DISPENSACIONALISMO

ESTABLECIMIENTO DE LA IGLESIA

Hch 2:5 Moraban entonces en Jerusalén judíos, varones piadosos, de todas las naciones bajo el cielo.

Y estos judíos venidos de todas las naciones bajo el cielo del mediterráneo, escucharon el evangelio en sus propias lenguas, este es el don de lenguas, idiomas de los países donde habían nacido.

En esa época América no había sido descubierta, este es el mundo de aquellos tiempos.

Es importante reconocer que son los judíos que llevan la cuenta de años que Dios mismo les ha enseñado como pueblo escogido por Dios.

Una nación que tiene especial importancia para el mundo, pero especialmente para nosotros.

Cuando miramos los hombres que Dios ha levantado en los tiempos antiguos, a nuestra mente llega Daniel, y es por medio de este "varón muy amado" que nosotros podemos discernir los tiempos que estamos viviendo hoy y los que vendrán después de éstos.

El Hijo del Hombre, una referencia a Jesús antes de su encarnación, lo contemplamos en esa época, bajo el rey Nabucodonosor, formando parte dentro del horno calentado tres veces más de lo normal, donde arrojaron a los tres hebreos, allí contempla un cuarto hombre, es Jesús.
Y en esa época de Daniel, recibió revelaciones, para cumplirse en este tiempo, revelaciones que abren la puerta para que Dios establezca su reino milenial sobre la tierra.

Esto es algo escalonado, ahora en este tiempo estamos anticipando la venida del Hijo de Dios por su Iglesia.

¿Entonces cómo vamos a dudar de las dispensaciones, si es Dios mismo que enseña la cuenta de años que marca distintos eventos en la historia de Israel y del mundo?

El hecho de existir la Iglesia de Cristo sobre la faz de la tierra, desde Hechos 2, con la venida del Espíritu Santo, comienza la dispensación de la gracia de Dios.

Luego del arrebatamiento de la Iglesia, comienza una nueva era, un nuevo período donde Israel será el actor principal, con la reconstrucción del templo y el surgimiento de un falso Mesías que gobernará con paz y seguridad durante tres años y medio.

Y ese diplomático ya está en la tierra.