Re: ¿Cuándo fue el diluvio?
josefaz dijo:
Esta es una de las preguntas estúpidas que hacen los que no saben lo que es la biblia. .
Josefaz:
¿Estás llamando estúpidos a los que creen literalmente en el Diluvio?
¿Son estúpidos los que creen que un hombre muerto puede resucitar el 3er día? ¿Y los que creen que una virgen puede concebir un hijo? ¿Y los que cren que se puede andar sobre las aguas? ¿Y los que creen que con dos o tres panes se puede dar de comer a varios miles de personas? ¿Y los que creen que se puede curar a un ciego escupiendole en la lengua y poniéndole barro en los ojos? ¿Y los que creen que se puede curar a un leproso con tocarlo? Etc...
¿Somo estúpidos los que creemos a Dios y a Jesús?
El diluvio es un mito que Israel cogió de la religión babilónica. La biblia no nos enseña historia ni ciencias naturales
¿De dónde cogieron estos otros el mito del Diluvio? (Espero contestación o que nos escribas 200 veces con buena letra "
El estúpido soy yo que me creo más sabio que Dios"):
Babilonios: En una excavación en Irak, se encontraron unas tablas donde tienen registrados los mitos de la antigua Mesopotamia. Ellas hablan de una cultura Sumeria desaparecida, y de un rey llamado Gilgamesh. Se le conocía por su gran sabiduría y conocimiento. Gilgamesh relata la historia de un diluvio universal que le fue contada por Utnapishtim, un rey de una civilización anterior al Diluvio, y sobreviviente de la misma.
Griegos: Un paralelo inmediato a esta narración figura en la cultura clásica griega, con el mito griego de Prometeo y su hijo Deucalión. Según los griegos, el Diluvio duró nueve días y nueve noches, y de él sólo escaparon “los más justos”, Deucalión y Pirra, en un arca similar a la bíblica. Ovidio, en su primer libro de las Metamorfosis inicia el relato de la breve historia de los regeneradores de la humanidad, que inician su dura nueva vida en la Fócida.
Persas: En la mitología persa y según el Zend-Avesta, el dios Ahura-Mazda (Ormuz) ordenó al primer hombre, Yima, que se encerrase en una fortaleza, en la cumbre de una montaña, con los mejores hombres, animales y plantas. El resto del mundo fue destruido por el dios del Mal.
Fenicios: En la mitología fenicia, la narración del Diluvio está poco detallada; pero su recuerdo es tan fuerte que el dios Aleyín, hijo de Baal, propuso que el dios Kusor abriera un tragaluz en medio del templo (es decir, el mundo) y Baal abriera una resquebrajadura en las nubes; así las aguas no caerían sobre la Tierra en cantidad tan grande que produjera un nuevo diluvio, ya que sería necesario que Baal y Kusor se pusieran de acuerdo.
Lituanos: En la mitología lituana, el dios Praamzis, que gobernaba el Universo, al contemplar que en la Tierra todo eran guerras e injusticias, decidió hacer un escarmiento. Para ello envió a dos monstruos, el Agua y el Viento, y entre los dos cogieron la Tierra, imaginada por los lituanos como un disco, y la sacudieron durante doce días, acabando con casi todos los hombres. Entonces se asomó Praamzis para ver el mundo, y tiró las cáscaras de una nuez que estaba comiendo con el fin de que en ella se refugiasen un puñado de hombres y de animales que se habían puesto a salvo en la cima de una montaña.
Celtas: En la mitología celta aparece también el mito del Diluvio e incluso afirman que después de él la isla de Irlanda fue habitada por una reina maga, que pereció en unión de todos sus compatriotas antes del desembarco del príncipe Portholón, que llegó de Grecia con veinticuatro parejas en el año 2700 a. de J. C., y cuyos descendientes tuvieron que luchar con los últimos gigantes.
Indios (¡Uy! Perdón, "Indús"): En la mitología de la India aparece la leyenda del Diluvio bajo una forma muy original. Uno de los Manú, dios que preside cada uno de los catorce largos períodos en que se subdivide la historia de la humanidad, hacía sus abluciones, cuando entre sus dedos encontró un pececito vivo. Cuando iba a devolverlo al agua, el animal le rogó que no lo hiciera porque temía ser devorado por los monstruos del mar. Para protegerle, Manú le colocó en un tazón con agua. Al día siguiente, el pez había crecido tanto que tuvo que ponerlo en el jarrón más grande que pudo hallar. Al otro día, el pez se había desarrollado de tal manera que Manú tuvo que depositarlo en un lago y como siguiera creciendo, Manú le llevó hasta el mar. Entonces el pez le dijo: “Dentro de siete días será el Diluvio; enviaré para ti y los siete richis un gran barco. Embarcaréis y contigo una pareja de cuantos animales viven en la tierra y en los aires y una semilla de cada planta. Cogerás a la serpiente Vasuki y atarás con ella el navío a mi cuerpo, y yo te guiaré a través de las aguas”. Después del Diluvio, Manú fue el padre de la nueva raza humana. Siguen las coincidencias, incluida la de los siete días, demostradoras de que todos los relatos proceden de uno solo.
Egipcios: En la mitología egipcia antigua la destrucción de la humanidad primitiva tomó otra forma: Ra envió contra los hombres su Ojo Divino, encarnado en. la diosa Sekmet, la que realizó una mortandad tan terrible, que para evitar el exterminio de la raza humana, Ra tuvo que preparar una bebida compuesta de cerveza, cebada y una sustancia roja que le daba aspecto de sangre. Sekmet confundió esta bebida con sangre y la ingirió, embriagándose de tal manera que dejó de matar. Entonces Ra, después de salvar a los hombres, estableció un pacto con ellos.
Africanos: En África el mito del Diluvio tiene tantas formas como tribus viven en el continente negro. En el bajo Congo se cuenta que hace muchos años el Sol encontró a la Luna y le tiró barro para apagar su brillo. Entonces se produjo un diluvio y los hombres supervivientes se convirtieron en monos (obsérvese la curiosa coincidencia con el darwinismo).
Indios Americanos: En América el mito del Diluvio está todavía más extendido, si ello es posible, que en los otros continentes. Ya Cristóbal Colón, al tocar el golfo de Paria en 1498, observó que los indígenas veneraban el que llamaban “árbol de la vida” (¡otra coincidencia con la Biblia!). Según ellos, de sus frutos había vuelto a nacer el género humano después de ser destruido por un gran diluvio, del que sólo se salvaron un hombre y una mujer. Un “árbol de la inmortalidad” similar existía en México.
Cuenta la leyenda de los algonquines que un día el dios Michabó se metió en el agua para salvar a sus perros que habían quedado aprisionados en el fango. Las aguas se desbordaron y cubrieron la tierra. Para rehacer la tierra, Michabó encargó al cuervo que le buscase un pedazo de arcilla, pero el cuervo no lo trajo. Después envió a una nutria, pero ella volvió de su zambullida sin traer nada. Por último envió a una rata almizclera, que le trajo un poco de tierra. Los hombres que repoblaron el mundo son los hijos de Michabó y la rata almizclera.
Según los indios de California, un diluvio cubrió todas las montañas e hizo perecer a todos los hombres menos a los que se habían refugiado en el pico del monte Bonsald.
Los Incas del Perú también tienen una tradición sobre un diluvio. Ellos dicen que 'el agua subió arriba de las montañas más altas del mundo, por lo que pereció toda persona y todas las cosas creadas. Nada escapó a excepción de un hombre y una mujer, que flotaron en una caja sobre la faz del agua y así se salvaron'
Melanesios: Las mitologías de la Melanesia son muy curiosas. Según las tribus narri-ñeri de Australia, el dios creador formó al hombre de excrementos y los modeló como estatuas sin vida y luego, para infundirles la vida, les hizo cosquillas, porque la risa es el símbolo de la vitalidad (compárese con el episodio de la creación de Adán en la Biblia). Su mito referente al Diluvio dice que todas las aguas del mundo habían sido tragadas por una rana, pero una anguila la hizo reír y abrió la boca, con lo que las aguas se precipitaron sobre la tierra causando una gran inundación. En otras mitologías oceánicas el Diluvio fue un castigo impuesto al hombre por haber dado muerte a un monstruo marino.
Malayos: Según los malayos, la creación de la tierra molestó a un dios que existía anteriormente y que se irritó, destruyéndola. El creador reconstruyó la tierra tomando precauciones para que el dios anterior a la humanidad no se irritara, pero cuando se enfada se producen los frecuentes terremotos oceánicos.
Polinesios: Los polinesios cuentan también historias de un diluvio de cual ocho personas se salvaron en una canoa
Aborígenes australianos. Una de sus leyendas cuenta que, hace mucho tiempo, hubo una inundación que cubrió las montañas, por lo que muchos de los Nurrumbungutias, o espíritus de hombre y mujer, fueron ahogados. Otros, incluyendo a Pund-jil, fueron levantados por un remolino al cielo. Cuando las aguas retrocedieron, y las montañas aparecieron de nuevo, y el mar regresó a su lugar, el hijo y la hija de Pund-jil 'regresaron a tierra siendo el primer hombre y la primera mujer verdaderos que vivieron en el mundo que ahora conocemos.
Chinos: Los escolares Jesuitas fueron los primeros europeos en lograr el acceso al 'Libro de todo conocimiento', del tiempo antiguo Chino. Esta colección de 4,320 volúmenes, habla acerca de las repercusiones de la rebelión de la humanidad en contra de los dioses: 'La Tierra fue deshecha desde sus fundamentos. Los cielos se hundieron hacia el norte. El Sol, la Luna, y las estrellas, cambiaron su movimiento. La Tierra se cayó en pedazos y las aguas brotaron de sus fuentes violentamente inundando la Tierra'
Escandinavos: Las historias de las tribus Teutónicas de Escandinavia son vívidas y describen eventos terribles. La narración de estas leyendas enfatiza la magnitud del cataclismo. Uno de estos relatos, refleja el caos del mundo cuando 'el poderoso lobo Fenrir se sacudió, haciendo temblar al mundo. El árbol antiguo de fresno Yggdrasil (considerado como el eje de la Tierra) fue sacudido desde sus raíces, hasta sus ramas más altas. Las montañas se derrumbaron o se partieron desde abajo hasta arriba … Los hombres fueron forzados a apartarse de sus hogares y la raza humana fue erradicada de la superficie de la Tierra. El mismo mundo estaba empezando a perder su forma. Ya las estrellas estaban a la deriva y caían al vacío … Las flamas salían de las fisuras de las rocas; por todos lados se oía el silbido del vapor. Todos los seres vivientes, toda vida vegetal fue exterminada … Y todos los ríos, todos los mares crecieron y se desbordaron. Por todos lados, las olas chocaban entre ellas. Ellas crecían y hervían cubriendo lentamente todas las cosas. La tierra se hundió en el mar … Después, la tierra lentamente empezó a salir de las olas. Las montañas se levantaron … el hombre también reapareció … escondidos en el tronco del fresno Yggdrasil … los ancestros de una raza humana futura habían escapado de la muerte
Esquimales: Incluso los esquimales en Groenlandia cuentan que la tierra se volcó y todos se ahogaron menos un hombre y una mujer que de nuevo la poblaron.
Decir por último que se han catalogado más de 400 mitos o leyendas en todos los lugares dle mundo sobre un diluvio universal.
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