En otro epígrafe estamos hablando sobre la legitimidad y vigencia del bautismo por inmersión aprovechando una feliz declaración de Jorge Mario Bergoglio, recordando la época primitiva en que las diaconisas servían en las iglesias.
Me consta que el pase a otras formas como la aspersión o infusión, se debió principalmente al comenzarse con la práctica del bautismo infantil, por la idea de que cuanto antes se hiciera sería mejor.
Soy consciente que la mayoría del cristianismo en sus tres principales confesiones (católica, ortodoxa y protestante) practica el bautismo infantil.
Quien me lea ya sabe que la pregunta del epígrafe es una invitación al debate, pues mi profunda convicción es una respuesta negativa.
Sin embargo, por convencido que esté, no puedo dejar de estar abierto a las razones que puedan exponer los que están convencidos de que sí tiene sentido tan antigua como extendida práctica.
Antes que nada, quiero dejar claro que nunca atribuyo mala intención a los cambios introducidos en la doctrina y práctica cristiana desde los comienzos del segundo siglo, sino que con la mejor de las intenciones se fueron admitiendo nuevas disposiciones en el entendido que se estaba haciendo bien al solucionar las dificultades que se iban presentando.
Por un orden lógico, la primera premisa que pienso debamos atender es:
1- En el Nuevo Testamento no leemos caso alguno de bautismo infantil.
Una vez que este primer punto esté suficientemente tratado podemos pasar a:
2- Razones que llevaron a bautizar tempranamente a los niños.
Saludos cordiales