Re: DAD AL CÉSAR LO QUE ES DEL CÉSAR ...
Te escucho, perfumista.
Aqui te envío una pequeña reflexión y un pequeño estudio que hice el año pasado sobre el asunto.
A ver que te parece.
Bendiciones y un saludo.
PERFUMISTA.
Y le dijeron: Maestro, sabemos que eres amante de la verdad, y que enseñas con verdad el camino de Dios, y que no te cuidas de nadie, porque no miras la apariencia de los hombres. Dinos, pues, que te parece: ¿ es lícito dar tributo al César, o no ¿. Pero Jesús, conociendo la malicia de ellos, les dijo: ¿ porqué me tentáis hipócritas?. Mostradme la moneda del tributo. Y ellos le presentaron un denario. Entonces les dijo: ¿ De quién es ésta imagen , y la inscripción ¿ Le dijeron: De César. Y les dijo: Dad, pues, a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios. ( Mateo 22 : 15 ).
Es ésta una muy buena enseñanza del Señor Jesús. Supo aprovechar la ocasión que le brindaba la astucia y la hipocresía de aquellos hombres enviados por los fariseos, para enseñarnos a nosotros el propósito de su ministerio aquí en la tierra. Su pregunta iba enfocada a saber la opinión del Señor con respecto de dar ó no dar tributo a César. Su respuesta , es que le muestren la moneda. Ellos lo hacen. Y lejos de decir sí, ó no, les pregunta: ¿ de quien es ésta imagen, y la inscripción?. De César, le dijeron . Y les dijo: Dad a César lo que es de César, y añadió: Y a Dios lo que es de Dios.
¿ porque éste añadido, si ellos solo preguntaban por lo de César ¿.
¿ Que quería decir con dar a Dios lo que es de Dios ¿
¿ Que era lo que había que darle a Dios ¿
Ellos habían traído consigo la moneda para dársela al César ( ya que era del César ), pero que era lo que le podían dar a Dios. ¿Alguna otra moneda?. ¿ Existe acaso alguna moneda con la imagen de Dios, y con alguna inscripción suya ¿.
Los tributos eran de obligatorio cumplimiento. El que no los pagaba, sufría el embargo y la confiscación de sus bienes, azotes, e incluso la cárcel, sobre todo tratándose de los tributos romanos del César. Muchos ciudadanos no podían hacer frente a los mismos y en algunos casos sus hijos eran vendidos como esclavos, para hacer frente a la deuda. El tener la moneda del César, era por tanto un alivio, porque al dársela al César, éste se daba por satisfecho, y se calmaba. Pero y en el caso de Dios, ¿ que se le podía ofrecer, ó dar a Dios a cambio de la condonación de nuestras deudas?. Aquellos hombres tenían la moneda con la que hacer frente a sus obligaciones para con el César, y podian pagar con ella sus tributos ó deudas. ¿ Pero una vez satisfecha la demanda de César, con que le habrían de pagar a Dios sus deudas por sus pecados, si carecían de la correspondiente moneda con la imagen de él, y su inscripción ¿. ¿ De donde sacarían ellos , ó encontrarían una moneda así ¿. Existiría alguna moneda “ divina” con esas características ¿. Pues la verdad es que sí, sí existe, y la tenían JUSTO DELANTE DE ELLOS, aunque por supuesto, no pudieron reconocerla. Esa moneda es JESUS, y lleva la imagen de Dios en el rostro, y la inscripción de su Palabra grabada en el corazón.
Ya hemos visto que los que no presentaban la moneda de César, eran severamente castigados. ¿ que podríamos nosotros presentar ante Dios, como propiciación por nuestros pecados, para no ser castigados y sufrir la muerte eterna ¿ Absolutamente nada.
Pero Dios, que es rico en amor y misericordía , decidió en su amor, justificarnos “ gratuitamente” por su Gracia, redimiéndonos de nuestras deudas por medio de una moneda llamada Cristo Jesús, el cual como escribío el apóstol Juan, es la propiciación por nuestros pecados, y no solamente por los nuestros, sino tambien por los de todo el mundo.
Dios el Padre acepta con agrado el ofrecimiento de esa moneda. Esa moneda, hoy se encuentra cerca de nosotros, en nuestra boca y en nuestro corazón; y así como aquel “pez” que tomo de las aguas el apóstol Pedro, y en cuya boca halló una moneda, así , eternamente y para siempre debemos tener en nuestras bocas un cántico nuevo de alabanza a Dios por medio de Jesucristo…….la Moneda. ¡Ojalá! Que en nuestras bocas se halle esa moneda siempre, y la inscripción de su palabra escrita en las tablas de nuestros corazones. Padre Santo,gracias por ésta preciosa moneda tuya es, a ti te la damos.
