El cambio de sexo no es un pecado para los episcopales
Nota relacionada: Verona se someterá al cambio de sexo
La Iglesia no condena que una persona viva feliz de acuerdo a su realidad sicosexual
Por Marga Parés Arroyo / [email protected]
Toda persona que se someta a una operación de cambio de género deberá estar consciente del paso que toma, uno irreversible, así como de poder aceptar las críticas que puedan surgir a raíz de su decisión, especialmente en una sociedad conservadora como la de Puerto Rico.
Así opinó el doctor Carlos Rivera Lluveras, psicólogo clínico, quien recalcó que la labor de todos los sicólogos consultados en casos como estos no es “juzgar” ni “criticar” sino verificar el estado anímico, disposición y seguridad de la persona ante el cambio físico buscado.
“La persona tiene que estar consciente del impacto que ese cambio va a tener en su vida personal, emocional y social”, dijo Rivera Lluveras.
Recalcó que el rol de los sicólogos en estos casos no es “hacer sentir que la persona está mal” sino “entender que esa persona tiene otros intereses y gustos”.
“No es cuestionar sus razones ni decirle que no lo haga, porque cada ser humano tiene su derecho, pero buscar qué le motiva hacerlo y cómo podría impactarlo luego”, dijo.
Por su parte, el Obispo David Álvarez, de la Iglesia Episcopal, comentó que esta denominación religiosa no condena ni critica a las personas que se someten a cambios de sexo.
“Hay personas que descubren, no deciden, que su orientación sicosexual no es la del sexo biológico con que nacieron”, dijo el religioso.
Álvarez coincidió en la importancia de que, antes de someterse a un paso como este, la persona sea rigurosamente evaluada emocionalmente.
“Después que se sometan a estas pruebas, encontramos que no hay nada dañino ni pecaminoso que una persona descubra su realidad sicosexual y emocional y lleve una vida lo más feliz y normal posible después de pasar por este proceso (cambio de sexo) con respeto y consciencia”, sostuvo Álvarez.
No fue posible conseguir una reacción de la Iglesia Católica ni de otras denominaciones religiosas consultadas sobre este tema.
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Por Marga Parés Arroyo / [email protected]
Toda persona que se someta a una operación de cambio de género deberá estar consciente del paso que toma, uno irreversible, así como de poder aceptar las críticas que puedan surgir a raíz de su decisión, especialmente en una sociedad conservadora como la de Puerto Rico.
Así opinó el doctor Carlos Rivera Lluveras, psicólogo clínico, quien recalcó que la labor de todos los sicólogos consultados en casos como estos no es “juzgar” ni “criticar” sino verificar el estado anímico, disposición y seguridad de la persona ante el cambio físico buscado.
“La persona tiene que estar consciente del impacto que ese cambio va a tener en su vida personal, emocional y social”, dijo Rivera Lluveras.
Recalcó que el rol de los sicólogos en estos casos no es “hacer sentir que la persona está mal” sino “entender que esa persona tiene otros intereses y gustos”.
“No es cuestionar sus razones ni decirle que no lo haga, porque cada ser humano tiene su derecho, pero buscar qué le motiva hacerlo y cómo podría impactarlo luego”, dijo.
Por su parte, el Obispo David Álvarez, de la Iglesia Episcopal, comentó que esta denominación religiosa no condena ni critica a las personas que se someten a cambios de sexo.
“Hay personas que descubren, no deciden, que su orientación sicosexual no es la del sexo biológico con que nacieron”, dijo el religioso.
Álvarez coincidió en la importancia de que, antes de someterse a un paso como este, la persona sea rigurosamente evaluada emocionalmente.
“Después que se sometan a estas pruebas, encontramos que no hay nada dañino ni pecaminoso que una persona descubra su realidad sicosexual y emocional y lleve una vida lo más feliz y normal posible después de pasar por este proceso (cambio de sexo) con respeto y consciencia”, sostuvo Álvarez.
No fue posible conseguir una reacción de la Iglesia Católica ni de otras denominaciones religiosas consultadas sobre este tema.