Muchas veces los temas polémicos entre hermanos (y no hermanos) se tratan en temas generales como SE PUEDE PERDER LA SALVACIÓN?? u otros similares. Sin embargo, en esos temas circula mucha información y aristas distintas sobre lo mismo que al final no permite conclusión alguna, o se definen de alguna manera.
Con esto no niego que seamos edificados, tanto los que participan como los que leen solamente, de estos dialogos y en la medida que Dios me permita no dudaré en luchar por aquella fe una vez dada a los santos, sin embargo creo que también debemos buscar en llegar hacia algún lado o sacar nuestras conclusiones definitivas que, con la ayuda eficaz del Espíritu Santo, se irán transformando en convicciones firmes sobre las cuales fundamentar nuestra fe en Dios basada en Sus promesas.
Quisiera tratar en particular este texto, que encontramos en el Evangelio de Juan:
"Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero." Juan 6:39
Con este texto en particular quisiera argumentar en favor de la seguridad del creyente, del verdadero creyente en Cristo, y de esta forma ver como evoluciona el diálogo en cuanto a este texto.
Debemos notar que se trata de la voluntad del Padre para con Cristo: "Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero".
El Padre dió un mandamiento a Cristo, el cual podemos estar seguros que cumplirá a la perfección. Este mandamiento tiene como centro principal el asegurar la salvación de aquellos que crean ("...no pierda yo nada..."), de manera que la salvación está asegurada en Sus manos.
También esta seguridad no está en manos del creyente, sino de Cristo ("...no pierda yo nada..."), lo cual cumple mediante Su obra intercesora frente al Padre, como vemos ejemplificada en Lucas 22:31-32, en donde Cristo intercedió para que la fe de Pedro no faltase, a pesar de su caída, lo cual debe haberlo dejado totalmente desmoralizado y con verguenza siquiera de pedir perdón. Pero Cristo le tenía en Sus manos, y Pedro no se perdería a pesar de sus caídas.
Veamos también el alcance de esta seguridad: "Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada", esto es, todos aquellos que el Padre dá al Hijo, los que le ven y creen (vs. 40), serán salvos con seguridad, porque el Hijo no perderá nada. No existe posibilidad alguna de que un creyente en Cristo pierda su salvación, porque esta no está en sus manos, sino en las del Hijo, a Quién el Padre ordenó estrictamente que no perdiera nada. Que solo uno pueda perderse significa que Cristo no pudo cumplir Su mandamiento, algo totalmente impensable.
También, por el contexto, podemos saber que el Padre no dió a cada individuo a Cristo para ser salvos, sino solamente a los elegidos de la gran masa corrupta de la humanidad (Juan 6:37,44).
Ahora, el fin de la obra del Hijo al asegurar a los creyentes: "...sino que lo resucite en el día postrero", esto es resucitarlos para vida. Cristo lleva a todos los creyentes por el camino, les acompaña de principio a fin, y luego les resucitará en el final de los tiempos.
La salvación es una promesa de Dios, y una promesa que no depende del creyente para cumplirse. Incluso nosotros mismos somos parte de la promesa de Dios, pues somos herencia de Cristo mismo, redimidos para Él. La salvación es segura para el verdadero creyente, como está escrito:
"Y habrá allí calzada y camino, y será llamado Camino de Santidad; no pasará inmundo por él, sino que él mismo estará con ellos; el que anduviere en este camino, por torpe que sea, no se extraviará." Isaías 35:8
La salvación está totalmente en manos de Cristo. Si alguno da la apariencia de haberse perdido simplemente fue porque no era de Él, y no porque Cristo no pudo mantenerle salvo. Cristo cumplirá la voluntad de Su Padre, y ninguno de los encargados bajo Su mano se perderá.
A los hijos de Dios que van por este Camino de Santidad les digo que su Dios no les abandonará, pues Él a prometido acompañarnos durante todo el Camino, y también prometió limpiarnos de nuestros pecados, no solamente perdonarlos, sino quitale el poder sobre nosotros. No teman, sino levantense y sigan adelante.
¿Que piensan de Juan 6:39? ¿Están de acuerdo con la interpretación que le he dado?
Dios les guarde...
Con esto no niego que seamos edificados, tanto los que participan como los que leen solamente, de estos dialogos y en la medida que Dios me permita no dudaré en luchar por aquella fe una vez dada a los santos, sin embargo creo que también debemos buscar en llegar hacia algún lado o sacar nuestras conclusiones definitivas que, con la ayuda eficaz del Espíritu Santo, se irán transformando en convicciones firmes sobre las cuales fundamentar nuestra fe en Dios basada en Sus promesas.
Quisiera tratar en particular este texto, que encontramos en el Evangelio de Juan:
"Y esta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero." Juan 6:39
Con este texto en particular quisiera argumentar en favor de la seguridad del creyente, del verdadero creyente en Cristo, y de esta forma ver como evoluciona el diálogo en cuanto a este texto.
Debemos notar que se trata de la voluntad del Padre para con Cristo: "Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero".
El Padre dió un mandamiento a Cristo, el cual podemos estar seguros que cumplirá a la perfección. Este mandamiento tiene como centro principal el asegurar la salvación de aquellos que crean ("...no pierda yo nada..."), de manera que la salvación está asegurada en Sus manos.
También esta seguridad no está en manos del creyente, sino de Cristo ("...no pierda yo nada..."), lo cual cumple mediante Su obra intercesora frente al Padre, como vemos ejemplificada en Lucas 22:31-32, en donde Cristo intercedió para que la fe de Pedro no faltase, a pesar de su caída, lo cual debe haberlo dejado totalmente desmoralizado y con verguenza siquiera de pedir perdón. Pero Cristo le tenía en Sus manos, y Pedro no se perdería a pesar de sus caídas.
Veamos también el alcance de esta seguridad: "Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada", esto es, todos aquellos que el Padre dá al Hijo, los que le ven y creen (vs. 40), serán salvos con seguridad, porque el Hijo no perderá nada. No existe posibilidad alguna de que un creyente en Cristo pierda su salvación, porque esta no está en sus manos, sino en las del Hijo, a Quién el Padre ordenó estrictamente que no perdiera nada. Que solo uno pueda perderse significa que Cristo no pudo cumplir Su mandamiento, algo totalmente impensable.
También, por el contexto, podemos saber que el Padre no dió a cada individuo a Cristo para ser salvos, sino solamente a los elegidos de la gran masa corrupta de la humanidad (Juan 6:37,44).
Ahora, el fin de la obra del Hijo al asegurar a los creyentes: "...sino que lo resucite en el día postrero", esto es resucitarlos para vida. Cristo lleva a todos los creyentes por el camino, les acompaña de principio a fin, y luego les resucitará en el final de los tiempos.
La salvación es una promesa de Dios, y una promesa que no depende del creyente para cumplirse. Incluso nosotros mismos somos parte de la promesa de Dios, pues somos herencia de Cristo mismo, redimidos para Él. La salvación es segura para el verdadero creyente, como está escrito:
"Y habrá allí calzada y camino, y será llamado Camino de Santidad; no pasará inmundo por él, sino que él mismo estará con ellos; el que anduviere en este camino, por torpe que sea, no se extraviará." Isaías 35:8
La salvación está totalmente en manos de Cristo. Si alguno da la apariencia de haberse perdido simplemente fue porque no era de Él, y no porque Cristo no pudo mantenerle salvo. Cristo cumplirá la voluntad de Su Padre, y ninguno de los encargados bajo Su mano se perderá.
A los hijos de Dios que van por este Camino de Santidad les digo que su Dios no les abandonará, pues Él a prometido acompañarnos durante todo el Camino, y también prometió limpiarnos de nuestros pecados, no solamente perdonarlos, sino quitale el poder sobre nosotros. No teman, sino levantense y sigan adelante.
¿Que piensan de Juan 6:39? ¿Están de acuerdo con la interpretación que le he dado?
Dios les guarde...