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En estas recientes elecciones no he podido votar al PSOE ni al PP (por sus antecedentes, es decir, porque tengo un don de Dios que se llama MEMORIA) ni a SUMAR (por sus antecedentes y por encamarse con el comunismo). Quitadas esas opciones que para mí eran inviables por sus frutos (mentiras y corrupciones reiteradas del PP y del PSOE, y el comunismo casposo de toda la vida de los de SUMAR), sólo quedaba una opción plausible, que era VOX. Es cierto que VOX tiene ciertos antecedentes que no me gustan, y tampoco estoy de acuerdo con algunas de sus propuestas; pero como cristiano "en proceso" (siempre "en proceso") vivo en un sistema donde el César me dice que vote y he votado por VOX. Defienden más o menos lo que yo creo, y aunque tengan ovejas negras y no sean demasiado listos ni demasiado hábiles a la hora de hacer campaña electoral o defender sus creencias, lo que VOX defiende es lo más cercano a mis "ideales". No quiero inmigración ilegal, quiero seguridad en las calles, quiero que se castigue al delincuente y se defienda al inocente, no quiero que alguien pueda meterse en mi casa y quitármela, no quiero un feminismo que permite que un hombre disfrazado de mujer se meta en el baño o compita con ellas, no quiero ideología de género, no quiero LGTBI hasta en la sopa, no quiero globalismo, no quiero agenda 2030 (piojos y miseria generalizadas, ya que es el humanismo de toda la vida), no quiero que laven el cerebro a los pequeñuelos... en definitiva, quiero ley y orden en un marco de "sentido común". No digo que VOX aun con mayoría absoluta pudiera traer el sentido común de vuelta a este país. Digo que, dentro de las opciones de voto, defendían sobre el papel al menos parte de lo que yo deseo.
El gran perdedor de las elecciones ha sido VOX, y si pudiera definir la campaña de VOX, la tildaría de "turbia". Ni fría ni caliente. Algo así como "no me voy a mover mucho no vaya a ser que pierda lo que tengo". Si me escucháis los de VOX: hay que subirse al carro de la sencillez. Explicad las cosas como a los niños. Sed claros con la sencillez como bandera. Tenéis suficiente "munición" (dados los tiempos locos que vivimos) como para apelar a la verdad desde la sencillez. La sencillez es lo que cala en el corazón del pueblo; aunque no estén de acuerdo con vosotros ni os vayan a votar, sed sencillos. La influencia política no sólo consiste en mandar ni en tener "espacio político". La sencillez vence todas las dificultades. Olvidáos de "hacer política". Eso de la "política" es demasiado complicado. En España no hay espacio para vosotros porque VOSOTROS sois el espacio. Hasta que eso se os meta en el corazón a los líderes, estaréis a la defensiva, os complicaréis la vida y no encontraréis vuestro "lugar". Vuestro lugar no es una cuota de poder en el "sistema" que quiere destruiros, sino sencillamente defender la verdad y el sentido común perdidos, hasta donde se os permita hablar y decirlo. No estáis ahí para "mandar", sino para hacer un papel semejante al de Juan el Bautista: señalar con el dedo los errores, llamar a lo malo, malo, y a lo bueno, bueno. El "tiempo es corto", así que el coste personal será grande (perder la cabeza, como Juan Bautista, muy probablemente), pero vuestra misión no es "gobernar". No creo que vayáis jamás a gobernar a no ser que en España pase algo muy gordo, que es la disolución del sistema como lo conocemos (y entonces ya ni existiréis como opción política).
El "acoso espiritual" a VOX estaba cantado. Es curioso que la campaña electoral se ha centrado por activa o por pasiva en VOX, que era un partido que de ninguna manera tuvo nunca "opciones" de ganar. La derecha los ha machacado y la izquierda, por supuesto, también ha atizado el odio y el miedo. Esto es así porque VOX (al menos en la conciencia de la gente) es un partido un tanto "fuera" del sistema (el sistema no lo acepta, lo considera "ajeno" a él) porque son los únicos que siguen una línea más o menos constitucional. Quieren ley y quieren orden, y eso NO ES aceptable en el mundo actual, que ya está totalmente sumergido en la anarquía que profetizó San Pablo.
Pero vamos al lío... después de observar (y aceptar) el resultado de las elecciones, tenemos este panorama político en España:
1) La derecha no puede gobernar porque la derecha está y ha estado siempre sola. Las "culpas" de esto vienen de muy atrás, de hecho vienen de la transición a la que entramos desde el franquismo, donde se aprobaron leyes electorales basadas en el sistema de reparto "D'Hont" que permitía que las minorías que odiaban España y querían independizarse (o al menos sacar todos los beneficios posibles al resto de españoles) tuvieran mucha fuerza. Los dos bloques supuestamente defensores de la "ley y el orden" tenían que pactar con los que odiaban a los españoles, con aquellos que no se sentían españoles sino "una raza especial elegida por el Universo ajena a España y los españoles". El daño de este sistema ha sido una caída cuesta abajo gradual, pero imparable. La degradación del sistema del 78 es total porque en realidad ya está muerto vía "hechos consumados".
2) Dado que la derecha no va a conseguir el apoyo de los independentistas, queda fuera de juego totalmente. La izquierda frankenstein de los retales va a gobernar, ya que sólo tienen que ponerse de acuerdo en lo que sus propios jueces van a aprobar o no como "constitucional" (el Tribunal Constitucional ya es suyo). Gobernarán como hasta ahora, que es aprobando leyes completamente chifladas a través de "hechos consumados" donde España se debilitará aún más de lo que ya está. La desigualdad y la pobreza aumentarán. Como hasta ahora, Sánchez gobernará pero no gobernará. Probablemente tampoco los que odian España, sino que gobernarán los que están por encima de todos ellos, a quienes controlan a su antojo. A esos les importa poco el bienestar del pueblo, las colas del hambre o las manadas de menores marroquíes que violan impunemente a las "putas españolas" cada fin de semana.
Los que realmente mandan en España (que no son españoles) ven a España como un país acomodaticio, cobarde, débil, manejable e ignorante.... Los resultados electorales desde el 11M les dan la razón, porque como decía algún analista o historiador: "desde el 11M todo es 11M".
En fin, sólo queda rezar muchos "padres nuestros" y poner la vista en el Reino de Dios.
Amor a todos los que están en la dispersión,
Ibero
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