¿Héroes?
Tiranos.
"
Una semana después de que Peter (no es su verdadero nombre) llegara a casa del trabajo con tos seca y sin sentido del gusto, lo llevaron al hospital. Murió en cuestión de horas.
No le habían hecho la prueba de covid. Y según el gobierno de Tanzania, que lleva meses sin publicar datos sobre el coronavirus, el país está
"libre de covid-19".
En este país de África Oriental hay pocas pruebas y tampoco hay planes para un programa de vacunación.
Es casi imposible calcular el verdadero alcance del virus y solo una pequeña cantidad de personas pueden hablar oficialmente sobre el tema.
Pero declaraciones públicas recientes insinúan
una realidad diferente a la presenta por el gobierno, en un momento en que algunos ciudadanos, como la esposa de Peter, lamentan en silencio la muerte de miembros de la familia sospechosos de haber tenido el virus.
Varias familias de Tanzania han tenido experiencias similares pero han optado por no hablar, por
temor a represalias del gobierno.
Mientras tanto, el gobierno británico ha prohibido la entrada en el país a todos los viajeros que lleguen desde Tanzania, y Estados Unidos advirtió que no se viaje al país debido al coronavirus.
Una campaña negacionista
Desde junio del año pasado, cuando el presidente John Magufuli declaró el país "libre de covid-19", él y otros altos funcionarios del gobierno se han burlado de la eficacia de las mascarillas, cuestionado que las pruebas de detección funcionen y se han reído de países vecinos, que han impuesto medidas sanitarias para frenar el virus.
Magufuli también advirtió, sin proporcionar ninguna evidencia, que las vacunas contra la covid-19 podrían ser dañinas y, en cambio, instó a los tanzanos a usar la inhalación de vapor y
medicamentos a base de hierbas, ninguno de los cuales ha sido aprobado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como tratamiento.
No está claro por qué el presidente ha expresado tanto escepticismo sobre las vacunas, pero recientemente dijo que los tanzanos no deberían ser utilizados como "conejillos de indias".
"Si el hombre blanco pudo inventar las vacunas, ya debería haber encontrado una vacuna para
el sida, el cáncer y la tuberculosis", dijo Magufuli, quien a menudo se presenta a sí mismo como un oponente al imperialismo occidental.
Pero la ministra de Salud, Dorothy Gwajima, reiteró la postura de Magufuli sobre las vacunas, y agregó que el ministerio tenía "
su propio procedimiento sobre cómo recibir los medicamentos, y lo hacemos tras estar satisfechos con el producto".
Hizo esos comentarios en una rueda de prensa esta semana en la que un funcionario demostró cómo hacer un batido con jengibre, cebollas, limones y pimienta; una bebida que ayudaría a prevenir la contagio del coronavirus, dijeron sin proporcionar pruebas.
"Debemos mejorar nuestra higiene personal, lavarnos las manos con agua corriente y jabón, usar pañuelos, vapor de hierbas, hacer ejercicio, comer alimentos nutritivos, beber mucha agua y [usar]
remedios naturales con los que está dotada nuestra nación", insistió Gwajima.
Pero esto, dijo, no porque el virus esté en el país. Los tanzanos deben estar preparados porque el virus está "asolando" a los países vecinos, acotó.
La ministra de Salud, Dorothy Gwajima (centro), dio una conferencia de prensa para demostrar cómo hacer un batido de verduras que, según dijo, sin proporcionar pruebas, protegería contra el coronavirus.
Esos son "los héroes" en el mundo bizarro que a lo malo llama bueno y a lo malo bueno.