Si solo creerian en la Gracia, todo seriamos cristianos. Por un lado, Dios es infinitamente misericordioso, no queriendo que alguien perezca, al contrario, queriendo que todos se conviertan. Por otro lado, Dios es infinitamente santo y justo, lo que significa que no puede aprobar o incluso mirar el mal. Dios es AMOR pero también JUSTICIA. No dejará impune al impío (el que ha rechazado la salvación de Cristo, que es un regalo que se recibe con las manos abiertas).
¿Cómo demuestra su JUSTICIA? Los incrédulos y los que sirven al diablo estando en religiones falsas como el adventismo, el islam y como muchas sectas contemporáneas, serán mantenidos separados de los justos y puestos en cuarentena en prisiones subterráneas para ser finalmente arrojados al lago de fuego en la resurrección. Habrá un castigo y se hará justicia para vengar la sangre de los mártires.
¿Cómo demuestra su AMOR? La justicia de Jesucristo (que se hizo como nosotros), sus méritos, se imputan a los creyentes a través de su fe, como si fueran suyos y todo se cumpliera. Es sobre la base de esta justicia externa que Dios aprueba a los hombres. Esta aprobación es la justificación. Sólo la gracia de Cristo salva. Cuando un pecador cree en Cristo, se une espiritualmente a Cristo, y esta unión espiritual se hace posible para que Dios pueda atribuir a los creyentes la justicia de Cristo sin necesidad de caer en el legalismo como predican los falsos ministros, pastores, papas, profetas.
¿Cómo demuestra su JUSTICIA? Los incrédulos y los que sirven al diablo estando en religiones falsas como el adventismo, el islam y como muchas sectas contemporáneas, serán mantenidos separados de los justos y puestos en cuarentena en prisiones subterráneas para ser finalmente arrojados al lago de fuego en la resurrección. Habrá un castigo y se hará justicia para vengar la sangre de los mártires.
¿Cómo demuestra su AMOR? La justicia de Jesucristo (que se hizo como nosotros), sus méritos, se imputan a los creyentes a través de su fe, como si fueran suyos y todo se cumpliera. Es sobre la base de esta justicia externa que Dios aprueba a los hombres. Esta aprobación es la justificación. Sólo la gracia de Cristo salva. Cuando un pecador cree en Cristo, se une espiritualmente a Cristo, y esta unión espiritual se hace posible para que Dios pueda atribuir a los creyentes la justicia de Cristo sin necesidad de caer en el legalismo como predican los falsos ministros, pastores, papas, profetas.