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Amados hermanos en Cristo,
hace tiempo que he querido escribirles
acerca de la salvación que Dios nos ha dado.
Ahora les escribo para pedirles que luchen
y defiendan la enseñanza que Dios
ha dado para siempre a su pueblo elegido.
Estoy preocupado, pues hay algunos
que se han colado entre ustedes,
y que los han engañado.
Ellos dicen que Jesucristo
no es nuestro único Señor y dueño,
y que por eso no debemos obedecerle.
Piensan que, como Dios nos ama tanto,
no nos castigará por todo lo malo que hacemos.
Con razón, desde hace mucho tiempo se dice en la Biblia
que Dios castigará a esa gente.
[...]
Lo mismo les va a pasar a los malvados
de quienes les estoy hablando.
Porque con sus locas ideas dañan su cuerpo,
rechazan la autoridad de Dios e insultan a los ángeles.
Ni siquiera Miguel, el jefe de los ángeles,
se atrevió a hacer algo así.
Cuando Miguel peleaba con el diablo
para quitarle el cuerpo de Moisés,
no lo insultó, sino que solo le dijo:
«Que el Señor te castigue».
Sin embargo, esta gente insulta
hasta lo que no conoce.
Se comportan como los animales,
que conocen las cosas pero no las entienden,
y por eso terminan destruyéndose a sí mismos.
¡Pobre gente!
Se portan como Caín.
Y por el afán de ganar dinero,
cometen el mismo error que cometió Balaam.
Son tan rebeldes que morirán como murió Coré.
Es una vergüenza que esas personas
vayan a sus fiestas de amor,
pues comen y beben sin ningún respeto.
Son líderes que solo se preocupan de ellos mismos.
Son como nubes sin agua,
que el viento lleva de un lado a otro.
Se parecen a los árboles que no dan fruto,
pues han sido arrancados de raíz
y están totalmente muertos.
Son gente violenta.
Todos pueden ver lo malo que hacen,
pues sus maldades son como la espuma
de las violentas olas del mar.
Son como estrellas perdidas,
condenadas a viajar siempre
en la más terrible oscuridad.
[...]
Esta gente se queja de todo, y lo critica todo.
Solo quiere que se cumplan sus deseos egoístas.
Habla con orgullo,
y cuando habla bien de los demás,
lo hace solo para aprovecharse de ellos.
Pero ustedes, queridos hermanos,
acuérdense de lo que ya les habían dicho
los apóstoles de nuestro Señor Jesucristo.
Ellos les enseñaron que, en los últimos tiempos,
habría gente burlona, que se dejaría controlar
por sus malos deseos.
Es esta clase de gente la que los obliga
a pelearse y a dividirse,
pues hace lo que quiere y no tiene el Espíritu de Dios.
[...]
Ayuden con amor a los que no están
del todo seguros de su salvación .
Rescaten a los que necesitan
salvarse del infierno ,
y tengan compasión
de los que necesitan ser compadecidos.
Pero tengan mucho cuidado
de no hacer el mismo mal que ellos hacen.
Judas 1:3-4, 8-13, 16-19, 22-23 TLA
Judas 1:3-23 Amados hermanos en Cristo, hace tiempo que he querido escribirles acerca de la salvación que Dios nos ha dado. Ahora les escribo para pedirles que luchen y defiendan la enseñanza que Dios ha dado para | Traducción en Lenguaje Actual (TLA
Amados hermanos en Cristo, hace tiempo que he querido escribirles acerca de la salvación que Dios nos ha dado. Ahora les escribo para pedirles que luchen y defiendan la enseñanza que Dios ha dado para
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