Benedicto XVI no apoya la idea del Papa Francisco y sostiene que el matrimonio gay no es correcto
17 Sep, 2021
A pesar de los comentarios contraproducentes y polémicos del
Papa Francisco, su antecesor,
Benedicto XVI, ha recalcado una vez más su opinión sobre las uniones homosexuales, catalogándolas como antinaturales y fuera de los estatutos de lo moralmente correcto.
El Papa Francisco junto al papa emérito Benedicto XVI (Imagen: El País)
ÚNETE A NUESTRO GRUPO DE Telegram. Ofrecemos lo más relevante en noticias e imágenes cristianas
El papa emérito
Benedicto XVI recientemente afirmó que el matrimonio homosexual es una
«deformación de la conciencia», lamentando también el hecho de que la ideología LGBTQ ha penetrado la iglesia católica, dañando la mente de muchos.
«Con la legalización del matrimonio del mismo sexo en 16 países europeos, el asunto del matrimonio y la familia ha tomado una nueva dimensión que no puede ignorarse», especificó el religioso en su libro
La verdadera Europa: Identidad y misión.
Esta no es la primera vez que el líder católico hace un comentario de este tipo, pues en mayo del año pasado, durante una entrevista para su biografía, definió el matrimonio entre personas del mismo sexo como
«el credo del anticristo».
Enlaces Patrocinados
Además, aseguró que quienes no aceptan esta perspectiva tienden a ser excluidos de la sociedad.
«Hace cien años a todo el mundo le hubiera parecido absurdo hablar de matrimonio homosexual. Hoy todo el que se oponga a él queda excomulgado socialmente», dijo en ese momento.
Para confirmar sus bases,
Benedicto señaló que uno de los beneficios que ofrece el matrimonio es el poder concebir y dar vida, algo establecido desde la creación y que las uniones gay nunca podrán lograr.
Los comentarios del papa emérito ciertamente han conmocionado a muchos, no solo por mantener la perspectiva bíblica y conservadora que corresponde a la fe y la iglesia, sino también por contradecir, en cierta manera, las palabras del
Papa Francisco.
El principal líder de la iglesia católica actual en reiteradas ocasiones ha mostrado cierto apoyo a las comunidades LGBTQ, llegando a respaldar sus uniones.
Hace poco, durante su viaje de regreso de
Eslovaquia a
Roma, dijo que las personas homosexuales tienen el derecho de recibir ayuda y hasta permiso para unirse por parte de los organismos políticos, pero que no esperen recibir algo que la iglesia no puede darles.
Sus comentarios heterodoxos le han costado su reputación, pues para muchos, no se apega a las enseñanzas de la iglesia como debería hacerlo o como lo han hecho los anteriores papas, pero con frecuencia explica sus puntos para que sus palabras «no sean sacadas de contexto».