La versión del Nuevo Mundo
Dado el peligro que podía presentar para la Wachtower el que sus adeptos leyeran la Biblia, la Sociedad decidió poner remedio a tal riesgo. La gente no debía leer sólo la Biblia y caso de hacerlo debía de conseguirse que no abandonara la secta. La manera de 10grarIo era publicar una edición de la Biblia que respondiera a las doctrinas no bíblicas -sino nacidas de revelaciones- de la Wachtower. Así nació la Versión del Nuevo Mundo.
Por supuesto, para los adeptos se trata de la mejor traducción de la Biblia que ha habido nunca. No es de extrañar que así lo digan. La aplastante mayoría -a ejemplo de Russellno saben griego ni hebreo y se limitan a repetir inconscientemente las consignas de la secta. El problema para la Wachtower es que especialistas de todo el mundo, desde Mantey a Rowley pasando por una larga lista de autores, coinciden en que la Versión del Nuevo Mundo no es sino una falsificación del texto sagrado sin ninguna base gramatical y sólo encaminada a defender lo que, bíblicamente, es indefendible. Fue, precisamente, la lectura del Nuevo Testamento en griego y su contraste con la Versión del Nuevo Mundo, lo que hace ya quince años me llevó a conocer a Cristo y a abandonar la secta de la Wachtower. Por todo ello, esta temática presenta para mí motivos de enorme interés personal.
He abordado este tema con más amplitud en otra obra2 así como en mi testimonio titulado "Recuerdos de un Testigo de Jehová", pero, no obstante, creo obligatorio hacer alguna referencia al mismo aunque sólo sea somera. La sociedad Wachtower, desde la época de Russell, ha negado el hecho de que el Nuevo Testamento enseña la creencia en la plena divinidad de Cristo. Naturalmente, se puede o no creer personalmente que Cristo es o no Dios, pero parece difícil negar que eso es lo que se afirma de él en el Nuevo Testamento. Dado que tal tesis chocaba con sus ideas la Wachtower procedió a cambiar sistemáticamente los textos en los que Cristo era denominado Dios. Veamos algunos ejemplos recurriendo a la traducción interlineal del texto griego.3
...
...
l. Juan 1:1.
a) Texto griego:
En arjé en ha lógos, kaí ha lógos en pros
En inicio era el Verbo, y el Verbo estaba con
ton Zeón, kaí Zeós en ha lógos
con Dios, y Dios era el Verbo.
b) Versión del Nuevo Mundo:
En el principio la Palabra era, y la Palabra estaba con
Dios y la Palabra era un dios.
11. Romanos 9:5.
a) Texto griego:
HO Jristós... ha on epí pantón Zeós euloguetós
El Mesías que es sobre todo Dios bendito
b) Versión del Nuevo Mundo:
el Cristo según la carne: Dios que está sobre todos,
(sea) bendito para siempre. Amén.
III Colosenses 2: 9.
a) Texto griego:
hoti en auto katoikei pan to pleroma tes
porque en él mora toda la plenitud de la
Zeotetos somáticos
Divinidad corporalmente
b) Versión del Nuevo Mundo:
porque en él mora corporalmente toda la plenitud de la
cualidad divina.
IV. Tito 2: 13.
a) Texto griego:
prosdejómenoi ten makarían elpída kaí epifaneian
esperando la feliz esperanza Y manifestación
tes dodses tu megalu Zeu kaí soteros hemon Jristu
de gloria del gran Dios y salvador nuestro Cristo
lesu
Jesús.
b) Versión del Nuevo Mundo:
Mientras aguardamos la feliz esperanza y la gloriosa manifestación del gran Dios y del Salvador nuestro, Cristo Jesús.
V. Hebreos 1 :8.
a) Texto griego:
pros de ton yion: ha Zronos su ha Zeós eis ton
respecto al Hijo: el trono tuyo, oh Dios, por el
aiona tu aionos
siglo del siglo.
b) Versión del Nuevo Mundo:
Pero respecto al Hijo: Dios es tu trono para siempre
jamás.
En los cinco pasajes mencionados como botón de muestra -cinco entre docenas y docenas- la Versión del Nuevo Mundo introduce palabras que no están en el texto original para amoldar el texto del Nuevo Testamento a sus doctrinas en lugar de actuar -como de buena fe suponen los adeptos a la inversa. Russell y Rutherford habían avanzado en una dirección tan definida -y tan apartada de la Biblia- que ciertamente sólo violentando el texto de la misma podían conseguir que ambas posturas coincidieran mínimamente. Este afán por esconder lo evidente llega en algunos casos a extremos ridículos. Tal es el caso en relación con el título de "Yo soy" que la Biblia aplica a Jehová ya Jesús. En Exodo 3: 13-14 leemos:
"Dijo Moisés a Dio.;: He aquí que llego yo a los hijos de Israel, y les digo: El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros. Si ellos me preguntaren: ¿ Cuál es su nombre? ¿qué les responderé? Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros".
El texto, de hermosa redacción y mensaje, señala uno de los nombres de Dios, precisamente aquel con que se manifestó como libertador de Israel, y ese nombres es "Yo soy".
Dado que Cristo era Dios (recomendamos leer el apéndice I de esta obra para profundizar en el tema), no sólo se aplicó a sí mismo ese título, sino que además predicó que el creer que El era el "Yo soy" era indispensable para la salvación:
"Por eso os dije que moriréis en vuestros pecados; porque si no creéis que yo soy, en vuestros pecados moriréis".
Juan 8:24
La afirmación de Jesús era tan impresionante que dividió a los que lo escuchaban de manera radical: unos creyeron en El (Juan 8:30) y otros, considerándolo un blasfemo, intentaron matarIo (Juan 8:59).
Dado que tanto el pasaje de Exodo 3: 14 como el de Juan 8:24 mantienen una relación entre sí tan evidente, la Sociedad Wachto wer sólo podía alterarIos en la VNM. Así, el "Yo soy" de Exodo 3: 14 aparece como "Yo resultaré ser que resultaré ser", pese a que el hebreo hyh sólo puede traducirse como "Yo soy" y, de la
misma manera. Juan 8:24 es vertido como "yo soy ése". aunque el griego dice "ego eimi", es decir, "Yo soy".
Con todo, hay que reconocer que en algunos casos, como ya hemos visto, el mal doctrinal venía de antes de la fundación de la secta y se podía rastrear hasta los adventistas. De éstos había tomado Russell la tesis de que al morir el cuerpo, también el alma moría, negando así que en el momento de la muerte la persona salvada directamente iba al cielo.4 Por ello, los pasajes relativos a este tema también debían sufrir una injustificable modificación. Uno de los textos alterados se halla en Mateo 25:46, donde la VNM sustituye la palabra "castigo" por "cortamiento". Ahora bien, la palabra que se traduce como "castigo", "tormento" o "suplicio" en todas las versiones es el término griego "kólasis". Esta palabra no aparece en el Nuevo Testamento otra vez más que en 1 Juan 4: 18, donde ni siquiera la VNM se ha atrevido a sustituirIa de nuevo por" cortamiento". La forma verbal de "kólasis" es "koladso" que aparece en Hechos 4:21 y en 2 Pedro 2: 9. En el primero de los dos casos, la VNM traduce correctamente (prueba de que su traducción está llena de prejuicios) como "castigar", ya que hubiera sido ridículo decir que las autoridades judías "cortaron" a los apóstoles.
Otro pasaje también muy claro -aunque no es el único donde la Wachtower sigue las huellas de Ellen White es el de Lucas 23:43 donde Jesús promete al ladrón arrepentido que estará ese mismo día con él en el Paraíso:
a) Texto griego.
kaí eipen auto. Amén soi lego,
y dijo le, verdaderamente te digo:
semeron mel' emu ese en to paradeiso
hoy conmigo estarás en el paraíso
b) Versión del Nuevo Mundo.
"Y él le dijo: Verdaderamente te digo hoy: Estarás conmigo en el Paraíso".
Habría que esperar hasta 1990 en que la secta adventista publicó también una versión de la Biblia (utilizando descaradamente la Versión Reina Valera como base) adecuada a sus doctrinas para encontrarse de nuevo una falsificación similar del texto griego del Nuevo Testamento.
Con tales antecedentes, no es de extrañar que la Sociedad Wachtower se haya negado encarnizadamente a revelar quiénes fueron los traductores de la Versión del Nuevo. Por desgracia para ella, la información acabaría saliendo a la luz.
Los padres de tamaño despropósito lingüístico y teológico habían sido el presidente Knorr, Albert Schroeder, George Gangas y Fred Franz. Lo más trágico es que sólo el último de los autores conocía algo las lenguas bíblicas puesto que había estudiado dos años de griego en la universidad de Cincinnati y algo de hebreo por su cuenta. Ahora bien, si ninguno de ellos era un erudito en lenguas bíblicas, ¿de dónde procedía entonces aquella visión distorsionada del texto de la Escritura? ¿Había sido totalmente original o contaba con un punto de arranque? Esta cuestión ha sido uno de los secretos mejor guardados de la secta de Brooklyn y no es para menos. La Versión del Nuevo Testamento editada por la Sociedad Wachtower no es sino un calco de una obra de origen extraño a la que nos referiremos a continuación.
Muchos adeptos, sobre todo si llevan en la secta algo más de quince años, puede que recuerden el nombre de Johannes Greber. En el libro "Asegúrense de todas las cosas"5 su versión del Nuevo Testamento era la única, junto con la de la secta, que había traducido el texto de Juan 1: 1 como "la
Palabra era un dios". Era un dato pues, que resultaba fácil de memorizar. De centenares de versiones de la Biblia y del Nuevo Testamento sólo la de Greber presentaba similitudes con la del Nuevo Mundo editada por la Wachtower. Pero de lo que no se decía nada a los adeptos era de quién era Greber ni de las características de su traducción. Eso hubiera resultado una información explosiva.
Sorprendido ante el hecho de que una traducción pudiera mostrar el mismo desprecio por el texto del Nuevo Testamento que la sociedad Wachtower, comencé hace algunos años a investigar acerca de quién podría ser Johannes Greber. La secta señalaba que había sido un sacerdote católico pero, para desazón mía, no conseguí encontrar su traducción en ningún catálogo de publicaciones católicas en más de media docena de idiomas. Por un tiempo, pensé que sería imposible dar con él. No fue así. A finales de los años ochenta, un hermano me telefoneó para indicarme que había dado con una fundación creada para conservar las obras de Greber. Su nombre era Johannes Greber Memorial Foundation y su domicilio se encontraba en el 139 Hillside Avenue, en Teaneck, NJ. 07666, USA.
Puesto en contacto con la mencionada fundación, no hubo dificultad en conseguir un ejemplar del Nuevo Testamento traducido por Greber. Efectivamente, se trataba de una traducción muy similar a la del Nuevo Mundo, pero eso no era lo más sorprendente ni interesante de todo. Lo auténticamente increíble era el hecho de que Greber reconocía en su obra que la base para su traducción no procedía de un estudio del texto griego sino de las instrucciones que había recibido al respecto en el curso de diversas sesiones de espiritismo. De hecho, en la obra se establecía que "su esposa (la de Greber), una médium del mundo espiritual de Dios fue a menudo el instrumento que daba las respuestas correctas de los mensajeros de Dios al pastor Greber".6 Se mire como se mire, no parece que aquel fuera un argumento precisamente a favor de la Versión del Nuevo Mundo. Efectivamente, Greber había sido sacerdote católico, pero había abandonado la iglesia romana para entregarse al espiritismo y... producir una Biblia similar a la de la Wachtower. ¿Sabía esto la cúpula de la Wachtower o simplemente se trataba de un pecado de ignorancia?
En unos meses, y tras rastrear en antiguas fuentes documentales de la secta, pude averiguar que sus dirigentes habían sabido siempre quién fue en realidad Greber. En un artículo de la Atalaya 7 dedicado al espiritismo (y a lo pernicioso de esta práctica), se contaba con cierta amplitud la vida de Greber y se hacía una referencia a su Nuevo Testamento para señalar que "muy claramente los espíritus en los que el ex sacerdote Greber cree le ayudaron en su traducción". Pese a todo -y la Wachtower cree oficialmente que el espiritismo es una forma de satanismo- no se tuvo el menor reparo en utilizar la traducción de Greber para confeccionar y apoyar la del Nuevo Mundo. La cúpula de la secta estaba -por lo visto- dispuesta a pactar con el propio diablo antes que dar su brazo a torcer.
Con todo, aquel dato resultaba lo suficientemente peligroso como para que la secta no corriera a ocultado a sus propios adeptos. El 20 de diciembre de 1980 la cúpu!a de la secta acusaba recibo de una copia de la redacción del Nuevo Testamento de Greber, así como de un libro suyo titulado "Comunicación con el mundo espiritual".8 En la misiva, incluso, señalaba cómo la obra había sido citada en las publicaciones de la secta y pedía información sobre la forma en que podía hacerse con más ejemplares. Los dirigentes de la secta sabían todo. Aún más, se escribían con la Fundación Johannes Greber, pero lo ocultaron. En los meses siguientes más de veinte cartas distintas9 fueron dirigidas a la Wachtower pidiendo información sobre el Nuevo Testamento de Johannes Greber. La respuesta fue unánimemente clara: sólo conocían la dirección de 1937 e ignoraban cuál podía ser la actual. Si la mentira más descarada era lícita para mantener a los adeptos en la ceguera más absoluta (y sumisa) la cúpula de la Wachtower no tenía ni el más mínimo escrúpulo en utilizada. Lo que era bueno para la secta (profetizar en falso, mentir, ocultar datos, utilizar la obra de un espiritista, alterar el texto del Nuevo Testamento, etc) debía ser bueno para los adeptos. Los terribles dramas humanos que esto ocasionaría cuando se abordaran problemas personales serían incontables. Pero, finalmente, no había nada extraño en aquella actitud. ¿Qué podía tener de particular el que la secta que había tenido como dirigente a un hombre que aseguraba recibir guía espiritual de los espíritus utilizara asimismo un nuevo testamento espiritista? En eso no había nada extraño. Sólo había una coherencia indiscutible.
Al mismo tiempo la actitud de la Wachtower evidenciaba hasta qué punto son reales las palabras de Pablo en 2 Corintios 4:4:
"en jois jo Zeós tu aionos tútu
en quienes el Dios del mundo
estee tyflosen ta noemata ton apiston
cegó las mentes de los incrédulos
eis to me augasai ton fotismon
para que no vean la luz
tu euangueliu tes dodses tu Jristu
el Evangelio de la gloria del Mesías..."
El pasaje es bastante claro. Satanás, al que este mundo tiene como su dios, aunque no lo sea realmente, ciega la mente de los incrédulos. ¿Su finalidad? El que no puedan alcanzar la luz del Evangelio que nos habla de la gloria de Cristo. Ahora veamos como vierte este pasaje la VNM:
"...entre quienes el dios de este sistema de cosas ha cegado las mentes de los incrédulos para que no pase (a ellos) la iluminación de las GLORIOSAS buenas nuevas acerca del Cristo".
¡La VNM quita la gloria a Cristo y se la da a las buenas nuevas! ¡ Sirve para aquello mismo que Satanás desea hacer con la mente de los incrédulos: evitar que vean la gloria de Cristo! ¿Puede alguien ya extrañarse de que la base de su texto sea un Nuevo Testamento espiritista? Aún más, ¿puede alguien ya dudar de cuál es la base espiritual de la Sociedad Wachtower?
LA OTRA CARA DEL PARAISO.La verdad sobre las grandes sectas. Cesar Vidal. Ed Unilit
Dado el peligro que podía presentar para la Wachtower el que sus adeptos leyeran la Biblia, la Sociedad decidió poner remedio a tal riesgo. La gente no debía leer sólo la Biblia y caso de hacerlo debía de conseguirse que no abandonara la secta. La manera de 10grarIo era publicar una edición de la Biblia que respondiera a las doctrinas no bíblicas -sino nacidas de revelaciones- de la Wachtower. Así nació la Versión del Nuevo Mundo.
Por supuesto, para los adeptos se trata de la mejor traducción de la Biblia que ha habido nunca. No es de extrañar que así lo digan. La aplastante mayoría -a ejemplo de Russellno saben griego ni hebreo y se limitan a repetir inconscientemente las consignas de la secta. El problema para la Wachtower es que especialistas de todo el mundo, desde Mantey a Rowley pasando por una larga lista de autores, coinciden en que la Versión del Nuevo Mundo no es sino una falsificación del texto sagrado sin ninguna base gramatical y sólo encaminada a defender lo que, bíblicamente, es indefendible. Fue, precisamente, la lectura del Nuevo Testamento en griego y su contraste con la Versión del Nuevo Mundo, lo que hace ya quince años me llevó a conocer a Cristo y a abandonar la secta de la Wachtower. Por todo ello, esta temática presenta para mí motivos de enorme interés personal.
He abordado este tema con más amplitud en otra obra2 así como en mi testimonio titulado "Recuerdos de un Testigo de Jehová", pero, no obstante, creo obligatorio hacer alguna referencia al mismo aunque sólo sea somera. La sociedad Wachtower, desde la época de Russell, ha negado el hecho de que el Nuevo Testamento enseña la creencia en la plena divinidad de Cristo. Naturalmente, se puede o no creer personalmente que Cristo es o no Dios, pero parece difícil negar que eso es lo que se afirma de él en el Nuevo Testamento. Dado que tal tesis chocaba con sus ideas la Wachtower procedió a cambiar sistemáticamente los textos en los que Cristo era denominado Dios. Veamos algunos ejemplos recurriendo a la traducción interlineal del texto griego.3
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l. Juan 1:1.
a) Texto griego:
En arjé en ha lógos, kaí ha lógos en pros
En inicio era el Verbo, y el Verbo estaba con
ton Zeón, kaí Zeós en ha lógos
con Dios, y Dios era el Verbo.
b) Versión del Nuevo Mundo:
En el principio la Palabra era, y la Palabra estaba con
Dios y la Palabra era un dios.
11. Romanos 9:5.
a) Texto griego:
HO Jristós... ha on epí pantón Zeós euloguetós
El Mesías que es sobre todo Dios bendito
b) Versión del Nuevo Mundo:
el Cristo según la carne: Dios que está sobre todos,
(sea) bendito para siempre. Amén.
III Colosenses 2: 9.
a) Texto griego:
hoti en auto katoikei pan to pleroma tes
porque en él mora toda la plenitud de la
Zeotetos somáticos
Divinidad corporalmente
b) Versión del Nuevo Mundo:
porque en él mora corporalmente toda la plenitud de la
cualidad divina.
IV. Tito 2: 13.
a) Texto griego:
prosdejómenoi ten makarían elpída kaí epifaneian
esperando la feliz esperanza Y manifestación
tes dodses tu megalu Zeu kaí soteros hemon Jristu
de gloria del gran Dios y salvador nuestro Cristo
lesu
Jesús.
b) Versión del Nuevo Mundo:
Mientras aguardamos la feliz esperanza y la gloriosa manifestación del gran Dios y del Salvador nuestro, Cristo Jesús.
V. Hebreos 1 :8.
a) Texto griego:
pros de ton yion: ha Zronos su ha Zeós eis ton
respecto al Hijo: el trono tuyo, oh Dios, por el
aiona tu aionos
siglo del siglo.
b) Versión del Nuevo Mundo:
Pero respecto al Hijo: Dios es tu trono para siempre
jamás.
En los cinco pasajes mencionados como botón de muestra -cinco entre docenas y docenas- la Versión del Nuevo Mundo introduce palabras que no están en el texto original para amoldar el texto del Nuevo Testamento a sus doctrinas en lugar de actuar -como de buena fe suponen los adeptos a la inversa. Russell y Rutherford habían avanzado en una dirección tan definida -y tan apartada de la Biblia- que ciertamente sólo violentando el texto de la misma podían conseguir que ambas posturas coincidieran mínimamente. Este afán por esconder lo evidente llega en algunos casos a extremos ridículos. Tal es el caso en relación con el título de "Yo soy" que la Biblia aplica a Jehová ya Jesús. En Exodo 3: 13-14 leemos:
"Dijo Moisés a Dio.;: He aquí que llego yo a los hijos de Israel, y les digo: El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros. Si ellos me preguntaren: ¿ Cuál es su nombre? ¿qué les responderé? Y respondió Dios a Moisés: YO SOY EL QUE SOY. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me envió a vosotros".
El texto, de hermosa redacción y mensaje, señala uno de los nombres de Dios, precisamente aquel con que se manifestó como libertador de Israel, y ese nombres es "Yo soy".
Dado que Cristo era Dios (recomendamos leer el apéndice I de esta obra para profundizar en el tema), no sólo se aplicó a sí mismo ese título, sino que además predicó que el creer que El era el "Yo soy" era indispensable para la salvación:
"Por eso os dije que moriréis en vuestros pecados; porque si no creéis que yo soy, en vuestros pecados moriréis".
Juan 8:24
La afirmación de Jesús era tan impresionante que dividió a los que lo escuchaban de manera radical: unos creyeron en El (Juan 8:30) y otros, considerándolo un blasfemo, intentaron matarIo (Juan 8:59).
Dado que tanto el pasaje de Exodo 3: 14 como el de Juan 8:24 mantienen una relación entre sí tan evidente, la Sociedad Wachto wer sólo podía alterarIos en la VNM. Así, el "Yo soy" de Exodo 3: 14 aparece como "Yo resultaré ser que resultaré ser", pese a que el hebreo hyh sólo puede traducirse como "Yo soy" y, de la
misma manera. Juan 8:24 es vertido como "yo soy ése". aunque el griego dice "ego eimi", es decir, "Yo soy".
Con todo, hay que reconocer que en algunos casos, como ya hemos visto, el mal doctrinal venía de antes de la fundación de la secta y se podía rastrear hasta los adventistas. De éstos había tomado Russell la tesis de que al morir el cuerpo, también el alma moría, negando así que en el momento de la muerte la persona salvada directamente iba al cielo.4 Por ello, los pasajes relativos a este tema también debían sufrir una injustificable modificación. Uno de los textos alterados se halla en Mateo 25:46, donde la VNM sustituye la palabra "castigo" por "cortamiento". Ahora bien, la palabra que se traduce como "castigo", "tormento" o "suplicio" en todas las versiones es el término griego "kólasis". Esta palabra no aparece en el Nuevo Testamento otra vez más que en 1 Juan 4: 18, donde ni siquiera la VNM se ha atrevido a sustituirIa de nuevo por" cortamiento". La forma verbal de "kólasis" es "koladso" que aparece en Hechos 4:21 y en 2 Pedro 2: 9. En el primero de los dos casos, la VNM traduce correctamente (prueba de que su traducción está llena de prejuicios) como "castigar", ya que hubiera sido ridículo decir que las autoridades judías "cortaron" a los apóstoles.
Otro pasaje también muy claro -aunque no es el único donde la Wachtower sigue las huellas de Ellen White es el de Lucas 23:43 donde Jesús promete al ladrón arrepentido que estará ese mismo día con él en el Paraíso:
a) Texto griego.
kaí eipen auto. Amén soi lego,
y dijo le, verdaderamente te digo:
semeron mel' emu ese en to paradeiso
hoy conmigo estarás en el paraíso
b) Versión del Nuevo Mundo.
"Y él le dijo: Verdaderamente te digo hoy: Estarás conmigo en el Paraíso".
Habría que esperar hasta 1990 en que la secta adventista publicó también una versión de la Biblia (utilizando descaradamente la Versión Reina Valera como base) adecuada a sus doctrinas para encontrarse de nuevo una falsificación similar del texto griego del Nuevo Testamento.
Con tales antecedentes, no es de extrañar que la Sociedad Wachtower se haya negado encarnizadamente a revelar quiénes fueron los traductores de la Versión del Nuevo. Por desgracia para ella, la información acabaría saliendo a la luz.
Los padres de tamaño despropósito lingüístico y teológico habían sido el presidente Knorr, Albert Schroeder, George Gangas y Fred Franz. Lo más trágico es que sólo el último de los autores conocía algo las lenguas bíblicas puesto que había estudiado dos años de griego en la universidad de Cincinnati y algo de hebreo por su cuenta. Ahora bien, si ninguno de ellos era un erudito en lenguas bíblicas, ¿de dónde procedía entonces aquella visión distorsionada del texto de la Escritura? ¿Había sido totalmente original o contaba con un punto de arranque? Esta cuestión ha sido uno de los secretos mejor guardados de la secta de Brooklyn y no es para menos. La Versión del Nuevo Testamento editada por la Sociedad Wachtower no es sino un calco de una obra de origen extraño a la que nos referiremos a continuación.
Muchos adeptos, sobre todo si llevan en la secta algo más de quince años, puede que recuerden el nombre de Johannes Greber. En el libro "Asegúrense de todas las cosas"5 su versión del Nuevo Testamento era la única, junto con la de la secta, que había traducido el texto de Juan 1: 1 como "la
Palabra era un dios". Era un dato pues, que resultaba fácil de memorizar. De centenares de versiones de la Biblia y del Nuevo Testamento sólo la de Greber presentaba similitudes con la del Nuevo Mundo editada por la Wachtower. Pero de lo que no se decía nada a los adeptos era de quién era Greber ni de las características de su traducción. Eso hubiera resultado una información explosiva.
Sorprendido ante el hecho de que una traducción pudiera mostrar el mismo desprecio por el texto del Nuevo Testamento que la sociedad Wachtower, comencé hace algunos años a investigar acerca de quién podría ser Johannes Greber. La secta señalaba que había sido un sacerdote católico pero, para desazón mía, no conseguí encontrar su traducción en ningún catálogo de publicaciones católicas en más de media docena de idiomas. Por un tiempo, pensé que sería imposible dar con él. No fue así. A finales de los años ochenta, un hermano me telefoneó para indicarme que había dado con una fundación creada para conservar las obras de Greber. Su nombre era Johannes Greber Memorial Foundation y su domicilio se encontraba en el 139 Hillside Avenue, en Teaneck, NJ. 07666, USA.
Puesto en contacto con la mencionada fundación, no hubo dificultad en conseguir un ejemplar del Nuevo Testamento traducido por Greber. Efectivamente, se trataba de una traducción muy similar a la del Nuevo Mundo, pero eso no era lo más sorprendente ni interesante de todo. Lo auténticamente increíble era el hecho de que Greber reconocía en su obra que la base para su traducción no procedía de un estudio del texto griego sino de las instrucciones que había recibido al respecto en el curso de diversas sesiones de espiritismo. De hecho, en la obra se establecía que "su esposa (la de Greber), una médium del mundo espiritual de Dios fue a menudo el instrumento que daba las respuestas correctas de los mensajeros de Dios al pastor Greber".6 Se mire como se mire, no parece que aquel fuera un argumento precisamente a favor de la Versión del Nuevo Mundo. Efectivamente, Greber había sido sacerdote católico, pero había abandonado la iglesia romana para entregarse al espiritismo y... producir una Biblia similar a la de la Wachtower. ¿Sabía esto la cúpula de la Wachtower o simplemente se trataba de un pecado de ignorancia?
En unos meses, y tras rastrear en antiguas fuentes documentales de la secta, pude averiguar que sus dirigentes habían sabido siempre quién fue en realidad Greber. En un artículo de la Atalaya 7 dedicado al espiritismo (y a lo pernicioso de esta práctica), se contaba con cierta amplitud la vida de Greber y se hacía una referencia a su Nuevo Testamento para señalar que "muy claramente los espíritus en los que el ex sacerdote Greber cree le ayudaron en su traducción". Pese a todo -y la Wachtower cree oficialmente que el espiritismo es una forma de satanismo- no se tuvo el menor reparo en utilizar la traducción de Greber para confeccionar y apoyar la del Nuevo Mundo. La cúpula de la secta estaba -por lo visto- dispuesta a pactar con el propio diablo antes que dar su brazo a torcer.
Con todo, aquel dato resultaba lo suficientemente peligroso como para que la secta no corriera a ocultado a sus propios adeptos. El 20 de diciembre de 1980 la cúpu!a de la secta acusaba recibo de una copia de la redacción del Nuevo Testamento de Greber, así como de un libro suyo titulado "Comunicación con el mundo espiritual".8 En la misiva, incluso, señalaba cómo la obra había sido citada en las publicaciones de la secta y pedía información sobre la forma en que podía hacerse con más ejemplares. Los dirigentes de la secta sabían todo. Aún más, se escribían con la Fundación Johannes Greber, pero lo ocultaron. En los meses siguientes más de veinte cartas distintas9 fueron dirigidas a la Wachtower pidiendo información sobre el Nuevo Testamento de Johannes Greber. La respuesta fue unánimemente clara: sólo conocían la dirección de 1937 e ignoraban cuál podía ser la actual. Si la mentira más descarada era lícita para mantener a los adeptos en la ceguera más absoluta (y sumisa) la cúpula de la Wachtower no tenía ni el más mínimo escrúpulo en utilizada. Lo que era bueno para la secta (profetizar en falso, mentir, ocultar datos, utilizar la obra de un espiritista, alterar el texto del Nuevo Testamento, etc) debía ser bueno para los adeptos. Los terribles dramas humanos que esto ocasionaría cuando se abordaran problemas personales serían incontables. Pero, finalmente, no había nada extraño en aquella actitud. ¿Qué podía tener de particular el que la secta que había tenido como dirigente a un hombre que aseguraba recibir guía espiritual de los espíritus utilizara asimismo un nuevo testamento espiritista? En eso no había nada extraño. Sólo había una coherencia indiscutible.
Al mismo tiempo la actitud de la Wachtower evidenciaba hasta qué punto son reales las palabras de Pablo en 2 Corintios 4:4:
"en jois jo Zeós tu aionos tútu
en quienes el Dios del mundo
estee tyflosen ta noemata ton apiston
cegó las mentes de los incrédulos
eis to me augasai ton fotismon
para que no vean la luz
tu euangueliu tes dodses tu Jristu
el Evangelio de la gloria del Mesías..."
El pasaje es bastante claro. Satanás, al que este mundo tiene como su dios, aunque no lo sea realmente, ciega la mente de los incrédulos. ¿Su finalidad? El que no puedan alcanzar la luz del Evangelio que nos habla de la gloria de Cristo. Ahora veamos como vierte este pasaje la VNM:
"...entre quienes el dios de este sistema de cosas ha cegado las mentes de los incrédulos para que no pase (a ellos) la iluminación de las GLORIOSAS buenas nuevas acerca del Cristo".
¡La VNM quita la gloria a Cristo y se la da a las buenas nuevas! ¡ Sirve para aquello mismo que Satanás desea hacer con la mente de los incrédulos: evitar que vean la gloria de Cristo! ¿Puede alguien ya extrañarse de que la base de su texto sea un Nuevo Testamento espiritista? Aún más, ¿puede alguien ya dudar de cuál es la base espiritual de la Sociedad Wachtower?
LA OTRA CARA DEL PARAISO.La verdad sobre las grandes sectas. Cesar Vidal. Ed Unilit