonar los pecados cometidos contra ellos solamente.

Correcto.

Comience entonces, por corregir a los curas de su Parroquia, para que dejen de estar perdonando pecados a sus feligreses, que no le quiten ese oficio a Cristo.
 
El sacerdote recibe la unción del Espíritu Santo para hacer eso mismo, con la autoridad de la Iglesia fundada hace 2000 años.

Ajá, ¿crees que el Espíritu Santo va a morar en sacerdotes que luego de rezar el santo rosario, y con su camándula en la mano se meten a un confesionario?

Ese no es el Espíritu Santo, no seas iluso.
 
17 En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio; pues como él es, así somos nosotros en este mundo.

12 De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre.
 
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17 En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio; pues como él es, así somos nosotros en este mundo.

12 De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre.
No le des más vueltas al asunto. El catolicismo romano es un camino hacia el Infierno y punto.
 
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