Ignoro si este tipo de ateísmo ha sido tratado en el foro, lo presento en forma sencilla. Por lo lato del tema, lo divido en dos partes. Primera parte:
Mateo 5:44 Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen;
45 para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos.
Voy a iniciar este epígrafe con estas palabras de Jesús, con este mensaje que refleja, el alma y el espíritu del cristianismo, el amor.
Pero voy a exponer sobre el ateísmo militante, se preguntarán ¿Porqué enemigos? Muy simple, porque el ateo militante, es un enemigo del creyente en general y del cristianismo en particular, por ser la religión más numerosa del mundo. Ellos están en abierta beligerancia contra todas las religiones, los creyentes, y contra todo lo que contrarreste la filosofía ateo marxista, que los motiva a unirse para combatir, las ideas creacionistas, se han preparado lo suficientemente bien, como para negar cualquier argumento en este sentido, igual que las bandas delictuales, niegan cualquier coalición. Pero no basta con decirlo, además hay que argumentarlo y luego probarlo. Primero pretendo argumentarlo históricamente. ¿Son todos los ateos militantes marxistas? Por supuesto que no, pero si la gran mayoría y de los que no hay dudas, es que todo marxista es un ateo militante. Luego el ateo NO marxista, se nutre de las páginas ateas, del ateísmo marxista para confirmar sus posturas, en lo científico, teológico, filosófico, etc.
El ateísmo en occidente, hasta mediados del siglo XIX, prácticamente no se manifestaba, salvo en personas relacionadas a las artes y las ciencias, y esto debido a la fuerza y la violencia que ejerció por siglos, la Iglesia Católica Romana. Con el manifiesto comunista de C. Marx y F. Engels de 1848, comenzó la idea de unificar a las clases trabajadoras, pero se decantaron solo por la clase obrera, mas ausente de conocimientos y más fácil de influenciar. Lo que a todas luces resultó absurdo, de hecho la gran mayoría de dirigentes marxistas, han salido de las clases medias (Burgueses).
Al unísono que Marx y Engels, se envolvían en su lucha de clases, a través del materialismo dialéctico, los naturalistas Charles Darwin y Alfred Russel Wallace, trabajaban en la teoría de la evolución, por la selección natural de las especies. Esta fue la base, en que afirmaron los teóricos comunistas sus postulados ateos. Sabida es la ausencia de conocimientos que había a mediados y fines del siglo XIX, sobra las ciencias naturales en general y las biológicas en particular. Esto sumado a la dictadura científica que ejerció, la Iglesia Católica Romana, que mediante las “escrituras” restringían todo avance posible, fuera de los parámetros que ellos establecían. Los avances de la astronomía, por parte de italianos, franceses, españoles, ingleses, rusos, etc. La puesta en escena de la teoría del universo eterno y estático, que desvirtuaba la primera afirmación de la Biblia:
Genesis 1:1 En el principio creó Dios los cielos y la tierra.
Darwin y su teoría de la evolución, se transformó en el caballito de batalla de los ateos, se apoderaron de las ciencias, secuestrando los valores más importantes que la ciencia necesita, como la independencia, la verdad, etc. y camuflaron los fundamentos axiológicos (análisis y práctica de los valores), incluso desestimándolos. Es más se dedicaron a ridiculizar públicamente, cualquier intento de un científico creyente, por establecer paradigmas que presupuestaran, la evidencia de la creación. Hasta que se dio el primer aviso de rebeldía y fue el sacerdote jesuita y físico belga Georges Lamaitre, cuando en 1927, planteó la posibilidad de un comienzo del universo. Dos años más tarde Edwin Hubble confirma que las galaxias se estaban distanciando y lo demostró mediante el corrimiento al rojo.
Como siempre los ateos, en este caso el astrónomo inglés Fred Hoyle, se burló de la teoría y la llamó el Big Bang. Este hombre (Hoyle) se hizo famoso además, porque aseguró que con los elementos que hay en la Tierra, es imposible que se formara vida y menos por generación espontánea. Por lo que se inclinó por la teoría de Hermann Richter y que el físico químico sueco Svante Arrhenius, popularizara a comienzos del siglo XX, la Panspermia. El problema es que no daba respuesta al origen de la vida, solo lo cambiaba de lugar, así los ateos trataban de mantener sus posiciones, es decir cayendo en especulaciones, muy poco científicas. Otro caso es que negaban que Darwin hubiera dicho que el hombre descendía del mono, lo que es absolutamente falso. Darwin, no solo lo dijo, lo dejó en su obra “Los orígenes del Hombre”. Escribió: Los Simiadaes se ramificaron entonces en dos grandes linajes, los monos del Nuevo Mundo y los del Viejo mundo; y, a partir de estos últimos, en una época remota, el Hombre, maravilla y gloria del Universo, procedió.”
Cuando Charles Darwin presentó su teoría de la evolución y creó una gran conmoción entre los intelectuales del siglo XIX. Mucha gente percibió que la teoría de Darwin podría proporcionar las bases para una perspectiva enteramente materialista de la vida. Marx y Engels estuvieron entre los que reconocieron la utilidad de la teoría de Darwin como esa base para su teoría del materialismo dialéctico y supieron aplicarla, en forma tal que convenció a cientos de científicos, de fines del siglo XIX.
El mismo Carl Marx explicó el corazón de su teoría: "El Origen de las Especies de Darwin es muy importante, y me proporciona la base en las ciencias naturales para la lucha de clases en la historia."
Sigo en una segunda parte…
Mateo 5:44 Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen;
45 para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y que hace llover sobre justos e injustos.
Voy a iniciar este epígrafe con estas palabras de Jesús, con este mensaje que refleja, el alma y el espíritu del cristianismo, el amor.
Pero voy a exponer sobre el ateísmo militante, se preguntarán ¿Porqué enemigos? Muy simple, porque el ateo militante, es un enemigo del creyente en general y del cristianismo en particular, por ser la religión más numerosa del mundo. Ellos están en abierta beligerancia contra todas las religiones, los creyentes, y contra todo lo que contrarreste la filosofía ateo marxista, que los motiva a unirse para combatir, las ideas creacionistas, se han preparado lo suficientemente bien, como para negar cualquier argumento en este sentido, igual que las bandas delictuales, niegan cualquier coalición. Pero no basta con decirlo, además hay que argumentarlo y luego probarlo. Primero pretendo argumentarlo históricamente. ¿Son todos los ateos militantes marxistas? Por supuesto que no, pero si la gran mayoría y de los que no hay dudas, es que todo marxista es un ateo militante. Luego el ateo NO marxista, se nutre de las páginas ateas, del ateísmo marxista para confirmar sus posturas, en lo científico, teológico, filosófico, etc.
El ateísmo en occidente, hasta mediados del siglo XIX, prácticamente no se manifestaba, salvo en personas relacionadas a las artes y las ciencias, y esto debido a la fuerza y la violencia que ejerció por siglos, la Iglesia Católica Romana. Con el manifiesto comunista de C. Marx y F. Engels de 1848, comenzó la idea de unificar a las clases trabajadoras, pero se decantaron solo por la clase obrera, mas ausente de conocimientos y más fácil de influenciar. Lo que a todas luces resultó absurdo, de hecho la gran mayoría de dirigentes marxistas, han salido de las clases medias (Burgueses).
Al unísono que Marx y Engels, se envolvían en su lucha de clases, a través del materialismo dialéctico, los naturalistas Charles Darwin y Alfred Russel Wallace, trabajaban en la teoría de la evolución, por la selección natural de las especies. Esta fue la base, en que afirmaron los teóricos comunistas sus postulados ateos. Sabida es la ausencia de conocimientos que había a mediados y fines del siglo XIX, sobra las ciencias naturales en general y las biológicas en particular. Esto sumado a la dictadura científica que ejerció, la Iglesia Católica Romana, que mediante las “escrituras” restringían todo avance posible, fuera de los parámetros que ellos establecían. Los avances de la astronomía, por parte de italianos, franceses, españoles, ingleses, rusos, etc. La puesta en escena de la teoría del universo eterno y estático, que desvirtuaba la primera afirmación de la Biblia:
Genesis 1:1 En el principio creó Dios los cielos y la tierra.
Darwin y su teoría de la evolución, se transformó en el caballito de batalla de los ateos, se apoderaron de las ciencias, secuestrando los valores más importantes que la ciencia necesita, como la independencia, la verdad, etc. y camuflaron los fundamentos axiológicos (análisis y práctica de los valores), incluso desestimándolos. Es más se dedicaron a ridiculizar públicamente, cualquier intento de un científico creyente, por establecer paradigmas que presupuestaran, la evidencia de la creación. Hasta que se dio el primer aviso de rebeldía y fue el sacerdote jesuita y físico belga Georges Lamaitre, cuando en 1927, planteó la posibilidad de un comienzo del universo. Dos años más tarde Edwin Hubble confirma que las galaxias se estaban distanciando y lo demostró mediante el corrimiento al rojo.
Como siempre los ateos, en este caso el astrónomo inglés Fred Hoyle, se burló de la teoría y la llamó el Big Bang. Este hombre (Hoyle) se hizo famoso además, porque aseguró que con los elementos que hay en la Tierra, es imposible que se formara vida y menos por generación espontánea. Por lo que se inclinó por la teoría de Hermann Richter y que el físico químico sueco Svante Arrhenius, popularizara a comienzos del siglo XX, la Panspermia. El problema es que no daba respuesta al origen de la vida, solo lo cambiaba de lugar, así los ateos trataban de mantener sus posiciones, es decir cayendo en especulaciones, muy poco científicas. Otro caso es que negaban que Darwin hubiera dicho que el hombre descendía del mono, lo que es absolutamente falso. Darwin, no solo lo dijo, lo dejó en su obra “Los orígenes del Hombre”. Escribió: Los Simiadaes se ramificaron entonces en dos grandes linajes, los monos del Nuevo Mundo y los del Viejo mundo; y, a partir de estos últimos, en una época remota, el Hombre, maravilla y gloria del Universo, procedió.”
Cuando Charles Darwin presentó su teoría de la evolución y creó una gran conmoción entre los intelectuales del siglo XIX. Mucha gente percibió que la teoría de Darwin podría proporcionar las bases para una perspectiva enteramente materialista de la vida. Marx y Engels estuvieron entre los que reconocieron la utilidad de la teoría de Darwin como esa base para su teoría del materialismo dialéctico y supieron aplicarla, en forma tal que convenció a cientos de científicos, de fines del siglo XIX.
El mismo Carl Marx explicó el corazón de su teoría: "El Origen de las Especies de Darwin es muy importante, y me proporciona la base en las ciencias naturales para la lucha de clases en la historia."
Sigo en una segunda parte…