Estoy de acuerdo y lo creo, porque el Señor no viene a ese templo contaminado por el hombre de pecado.
Viene a su templo, uno cuyos planos le fueron mostrados a Ezequiel, desde el capítulo 40 en adelante.
Ahora Jerusalén está rodeada de montes, y para la construcción del templo de Ezequiel, se requiere una superficie plana, muy grande.
Ese problema geográfico lo veo solucionado en el momento cuando en su segunda venida, sus pies se posen en el monte de los Olivos, el mismo de donde regresó al Trono de su Padre, a su Diestra.
Veamos el texto:
Zac 14:4 Y se afirmarán sus pies en aquel día sobre el monte de los Olivos, que está en frente de Jerusalén al oriente; y el monte de los Olivos se partirá por en medio, hacia el oriente y hacia el occidente,
haciendo un valle muy grande; y la mitad del monte se apartará hacia el norte, y la otra mitad hacia el sur.
"HACIENDO UN VALLE MUY GRANDE"
Las dimensiones del templo de Ezequiel son colosales, para albergar las embajadas de todas las naciones del mundo, cuando Jesús, esté allí en Jerusalén como Rey de reyes y Señor de señores, aquí está el texto:
Jer 3:17 En aquel tiempo llamarán a Jerusalén:
Trono de Jehová, y todas las naciones vendrán a ella en el nombre de Jehová en Jerusalén; ni andarán más tras la dureza de su malvado corazón.
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