Cristología Bíblica

7 Febrero 2012
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“La teoría de la Kénosis establece queJesús rindió algunos de Sus atributos divinos mientras Él era un hombre aquí enla tierra. Estos atributos fueron la omnisciencia, la omnipresencia y laomnipotencia. Cristo hizo esto voluntariamente para que Él pudiera funcionarcomo un hombre y así llevar a cabo la obra de la redención. Este punto de vistafue inicialmente introducido a finales de 1800 en Alemania por GottfriedThomasius (1802-1875), un teólogo Luterano”.<o:p></o:p>

En lo personal yo prefiero tomar distanciade Thomasius porque no conozco toda su obra y pensamiento; y no quiero que seme identifique con él. Tampoco meconviene que me lean como a alguien queriendo reflotar una cristología que yafue torpedeada hasta hundirla. Yprincipalmente prefiero atribuir la doctrina de la kenosis a Pablo y no ahombres (sea Thomasius, o Goinheix).<o:p></o:p>

Pero además, su doctrina no es idéntica ala mía. Sin duda muy semejante, casiigual; pero no idéntica. Thomasiusparece insinuar que el vaciamiento ocurrió “mientras él era un hombre aquí enla Tierra”. En mi opinión, la kenosissegún Pablo en Filipenses fue inmediatamente anterior a su ingreso a La Tierracomo hombre. <o:p></o:p>

Por otro lado “establece que Jesús rindió algunos de susatributos divinos”; y yo entiendo a Pablo diciendo que se vació (totalmentevacío – en griego es como en inglés, que no es posible un poquito empty, oparcialmente empty, lo que sí es entendible en castellano: vaciar un poco), sevació – decía – de todos sus atributos yno solamente de algunos.<o:p></o:p>


Thomasius parece que se focalizó en tresatributos divinos: omnisciencia, omnipresencia y omnipotencia. Sucede que en los Evangelios, Jesús deNazaret (recordemos siempre que él es el Cristo, el Hijo de Dios, Dios; y esono se está poniendo en duda) claramente no era ni omnisciente, ni omnipresenteni omnipotente. Y si de esto hay dudas,fácilmente se pueden citar los varios textos que dejan en claro esasituación. Entonces, Jesús no teníaninguno de eso atributos divinos; y eso es explícito. Pero es implícito que no tenía ninguno. Es decir; no hay un solo texto en todos losEvangelios que muestre en Jesús uno solo de los muchos atributos divinos.<o:p></o:p>


Thomasius parece que se focalizó en tresatributos divinos: omnisciencia, omnipresencia y omnipotencia. Sucede que en los Evangelios, Jesús deNazaret (recordemos siempre que él es el Cristo, el Hijo de Dios, Dios; y esono se está poniendo en duda) claramente no era ni omnisciente, ni omnipresenteni omnipotente.
 
Re: Cristología Bíblica

Kenosis<!-- #EndEditable -->
<!--START ADVPRINT --><!-- #BeginEditable "cuerpo" -->Término derivado de la discusión sobre el real significado de Fil 2:6 : “Quien siendo en forma de Dios, no consideró ello como algo a que aferrarse; sino que vaciándose (ekénosen) a sí mismo, tomó forma de siervo, siendo hecho en semejanza de hombre y hallado como uno de ellos...”

Opiniones Protestantes

No satisfechos con la enseñanza católica en éste punto, los primeros reformadores se inclinaron por un más profundo significado de las palabras de Pablo, pero Lutero y Melanchton fallaron en sus especulaciones. John Brenz (m. el 10 de septiembre de 1570) de Tubinga, sostuvo que cuando la Palabra asumió la naturaleza humana de Cristo, ésta no sólo poseyó la Divinidad sino el poder de hacer uso de la misma, aunque libremente se abstuvo de tal uso. Chemnitz disintió de este punto de vista. Negó que Jesucristo poseyera la Divinidad en tal forma que tuviese derecho a su uso.
La kénosis, o la exinanición de Sus Divinos atributos fue, por tanto, un acto libre de Cristo, de acuerdo con Brenz: fue la connatural consecuencia de la Encarnación según Chemnitz.

Entre los modernos protestantes, las siguientes opiniones han sido las más prevalentes:
Thomasius, Delitschz y Kahnis consideran la Encarnación como un auto- vaciamiento de la manera Divina de existencia, como una auto-limitación de la omnisciencia de la Palabra, su omipresencia, etc. Gess, Reuss y Godet piensan que la Encarnación implicaba una real depotenciación de la palabra; la Palabra llegó a ser –más que ‘asumir’- el alma humana de Cristo. Ebrard sostiene que las Divinas propiedades de Cristo, aparecieron en la forma kantiana de tiempo apropiada al hombre: su kénosis consistió en un intercambio de lo eterno por una forma temporal de existencia.
Martensen y quizás Hutton distinguen una doble vida de la Palabra. En el hombre -Cristo , ellos ven una real depotenciación de la Palabra: en el mundo, la Palabra Divina pura hace el oficio de mediador y revelador. De acuerdo con Godet y probablemente Gore, en su Kénosis la Palabra se despoja Sí misma aun de Su inmutable santidad, Su infinito amor y Su conciencia personal, para entrar en un desarrollo humano similar al nuestro.

Enseñanza Católica

De acuerdo con la teología católica, el abajamiento de la Palabra consiste en la asunción de la humanidad y el simultáneo ocultamiento de la Divinidad. El abajamiento de Cristo es visto primero como Su autosujetamiento a las leyes humanas del nacimiento y crecimiento y a la bajeza de la naturaleza humana caída. En Su abajamiento, Su semejanza con la naturaleza caída, no implica pérdida de justicia ni santidad, sino solamente las dolencias y penalidades aparejadas a tal pérdida. Ello afecta al cuerpo y al alma, y consiste en la posibilidad de sufrir por causas internas y externas.
En el cuerpo, la dignidad de Cristo excluyen alguna dolencias y estados. El poder preservante de Dios que habitaba el cuerpo de Cristo, no permitió ninguna corrupción y le previno de enfermedades, inicio de la corrupción. La santidad de Cristo no era compatible con la descomposición tras la muerte, que es la manifestación del poder destructivo del pecado. De hecho, Cristo tuvo el derecho de liberarse de todo dolor corporal, y Su humanidad habría tenido el poder de quitar o suspender los efectos de las causas del dolor. Pero El libremente se sujetó a Sí mismo a muchos de los dolores resultantes de la ejercitación del cuerpo e influencias externas adversas como fatiga, hambre, heridas, etc. Siendo que éstas molestias tenían suficiente razón en la naturaleza del cuerpo de Cristo, le eran naturales a El.

También Cristo retuvo el El las debilidades del alma, las pasiones de Su razón y apetitos sensitivos, pero con las siguientes restricciones:
(a) Emociones desordenadas y pecaminosas son incompatibles con la santidad de Cristo. Solamente pasiones sin culpa moral como temor, tristeza y el compartir en el alma de los sufrimientos del cuerpo son compatibles con Su Divinidad y perfección espiritual.
(b) Aún el origen , intensidad y duración de esas emociones estaban sujetas al libre parecer de Cristo. Además, El podía prevenir los efectos disturbantes de tales pasiones sobre Su las acciones de Su alma y paz mental.

Para completar Su abajamiento, Cristo estuvo sujeto a Su Madre y San José, a las leyes del Estado y a las leyes positivas de Dios. Compartió las limitaciones y privaciones de los pobres y marginados. (ver COMMUNICATIO IDIOMATUM).

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Re: Cristología Bíblica

KÉNOSIS
VocTEO
Concepto cristológico que tiene su raíz y su base bíblica en Flp 2,7. se dice de Jesucristo que «se vació a sí mismo» (heauton ekénosen), asumiendo la forma de vida humana que es propia de los demás hombres y haciéndose obediente al Padre hasta la muerte de cruz. Significa por tanto el «vaciamiento» de sí que realizó el Hijo de Dios insertándose en la historia de los hombres, hasta pasar por la experiencia de la muerte de cruz. Este acontecimiento ha sido interpretado en diversos sentidos por la tradición teológica.

En el Nuevo Testamento se dan también algunos otros pasajes además de Flp 2,7, en donde se hace referencia más o menos explícita a la abnegación, hasta su vaciamiento, del Hijo al entrar en nuestra historia: cf. Jn 1,14, donde el término sarx/carne indica a la humanidad en su fragilidad, transitoriedad Y mortalidad; Gál 4,4: el Hijo preexistente de Dios nació de una mujer y se sometió a la ley; Jn 17 5: el Hijo vive ahora en una situación, donde está privado de aquella gloria que poseía desde toda la eternidad; 2 Cor 8,9: el Hijo era rico, pero se ha hecho pobre (eptócheusen) para enriquecernos a nosotros.


Una lectura comparativa de estos pasajes puede ayudarnos a leer con exactitud el contenido de Flp 2,7, que de hecho ha sido y sigue siendo interpretado de manera distinta por los exegetas. Algunos han visto el «vaciamiento» kenótico del Hijo eterno de Dios en su misma bajada en carne/naturaleza humana (como se verá, algunos Padres prefirieron esta interpretación); otros lo han visto en el hecho de que el Hijo de Dios preexistente ha entrado en el mundo y ha asumido la naturaleza humana renunciando a vivir en ella en la condición de gloria y de esplendor que habría de esperarse del Hijo divino y que de hecho se le dio en la resurrección (así piensan la mayor parte de los exegetas de nuestros días); otros finalmente han visto la kénosis en el hecho de que el hombre Jesucristo (no el hijo de Dios preexistente) recorrió un camino de humillación, de sufrimiento, de muerte, de cruz, que desembocó posteriormente con la resurrección en una situación de gloria.


Del contexto inmediato de Flp 2,7 y del contexto remoto que nos ofrecen los otros pasajes bíblicos que hemos recordado se deduce que el concepto de «vaciamiento» más aceptable es el segundo: debe verse en la opción del Hijo eterno de Dios de hacerse hombre y de vivir como los demás hombres en la humildad de la condición humana, con su carga de limitaciones, sufrimientos y de muerte, antes de pasar a la situación gloriosa en que se encuentra con y después de su resurrección de la muerte. La kénosis del Hijo no consiste en la encarnación en sí misma, sino en su encarnación en la debilidad, hizo cercano a nosotros e mitable por nosotros (cf. Flp 2,5) Y fue esta kénosis la que el Padre sucesivamente en una situación de existencia humana gloriosa, premió su obediencia hasta la cruz. (Cf. Flp 2,8-11).


La época patrística advirtió aguda el problema de la kénosis del apriori cultural helenista del carácter absoluto y de la inmutabilidad de lo divino y de la suma entre la esfera del espíritu y la de la materia y la corporeidad le hacía difícil admitir el vaciamiento radical del Logos divino mediante la asunción de una realidad humana finita, temporal, pasible, mortal. Pero el instinto de la fe hizo superar a la Iglesia de los Padres las dificultades que procedían de su contexto cultural y le permitió permanecer fiel al dato bíblico le imponía con todo su contenido desconcertante. Encontramos un eco del ánimo de la Iglesia patrística en la confesión de la verdad bíblica de kénosis de Cristo en un pasaje del concilio de Éfeso, inspirado en san Cirilo de Alejandría: «Afirmamos que el Logos/Hijo se hizo hombre de un modo inexplicable e incomprensible, uniendo a su hipóstasis la carne animada por un alma racional» (DS 250). San León Magno en el Tomus a Flaviano, patriarca de Constantinopla, habla expresamente de la exaninatio del Logos y la ve en su asunción de la «forma del siervo», de la «debilidad» de este mundo (cf. DS 293; 294). En este texto surge una perspectiva de la kénosis, característica de la reflexión de muchos Padres, pero que está ausente del dato bíblico: la bajada misma del Hijo divino asumiendo la naturaleza humana, en cuanto creada y finita, se ve como un rebajamiento, como un vaciamiento.


La clarificación de la unión de lo divino con lo humano en Cristo en el plano de la hipóstasis/persona, que se realizó especialmente en el concilio Constantinopolitano II (553), y la consiguiente concreción de las normas de la «communicatio idiomatum» (es significativa la controversia sobre la afirmación de unos monjes escitas: «Unus de Trinitate passus est in carne», considerada como herética por los teólogos orientales, pero ortodoxa para el Constantinopolitano II: (cf. DS 432) condujo a una comprensión cada vez más exacta del vaciamiento del Hijo en su encarnación. Por no haber valorado esta conquista del pensamiento de los Padres, que hizo substancialmente suya la gran Escolástica, algunos teólogos, sobre todo del área de la Reforma, comenzaron a representar la kénosis de maneras y formas que constituyen de hecho, en diversas medidas, una eliminación del dogma cristológico.

M. Lutero, con su exposición de la communicatio idiomatum, había enseñado una comunicación real de las propiedades divinas a la naturaleza humana de Cristo. Algunos teólogos luteranos pensaron salvar la verdad plena de la humanidad de Cristo, interpretando Flp 2,7 como acontecimiento relativo al Sujeto encarnado, que en su vida terrena habría renunciado al uso de las propiedades divinas para su naturaleza humana (así los kenóticos de la escuela de Giessen) o las habría escondido en su uso (escuela de Tubinga). Otros teólogos luteranos del siglo XIX (E. W Sartorius, G. Thomasius, H. R. Frank, W Gess) interpretaron la kénosis de la manera siguiente: su sujeto es el Logos preexistente, que en su encarnación «se vacía» de algunas cualidades divinas relativas, referidas al mundo (omnipotencia, omnisciencia, omnipresencia), pero no de otras arraigadas profundamente en su ser divino (la verdad, la santidad, el amor). Esta «renuncia» a sus prerrogativas del Hijo preexistente habría hecho posible en Jesucristo el desarrollo de una conciencia humana real (H. R. Frank).

La teología contemporánea, tanto católica como protestante, ha prestado y presta una gran atención a la afirmación bíblica del «autovaciamiento» de Jesucristo, honrada por la tradición teológica, aunque con diversos acentos. Su orientación de fondo en la profundización teológica de su contenido, en consonancia con la enseñanza neotestamentaria, se muestra concreta y sumamente sensible a la dimensión escatológica del acontecimiento cristológico. No ignora la diferencia, el «desnivel» cualitativo entre Dios y lo humano, que advirtieron tan vivamente los Padres, ni tampoco la «dignación» de Dios de insertarse en lo humano; sin embargo, lee la realización verdadera de la kénosis en la asunción por parte del Hijo divino de lo humano concreto, tal como lo viven los hombres en la caducidad y bajo el peso del pecado y de su maldición, así como en su compromiso de vivirlo en solidaridad plena con los hombres sus hermanos, en actitud de obediencia filial al Padre, Señor de la vida. Lee allí la condescendencia inefable del Hijo con sus hermanos (cf. Heb 5,1-10) y al mismo tiempo el enorme significado antropológico del acontecimiento Jesucristo. La teología actual de la cruz (en particular, K. Kitamori, J Moltmann, E. JUngel, H. U. von Balhasar anda empeñada en explorar las profundidades abismales de la «bajada» del Hijo divino, y con él en cierto sentido la de toda la Trinidad, en las dimensiones y experiencias más profundas y más tenebrosas de lo humano, viendo en ella la expresión más radical de la caridad divina «compasiva». Por otra parte, la teología actual, que reflexiona sobre los contenidos de la fe dentro del giro antropológico característico de la cultura moderna y contemporánea (especialmente K. Rahner), se siente autorizada a explorar las limitaciones, las estrecheces, las "fatalidades» más condicionantes y limitantes de la existencia humana, para verlas asumidas, compartidas, vividas en plenitud y profundidad por el Hijo de Dios y del hombre en su camino de solidaridad con sus hermanos, a fin de impregnarlas «desde dentro» de obediencia, de abandono, de amor al Padre, de «consagrarlas», de «ofrecérselas» a él, para poder redimirlas. Los análisis más profundos de la existencia humana se ponen entonces al servicio de la cristología, para que por un lado aparezca cada vez más claramente el abismo del «vaciamiento» del Hijo divino en su existencia kenótica y, por otro, resalten de forma más luminosa la profundidad y la amplitud de su solidaridad con los hombres, fuente de salvación y de esperanza para la familia humana. La Comisión Teológica Internacional publicó en 1983 un documento en el que dedicaba especial atención a la temática de la kénosis, haciendo algunas aclaraciones en orden a una interpretación más exacta de la misma.


G. Iammarrone
 
Re: Cristología Bíblica

Kénosis

<!-- /#content-header -->“Kénosis” se deriva de la palabra Griega “kenoo” la que significa “vaciar”. Ésta se usa en Filipenses 2:7. Vale la pena registrar el texto de Filipenses 2:5-8:
“Tenga en ustedes esta actitud la cual estuvo también en Cristo Jesús, 6quien, aún cuando existía en la forma de Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse, 7sino que se vació a Sí Mismo, tomando la forma de un siervo, y siendo hecho en la semejanza de los hombres. 8Y siendo encontrado en apariencia como la de un hombre, Él se humilló a Sí Mismo siendo obediente hasta el punto de morir, ¡y morir en una cruz!”

La teoría de la Kénosis establece que Jesús rindió algunos de Sus atributos divinos mientras Él era un hombre aquí en la tierra. Estos atributos fueron la omnisciencia, la omnipresencia y la omnipotencia. Cristo hizo esto voluntariamente para que Él pudiera funcionar como un hombre y así llevar a cabo la obra de la redención. Este punto de vista fue inicialmente introducido a finales de 1800 en Alemania por Gottfried Thomasius (1802-1875), un teólogo Luterano.

Filipenses 2:5-8 no enseña que Jesús rindió algunos de Sus atributos divinos ya que no menciona ninguno de éstos. En lugar de esto, está hablando de que Su humildad lo movió a él y de acuerdo a la voluntad del Padre, dejó Su estado majestuoso en el cielo y entró en la posición humilde de la naturaleza humana.

Sin embargo, existe un problema con el cual el ortodoxo debe lidiar y con el que la teoría de la Kénosis parece dirigirse más adecuadamente. Tome por ejemplo a Marcos 13:32, en el cual Jesús dice: “Pero de ese día u hora nadie sabe, ni aún los ángeles en el cielo, ni el Hijo, sino sólo el Padre.” Si Jesús supiera todas las cosas, como está implicado en Su naturaleza divina, entonces, ¿por qué Él no sabía el día o la hora de Su propio regreso? La respuesta es que Jesús cooperó con las limitantes humanas y voluntariamente no ejercitó Sus atributos de omnisciencia. Él todavía era divino pero se estaba moviendo y viviendo como un hombre completamente.
La teoría de la Kénosis es una doctrina peligrosa ya que si esto fuera verdadero significaría que Jesús no fue totalmente divino. Si Jesús no fue totalmente divino, entonces Su obra de expiación no sería suficiente para expiar los pecados del mundo.

La doctrina correcta es la Unión Hipostática, de que Jesús es completamente tanto Dios como hombre (Colosenses 2:9) y no rindió ninguno de Sus atributos divinos mientras caminó como hombre sobre esta tierra.
 
Re: Cristología Bíblica

La Kenosis bien entendida es que Jesucristo, Dios y hombre verdadero, sin dejar en ningún momento de ser Dios (algo que es abiertamente una herejía, un disparate metafísico, un absurdo teológico) se rebajó a la forma de siervo, es decir, no quiso actuar como Dios en ningún momento en el plan de nuestra salvación y ministerio, sino que actuó siendo perfecto ejemplo de hombre, diciendo lo que del Padre había escuchado, orando al Padre, pidiendo al Padre, viviendo como hombre para ejemplo de santidad perfecta para nosotros, encarnándose, muriendo en la cruz como el cordero sin mancha, viviendo con hambre, dolor, sufrimiento (todo ello padecido en su naturaleza humana, y compartido mística y misteriosamente en su naturaleza divina - por la comunicatio idiomatica -

Pero esto no implica que:

- Que dejase de ser Dios.
- Que dejase de decir de sí mismo que es Dios.
- Que No tuviese y retuviese todos los atributos divinos (algo que es inherente a la perfección del único ser que "ES")
- Que su divinidad hubiese desaparecido o se hubiese separado de él, o estuviese separada de modo que fuese Jesús dos personas (herejía grave, aún con los matices de los nestorianos es grave también)
- Ni que no hiciese uso de su divinidad (perdonar pecados, obrar algunos milagros, etc...) sin que esto afectase en absoluto a su condición de siervo, humanidad verdadera, ejemplo de santidad (y todo cuanto en el plan de salvación hubiese sido dispuesto, es decir, todo lo que afecta a lo que en teología se llama "economía de nuestra salvación")

Resumiendo, de una forma teológica:

La kenosis bien entendida es:

Jesucristo, perfecto hombre y perfecto Dios, una sola persona, sin que sus naturalezas se encontrasen nunca separadas ni tampoco mezcladas o confundidas, sin dejar de ser Dios; se humilló hasta el punto de que siendo Dios asumió naturaleza humana en la encarnación, vivió como perfecto hombre y fue conducido hasta la cruz y padeció hasta la muerte. Tal cosa sin herir su divinidad en nada, pero sí, en la comunicación idiomática de sus naturalezas, padecido todo por su única persona "Jesús". De modo que sin afirmar jamás que Dios dejó de ser en Cristo, si debemos afirmar que Dios se humilló hasta ese punto (sin que su Gloria fuese en nada perjudicada, sino por que en el plan de la economía de nuestra salvación, su Gloria fue perfecta en el hecho de que resucitó venciendo a la muerte y dando vida eterna al género humano, y salvación a los que en Él creen). Todo ésto fue obrado por necesidad de cumplir con el plan de salvación, es decir, por una razón "económica" y nada más.

Y reconozco que seguro que se me quedan algunas ideas en el tintero o no acabé de explicarme del todo bien, porque este es un tema muy complejo... y no tengo tampoco la capacidad para tratarlo en profundidad y con toda la corrección que deseo.
 
Re: Cristología Bíblica

En mis palabras y cómo yo entiendo que es la UH.

En Jesús de Nazaret habián dos naturalezas: la divina y la humana. Estas dos naturalezas mantenían su calidad de tal a pesar de estra unidas. Ambas naturalezas coexistían en Jesús gracias a la UH, de modo que era completamente Dios y además de eso era completamente hombre.

Pero para entender qué es la UH o qué es lo que me molesta de ella; hay que contrastarla con lo que yo entiendo. No se niega que Jesús fuese Dios, total y plenamente Dios. Tampoco se niega que Jesús fuese hombre, total y completamente hombre. La diferencia básica de Nicea-Constantinopla es que en esa doctrina es la naturaleza divina la que se hace humana; mientras que en la doctrina de Calcedonia hay una suma de dos naturalezas, que se mantienen intactas y destinguibles a pesar de coexistir en la persona de Jesús.


En palabras simples Nicea-Constantinopla habla de una trasformación, de un hacerse. Pero Calcedonia habla de sumar. En todo caso, Calcedonia es un arreglo de la doctrina de Eutico (me estoy enterando por tí y no he ido a investigarlo). Aparentemente Eutico enseñaba dos naturalezas fundidas; pero Calcedonia hace incapié en que las dos naturalezas se mantienen independientes (por acá decimos "juntos pero no revueltos")

Nicea-Constantinopla no hace mención ni insinuación a dos naturalezas. Hablan de una naturaleza divina la cual se hace humana.

Las analogías son siempre imperfectas, pero ahí te va una: la clara de huevo se hace merengue. es una transformación, un cambio, no es un sumar (aunque el merengue lleva azucar). El merengue es huevo batido (no le pongas azucar) y puesto al horno suave para que se seque. Ese merengue no-dulce sigue siendo clara de huevo, pero batida y seca. El merengue no está cocido como el huevo hervido o frito; no se alteró la estructura molecular, solo se le quitó el agua.

Pero no hay analogía perfecta. la UH es la respuesta a la negación de la kenosis. se ha dicho que ña kenosis es Dios menos algo y que la UH es Dios más algo. Pero no creo que podamos discutir la kenosis al mismo tiempo. Eso ya tiene su epígrafe y por ahora está quedando claro que Cristo se despojó, se vació. para Cristo hacerse Jesús tuvo que despojarse de algo. si se entiende así. entonces es Dios menos algo, es clara de huevo menos humedad.

Hablando de kenosis. la Kenosis se basa en Filipenses 2.6-7. Bueno, para que veas cómo no hay ningún texto que apoye a la UH, leamos ese texto en la NVI:
"quien siendo por naturaleza Dios, no consideró en ser igual a Dios como algo a qué aferrarse. por el contrario, se rebajó voluntariamente tomando la naturaleza de siervo y haciéndose semejante a los seres humanos"
Nótese cómo la kenosis (vaciamiento, o con mucha suerte despojarse) se vuelve mágicamente "se rebajó". Pero peor que eso; ahora, el versículo clave para entender la kenosis, pasa a ser - en la NVI - bandera de la UH. Fíjate en el uso de "naturaleza".
Como ves; la UH tiene tal carencia de textos, que hay que inventarlos. Y mejor si por medio de traducciones engañosas se sustituye al la kenosis por la hipostasis.
 
Re: Cristología Bíblica

Se me pide que clarifique mi posición:
Juan 1:14 "se hizo carne"
Filipenses 2:7 "haciéndose semejanto a los hombres"

En ambos casos es el verbo ginomai que aparece como Palabra Strong 1096
1096 gínomai – properly, to emerge, become, transitioning from one point (realm, condition) to another. 1096 (gínomai) fundamentally means "become" (becoming, became) so it is not an exact equivalent to the ordinary equative verb "to be" (is, was, will be) as with 1510 /eimí (1511 /eínai, 2258 /ēn).
1096 (ginomai) means "to become, and signifies a change of condition, state or place" (Vine, Unger, White, NT, 109).
M. Vincent, "1096 (gínomai) means to come into being/manifestation implying motion, movement, or growth" (at 2 Pet 1:4). Thus it is used for God's actions as emerging from eternity and becoming (showing themselves) in time (physical space).

Juan* usa ese mismo verbo en la misma conjugación en:
1:3 Todas las cosas fueron hechas por medio de El, y sin El nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.
1:6 Vino al mundo un hombre enviado por Dios
1:10 y el mundo fue hecho por medio de El,
*Se entiende que Juan escribía con diferente grado de conocimiento del griego debido a quienes lo rodeaban y podían ayudarlo. Se entiende también que 1:1-14 fue escrito en Efeso. Por eso no incluyo muchas otras citas donde Juan conjuga este verbo así. Para muestra vale un botón.

Pablo usa ese mismo verbo en la misma conjugación en:
Gálatas 3:13 Cristo nos redimió de la maldición de la ley, habiéndose hecho maldición por nosotros
Filipenses 2:8 se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte
Filipenses 3:6 en cuanto a la justicia de la ley, hallado irreprensible
2 Timoteo 1:17 cuando estuvo en Roma
 
Re: Cristología Bíblica

Pregunta: "¿Qué es la unión hipostática? ¿Cómo puede ser Jesús tanto Dios como humano al mismo tiempo?"

Respuesta:
La unión hipostática es el término usado para describir cómo Dios el Hijo, Jesucristo, tomó una naturaleza humana, permaneciendo al mismo tiempo como Dios. Jesús siempre ha sido Dios (Juan 8:58; 10:30), pero en la encarnación, Jesús tomó forma humana – Él se convirtió en un ser humano (Juan 1:14). Jesús es la suma de la naturaleza humana y la divina - es el Dios-hombre. Esta es la unión hipostática, Jesucristo, una Persona, totalmente Dios y totalmente hombre.

Las dos naturalezas de Jesús, la humana y la divina, son inseparables. Jesús será para siempre el Dios-hombre totalmente Dios y totalmente humano, dos naturalezas distintas en una Persona. La humanidad y la divinidad de Jesús no están mezcladas, sino que están unidas sin la pérdida de una identidad separada. Algunas veces Jesús se conducía bajo las limitaciones de la humanidad (Juan 4:6; 19:28), y otras veces con el poder de Su deidad (Juan 11:43; Mateo 14:18-21). En ambos casos, las acciones de Jesús procedían de Su Persona. Jesús tuvo dos naturalezas, pero solo una persona o personalidad.

La doctrina de la unión hipostática es un intento por explicar cómo Jesús pudo ser Dios y hombre el mismo tiempo. Es, a última instancia, una doctrina que somos incapaces de entender plenamente. Es imposible para nosotros comprender totalmente cómo trabaja Dios. Nosotros, como seres humanos finitos, no debemos esperar estar capacitados para comprender a un Dios infinito. Jesús es el Hijo de Dios, porque fue concebido por el Espíritu Santo (Lucas 1:35). Pero eso no significa que Jesús no existiera antes que Él fuera concebido. Jesús siempre ha existido (Juan 8:58; 10:30). Cuando Jesús fue concebido, Él se convirtió en un ser humano, además de ser Dios (Juan 1:1, 14)

Jesús es ambos, Dios y hombre. Jesús siempre ha sido Dios, pero Él no fue un ser humano hasta que fue concebido en María. Jesús tomó la forma de un ser humano para poder identificarse con nosotros en nuestras luchas (Hebreos 2:17), y lo más importante, para que Él pudiera morir en la cruz, pagando así el castigo por nuestros pecados (Filipenses 2:5-11). En resumen, la unión hipostática enseña que Jesús es totalmente humano y totalmente divino, que no hay mezcla o dilución de ninguna de las dos naturalezas, y que Él es una unidad en Persona, para siempre.
 
Re: Cristología Bíblica

¿Qué es la Unión Hipostática?<O:p> </O:p>​

La Naturaleza de Cristo...<O:p> </O:p>
Unión hipostática<O:p> </O:p>
Es un término técnico que designa la unión de las dos naturalezas, divina y humana, en la persona de Jesús. Cristo es Dios en la carne (Juan 1:1,14; Col. 2:9; Juan 8:58; 10:30-34; Heb. 1:8). El es plenamente Dios y plenamente hombre (Col. 2:9); así, tiene dos naturalezas, la de Dios y la humana. Decididamente, no es "mitad Dios, mitad hombre". Nunca perdió su divinidad, ni hubiese podido hacerlo.[SUP](1)[/SUP] <O:p></O:p>
Continuó existiendo como Dios cuando se encarnó y agregó la naturaleza humana a Su eterna naturaleza divina (Fil. 2:5-11). Consecuentemente, en Jesucristo está la "unión, en una sola persona, de una plena naturaleza humana y una plena naturaleza divina". [SUP](2)[/SUP] <O:p></O:p>
Jesús como Dios <O:p></O:p>
Es adorado (Mat. 2:2,11; 14:33).<O:p> </O:p>
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Jesús como hombre <O:p></O:p>
Adoró al Padre (Juan 17).<O:p> </O:p>
Se le ora (Hech 7:59).<O:p> </O:p>
<O:p> </O:p>
Oró al Padre (Juan 17:1).<O:p> </O:p>
No tuvo pecado (1 Ped. 2:22; Heb. 4:15).<O:p> </O:p>
<O:p> </O:p>
Fue tentado a pecar (Mat. 4:1).<O:p> </O:p>
Es omnisciente (Juan 21:17).<O:p> </O:p>
<O:p> </O:p>
Creció en sabiduría (Luc. 2:52).<O:p> </O:p>
Da vida eterna (Juan 10:28).<O:p> </O:p>
<O:p> </O:p>
Pudo morir (Rom. 5:8).<O:p> </O:p>
En El habita la plenitud de la Deidad (Col.2:9).<O:p> </O:p>
<O:p> </O:p>
Tiene un cuerpo de carne y hueso (Luc 24:39). <O:p></O:p>

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Re: Cristología Bíblica

Apolinar de Laodicea fue el primero en usar el término hipóstasis para intentar entender la Encarnación de Jesús.[SUP][5][/SUP] Apolinar describió la unión de lo divino y lo humano en Cristo como algo de una naturaleza única y con una esencia (hipóstasis) única.
Teodoro de Mopsuestia, por contra, argumentaba que en Cristo había dos naturalezas (humana y divina) y dos hipóstasis (en el sentido de "esencia" o "persona") que coexistían.[SUP][6][/SUP]
El Credo de Calcedonia estaba de acuerdo con Teodoro en que había dos naturalezas en la Encarnación. Sin embargo, el Concilio de Caldedonia también insistía en que la hipóstasis solía usarse en el sentido de la definición trinitaria: con el significado de "persona" y no de "naturaleza" (como decía Apolinar). Por tanto, el Concilio declaró que en Cristo había dos naturalezas, cada una de las cuales retenía sus propiedades y juntas se unieron en una subsistencia y una única persona.[SUP][7][/SUP]
Como la naturaleza precisa de esta unión es algo que desafía la comprensión finita humana, el término "unión hipostática" también se relaciona con la expresión alternativa "unión mística".
Quienes rechazaron el Credo de Calcedonia fueron conocidos como "monofisitas", debido a que creían que Cristo solo tenía una naturaleza. La aceptación de la unión hipostática fue descrita por estas personas como una Cristología diofisita (del griego "dos naturalezas").
 
Re: Cristología Bíblica

[h=2]La Unión Hipostática[/h]La Unión Hipostática es la enseñanza de que la Palabra de Dios se convirtió en carne y a Él lo llamamos Jesús. Por lo tanto, Jesús es Dios en carne humana. Él no es mitad Dios y mitad hombre. Él es completamente divino y totalmente humano; esto es, Jesús tiene dos naturalezas distintas: la divina y la humana. La Escritura dice: “En el principio era la Palabra, y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios…14y la Palabra se convirtió en carne, y habitó entre nosotros…” (Jn 1:1, 14). Esto significa que la palabra divina convertida en carne en la sola persona de Jesús habita tanto lo divino como lo humano. La naturaleza divina no ha cambiado ni tampoco fue alterada en esta unión; más bien, la naturaleza santa y divina de la Palabra se mantuvo como es.
Aún más, Jesús no es simplemente un hombre que “tuvo a Dios dentro de Él”, ni tampoco es un hombre que “manifestó el principio de Dios.” Él es la segunda persona de la Trinidad: “…el cual [el Hijo] siendo el resplandor de su gloria [la de Dios] y la imagen misma de su sustancia [la de Dios], y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder…” (He 1:3). Las dos naturalezas de Jesús no están “juntamente mezcladas”, ni tampoco están combinadas en una nueva naturaleza Dios-hombre. Estas dos naturalezas, aunque separadas, actúan en unidad en la sola persona de Jesús. Esto es lo que se conoce como la Unión Hipostática.
En la encarnación Jesús también fue hecho algo menor que los ángeles (He 2:9) y bajo la Ley. (Gá 4:4). Esto significa que Jesús participó de las limitaciones de ser realmente un hombre (Fil 2:5-8) y como hombre exhibió las restricciones propias de Su humanidad tales como el crecer en estatura, el comer, el crecer en sabiduría, etc., lo cual se esperaría que hiciera un ser humano.
[h=2]El Communicatio Idiomatum[/h]El Communicatio Idiomatum (del Latín para “comunicación de propiedades”) enseña que los atributos tanto de las naturalezas divina y humana están confirmados en la sola persona de Jesús. Esto significa que la persona de Jesús podría legalmente clamar para Sí Mismo los atributos tanto divinos como humanos de su naturaleza. Por lo tanto, Él podría decir que tuvo la misma gloria que el Padre antes de que el mundo fuera hecho (Jn 17:5); que descendió del cielo (Jn 3:13) y clamar Su omnipresencia (Mt 28:20); aún así, Jesús, el hombre, empezó Su existencia en la tierra cuando fue concebido en el vientre de María.
Es de vital importancia mirar la expiación. El sacrificio de Jesús en naturaleza fue divino así como también humano. Aún cuando Jesús murió, sabemos que Dios no puede morir. Así que si la naturaleza divina no murió, ¿cómo se puede decir que el sacrificio de Jesús fue divino en naturaleza? La respuesta es que tanto los atributos de Su divinidad como los de Su humanidad, fueron atribuidos a la persona de Jesús. Por lo tanto, ya que la persona de Jesús murió, Su muerte fue de valor infinito ya que las propiedades de la divinidad fueron atribuidas a la persona en Su muerte.
 
Re: Cristología Bíblica

El hijo de Dios se hizo carne, despojándose de sus atributos divinos, hecho semejante a hombre.
El hombre fue hecho a semejanza de Dios; pero sin tributos divinos; por eso, fue necesario que el Hijo de Dios se vaciara de esos atributos para hacerse semajante a los hombre.
He aquí el misterio ¿cómo Dios se despojó de sus atributos divinos sin dejar de ser Dios?
La respuesta es que Dios no es sus atributos divinos. Dios tiene atributos divinos, pero es es el que es; Dios es Dios; y su ser no depende de qué atributos tenga o deje de tener.
 
Re: Cristología Bíblica

Cristo era igual a Dios y se despojó haciéndose semejante a hombre. Cristo era en la forma de Dios, y se despojó tomando la forma de siervo. Eso es Filipenses y no es una interpretación personal.

Adan fue hecho a semejanza de Dios. Pero Adan no tenía atributos divinos. Cristo, quien tenía atributos divinos, se despojó de ellos y se hizo semejante al hombre. Cristo es el segundo Adan. El primero fue hombre hecho a semejanza de Dios. El segundo era Dios hecho semejante al hombre.

¿Tenía Jesús atributos divinos? Muestrame cuales
¿No es posible que el Hijo de Dios se des`pojara de sus atributos? Muéstrame esos atributos.
Jesús no tenía ningún atributo divino. Eso surge de leer los evangelios. eso es un hecho. Si ese hecho es perturbador para tu doctrina...eso es un problema tuyo. E

l Jesús Cristo que relatan los evangelios no era omnipresente. Eso ya fue establecido. También quedó claro que no era omnisciente. Y también resultó comprobado que no era omnipotente. Ya son tres los atributos divinos que sabemos con certeza que Jesús no tenía. ¿Será que tenía algún atributo? ¿Puedes señalarme algúno de esos atributos que crees debería tener para encajar en tu doctrina?
 
Re: Cristología Bíblica

1 ¿Estampos de acuerdo en que Jesús hubo cosas que no pudo hacer a pesar de querer hacerlas?
2 ¿Estamos de acuerdo en que hay muchoas cosas que Jesús no sabía?
3 ¿Estamos de acuerdo en que Jesús siempre estuvo o en el Cielo, o en la Tierra, y cuando en la Tierra, siempre estuvo en un lugar muy específico y no en todoas partes?
 
Re: Cristología Bíblica

Jesús de Nazaret tenía la capacidad de perdonar pecados porque era Dios. Que Jesús de Nazaret era Dios nunca fue cuestionado. Es más, yo he defendido el que Jesús era Dios y no estoy dispuesto a discutir algo que me parece muy básico: que Jesús era Dios. debemos construir algo más, y no podemos estancarnos en discutir si era o no era Dios. Jesús era Dios, y sobre esa base doctrinal continuamos avanzando.

Entponces Jesús es Dios y como Dios que es perdona pecados. Tú y yo estamos de acuerdo.

Falta que nos pongampos de acuerdo en si Jesús quien es Dios tenía algún atributo divino. Aparentemente - según tú - los evangelios están plagados de atributos divinos es Jesús. Si es así, te será muy fácil el terminar esta discución. Si me mustras al menos uno solo, yo me cayo la boca; admito mi error públicamente y dejo este tema el cual habrá sido demostrado como una locura mía. Pero para eso debes citar al menos uno de esos atributos divinos que plagan los evangelios. Solo uno bastará.

Y si no lo consigues...tal vez sea bueno que tú reconozcas publicamente tue error.
 
Re: Cristología Bíblica

aclarando la gente se entiende.

1 Como acabo de decir arriba; el nombre Jesús solo es aplicable al Hijo de Dios luego de su encarnación. En todo el NT no se hace referencia a Jesús como pré-existiendo. A lo sumo, se usa el nombre Jesús en relación a Cristo. Cristo fue pre-existente; Cristo creó el universo; etc. Lo que Pablo nos dice es que ese Cristo del cual los judíos sabían mucho (Mesías) era Jesús y no alguno aún por esperar que venga. Entonces Pablo dice cosas como que Cristo Jesús era pre-existente; pero se está refiriendo a Cristo (el cual no es otro sino Jesús de Nazaret).

2 No entiendo qué quieres decir con atributos benéficos.

3 Durante su encarnación en la Tierra, Jesús no tenía ningún atributo divino. No es que los tuviera y no los usara, o no se valiera de ellos, no los tenía.
 
Re: Cristología Bíblica

No sabes qué tan iluminador es lo que acabas de decir. Todo el problema respecto de los atributos que Jesús tenía o no tenía, son un problema filosófico. La Biblia es clara; pero no encaja con los conceptos filosóficos. Los filósofos son quienes no comprenden a Dios sin sus atributos divinos. Todo esto no se resuelve estudiando a la Biblia, sino en largas discuciones filosóficas.

Mira..es así. La lista de atributos divinos fue confeccionada por hombres que leyeron la Biblia. Fueron ellos quienes escogieron titular de atributos a esas cualidades que ellos comenzaron a denominar omnipresencia, omnipotencia y omniciencia (por citar nuevamente los mismos tres). Esas palabras que no aparecen en la Biblia fueron inventadas por ellos; y ellos las ordenaron en una lista.

Si tomamos la omnipresencia por ejemplo; descubriremos que no hay ni un solo texto donde se diga que Dios es omnipresente. Sería muy difícil ya que la palabra no existía en el sigli I y antes. No obstante, nosotros podemos muy facilmente encontrar textos que nos describen a Dios como estando en todas partes. Entonces la palabra fue inventada, pero el concepto es bíblico.

Ahora, la palabra "atributo" tiene su significado en castellano; y dentro de la jerga filosófica también lo tiene (basicamente el mismo). Mi pregunta es: ¿fue acertado catalogar a la omnipresencia como atributo de Dios? Sin duda Dios posee omnipresencia, pero ¿es acertado decir que un dios que no sea omnipresente no es un dios?

Veamos lo que Dios es. Dios es Dios (deuteronomios...). Dios se identificó a Moisés como Yo Soy. Es decir que Dios es el que es. Dios no es la suma de atributos que posee; sino que es Dios porque lo es. Eso implica que Dios es luz, es amor, es espíritu, y varias cosas más que Dios es.

¿Puede Dios ser Dios sin ser lo que es? No. Si Dios dejara de ser lo que es, dejaría de ser Dios. Dios no puede dejar de ser luz, de ser amor o de ser espíritu. ¿puede dejar de ser omnipresente? El punto está en que Dios no es omnipresencia, no es omnipresente. La omnipresencia es una de sus características, Dios posee omnipresencia, ostenta omnipresencia, pero no es omnipresencia.

Así Dios puede despojarse de la omnipresencia sin alterar su ser, su esencia.
 
Re: Cristología Bíblica

Lo anterior son antecedentes desde otros epígrafes
 
Re: Cristología Bíblica

Estos son los credos iniciales de la fe cristiana, y los únicos aceptados por TODOS los cristianos:

Texto del credo de NiceaCreemos en un Dios Padre Todopoderoso, hacedor de todas las cosas visibles e invisibles.
Y en un Señor Jesucristo, el Hijo de Dios; engendrado como el Unigénito del Padre, es decir, de la substancia del Padre, Dios de Dios; luz de luz; Dios verdadero de Dios verdadero; engendrado, no hecho; consubstancial al Padre; mediante el cual todas las cosas fueron hechas, tanto las que están en los cielos como las que están en la tierra; quien para nosotros los humanos y para nuestra salvación descendió y se hizo carne, se hizo humano, y sufrió, y resucitó al tercer día, y vendrá a juzgar a los vivos y los muertos.
Y en el Espíritu Santo.
[h=2][editar] Texto del credo niceno constantinopolitano[/h]Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible.
Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre; por quien todas las cosas fueron hechas; que por nosotros los hombres, y por nuestra salvación descendió del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó en María La virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato, padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria, para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin.
Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo (cf. Filioque), que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas.
Creo en la Iglesia que es Una, Santa, Universal y Apostólica. Reconozco que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados, espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén.
 
Re: Cristología Bíblica

Estos son los credos iniciales de la fe cristiana, y los únicos aceptados por TODOS los cristianos:

Texto del credo de Nicea
Creemos en un Dios Padre Todopoderoso, hacedor de todas las cosas visibles e invisibles.
Y en un Señor Jesucristo, el Hijo de Dios; engendrado como el Unigénito del Padre, es decir, de la substancia del Padre, Dios de Dios; luz de luz; Dios verdadero de Dios verdadero; engendrado, no hecho; consubstancial al Padre; mediante el cual todas las cosas fueron hechas, tanto las que están en los cielos como las que están en la tierra; quien para nosotros los humanos y para nuestra salvación descendió y se hizo carne, se hizo humano, y sufrió, y resucitó al tercer día, y vendrá a juzgar a los vivos y los muertos.
Y en el Espíritu Santo.

Texto del credo de Constantinopla

Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible.
Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre; por quien todas las cosas fueron hechas; que por nosotros los hombres, y por nuestra salvación descendió del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó en María La virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato, padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria, para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin.
Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo (cf. Filioque), que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas.
Creo en la Iglesia que es Una, Santa, Universal y Apostólica. Reconozco que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados, espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén.