Disertaciones del CORAZÓN...

IBERO

Ibero de Iberia
26 Noviembre 2005
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Iberia
Abro este hilo para breves meditaciones diarias que broten del corazón. Espero que sea de ayuda para aquellos que están en peligro y en tribulación. Quizás algún día se componga un libro con las ideas que vayan brotando de este hilo. No voy a participar activamente en ningún otro hilo de este foro.

27/11/2022 - EL MAL:


Habitamos un mundo que se ha entregado a la jactancia
de llenar la copa de la ira delante del rostro mismo de Dios
sin temor, sin vergüenza y muy consciente de lo que hace.

No se trata sólo de "un gran mal" como Noé vivió,
sino de un "mal progresivamente multiplicado" expresado a través
de un misterio que el apóstol denominó "hombre de anarquía".

Mira alrededor y verás este mal cabalgando a lomos de esta anarquía.
Allá donde mires, todo se desmorona de la mano de lo que en la práctica
es un espíritu de anarquía que todo lo satura y arrasa a su paso.

No son tiempos "normales", sino de grandísima tribulación,
como "no la ha habido desde el comienzo del mundo,
y como no la volverá a haber nunca jamás en el mundo".

Intuyo que todavía no se ha manifestado del todo,
que todavía la rueda debe seguir girando y que
"la copa de la ira del Dios Todopoderoso" no se ha llenado todavía.

Pero todo va a mucha velocidad... demasiada como
para pensar que lo que estamos viviendo es pura casualidad
o simplemente "malos tiempos que pasarán como antes".

Así que el mal nos rodea... Pero, ¿de dónde vino?
En nuestra larga y dura batalla interior,
debemos acompañar al apóstol en su canto de angustia...

"¡Miserable de mí...!"

Vivimos rodeados de un mundo en desobediencia y rebeldía, inspiradores del pecado... un gran mal.
Satanás anda como león devorando todo a su paso, y su fuerza parece cobrar dureza e intensidad.
Pero tira del hilo y comprobarás que tu "concupiscencia" es la culpable de todo... el mal que inició la rueda.

Así que tú y yo somos, autores y participantes del mal que nos rodea.
Porque en una ocasión actuabas igual que "ellos"... o peor aún.
Así, ante Dios, has sido colaborador del mal que hoy te abofetea.

, en una ocasión, también intentaste empujar a Dios para que se despeñara.
Pero el pecado te despeñaba a ti... tú acababas barranco abajo.
Una cuesta hacia abajo la que nos ofrece el pecado y el mal...

No te haces "malo" de la noche a la mañana.
Es una progresiva concatenación de elecciones
que te llevan progresivamente hacia abajo...

Por eso el infierno está "abajo"... y el cielo "arriba".
Porque el infierno es rodar cuesta abajo
y el cielo es el duro trabajo de subir la Escalera del Plan de Dios.

no estás exento del mal. No es una cosa "allí fuera que sólo hacen los malos".
debes "vencer el mal con el bien": eres soldado en primera línea de batalla.
Para ganar, los soldados en el campo de batalla toman acciones concretas...

"Se niegan a sí mismos",
"Se visten de ropas adecuadas"
"Resisten al mal"...

Es decir, "pelean la buena batalla".

Observa cómo el mal es la manifestación del pecado, no el pecado en sí mismo.
Su origen es la personal concupiscencia, la cual engendra pecado,
que se traduce rápidamente en mal... es decir, en muerte.

Por eso la pregunta que el hombre hoy se debe preguntar más que nunca sería...
¿Hay algo o alguien exento de concupiscencia y pecado,
algo o alguien inmune al mal que no pueda ser alcanzado por estos proyectiles?

Creo recordar que está escrito "no hay mal alguno en Él",
y esto para mí quiere decir dos cosas: no sólo no tiene mal alguno,
sino que mal es incapaz de "entrar". Ni da ni recibe.

Si en estos tiempos confías y te revistes de Jesucristo, el mal anárquico "que todo lo llena y satura"
no podrá tocarte del mismo modo que el fuego satánico
ni siquiera fue capaz de dejar su olor en las ropas de los amigos de Daniel.

Este es el nivel de protección espiritual que Él promete
a los que le aman y guardan Sus mandamientos:
No sólo te libra de hacer el mal sino que te libera del que
en una ocasión sembraste y regaste por el mundo.

"Padre nuestro que estás en los cielos, líbranos del mal".

Amor,
Ibero
 
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Siguiendo un poco la tendencia...

La gente sin Dios está zombificada.
Construyen cajas de piedra pensando que están seguros en ellas.
Encarceladas en sus propias rejas y murallas electrificadas.
Corren en sus cochecitos de juguete, apresurándose a llegar a ninguna parte.
Acumulan riquezas sin saber quién se quedará con ellas cuando se mueran.

¿A esta miseria existencial se le puede llamar vida?


¡SEÑOR, ten piedad de los seres humanos que no saben a dónde van!
 

09/12/2022 - EL MAL (2ª parte).


Esto del mal tiene su "enjundia"... mucha madeja que desenvolver, mucho misterio escondido. “Simple” y al mismo tiempo “profundo”.

Dios nos ha dado pautas claras. El Señor enseñó a NO RESISTIR al que hace el mal... "no resistáis al MALVADO... al que te golpea en la mejilla derecha, vuélvele también la otra". Un enorme país llamado India se liberó no hace mucho de la injusta ocupación de un enemigo más fuerte obedeciendo este principio de “no resistencia” o “resistencia pasiva”. Así que no son sólo palabras huecas: hay un PODER SOBRENATURAL en la Palabra "no resistir al malvado". Nuestra primera reacción ante el MALVADO es resistir y golpearle más fuerte, y aquí tenemos a Dios quien no sólo me dice que haga lo contrario, sino que lo pone más difícil todavía: ofrece tu mejilla sana para que el MALVADO pueda golpearte donde todavía no te duele... a Dios no le basta una mejilla magullada, sino que tengo que ofrecer la que tengo sana. Bastante ofensivo, por decirlo suavemente. Otra cosa que Dios dice sobre el MAL es que nos garantiza su presencia, nos dice que es imposible de sortear y que viene cabalgando a lomos del futuro... "el mañana se preocupa de sí mismo: basta a cada día su propio MAL". Con esto nos dice que el día futuro traería en sí mismo un “MAL” que tendríamos que “ver”. Pero, como vimos antes, también dijo que aunque el mañana trajera un MAL debíamos pedir en calidad de hijos una liberación de ese MAL: “PADRE… líbranos del MAL”.

¿Y qué dijeron sus siervos al respecto? ¿Cuál es la enseñanza del resto del Nuevo Testamento? Enseñaron que el MAL está DENTRO de todos nosotros y que lo hacemos aunque no queramos, y que a pesar de esto debemos “abstenernos y apartarnos de este MAL". Más aún... ¡que debemos vencer el MAL con el BIEN! También nos enseñaron que el secreto del BIEN es el AMOR de Dios. Podéis buscar los textos en cualquier buscador moderno… la doctrina de los apóstoles Pablo y Santiago se resumen bien en esto.

¿Y qué dice el Antiguo Testamento? Las pautas son similares, y para mí la enseñanza clave es la historia de Caín y Abel.

La mayoría de intelectuales que estudian los "mitos" creen que Caín y Abel son ficción. La mayoría de creyentes creen que fueron reales. En realidad, esto no es en absoluto importante. El drama es quedarte ahí y no obtener luz al respecto, ser incapaz de “penetrar” en el asunto. Amigos, Caín y Abel son más que dos personajes de hace miles de años. No se trata del “primer asesino” y del “primer asesinado”. La historia la conocéis bien...

Hay dos hermanos fruto del amor de Eva y Adán, fruto bendecido por Dios. En un momento dado de su existencia ofrecen una "ofrenda" ante Dios. Caín fue el primero en presentarla y después (o al mismo tiempo, no lo sabemos) Abel también la presenta. Dios, incomprensiblemente, acepta la de Abel y rechaza la de Caín, cosa que (naturalmente) entristece y enfada muchísimo a Caín. Este es un punto importante de la historia… CAÍN DESEA FERVIENTEMENTE EL BENEPLÁCITO DE DIOS, y el RECHAZO DE DIOS es la razón de su sufrimiento. Dios observa este sufrir y empieza a hablar con él. Dios le pregunta, pero en la pregunta le ofrece la verdad sin esperar siquiera la respuesta de Caín, pues realmente no hay mucho que explicar. Traducido quedaría algo similar a esto: "mira, si haces el bien Yo te aceptaré, pero si no lo haces el pecado te esta acechando, y aunque te vas a ver furiosamente atraído por él también estás llamado a vencerlo”.

¡La respuesta está llena de verdad y de esperanza!



(Seguirá en la 3ª y última parte).

Amor,
Ibero
 
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10/12/2022 - EL MAL (3º parte)

Bien… ¿y cuál es el secreto de la historia? Como en toda historia bíblica, hay una “magia” en acción que va directamente a TU CORAZÓN y que apela a TU PERSONA: una vez aceptas la verdad acerca de ti mismo (que Dios te revela a través de tu conciencia), lo demás encaja con facilidad. He observado una y otra vez cómo los secretos de Dios están escondidos detrás de un simple acto de humildad: RECONOCE LO QUE ERES y lo alcanzarás TODO. Permanece en tu orgullo de SUPERIORIDAD MORAL y lo perderás TODO. En resumidas cuentas, si quieres ver la verdad de este asunto del bien y del mal debes aceptar que Caín y Abel eres TÚ y Caín y Abel soy YO, hijos de un mismo vientre, de la "humanidad" que es "madre" de todos nosotros. Dios y Diablo vienen y se manifiestan en y a través de la humanidad. ¡Caín y Abel somos tú y yo! Ambos viven en ti y en mí. Esa es la llave que abre la enseñanza. El camino para que tú mismo alcances el “tesoro” que esconden Caín y Abel es reconocer a Caín: tu propia miseria. Y ahora verás por qué.

AMBOS acudieron ante Dios con la ofrenda del corazón, y AMBOS ofrecieron “lo mejor” que tenían. No es que una ofrenda consistiera en “lo que me sobra” o algo que “había costado poco”. No, ambos se presentaron ante Dios con LO MEJOR que podían ofrecer. Yo creo que estuvieron cultivando esta ofrenda muchos años antes de presentarla. ¿Comprendes? La diferencia entre ambos personajes no es su calidad, sino su cualidad. Caín trabajaba la tierra, es decir, Caín PROCURABA CON SUS PROPIAS FUERZAS y SUDORES presentarse “LIMPIO” y “AGRADABLE” a Dios. Cultivaba la tierra de su corazón y ofrecía sus mejores frutos (su rectitud, su justicia) para que fuera agradable a Dios… pero NO tenía otra visión, así que sus obras era MALAS. Después tenemos a Abel, quien pudiendo ofrecer lo mismo que Caín —amigos, esto no se trata de lechugas ni de ovejas—, le ofreció a Dios el fruto de un futuro sacrificio. Abel vio al Señor y, en su relación con Dios, adquirió la visión de un Pastor y de un Cordero como “ofrenda agradable a Dios”. Abel, pudiendo ofrecer lo mismo que Caín (su propia capacidad para agradar a Dios), vio a un Pastor y un Sacrificio, y eso es lo que presentó.

Dios, obviamente, admitió una ofrenda y la otra no. No era una cuestión “personal”: era una cuestión de VISIÓN.

Fíjate cómo Dios no se disculpa con Caín de la aparente injusticia. Dios no se disculpa, no cambia de parecer… y además le ofrece lo que yo considero una profecía acerca del futuro del bien y del mal en Cristo Jesús, UNA SOLUCIÓN PARA EL PROPIO CAÍN. La solución es esta: “… aunque te verás furiosamente atraído por el pecado, también estás llamado a vencerlo (en Cristo Jesús: lo vencerás EN Él y ÉL lo vencerá en ti).” Por ello, Dios aceptó la ofrenda de Abel y no pudo aceptar la de Caín… no era un desprecio contra CAÍN (la persona), sino contra la OFRENDA misma. Dios “perseguía” a Caín, lo amaba tiernamente, se preocupaba profundamente de él... pero no podía aceptar su ofrenda. Esa ofrenda no era la solución al dilema que aquejaba a Caín.

Una vez aceptas que Caín y Abel viven en ti, les verás actuar y podrás reconocer su naturaleza. El “asesinato de Abel” es el combate que tu Caín interior entabla todos los días contra Dios (a quien matas una y otra vez exigiendo tu premio basado en tu propia justicia), y Dios sigue hablando a través de Abel porque su sangre habla de un sacrificio mucho mayor. Siendo todos nosotros caínes, podemos refugiarnos en esta Sangre, y así Caín cumplirá su profecía: “… siendo atraído salvajemente por el pecado también estás llamado a enseñorearte de él”. Antes de Caín matar a Abel, sucedía que “Caín trataba/hablaba a su hermano Abel” (Gen 4:8a). No eran “desconocidos”. El hebreo nos habla de una “hermandad” más allá de la separación de categorías teológicas.

Quizás si el mundo entero empezara a reconocer que en todos y cada uno de nosotros viven Caín y Abel, podríamos cubrir con amor y misercordia los muchos pecados de nuestra nación, de nuestra ciudad, de nuestro barrio… de nuestra propia casa. Los políticos quizás encontrarían puntos de encuentro, de reconocimiento, de cesión, de ponerse a remar juntos. Los hombres vivirían con mayor paz… y la violencia no llenaría nuestras calles y nuestros corazones. Yo he aprendido en mi miserable vida que reconocerme un Caín es lo que más me acerca a Dios, me llena de visión y me da cierta misericordia por el pecador. Dios me acepta cuando abrazo a Caín, y me ofrece a Abel como solución.

Sí, creo que Caín y Abel tienen mucho que enseñarnos.

Amor,
Ibero
 
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Me gustó mucho recordar que no hay que resistir a los malos porque muchas veces eso solo los motiva a que sigan insistiendo en su lógica de malos. Lo sé por experiencia jeje

El malo cree que lo bueno es malo y lo malo es bueno y cuando alguien insiste en llevarle la contraria lo que hace es sacar a flote las obras de la carne en las que vive.

Por eso no todas las veces aplica aquella idea de que hay que estar insistiendole a los malos siempre con la pura verdad de frente expresada mediante palabras porque sinó se la decimos las piedras gritan esa verdad.
 
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20/12/2022 - LA POLITICA (1ª parte)



Hoy hay que hablar de política porque, como explicaba Aristóteles, el hombre es un “animal político” y no puede escapar de ella por mucho que se lo proponga. Voy a simplificar mucho porque en este asunto creo que es sano simplificar.

En todo ámbito social (incluido el Israel bíblico y la iglesia) hay gobernantes y gobernados. Los gobernantes son una “minoría selecta” (supuestamente los más honestos y preparados del ámbito) y los “gobernados” el resto. Partiendo del hecho de que en todo sistema de gobierno se necesita la buena voluntad y aceptación de los "gobernados" (nadie podría gobernar sin cierto nivel de aceptación por parte de los súbditos), podríamos distinguir dos tipos de "gobernantes" en nuestro tiempo:

  • Los “presidentes” de las democracias modernas.
  • El “reyezuelo”, “dictador” o “tirano” en palabras de las democracias modernas, es decir, el gobernante de un país no democrático.


Las democracias modernas

Pensemos en un sistema democrático un buen rato. Consta de los TRES IDEALES: el IDEAL EJECUTIVO (los ciudadanos eligen a sus reyes periódicamente), el IDEAL LEGISLATIVO (los ciudadanos además aprueban de forma continua las leyes que los rigen) y el IDEAL JUDICIAL (los jueces elegidos por el pueblo deben aplicar las leyes aprobadas por el pueblo con independencia de los reyes, e incluso perseguir al rey si se porta mal). Esta es la idea general que sustenta la idea de democracia. Si TODOS estos ideales no funcionan al unísono, en realidad no podemos hablar de democracia. En teoría es algo genial, ya que el pueblo puede quitar a alguien que lo hace mal o se corrompe, también puede aprobar para sí mismo las leyes que necesita o bajo las que desea vivir y además puede acudir a una justicia que es justa y no está sujeta al humor del rey.

Pero vamos a seguir analizándolo todo “genéricamente”.

Como no es factible escuchar a millones de votantes para cada ley que se aprueba (aunque HOY con la tecnología SÍ SERÍA PERFECTAMENTE posible consultar a todos fácilmente), unos pocos individuos cargados de malas o buenas intenciones se aglutinan en torno a una cosa que se llama “partido” con un “programa” donde anuncia sus promesas y pide la confianza de los ciudadanos para llevar a cabo esos planes que luego se traducen en leyes.

Los “partidos” en las democracias han terminado dividiéndose en dos grandes bloques ideológicos: “progresistas” y “conservadores”, a su vez rodeados de “grupos minoritarios” (“ecologistas”, “inmigrantes”, “lgtbi”, “independentistas”, etc…). Luego hay un componente “crítico-liberal”es decir, personas analíticas a quienes les importa poco la “ideología” y no quieren un rey malo ni leyes malas por puro pragmatismo personal. Los “liberales” en general siempre han abundado más en el bloque “conservador”, pero no tienen problemas en votar a “progresistas”, “conservadores” o “minorías”. Les da igual en tanto ellos crean que lo están haciendo bien.


Los “partidos” a su vez tienen dos tipos de ciudadano en sus filas:

  • “Fieles”, ciudadanos que siempre confian en su partido sin importar lo que hayan hecho sus líderes. Los “fieles” son los que mantienen el partido a flote, cosa de suma importancia porque esta “flotabilidad” es la base del partido: poder, dinero y continuidad. Aunque, simplificando, en el bloque progresista el fiel sea un “fanático-idealista-emocional” y en el conservador tengamos a un “hombre acomodado con miedo a perder lo que tiene”, la fidelidad es la flotabilidad del partido: aunque les pisoteén la cabeza mil veces siguen confiando. Para el “fiel”, el partido es “la verdad” en sí mismo. Aunque simplificando podríamos decir que en la izquierda se aglutina el “idealista emocional” y en la derecha el “conservadurismo racional”, AMBOS grupos cuentan con “fieles”. Los “fieles” estarán ahí pase lo que pase.
  • “Incrédulos”, que son ciudadanos que no están convencidos todavía de la bondad de un “partido” determinado y a quienes los “partidos” deben convencer para unirse a su “programa”.


Bien. Ahora leed despacio todo lo escrito y ved lo perverso del asunto democrático… el que quiere gobernar tiene que LUCHAR primero para conseguir “FIELES” (la base) y después convencer como sea a los “incrédulos” de que lo suyo es mejor que el otro bloque, ya que los “incrédulos” son los que suelen desequilibrar la balanza. ¡Pero cuidado! La “fidelidad” no es cosa cantada. Somos seres necesitados… y todo el mundo necesita una cosa llamada dinero para subsistir. Así que tenemos la posibilidad de “fidelizar” a los “fieles”, no vaya a ser que se vayan al “partido” de enfrente y aquel le ofrezca una oferta más suculenta. Efectivamente: los “fieles ideológicos” pueden llegar a ser un “peligro de infidelidad” porque el ser humano evoluciona y cambia… aunque no sea la norma, el fanático puede desilusionarse o cambiar de chaqueta. Así que al “fiel ideológico” también hay que darle cierto aliciente para que siga “fiel”. El hombre, por naturaleza, no es “fiel”. Así que “algo” hay que darle. Ese algo es dinero, poder… o poder y dinero. No nos olvidemos también de que la “violencia” contra el “enemigo político” también fideliza: aprobar leyes totalmente ideológicas, aunque sean perjudiciales, también “ayuda” a fidelizar al fanático.

Bien… esto nos lleva a estas conclusiones:

El que entra en el “partido” se verá envuelto en un remolino de dinero y poder porque los partidos políticos (sean o no subvencionados desde el Estado) mueven dinero y poder, pues el dinero es poder y el poder es dinero. Como a mayor número de “incrédulos convertidos” más intenso será el viento, el “partido” se verá “presionado” para “trabajar” con “ideas” que consigan aumentar el número de “incrédulos” que creen en el partido. Así pues, el partido se convierte en una especie de “máquina de ideas”. No hay más remedio que hacer PROPAGANDA: es decir, que el partido convenzca a los “incrédulos”. El “partido” se convierte en un gran cartel publicitario. Por otro lado, hay que mantener a los fieles con incentivos: el “partido” se transforma en un gran pesebre de fidelización.

¿Véis lo perverso del asunto?

El “bloque” sólo puede alcanzar el poder intentando por todos los medios que el ciudadano incrédulo, voluntariamente, crea en él. Para mantener el poder tiene que conservar la fe del incrédulo y premiar la fidelidad del creyente.

Con el devenir del tiempo y la corrupción inevitable de los “valores constituyentes”, el “partido” se convierte en una olla de psicópatas y putas: toda la lucha del gobernante (si quiere alcanzar el poder y/o seguir gobernando) se centrará en articular campañas publicitarias para convencer a los incrédulos y mantener bajo su paragüas a los fieles. Da igual a quién tenga que mentir, con quién tenga que pactar, lo que tenga que prometer y las líneas rojas que haya que traspasar. Y todo esto, si no metemos la CORRUPCIÓN de por medio (es decir, los “favores” a pagar para que el que sabe mis CORRUPCIONES no las saque a la luz). Cuando hay corrupción de por medio (un líder del partido ha incurrido en delitos que OTROS conocen), imagínate el asunto.

La psiquiatría dice que la sociedad necesita a ambos grupos. Estoy de acuerdo. La sociedad necesita del “equilibrio” de los dos bloques, al menos en el “día a día”. Los conservadores pueden aportar “equilibrio emocional” y los progresistas cierta “valentía emocional” para cambiar cosas que deben ser cambiadas. En general, el progresista intenta”progresar” en sus luchas y revindicaciones: más derechos, más inversión social. Los conservadores están más aferrados a las “tradiciones y valores”, que ellos consideran bases de la sociedad. En una “sociedad justa y equilibrada”, ambos grupos deberían entenderse y ayudarse mutuamente. Unos respetando “líneas rojas” y otros “levantando la mano”.

Pero con la democracia de los “partidos políticos” es materialmente imposible que se entiendan y ayuden. De hecho, en la pelea está la única forma de alcanzar el poder. Esta pelea destruye al país, polariza los partidos, crea estéril tensión… el “partido” no rema por el país (si es que alguna vez lo hizo), sino por su propia supervivencia. Como el hombre se corrompe por naturaleza (y el dinero y el poder aceleran el asunto), al final el partido se asemeja a un barco plagado de ratas más preocupadas de huir de su propia corrupción y maldad (mientras trabajan con ahínco para convencer al ciudadano de que todo va bien) que de atender los asuntos para los que supuestamente están ahí trabajando. En un ambiente tan hostil y venenoso, sucede que el político que realmente se preocupa termina completamente destruido o exhausto. El “bueno” se suele marchar, si es que alguna vez entró.

La falta de verdad y honestidad es el mayor mal de la democracia: si un partido A hace las cosas bien, el partido B no puede reconocerlo, ya que reconocerlo sería dar “ventaja” al enemigo. Y viceversa… si el partido B hace las cosas bien, el partido A no puede darse el lujo de alabarlo.

¿Qué es lo que tienes al final del día? Un montón de personas mordiéndose la piel sin ningún tipo de moral ni consideración para destruir al adversario político y así tener la mayor base de “fieles” y de “conversos”.

¿Pero sabéis lo peor de este sistema? Que el incrédulo es, en general, poco crítico e informado. Termina creyéndose la propaganda del partido, sea verdad o no, haya mentido mil veces antes o no. TODO se convierte en PROPAGANDA, es decir, en una MENTIRA divulgada a los cuatro vientos como forma de captar “conversos”.

Creo que para que la democracia realmente fuera efectiva (aparte de los TRES IDEALES, que por desgracia NUNCA se cumplen), debería tener como obligación moral una renovación obligatoria de sus partidos políticos cada 6-7 años. Todos sus líderes y representantes retirados de la política y a empezar de cero con nueva gente. Algo así como el “barbecho” que la Biblia aplica a los campos (“el séptimo año, se dejará descansar al campo”). Pero literalmente yo hablo de una “eliminación” del partido político en cuestión, no de un simple lavado de cara. Empezar de cero dejando lo “viejo” atrás, de tal forma que lo “nuevo” no tenga favores ni herencias que tomar, sino que pueda ser “tal cuál es” (ni más, ni menos). A tomar viento los “fieles” y los “conversos”. Todo nuevo.

Sin la debida renovación política, y sobre todo cuando los TRES IDEALES no funcionan adecuadamente, la democracia pasa de ser un “fantástico ideal” a convertirse en una “pesadilla freudiana”. En una máquina enchufada día y noche no trabajando por el "bien común", sino para manipular “la opinión pública” en un INMENSO ejercicio de demagogia barata que aturde el espíritu y confunde al alma porque es un aluvión incesante de MENTIRAS o de MEDIAS VERDADES (es decir, mentiras "piadosas”).

Quizás lo más inteligente sería negarle el voto a un partido que tenga más de 10 años de antigüedad (6 años es demasiado bíblico, no funcionaría). Dada la naturaleza humana, en 10 años ya ha dado tiempo a quemarse todos los ideales y perderse las anclas.

Otro día hablo de los “tiranos”.



Amor,
Ibero
 
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UN POEMA DE NAVIDAD

Ya es Navidad y el mundo desfila en derroche
A las mil luces esmaltadas de una yerma noche.
Van a comprar regalos y una cena inmisericorde
Donde pocos quieren entonar el verdadero acorde.

Dicen recordar lo acontecido hace muchas lunas
Cuando yacía el Hijo del Sol entre cabras y dunas
En una remota aldea de un país ocupado
En un oscuro establo de humilde estado.

Ya es Navidad y un amargo mal:
Celebran comida y escupen la sal.
Con la misma orla adornan al burro
Y preparan la horca del Dios puro.

Alumbra con dolor la virgen a un tierno bebé
Que llora anhelando el calor del pecho beber.
A la Luz del Oriente musitan unos sabios adoradores
«Será amigo de pecadores, hermano de pescadores».

Ya es Navidad y no pueden ver la Estrella Fugaz
Los que envuelven el alma en negro antifaz.
Sólo el niño consigue asimilar esta Paz,
¡Asirse con gozo al resplandor de Su Faz!

—Los hermanos de www.marronyazul.com—

Fuente: Facebook
 
'Abono para un Jardín'

Rosa de la eflorescencia
Brotó como ebullición
¡Ea! Rosa de Sarón
Sin mal, ni concupiscencia.
De sí llegó a la existencia,
Vino a erigir Su Rosal
Uno que brillara tal
Como su Luz luminosa,
Pero escasearon las rosas
Con estirpe celestial...

Su vestigio coloquial
Impreso dejó en pertrechos
Para un Jardín satisfecho,
Mas, ¡siempre le fue tan mal...!
Jardín bendito y triunfal
Todo el tiempo se sentían
Sin notar que perecían
Por seguir su desvarío
Despreciando el buen Rocío
Que Sarón les proveía...

Rosal, bella Amada mía
Delíciate en mi Silueta
Anda, persigue la meta
Tiempo tienes todavía...
Grande será tu alegría,
Glorioso será tu fin
Si te nutres del afín
Nutriente de mi perdón,
Mi Abono, La Salvación
Y eternidad del Jardín.

Luis A. González
 
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28/12/2022 La política (2ª parte)​


Hablábamos la semana pasada de las “democracias” y sus males, y nos dejamos pendiente la figura del rey, o lo que las democracias vienen a denominar “tirano”.

La figura del tirano

El “tirano” es una figura que suele reinar por herencia de los padres. “Estirpe de reyes”. En otras ocasiones, suelen ser líderes que han llegado allí por sus méritos militares, como sucedía en los antiguos imperios o sucede hoy en algunos, que son (o cuyos padres fueron) buenos militares con gran personalidad que en su día obtuvieron la victoria sobre sus enemigos. Cuando muere el militar original, normalmente le sucede otro líder militar que perpetúa las ideas del líder original.

En el tirano o “rey” se “concentran” los tres ideales democráticos: en él se unen el gobierno, la ley y su aplicación. La “tiranía ideal” es aquella en la que el rey también está sujeto al imperio de la ley… pero esto rara vez sucede. La figura del “tirano” o del “rey” tiene varias ventajas frente a la “democracia”:

—No está sujeto a los vaivenes de las votaciones cíclicas, así que no tiene que practicar la hipocresía de ganarse la voluntad del populacho cada 4 años. Sea que el pueblo le ame o le odie, él gobierna. Por supuesto, tiene que mantener cierto nivel de "compromiso social", pero contentar al pueblo deja de ser la prioridad para mantener el poder. Le basta un apoyo moderado para perpetuarse sin demasiados problemas.

—Al tener todo el poder en sus manos, se simplifica la burocracia. La cadena de toma de decisiones importantes y urgentes es mucho más rápida y eficiente. Por ejemplo, un funcionario que no cumpla con su trabajo o no obedezca al rey puede ser depuesto inmediatamente, se le mete en la cárcel o directamente se le hace desaparecer. Por ejemplo: si un ciudadano de influencia se opone frontalmente al rey (o tiene un discurso revolucionario o golpista), se arriesga a terminar como el funcionario díscolo que acabamos de mencionar.

Ahora bien, el rey también está sujeto a algo que necesita el partido político de la democracia, que es una “base de poder”. El rey requiere de un “cimiento sólido” que le permita gobernar con cierta estabilidad y seguridad: el control del ejército y la lealtad de los potentados del país (el apoyo de los miembros de su propia familia, gobernadores locales, comerciantes y adinerados).

CONCLUSIONES...

Bien, hasta aquí la presentación “teórica” de las dos formas de gobierno que hemos tenido sobre la tierra todo imperio o nación de los últimos 6000 años. La gran pregunta es… ¿cuál es mejor o preferible?

Miremos más de cerca. ¡Parecen muy diferentes, pero en realidad son muy similares! Por eso, yo creo que lo más práctico es un tirano que gobierne con justicia, misericordia y mano de hierro. Es decir, un "buen tirano". Es mucho más práctico a nivel burocrático y emocional. La democracia "desgasta" al país con mucha mayor rapidez que la tiranía. El tirano es mucho más eficiente a nivel social y de relaciones con otros países. El caso paradigmático es España, que nunca ha avanzado más en su historia reciente (en todos los sentidos) que durante la dictadura de Francisco Franco. El tirano dejó el país fuerte, con una conciencia de moral y de identidad, con sentido nacional, con pleno empleo, sin deudas, con clase media desarrollada... entre los 10 países más potentes del mundo. Le saludaban de “tú a tú” hasta los presidentes de USA. Además este tirano puso los cimientos de la democracia actual, aunque por desgracia se haya corrompido totalmente. A pesar del aislacionismo criminal que tuvo que sufrir un país destrozado por una guerra civil —que por demás había librado a Europa del comunismo en el sur del continente— hizo de España una nación respetable y respetada hasta por sus enemigos. Por eso hoy los delincuentes que nos gobiernan (entre los que se encuentran los terroristas que empezaron a asesinar desde que Franco empezó a debilitarse) quieren destruir su lugado y “sacar sus huesos del sistema”. Sin duda Franco sigue hablando y las obras de ese hombre todavía calan en la "memoria democrática".

Así pues, sea el gobernante "democrático"o o "no-democrático", nadie puede gobernar sin una “minoría selecta” (normalmente rica y poderosa) que le sea fiel y que reme a las órdenes del poder. Dado que no existe ninguna democracia en el sentido teórico sobre el planeta —partimos del hecho de que los gobernantes NUNCA cumplen lo que prometen en su "programa electoral"—, el gobernante “democrático” es una marioneta obediente a los que han decidido ponerlo allí: se deben al partido, se deben a aquel que conoce sus corruptelas y sobre todo se deben a la “base de poder”. En cuanto al pueblo, en aquellas "naciones democráticas" donde todavía se respeta su voluntad (cosa que en las democracias modernas ya casi no existe por los continuos pucherazos electorales), al gobernante le basta con seguir dándole alfalfa y “zanahorias ideológicas” para mantener el poder. Realmente el "pueblo" es lo que menos importa hoy. A esto hay que añadir el tema de la globalización. En el mundo globalizado actual, los presidentes de las naciones “democráticas” se deben a una “base de poder” transnacional, lo cuál hace si cabe todavía más perversa la idea de la “democracia”. Los españoles ya no se gobiernan a sí mismos… unos tipos que no son españoles sentados en un restaurante de lujo de Nueva York o de Bruselas —a quienes ningún español ha votado— toman las decisiones importantes.

Ante la perspectiva humana del poder al que estamos hoy sometidos, se abre el concepto de "Rey Mesías" y “Reino de los Cielos”. En la próxima entrega intentaré abordarlo, porque esto del "Reino de los Cielos" es cuestión fascinante.

Amor,
Ibero
 
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La ideología de género, más que el medio de control de la nueva izquierda, es el artefacto corruptor que el maligno usa porque quiere destruir la primera institución de la que emana la vida.
 
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08/1/2023 La política (3ª parte)


Hablábamos la semana pasada de democracias y tiranos, y llegamos a la conclusión de que un “buen tirano” es preferible a la “democracia” pues por desgracia no existen democracias reales. Hoy vamos a hablar del Reino.

El Reino de Dios

Del Reino se podrían escribir incontables libros, cánticos y salmodias. Creo que Jesús definió la esencia del Reino cuando nos enseñó a orar...

“Padre nuestro que estás en los Cielos, santificado sea Tu nombre, venga a nosotros Tu Reino.”

El Reino se dirije a un PLURAL de personas. Toda la oración es en PLURAL. Esto quiere decir que aunque estamos completamente solos, no estamos realmente solos en el asunto del Reino. Siempre estamos acompañados, a pesar de estar físicamente solos. La primera frase del Padre Nuestro la veo cumplida en las siguientes líneas. Nos ofrece el cimiento y luego el edificio. Todo empieza con la santificación del nombre del Padre que es el Rey (o tirano) de un Reino que debe “venir” a nosotros y que está "en el Cielo". Se da por hecho que el Reino EXISTE en “OTRO lado” y que aquí no está, y la oración consiste en que ese REINO debe VENIR a nosotros. A continuación el Señor nos ofrece la definición del Reino, que curiosamente ES la propia manifestación del Reino:

Primero el Reino significa que la voluntad de Dios se HACE en la tierra como en el cielo. Con esto se da por hecho que “FUERA” del Reino de Dios NO se HACE la voluntad de Dios en la tierra. Así que el REINO de Dios consiste en que Dios haga Su voluntad. ¡Increíble! Cuando Dios hace Su voluntad nos está trayendo TODO el Reino junto a Él. Digámoslo así que Dios no está “sólo” cuando hace Su voluntad sobre nuestras vidas o la tierra… sino que toda acción de la voluntad de Dios sobre la tierra ES la manifestación de Su Majestad y Su Reino: de Dios, pero también de todas las potestades y dominios que se han sometido a Dios y le sirven. No se puede disociar todo ESTE-SU-REINO de ESTA-SU-VOLUNTAD. Si permites a Dios hacer Su voluntad en tu vida, Dios te está haciendo descubrir un UNIVERSO COMPLETAMENTE NUEVO, que es SU REINO y todo lo que allí vive y respira.

En segundo lugar, el Reino significa para nosotros que Dios nos da “el PAN de cada día”, por lo tanto el REINO es cosa diaria. NO es semanal ni mensual ni anual… sino CUESTIÓN DIARIA. El Reino significa que podemos y DEBEMOS exigir de Dios que nos dé PAN para nuestro espíritu. Este PAN de VIDA es Jesús, y es lo que permite que podamos sobrevivir el día a día... y un día más: es un PAN DIARIO.

En tercer lugar el REINO de Dios significa un manto de perdón sobre nuestros pecados y faltas… SI (condicional absoluto) nosotros a su vez extendemos ese perdón a los que nos han ofendido o nos deben algo. Es decir, el REINO de Dios implica un perdón a los males que tú has hecho a Dios… que tú también extiendes a los males de los demás sobre ti. Dios da por hecho ambas cosas al exigir de ti el perdón. Cuidado, esto no está hablando de que no exista pena de muerte sobre la tierra para los criminales, sino de que TÚ personalmente (en tu corazón, en lo íntimo de ti) extiendas perdón a aquellos hombres que te han ofendido o te deban algo. Esto puede ser algo pequeño o algo gigantesco... en todo caso es una ofensa o una deuda que TÚ debes "soltar".

Por último, una vez tenemos pan y perdón, el REINO te LIBRA del mal… lo cuál no deja de ser algo MUY deseable en una tierra gobernada por Satanás. El colofón del REINO de Dios es que te ves libre de TODO el mal que puedan hacerte sobre esta tierra. El gran ejemplo de esto es la vida de Daniel y sus amigos… estando sometidos al reino de un déspota pecador, ellos vivían en el REINO de Dios, y por tanto el mal NO podía tocarles.

Pero fijáos cómo el asunto principal de la venida de Su REINO a nuestra esfera terrenal y a nuestras almas se resuelve en torno a ese misterioso… “SANTIFICADO SEA TU NOMBRE”. ESTO es precisamente lo que lanza la flecha del REINO de Dios hacia nosotros.

Dado que esta es la llave que abre el Reino de Dios a mi vida, me pregunto… ¿qué es exactamente “SANTIFICAR A DIOS”?

Esto lo veremos la semana que viene, si Dios lo permite.


Amor,
Ibero
 
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12/1/2023 La política (4ª parte)


Santificar a Dios:

Decíamos que “Santificar a Dios” es la catapulta que lanza contra nosotros la piedra del “Reino de Dios”, una “piedra” que derriba el resto de reinos (ver visión de Daniel). Meditando sobre esta palabra, creo que debo ceñirme al Padre Nuestro, y creo entender que “Santificar a Dios” y “El Reino de Dios” son las dos caras de la misma moneda. “Santificar a Dios” y “el Reino de Dios” es exactamente lo mismo. Cuando Dios reina en el corazón se le está santificando y se hace realidad “venga a nosotros Tu Reino”:

—Anhelas Su voluntad a tal punto que deseas que se haga en la tierra (la propiedad legal de Satanás) igual que en el cielo (la propiedad legal de Dios).

—Te alimentas del Pan Vivo del Cielo cada día.

—Eres perdonado por Dios de tus muchos pecados y no guardas rencor contra ninguno que te haya hecho mal.

—Eres protegido del mal… descansas aunque te aceche el mayor de los peligros.

“Santificado sea tu nombre” es el gran misterio del “Reino de Dios” manifestado. Como sabéis bien, santificar literalmente significa “apartar algo para un uso o propósito especial”. Así pues Dios nos dice “poned aparte Mi Nombre”, “no lo mezcléis con nada ni nadie más”. Ciertamente Dios tiene muchos nombres, pero aquí se entienden todos ellos como “un solo nombre”, y poner aparte el nombre de Dios (ese que engloba todos los demás nombres) para mí significa reverenciar a Jesucristo, pues “no hay otro NOMBRE dado a los hombres que pueda salvar a los hombres”. Le reverenciamos creyendo en Él (por la fe somos justificados) y esto nos trae al conocimiento de todo cuanto Su Nombre significa… eso trae el Reino de Dios, que consiste en DESEAR LA VOLUNTAD DE DIOS EN MEDIO DE NUESTROS PROBLEMAS, SACIAR NUESTRA HAMBRE INTERIOR, SER PERDONADOS Y PERDONAR, VIVIR TOTALMENTE PROTEGIDOS DEL MAL QUE NOS RODEA. Esto es reverenciar a Dios, creer en Jesús, “traer" el Reino.

“Santificar a Dios” es la actividad más eficiente en la que puede involucrarse un ser humano. Dados los tiempos de corrupción sin igual que vivimos, es lo único de provecho y lo que todos deberían estar haciendo desesperados. No hay actividad más fructífera ni más bendita ni más sencilla: creer en el Nombre de Jesús. Esa es la semilla de la que brota toda la planta del Reino. La fe, una obra imposible de medir con vara humana y la que te hace clamar...

"¡Santificado sea SU Nombre!"


Amor,
Ibero
 
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LA FE (1ª parte)


Recientemente meditaba sobre el inmenso misterio de la FE. Naturalmente, la FE es lo más "básico"… pero no por ser “básico” es algo a desdeñar.

El Señor habló de ella en Su enseñanza de la parábola del sembrador, y os recuerdo que Él dijo que esta parábola era la LLAVE para entender el resto de parábolas. Es la “Parábola Maestra”. Aquí no sólo habló de “la FE” como el “principio básico”, sino que nos dio todo el cuadro completo describiéndola como el inicio de un proceso largo y maravilloso que empezaba con algo muy diminuto e insignificante y que se convertiría en algo enorme e importante. Pero hay algo más aquí, y es que en el fondo “la FE” es una cuestión muy práctica. Tiene que ver con MI BIENESTAR. ¿Quién no quiere estar BIEN? Cuando dice “la FE es creer que Él existe y que premia a los que le buscan”, está hablando de que el resultado más directo de la FE es mi bienestar más personal. La FE no sólo es CREER EN DIOS (como dicen los incrédulos). La segunda parte es lo más interesante: Él me PREMIA. Antes de esto dice “sin FE es imposible agradar a Dios”. Así que “la FE” está relacionada muy íntimamente con la intimidad con Dios. Mi bienestar espiritual brota de mi relación con Él. La FE es el instrumento. Nos relacionamos con Dios a través de “la FE” y esto nos hace CRECER SALUDABLEMENTE, es decir, sanos y limpios. No niego que quizás también incluya el bienestar de un vecino o familiar si vive cerca de mí… pero la FE es PERSONAL e INTRANSFERIBLE y se sustenta sobre una recompensa personal e intransferible que es mi bienestar más inmediato y necesario, pero también más “a largo plazo”. La recompensa principal NO es terrenal y natural, sino espiritual y celestial: árboles eternos que Dios quiere que crezcan fuertes, limpios y sanos para que den un fruto agradable del que Él Mismo participa. Hoy en día creo que el espinoso asunto de los milagros de sanidad (espinoso por el reiterado abuso que se ha hecho del tema por parte de las religiones) hablan del bienestar espiritual y celestial. Son “símbolos terrenales” de un “bienestar eterno”. El Espíritu de la Profecía sana y saca demonios dando testimonio del carácter profético del Reino, presente, pasado y futuro. El milagro (de cualquier categoría) es una especie de “testimonio gráfico” de los días futuros, es profético en sí mismo.

Bien. Nos explica el Espíritu Santo que en las cosas que Dios gestiona no hay casualidades. Esto de “la FE” empieza por una acción divina, donde Él Mismo, a través de una decisión propia, se viste de “Sembrador” (toma esa función y trabajo) y esparce unas semillas de cualidades divinas. Él tiene una semilla que no es de este mundo en Su zurrón, la toma en Su mano y la esparce, y a partir de ahí NOSOTROS empezamos a gestionar ese “elemento divino” que entra en contacto con la tierra de nuestro corazón. Una vez esparcida, es como si Dios nos hiciera co-partícipes y responsables del futuro de la semilla. No estoy diciendo que Dios no nos ayude (necesitamos la lluvia, eso está claro), sino que hace a la tierra co-responsable del futuro de la semilla.

También puede verse como un acto de amor: un amante que nos lanza su principio de vida (Su esperma) que nuestra matriz acoge. Algo “vivo” entra en contacto con algo que también está vivo (aunque “muerto”) y “espera” a que se produzca una “concepción” que traerá multiplicación. Ninguno tiene “sentido” sin el otro: la tierra necesita la simiente del mismo modo que la simiente necesita un terreno y, aunque se complementan, el elemento “vivo” es la semilla. Cuando le habló Dios a Abraham siendo UNO (y totalmente estéril e imposibilitado), le dijo que sería “padre de multitudes”. No estaba hablando de su esperma (ni siquiera de su futuro hijo terrenal), sino de su FE, es decir, de la obra que DIOS MISMO había plantado en el corazón de Abraham: a algo pequeño, unitario, muerto y sin esperanza (este es Abraham) Dios le concede una especie de “milagro potencial” o “resorte interior milagroso” interior (la FE) que habría de convertir a Abraham en una multitud viva, fuerte y con esperanza. Por eso se le llama “el Padre de la FE” y se habla del “seno de Abraham”. Dios nos mostró con el ejemplo de Abraham que Abraham seríamos todos nosotros. Lo que Abraham tenía dentro (“la FE”) lo tendrían incontables almas que serían pequeños “Abrahamícolas”.

Pero esta grandilocuente introducción no es para hablaros de nada grandilocuente… todo lo contrario. Sólo quería hablaros de un pequeño detalle. Mi pregunta ante Dios respecto a la FE era esta:

"¿Cuál es mi parte en todo esto?"
"¿Realmente hay algo qué debo hacer?"

Hay algo que debo hacer y es lo mismo que Abraham y otros hicieron, y Dios repite incesablemente el mismo modelo en varios lugares.


Amor,
Ibero
 

LA FE (2º parte)​


Creo que hay una relación entre “FE” y “esfuerzo”, y creo que la enseñanza está tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento.

“Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.”

Estando Gedeón oprimido y empobrecido, siendo UNO (no multitud), siendo un don-nadie en medio de una tierra oprimida, esclavizada y miedosa, Dios le llama y en el llamado le dice que haga dos cosas: que se esfuerce y que sea valiente. Lo más difícil de todo no creo que fuera “esforzarse” (eso es algo que todos “podemos” hacer), sino la “valentía”. En aquella situación y lugar, ser “valiente” era como pedirle peras a un manzano. Era un imposible de facto, algo que Gedeón no podía darle a Dios. «¿Ser valiente cuando mi vida vale menos que un pimiento y estamos oprimidos por gente violenta más fuerte que nosotros? …tengo bastante con sobrevivir como para pensar en ser valiente». Así pues, creo que la valentía provino de este misterio del “esfuerzo”. Como os decía antes, creo que el orden no es casual. NO HAY CASUALIDADES. Yo lo traduciría algo así como… “esfuérzate y (así) encontrarás el coraje”.

Bien, había encontrado la respuesta. Tengo que “esforzarme”. ¿Pero qué clase de “esfuerzo”? Entonces es cuando me acordé de la otra palabra de hace 2000 años… “esforzáos por ENTRAR por la puerta estrecha”.

Aquí el Señor sigue dándonos pistas sobre el misterio de “la FE”. Nos explica que es un “esfuerzo” donde procuro entrar por una “puerta estrecha”. ¿Y esto qué quiere decir en lo práctico? Si Él dice que me “esfuerce” para entrar por una “puerta estrecha”, es que la puerta es realmente estrecha, pues de lo contrario no diría tal cosa como “esforzarse”. Lo que significa es que estoy GORDO y mi CUERPO no pasa por esa puerta estrecha tan específica, y mi TRABAJO consiste en ADELGAZAR mi CUERPO para que pueda pasar por la puerta estrecha. ¿Cómo se adelgaza el cuerpo? “Come” lo que es adecuado, “muévete” (es decir, ten la actitud de moverte si tal cosa fuera necesaria) y ten la “voluntad” para entrar por esa puerta estrecha.

Aquí también se me vinieron los textos de “si alguno quiere ser Mi discípulo, niéguese cada uno a sí mismo y tome su cruz y sígame”. La comida es “negarse a uno mismo” (y esto necesitaría una meditación por sí misma), no rechazar la “cruz” que Él nos da, y después MOVERSE en pos de Él. Así “adelgazan” los GORDOS (todos nosotros) para ENTRAR por la “puerta estrecha”. También dice en otro lugar “si tu mano te hace caer, córtatela para entrar… si tu ojo te hace caer, sácatelo para poder entrar”. ADELGAZAR es renunciar a nuestra mano (las obras propias) y a nuestro ojo (nuestra limitada visión de Dios y de la vida).

Haciendo esto, la “valentía” vendrá a nosotros en estos tiempos oscuros. ¿Qué valentía? La valentía para no mezclarse con el mundo (que es el Anticristo y su falso profeta: sus “soluciones” y sus “oráculos”), y para sólo prestar atención a la Voz del Pastor de las almas: Sus soluciones y oráculos. La solución y el oráculo de Dios para nosotros es sencillamente uno: JESUCRISTO, y Él crucificado (crucificando al mundo en Sí Mismo y crucificado Él Mismo).

Amor,
Ibero
 

LA FE (3ª PARTE)​


En las cosas del Reino —por supuesto aquí incluimos “la FE”—, absolutamente TODO tiene un porqué, una razón, una inteligencia y un lugar. No hay “casualidades”. En las cosas de Dios no sólo hay una gran intencionalidad, sino que todo está relacionado y es interdependiente. Por ejemplo, el Espíritu nos enseña que no puedes hablar de FE sin AMOR, y no puedes hablar de FE sin OBRAS. Él mismo lo relaciona. Así que todo está interconectado, como en un árbol el tronco y las ramas. Si la FE es un misterio abierto a la aventura de descubrirlo, el AMOR y las OBRAS son parte de ella… tienen la misma naturaleza. Como patas de una misma silla, son un tesoro relacionado con el gran misterio de la FE a la espera de descubrirse. Por ejemplo, cuando se dice que “Dios es Amor”, déjate hablar por Dios. No hagas de esta afirmación un cliché religioso. Hay una infinitud a descubrir en esta afirmación tan sencilla. Si el amor es capaz de crear un infinito de un punto infinitamente pequeño, entonces el “amor” es algo increíble. Un asombro cierto. Un algo “alucinantemente grande” pero al mismo tiempo “alucinantemente pequeño”.

Una de las grandes fallas del sistema religioso (de las muchas que tiene) es que da por hecho que “sabe” de lo que habla cuando habla sobre las cosas de Dios. No se deja asombrar por Su Voz. En la teología de los hombres no hay asombro ni descubrimiento. No saben leer las Escrituras, y mucho menos dejan que Dios les ayude a leer. Digámoslo así, hay un gran desprecio (y yo diría una “incredulidad”) hacia la semilla. La religión DESPRECIA la semilla, es decir, DESPRECIA las cosas pequeñas. Siempre te estarán hablando palabras tan grandilocuentes como vacuas, y tan faltas de visión como tediosas. Las cosas nuevas y asombrosas están RESERVADAS para una “pequeña manada” que se ha resuelto NO DESPRECIAR las cosas pequeñas porque están SOPORTANDO la cruz de Cristo, el único poder del universo capaz de aplastar las falsas “cosas grandes”. Este es el camino de la fe, donde estarás completamente sólo y completamente a oscuras… al tiempo que Dios te insta a prestar atención a lo pequeño, a los detalles, a lo que el mundo religioso desprecia.

Así que estaba meditando sobre la FE y lo que realmente significa en lo práctico en mi propia vida, y vi que esto de la FE no es cualquier cosa porque es un asunto muy profundo y contraintuitivo. Cristo mismo pone en duda que Él vaya a encontrar FE en la tierra cuando Él regrese, dando por hecho que la FE será “escasa” y “rara”: como “oro escondido a muchos metros bajo tierra”. El Señor habla de ella como una cosa “difícil de encontrar”, casi como una "caza" de un tesoro escondido alucinante. Así que decía Jesús que la FE es pequeña. Sus discípulos, probablemente desesperados viendo las señales que Él hacía, le pidieron… “¡auméntanos la fe!”. Querían “cosa grande”. Y Jesús les contesta: “mirad que si tuviérais fe como un grano de mostaza haríais grandes cosas”. ¿No es asombroso que Jesús contestara eso?

Me resulta fascinante.

Empieza a tejer una relación con Dios y empezarás a ver lo ignorante que realmente eres, lo inmenso del Reino y lo poco que lo conoces… lo mucho que te queda por descubrir en esto aparentemente "PEQUEÑO". Hay un “tedio” importante cuando despreciamos lo pequeño, cuando nos negamos a levantar la vista de nuestro ombligo. No soportamos lo pequeño de la FE porque buscamos éxito y fama a ojos del mundo, y despreciamos el éxito y la fama a Ojos del Amor. Despreciamos lo pequeño y la “profecía” de lo pequeño… así que “matamos” la fe. Cuando hablo de “profecía de la fe”, me refiero a que la fe tiene su propio “lenguaje”, un lenguaje divino. Es el lenguaje de Jesucristo: profundamente grande EN lo pequeño.

Jesús decía que la “fe grande” consistía en ser “muy amigo de lo pequeño”; yo diría que “íntimamente amante de lo pequeño”. Llamaba a una fe que consistía en un cambio de mentalidad absoluta. No sólo pedía una reducción de nuestras ideas de grandeza y gloria, sino que nos instaba a entrar en otra idea de grandeza. Aprender lo que es grande. En el Reino, lo “grande” consiste en lo “pequeño”. ¡NADA MÁS Y NADA MENOS QUE TENER FE COMO UN GRANO DE MOSTAZA! Eso es entrar en la NADA, en la cosa más "diminuta" e “insignificante” a los ojos naturales. Ser pequeños, entrar en una especie de “verdadera humildad”... Cuando pienso en esto, me sube al corazón “verdadera obediencia”. Creo que la verdadera humildad es la verdadera obediencia. No hay nada más humillante para el ego que ser obediente a Dios, por eso encontrar a una persona realmente obediente es como encontrar a un extraterrestre. La obediencia NO es servilismo ni ser asertivo. Cuando encuentres una persona obediente al Evangelio, te toparás con un MURO de fe y humildad. ¡Un DURO MURO invisible que al mismo tiempo es TRANSPARENTE Y BLANDO! No me mires a mí, yo me reconozco uno de los mayores desobedientes de la historia del mundo. Pero el secreto de la FE es la obediencia. ¿Quieres fe? Escudriña en la obediencia.

Ser obediente a Dios es hacerte amigo de lo “pequeño”, de lo que no es, de lo que no se ve, de lo que no parece que vaya jamás a ser. Eso es ser “amigo de Dios”. Es renunciar a tu fuerza y a tus capacidades y abrazar “lo que no es” para descubrir “lo que no eres”. Por eso, si realmente estamos en los últimos tiempos, TODO luchará contra la fe y TODO se mofará de la fe porque TODO será una batalla a muerte contra lo PEQUEÑO. Tendrás que ser valiente y sumergirte en lo PEQUEÑO, y no salir de allí. Entregarte a lo pequeño, buscar lo pequeño, abrazar lo pequeño. Sólo allí se pueden descubrir los secretos de lo grande. Todos los que pretendemos saber de Dios fuera de lo “pequeño”, todavía estamos a tiempo de arrepentirnos y rogar por conocer lo pequeño, porque aquí va a estar el secreto de los últimos días.

«Cuando el Hijo del Hombre regrese, ¿encontrará FE en la tierra?»



Amor,
Ibero
 

LA FE (4ª PARTE)


Seguía meditando hoy sobre la fe… Hay algo en mi corazón que busca desesperadamente ser agradable a Dios en este misterio de la fe, y sigo indagando y aferrándome al manto de Jesús para que me dé luz y calor. Me acordé de aquella anécdota de la barca, que todos concéis tan bien. Resulta que Jesús y los discípulos estaban en una barca en el mar de Galilea, y se levantó una tormenta de órdago, hasta el punto que aquella barca parecía zozobrar. Una barca en medio de una tormenta es lo más normal del mundo, no hay nada especial en esto. Ahora bien, esta barca no era precisamente un transatlántico de 200 metros de eslora, sino una pequeña barca de pescadores. Se ha encontrado una barca de aquella época casi intacta y las dimensiones aproximadas son 8,2 metros de largo, 2,3 metros de ancho y 1,2 metros de altura. El caso es que había una tormenta que soplaba airada y esta pequeña barca estaba en medio de ella. No creo que fuera un huracán de fuerza 5, pero sin duda aquel gran lago sufría una tormenta gorda, con unos vientos y olas lo suficientemente fuertes como para volcar la barquita o llenarla de agua hasta hundirla. Recordemos que en ella viajaban algunos pescadores que llevaban toda la vida dedicándose a esto de las barcas y la pesca. Si estos hombres tenían miedo de zozobrar era porque la “posibilidad” estaba ahí en cualquier momento. De hecho, el texto dice que las aguas superaban la altura de la barca y que se estaba anegando de agua. La situación podríamos llamarla de “dramática” y “terrible” en términos objetivos. Pero recordemos quién estaba en la barca. ¡Quién! Aquí es donde Dios empieza a mostrarnos Su reino porque en esa barca estaba Jesús. Y resulta que a Jesús no se le ocurre mejor idea que echarse a dormir. Como todos sabéis, para dormir se requiere cierta paz y una medida de "despreocupación". Es imposible conciliar el sueño con graves preocupaciones o en situaciones de estrés. Pensemos que Jesús y los 12 discípulos estaban juntos y más o menos podemos suponer que todos estaban igual de cansados ya que seguían el mismo “ritmo físico” (comidas similares, caminatas similares, un desgaste semejante). No creo que Jesús estuviera “rendido” de cansancio y los demás estaban frescos como rosas. La medida de cansancio de Jesús no sería muy diferente del resto que le acompañaba. Pero los demás estaban frenéticos de miedo, estaban desvelados. Y Jesús velaba… porque dormía. ¿Sabéis? Jesús puede estar despierto y velar, y puede estar dormido y velar. En este caso dormía y velaba. Luego volvemos a esto, porque todo está conectado.

Entonces los discípulos despiertan a Jesús y le dicen alterados y estresados, “¡despierta, Maestro, ¿pero es que no ves que perecemos?!” Y entonces Jesús se despierta y no se le ocurre otra cosa que hablarles de la fe. Ah…. aquí hay mucho que hablar sobre la fe. ¡¡MUCHO!! Este episodio está relatado en tres de los evangelios. En la versión de Mateo dice que sin levantarse de donde estaba tumbado les dice, “¿de qué tenéis miedo, hombres de poca fe?” (Mt 8:26, imagináos el cuadro). Luego mandó a la tempestad que se callara y después les volvió a decir a los asustados discípulos “¿pero por qué estáis amedrentados, hombres de poca fe?” (Marcos y Lucas).

Bien… ¿cuál es la enseñanza? La enseñanza no es “el poder de Jesús para eliminar la tormenta”, como predican los falsos maestros. Leed bien. En nuestra barca está Jesús, y el Rey de Paz está durmiendo. Es decir, está descansando. Callado, apacigüado, tranquilo, confiado y relajado. Jesús, dice nuestra Biblia, está ahora “esperando en un lugar tranquilamente a que el Padre ponga todo bajo Sus pies”. Ahora mismo Él descansa mientras las aguas del mundo arrecian. Hoy en día, las olas del mundo arrecian (quizás como nunca antes en la historia) la barquita de la fe. Pero si tú estás en Jesús y Jesús está en ti, ten fe. La fe no es VER las obras milagrosas de Dios. No es verle hacer aspavientos por un micrófono, ni siquiera apagar la tormenta con una simple orden. Eso NO es la fe. La fe, según Jesús, es confiar en Él aunque tu barquita esté a punto de hundirse para siempre y Él esté callado, silencioso, apacigüado, quieto… aparentemente “despreocupado”, “inerme” y “pasivo”. La FE es que Él está con nosotros, así que no hay NADA que temer aunque Él esté callado.

La “poca fe” de los discípulos era pensar que esa tormenta podía matarles mientras Jesús estaba con ellos, y lo que Jesús les estaba exigiendo en esa circunstancia y situación era tan sencillo como dejar a la tormenta arreciar y contagiarse de Su silencio, Su paz, Su sosiego y Su descanso. Jesús les enseñó que la verdadera fe hubiera sido echarse a dormir como Él, o en todo caso estar tranquilos en medio de la tormenta. Confiados en Jesús como Jesús estaba confiado en Su Padre.

La “fe” es estar en la Paz, vivir en la Paz, contagiarse de la Paz. Que arrecie la tormenta todo lo que quiera, y que soplen los vientos y mojen las olas. Jesús está contigo en la barca, y eso es más que suficiente, apague o no apague la tormenta que hoy te sacude y moja. ¡Dejad que arrecie, dice el Señor! ¡Yo estoy aquí con vosotros!

Amor,
Ibero
 
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EL PROFETA (1ª PARTE)


El profeta no es un tipo vestido de harapos que adivina el futuro, sino alguien que PROF-IERE palabras inspiradas por el Espíritu de Dios. A veces esas palabras hablan del futuro, la mayor parte de las veces refieren al presente, pero también del pasado. El profeta, ya que es "PROFERIDOR" de las palabras del cielo, es semejante a un escriba cuyas palabras son como letras que se quedan impresas en un libro que no se borra. Por eso decía Jesús del profeta "todo escriba docto en el reino de los cielos es semejante a un padre de familia, que de su tesoro va sacando cosas nuevas y cosas viejas." De ahí que un profeta no pueda renegar de las obras de Dios del pasado, sino que las honra. Es decir, un profeta no puede decir una tontería tan grande como "el Dios del Antiguo Testamento es diferente al Dios del Nuevo Testamento, el del Nuevo Testamento es un Dios de amor y el del Viejo es un Dios malo asesino". Eso no lo dice un profeta jamás. Tampoco puede enemistarse con el presente, pues el presente le pertenece a Dios. Y del futuro habla como algo en el que Dios reina con completa victoria, pues también le pertenece. Así que el profeta se centra en el presente y el pasado, pero Dios también le permite ver el futuro. La forma en que Dios habla del futuro no es adivinatoria. Habla del futuro como si ya hubiera pasado y fuera cosa del pasado, ¡pero siempre el futuro es una advertencia! El profeta honra a Dios en toda la línea temporal, pero advierte al pueblo del juicio futuro, ya que el futuro es juicio. El futuro termina en un Gran Juicio, y el tiempo también acaba en ese Gran Juicio. La misión principal de la profecía, pues, es admonestar a los corazones para que se arrepientan y vuelvan a la paz de Dios DENTRO del tiempo. La vida del profeta siempre peligra porque el hombre no soporta que se honre a Dios en el pasado, en el presente y en el futuro.

Así pues, el profeta profiere palabras de sabiduría que provienen de la fuente de la Sabiduría, que es Cristo Jesús, y en Él Dios controla el tiempo... y lo tiene escrito. Curiosamente, la ciencia ha descubierto que NO existe el libre albedrío. "Todo está escrito", por así decirlo. Pero, aunque en el marco grande y global nada se escapa de la Voluntad del que inició la rueda, en el día a día sí tenemos libre albedrío. Yo puedo escribir esto, o dejar de escribir y nunca publicarlo. Puedo elegir y debo hacerlo. Pero mis elecciones en la malla del tiempo no pueden cambiar la naturaleza de la malla del tiempo. La voluntad de Dios se cumplirá me guste o no. El tiempo Dios lo ordena, y el propio tiempo tiene fecha de caducidad, pues dirá a través de Cristo Jesús algún día "Yo soy tu destructor".

Cristo es el Gran Profeta, pues de Él proviene el tiempo y el tiempo subsiste en Él. Así pues, el profeta enviado de Dios siempre honrará a Jesucristo y Su obra de ayer, de hoy y de mañana. Es normal pues, Dios llame "profetas" a todos los que han recibido a Jesús. Todo aquel que recibe al que fue enviado, recibe al que envió.

Amor,
Ibero
 

EL PROFETA (2ª PARTE)

Hay un "ministerio de profeta" que cita Pablo en sus cartas. Entiendo que este ministerio del que habla Pablo como parte del "ministerio quíntuple" es un "ministerio realzado" del genérico que tienen todos los hijos de Dios. La idea es que Dios escoge a algún hermano y le da el don de PROFerir con poder cierta palabra con un "discernimiento especial". Yo lo entiendo como el "don general" que todos tienen, pero más enfocado y afilado, al menos puntualmente. No entiendo este ministerio como una etiqueta, sino como una extensión del general que todos tienen y al que todos están llamados. Por alguna razón, Dios escoge a algunos para PROFErir palabras con un poder o unción especial. En esta segunda parte me voy a centrar un poco en este "ministerio profético".

Hoy en día, con la revolución de los medios de comunicación globales, tenemos muchos ejemplos de primera línea de lo que NO es un profeta. De la línea católica y ortodoxa guardo silencio, pues los "falsos profetas" parecen más controlados. Alguno puede salirse del tiesto pero, en general, el control es grande y no se peca en este aspecto. En la línea protestante tenemos una verdadera "ensalada de profetas" con sus "ensaladillas" (ellos las llaman "escuelas de profetas") con todo un abanico de posibilidades a gusto del consumidor. A mi parecer, todos se parecen bastante. Youtube se ha convertido en una auténtica fábrica de profetas, con el imperio useño en la picota del pastel. El otro día estaba viendo a uno de estos señores (aunque también hay señoras), un norteamericano que tiene un ministerio dedicado a esto y una "escuela de profetas". Uno de los "más activos y conocidos" en USA y muy considerado por el poderoso establishment evangélico de USA. Le escuchaba intensamente y sin ningún tipo de prejuicio tratando de entrever si realmente tenía una "palabra de Dios" para el pueblo. Después de terminar el programa llegué a la conclusión de que era un excelente analista político, pero que no tenía ningún "don profético". El hecho de que mi punto de vista coincidiera con el suyo (al menos políticamente), y que dijera cosas de Dios con las que coincidía, no podía ocultar mi malestar. Era una tertulia donde había sido invitado y donde el hombre se explayaba sobre lo que Dios dice y piensa sobre cualquier tema que las contertulias (mujeres todas ellas) le preguntaban. Lo sabía todo sobre todo... desde el color de los calzoncillos del Presidente Biden hasta lo que debes hacer con tu dinero para invertirlo adecuadamente en estos "tiempos de crisis". Era un excelente orador de muy glamurosa apariencia y convincente palabra. Al principio del vídeo me quedé un tanto pasmado, porque hablaba con mucha soltura de "la palabra profética que Dios le decía a él" insistiendo en que "se ha demostrado que se ha cumplido demostradamente", así que hice un esfuerzo por escuchar todo el programa a ver si realmente era un vocero de Dios y qué tenía que decir para "2022 y más allá". Todo lo que decía era cosas genéricas que cualquier analista gubernamental con cierta cultura podría decir. Pero lo que más me asombró de todo era el barniz de soberbia importancia que le daba a cuestiones carnales, todas muy relacionadas con la política. Insisto que podría considerarme como "hermano ideológico y político" de este hombre. Pero aquí no estaba Dios ni Su sello inconfundible.

Dios advierte que en los últimos tiempos saldrían falsos profetas y mesías (Mar 13:22 y 2Ped 2:1). Pedro tiene una palabra de gran importancia para nosotros cuando identifica al "falso profeta" de la antiguedad como el "falso maestro" moderno. Para él, la "sana enseñanza" era clave. No estaba hablando de "la sacrosanta pureza doctrinal". No estaba hablando de "tochos doctrinales". Estaba hablando de la palabra PURA y DESTILADA que siempre viene de Dios. Aquí creo que hay una pista enorme para detectar a un "falso profeta". Así pues, el "falso profeta del Nuevo Testamento" es un "falso maestro". En Cristo la línea que divide a un "falso maestro" de un "verdadero maestro" es algo tan sencillo como la levadura.

"Un poco de levadura leuda toda la masa."
Que cada uno busque a Dios para saber qué quiere decir esto.
Y que cada uno de nosotros, los que estamos en la dispersión, podamos ser honestos y respondernos con honestidad.

Amor,
Ibero