No hay que dejar que personas racionalistas pongan en duda nuestra fe y la inerrancia de las Escrituras. Para aquellos que dudan créanme que hay respuestas para estas aparentes contradicciones.
Aquí les ofrezco algunos libros que pueden aclarar estos y otros puntos de aparente contradicción.
Diccionario de Dificultades y Supuestas Contradicciones Bíblicas
por Haley-Escuain
Ref: 223309
http://www.clie.es/?page=shop/product&product_id=223309
Enciclopedia Explicativa de Dificultades Bíblicas
por Samuel Vila Ventura
Ref: 220358
http://www.clie.es/?page=shop/product&product_id=220358
Crítica Bíblica: Un enfoque evangélico a las técnicas de investigación del texto sagrado
por Raúl Zaldívar
Ref: 223960
http://www.clie.es/?page=shop/product&product_id=223960
Cómo Eliminar Aparentes Contradicciones Bíblicas
http://www.truthortradition.com/spanish/modules.php?name=News&file=article&sid=36
ABORDANDO LAS “DISCREPANCIAS”
Desde luego, en estos pocos párrafos no será posible abordar cada supuesta discrepancia entre los relatos de la resurrección. Pero se establecerán algunos principios que se pueden usar para mostrar que no se ha encontrado contradicciones genuinas en los relatos de la resurrección.
La Información Adicional No Constituye una Contradicción
Suponga que un hombre está contando acerca de la vez que él y su esposa fueron de compras al centro comercial. El hombre menciona todos los maravillosos lugares del centro comercial donde se puede comprar artículos de cacería y galletas de canela. La esposa cuenta acerca del mismo paseo al centro comercial, aunque menciona solamente los lugares donde se puede comprar ropa. ¿Existe una contradicción entre las narraciones solo porque la esposa menciona las tiendas de ropa mientras el esposo menciona solamente las de cacería y de galletas? No. Ellos solamente están añadiendo (o suplementando) a la narración de cada uno para hacerla más completa. Eso pasa muy a menudo en los relatos de la resurrección.
Por ejemplo, el evangelio de Mateo nombra a “María Magdalena y a la otra María” como las mujeres que visitaron la tumba temprano en el primer día de la semana (Mateo 28:1). Marcos cita a María Magdalena, María la madre de Jacobo y a Salomé como las visitantes (Marcos 16:1). Lucas menciona a María Magdalena, Juana, María la madre de Jacobo, y a “las demás” (Lucas 24:10). Pero Juan menciona solamente la visita de María Magdalena a la tumba el domingo (Juan 20:1). (Dan Barker cita estos nombres diferentes como discrepancias o contradicciones en la página 182 de su libro). ¿Se contradicen estas listas diferentes? No, de ninguna manera. Estas listas se suplementan al añadir nombres para hacer a la lista más completa. Pero no son contradictorias. Si Juan hubiera dicho “
solamente María Magdalena visitó la tumba”, o si Mateo hubiera declarado, “María Magdalena y la otra María fueron las
únicas mujeres que visitaron la tumba”, entonces existiera una contradicción. Sin embargo, este no es el caso. Para ilustrar adicionalmente este punto, suponga que tiene 10 billetes de un dólar en su bolsillo. Suponga además que alguien le pregunta, “¿Tiene un billete de un dólar en su bolsillo?”. Naturalmente, usted respondería de manera afirmativa. Suponga que otra persona le pregunte, “¿Tiene cinco dólares en su bolsillo?”, y usted diga sí. Finalmente, otra persona pregunta, “¿Tiene diez dólares en su bolsillo?” y usted dice sí por tercera vez. ¿Dijo usted la verdad cada vez? Sí. ¿Era alguna de sus respuestas contradictoria? No. ¿Fueron diferentes los tres enunciados acerca del contenido de su bolsillo? Sí—aunque eran suplementarios más no contradictorios.
La información suplementaria también se aplica a los ángeles, hombres y jóvenes que se describen en los relatos de la resurrección. Surgen dos “problemas” cuando se menciona a los “mensajeros santos” que estuvieron en el sepulcro de Cristo. Primero, ¿cuántos fueron? Segundo, ¿fueron ángeles u hombres? Ya que la primera pregunta tiene que ver con la información suplementaria, la discutiremos primero. El relato de Mateo hace referencia a “un ángel del Señor, descendiendo del cielo” y cuyo “aspecto era como un relámpago, y su vestido blanco como la nieve” (28:2-5). El relato de Marcos presenta una escena un poco diferente de “un joven sentado al lado derecho, cubierto de una larga ropa blanca” (16:5). Pero Lucas menciona que “dos varones con vestiduras resplandecientes” se pararon junto a las mujeres (24:4). Finalmente, Juan escribe acerca de “dos ángeles con vestiduras blancas, que estaban sentados el uno a la cabecera, y el otro a los pies, donde el cuerpo de Jesús había sido puesto” (20:12). ¿Se contradicen estos relatos en el
número de hombres o ángeles en la tumba? Teniendo en cuenta la regla del suplemento, debemos responder, “No”. Aunque los relatos son un poco diferentes, no son contradictorios en cuanto al número de mensajeros. Marcos no menciona “
solamente un joven”, ni Lucas dice que habían “
exactamente dos ángeles, ni menos ni más”. ¿Hubo un mensajero en la tumba? Sí. ¿Hubo también dos? Sí. No existe contradicción aquí.
La segunda pregunta en cuanto a los mensajeros tiene que ver con su identidad: ¿Fueron ángeles u hombres? La mayoría de personas que están familiarizadas con el Antiguo Testamento no tiene problema en responder esta pregunta. Génesis 18 y 19 mencionan tres hombres que vinieron a visitar a Abraham y a Sara. Estos hombres se quedaron por un tiempo corto, y luego dos de ellos se dirigieron a Sodoma. La Biblia nos dice en el primer versículo de Génesis 19 que estos “hombres” eran realmente ángeles. Pero cuando los hombres de Sodoma quisieron hacer daño a estos ángeles, ellos preguntaron: “¿Dónde están los varones que vinieron a ti esta noche?” (Génesis 19:5). En los dos capítulos completos se menciona a los mensajeros como hombres y ángeles con igual precisión. Ellos lucían, hablaban, caminan y sonaban como hombres. ¿Eran hombres? Sí. ¿Eran ángeles? Sí.
Como una ilustración, suponga que usted viera que un hombre sentado en la banca de un parque se sacara su zapato derecho. Mientras observa, él comienza a jalar una antena de la puntera de su zapato y un tablero con números del tacón. Procede a marcar un número y comienza a hablar a alguien desde su “teléfono zapato”. Si escribiera lo que ha visto, ¿pudiera decir con precisión que el hombre hizo una llamada con su zapato? Sí. ¿Pudiera decir que hizo una llamada con su teléfono? Sí. El zapato tenía un tacón, una suela, una puntera y todo lo demás que un zapato tiene, pero era mucho más que sólo un zapato.
De la misma manera, los mensajeros en la tumba fueron descritos correctamente como hombres—ellos tenían una cabeza unida a su cuello, dos hombros elevados, un cuerpo completo con brazos y piernas, etc. Por ende, eran hombres, pero eran mucho más que hombres, así que se les describió correctamente como ángeles, mensajeros santos enviados por Dios para entregar un mensaje a ciertas personas. Al tomar en cuenta que el Antiguo Testamento a menudo usa el término “hombres” para describir a los ángeles, es muy fácil mostrar que no existe contradicción en cuanto a la identidad de los mensajeros.
La Perspectiva es Importante
Lo que vemos en los relatos independientes de la resurrección no es contradicción, sino simplemente una perspectiva diferente. Por ejemplo, suponga que un hombre tuviera una tarjeta de 4x6 pulgadas que fuera completamente roja por un lado y completamente blanca por el otro. Además suponga que se parara delante de una gran multitud, preguntara a todos los hombres que cerraran sus ojos, mostrara a las mujeres en la audiencia el lado rojo de la tarjeta, y luego les pidiera que escribieran lo que vieron. Después hiciera que todas las mujeres cerraran sus ojos, mostrara a los hombres el lado blanco de la tarjeta, y luego les pidiera que escribieran lo que vieron. Un grupo vio una tarjeta roja y el otro una tarjeta blanca. Cuando se compararan las respuestas, lucirían a primera vista como contradictorias, pero no lo fueran. Las descripciones lucieran contradictorias porque los dos grupos tuvieron una perspectiva diferente. Cada grupo miró un lado de la tarjeta. El fenómeno de la perspectiva es una parte importante en la vida diaria. De la misma manera que dos testigos no ven un accidente automovilístico de la misma manera, ninguno de los testigos del Jesús resucitado vio las actividades desde la misma perspectiva que los otros.
No he abordado cada supuesta discrepancia en los relatos de la resurrección en esta sección. No obstante, he abordado algunas de las principales que realmente son informaciones adicionales o son informaciones provistas desde una perspectiva diferente. El estudio honesto de los otros “problemas” revela que no existe una simple contradicción legítima entre las narraciones—estas son diferentes, pero no contradictorias. Adicionalmente, las diferencias prueban que no existió colusión, en cambio, se espera notar ciertas diferencias de fuentes independientes que relatan el mismo evento.
http://www.apologeticspress.org/espanol/articulos/3366