Es una lástima, porque esto que has dicho no es toda la verdad a la que se refiere la palabra que trajiste, de hecho creo que ni siquiera se acerca a lo que Juan quiso decir, pero haré un esfuerzo para explicarlo, aunque se que por muchos incluyéndote podría ser desechada esta palabra. Veamos:
"Este es Jesucristo, que vino mediante agua y sangre; no mediante agua solamente, sino mediante agua y sangre. Y el Espíritu es el que da testimonio; porque el Espíritu es la verdad. Porque tres son los que dan testimonio en el cielo: el Padre, el Verbo y el Espíritu Santo; y estos tres son uno. Y tres son los que dan testimonio en la tierra: el Espíritu, el agua y la sangre; y estos tres concuerdan."
Todos los seres humanos hemos nacido del agua. Nuestro desarrollo es en el agua y cuando la fuente de esa agua se rompe, es hora de nacer. También Jesus nació de esa manera. Jesús le dice a Nicodemo que no solo debe nacer del agua, cosa que ya había sucedido con Nicodemo, sino que además debía nacer del Espíritu:
"Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios."
Nicodemo ya había nacido del agua, como todos los hombres, pero le faltaba nacer del Espíritu, ser una nueva criatura en Cristo Jesús. Nacimiento que solamente el Espíritu puede lograr en nosotros, porque:
"Por tanto, os hago saber que nadie que hable por el Espíritu de Dios llama anatema a Jesús; y nadie puede llamar a Jesús Señor, sino por el Espíritu Santo."
Jesús nació del agua como todos nosotros, pero además, nació de sangre, por ser descendiente de David su padre. Ya había habido un hombre que había nacido del agua pero no de sangre y la biblia le llama el primer Adan. Jesús nace de Agua pero además de sangre y la biblia le llama El Postrer Adan. De esto da testimonio el Padre por medio del Espíritu Santo, quien dice:
"Este es mi hijo amado en quein tengo complacencia"
Es por eso que El agua, la sangre y el Espíritu Santo dan testimonio de que Cristo es hijo de Dios. Esto no sucede con nosotros, porque no es el agua, ni la sangre ni el Espíritu los que dan testimonio de que somos hijos de Dios, sino Cristo:
"Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: !!Abba, Padre! El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados."
En nuestro caso el Espíritu da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios, pero el que da testimonio ante Dios de ser sus hijos es Cristo, porque solamente en Cristo somos hijos y nadie viene al Padre sino es por Cristo.
Pero la sangre de Cristo da testimonio en la tierra, porque ella es la única sangre con la capacidad de perfección para redimir del pecado del primer Adan, al hombre.
Así tenemos los tres testimonios de la tierra acerca del Hijo de Dios. El agua, porque rompió fuente como todos los hombres menos Adan, la sangre, porque desciende de Davis por herencia genética o sanguinea y el Espíritu Santo. Esto de la herencia sanguínea de Cristo con David es la confesión que los creyentes deben hacer por medio del Espíritu Santo, de que Jesús vino en carne y sangre.
Podemos analizar el testimonio en el cielo, más adelante, pero el más importante de comprender es el testimonio terrenal de que Jesús a pesar de haber nacido como todo hombre, rompiendo fuente de agua, al igual que todo hombre, derramando sangre al igual que cualquier hombre, es Hijo de Dios porque así lo atestigua el Espíritu Santo que en el estaba.
Dios te bendice!
Greivin.