Re: Dos papas herejes desde la doctrina católica-romana. ¿Infalibilidad?
Veo que han llenado de humo este tema. Les sugiero a los foristas que gustan trollear sin argumentar nada, que no comenten. Así evitamos corromper el tema que estábamos tratando.
GLuis: Muy lamentable que vengas acá solamente a trollear sin argumentar nada, para luego terminar difamando públicamente a una persona.
vayikra dijo:
Hola... veamos cual es la respuesta de Kal o Petrino... o porque no, del mismo nseigi
Solo te recuerdo que en a la antigua iglesia catolica (la universal), no conoce nada de la actual doctrina de la infalibilidad sancionada por Roma hace poco más de un siglo.
Sobre los de los prejucios, te digo algo que le escuche a un hermano en la fe.
"... Quien este libre de prejuicios, que lance la primera piedra"
Saludos
Saludos vayikra.
Con respecto al tema del epígrafe, me parece que los comentarios han sido claros, por lo que no quisiera redundar en lo mismo. Nos queda esperar aún al forista que abrió el tema para ver qué opina de ello.
En cuanto a tu último comentario, pues bien tendrías que investigar el sentir de la iglesia primitiva para avalar lo que dices. La Tradición de la Iglesia siempre ha tenido a San Pedro como primero de los Apóstoles, de ahí que se le menciona siempre en primer lugar en las Sagradas Letras. También San Pedro es el Pastor supremo de la Iglesia, esto nace del mandato de Cristo. Y lo más importante es que el Señor ha rogado especialmente por Él, para que su fe no desfallezca y por tanto que confirme a sus hermanos. ¿Cómo puede confirmar en la fe una persona que puede fallar en asuntos que conciernen a ella? De ahí la infalibilidad del Romano Pontífice, que ocupa la cátedra de San Pedro.
La condena al Papa Honorio, a pesar de los problemas históricos que hay que seguir investigando, como hemos expuesto, es más bien disciplinar, y por ende no hay contradicción entre aquella sanción y el don de la Infalibilidad del Romano Pontífice. Esta no supone que el sucesor de San Pedro sea impecable, o que jamás pueda equivocarse; sino que indica que este no puede errar al confirmar en la fe a sus hermanos, por tanto es infalible cuando dicta alguna doctrina que se ha de seguir. Esto, en virtud de la oración especial que Cristo le ha dedicado a San Pedro, así como también la misión que le ha dado a este: confirmar en la fe a sus hermanos.
Sabemos, por la carta a los Gálatas, que el primero de los Apóstoles no actuó correctamente en ciertas cuestiones, por lo que fue reprendido por San Pablo. Este episodio, que encontramos en las Sagradas Letras puede aclarar muchas dudas que se tienen con respecto a la Infalibilidad del Romano Pontífice, pues San Pablo, a pesar de narrar la la ortopraxis incorrecta de San Pedro, cuenta que fue a visitar a San Pedro a Jerusalén. Esta visita de San Pablo, no supone una visita cualquiera a Jerusalén, visto el contexto de la situación, sino una entrevista específica con San Pedro. ¿Se podría decir que San Pedro debía confirmar en la fe a San Pablo? Yo lo veo así. En realidad la autoridad de San Pedro, que claramente refleja San Pablo en la Carta a los Gálatas supone infalibilidad, de ahí que San Pablo no lo corrige en cuanto a doctrina; sino en cuanto a actuar.
Es cierto que en esta carta San Pablo llama columnas de la Iglesia a Santiago a Juan y a Pedro (algo que era sabido en la Iglesia de Galacia); pero si San Pedro es columna de la Iglesia, lo será en su función específica: la de primero de los Apóstoles, es decir de Cefas, como el Apóstol lo llama en la Carta, no en virtud propia, sino en virtud de Cristo, que es la Roca.
No quisiera comparar a San Pedro con el Papa Honorio, si bien él ocupó su cátedra; pero se puede establecer cierta analogía entre ambos casos, de manera que se comprenda que el Romano Pontífice es Infalible en cuanto a doctrina, y no a conducta.
Y así, contamos con testimonios valiosísimos que avalan la Infalibilidad de quien está en la cátedra de Pedro. Me gusta particularmente un escrito de San Agustín, que viene al caso del Papa Honorio. Creo que deberían leerlo sobretodo personas poco serias como el forista GLuis: que no le importa nada difamar al sucesor de San Pedro y la Iglesia de Cristo:
Ignoramos qué es lo que decís de los traidores, a quienes nunca pudisteis convencer ni probar nada. No quiero afirmar que ese crimen fue probado en vuestros partidarios y que ellos confesaron. ¿Qué nos importan a nosotros las responsabilidades ajenas? Corrijamos a cuantos podamos, ya castigando, ya aplicando cualquier género de disciplina, con espíritu de mansedumbre y amor de caridad. No comulguemos con los pecados de aquellos a quienes no podemos corregir, aunque la necesidad nos obligue a dejarlos participar con nosotros en los sacramentos de Dios por la salvación de los demás. Sólo comulgaremos con su pecado si consentimos en él o lo favorecemos. Toleramos a los malos en este mundo por el que se difunde la Iglesia católica, y que el Señor denominó su campo, como se tolera la cizaña entre el trigo, o como se tolera la paja mezclada con el grano en esta era de la unidad, o como se toleran los peces malos mezclados con los buenos dentro de las redes de la palabra y de los sacramentos, hasta que llegue el tiempo de la siega, de la bielda y de la playa. No sea que por miedo a los malos arranquemos el trigo o dejemos sin protección el grano antes del tiempo de la separación en la era, antes de meterlo en los graneros, y lo dejemos a merced de las aves o rotas las redes con el cisma, tratando de esquivar los malos peces, escapemos del mar de una perniciosa libertad. Con esta y otras comparaciones intimó el Señor a sus siervos la tolerancia, no sea que, mientras los buenos piensan que les contamina la compañía de los malos, pierdan a los pequeñuelos con humanas y temerarias discusiones o perezcan como pequeñuelos. Tanto nos previno el Maestro celeste esa cautela, que quiso asegurar a su pueblo frente al recelo por los malos conductores, no fuera que por ellos abandonasen la cátedra de la doctrina saludable, en la que aun los malos se ven obligados a dar doctrina buena. Porque las cosas que dicen no son suyas, sino de Dios, el cual ha colocado la doctrina de la verdad en la cátedra de la unidad. El veraz y la misma verdad, habló de esos conductores que obraban sus propios males y decían los bienes de Dios, diciendo: Lo que dicen, hacedlo; pero lo que hacen no lo hagáis, porque dicen y no hacen. No diría lo que hacen no lo hagáis si no fuese un pecado manifiesto lo que cometen.
San Agustín, Carta 105,5,16 "A los donatistas" [Obras Completas de San Agustín, Tomo VIII, p. 782-783]
De manera que la santidad de la Iglesia, y la pureza de su doctrina no tiene nada que ver con la conducta de sus fieles, y más aún de sus autoridades. Es que el demonio ha pedido poder para zarandearnos como al trigo, pero para ello el Señor ha rogado por Pedro, para que su fe no desfallezca, y así pueda confirmarnos a nosotros en ella. Del resto pienso que ya vendrá el tiempo de la siega: en donde la cizaña será apartada del trigo, y esta será echada al fuego ardiente.