Sencillamente se comprueba la existencia de Dios con la Ley de conservación de la masa. Así como la masa se conserva, nada viene de la nada. Por tanto, llegará un punto en el que no tendremos explicación de el ¿Qué hay antes?, a eso, le llamamos Dios, a lo eterno, lo que siempre ha existido.
Comparto Sabiduría capítulo 2 completo, cuando se lo leo a un ateo, se me ríen, pero sé que se quedan pensando, porque luego preguntan otras cosas de la Biblia y les llama la atención un poco más que antes. No se hará un ateo de un día para el siguiente, al menos es poco probable, pero con dar el puntapié, estará bien
Sab 2:1 Porque se dicen discurriendo desacertadamente: «Corta es y triste nuestra vida; no hay remedio en la muerte del hombre ni se sabe de nadie que haya vuelto del Hades.
Sab 2:2 Por azar llegamos a la existencia y luego seremos como si nunca hubiéramos sido. Porque humo es el aliento de nuestra nariz y el pensamiento, una chispa del latido de nuestro corazón;
Sab 2:3 al apagarse, el cuerpo se volverá ceniza y el espíritu se desvanecerá como aire inconsistente.
Sab 2:4 Caerá con el tiempo nuestro nombre en el olvido, nadie se acordará de nuestras obras; pasará nuestra vida como rastro de nube, se disipará como niebla acosada por los rayos del sol y por su calor vencida.
Sab 2:5 Paso de una sombra es el tiempo que vivimos, no hay retorno en nuestra muerte; porque se ha puesto el sello y nadie regresa.
Sab 2:6 Venid, pues, y disfrutemos de los bienes presentes, gocemos de las criaturas con el ardor de la juventud.
Sab 2:7 Hartémonos de vinos exquisitos y de perfumes, no se nos pase ninguna flor primaveral,
Sab 2:8 coronémonos de rosas antes que se marchiten;
Sab 2:9 ningún prado quede libre de nuestra orgía, dejemos por doquier constancia de nuestro negocijo; que nuestra parte es ésta, ésta nuestra herencia.
Sab 2:10 Oprimamos al justo pobre, no perdonemos a la viuda, no respetemos las canas llenas de años del anciano.
Sab 2:11 Sea nuestra fuerza norma de la justicia, que la debilidad, como se ve, de nada sirve.
Sab 2:12 Tendamos lazos al justo, que nos fastidia, se enfrenta a nuestro modo de obrar, nos echa en cara faltas contra la Ley y nos culpa de faltas contra nuestra educación.
Sab 2:13 Se gloría de tener el conocimiento de Dios y se llama a sí mismo hijo del Señor.
Sab 2:14 Es un reproche de nuestros criterios, su sola presencia nos es insufrible,
Sab 2:15 lleva una vida distinta de todas y sus caminos son extraños.
Sab 2:16 Nos tiene por bastardos, se aparta de nuestros caminos como de impurezas; proclama dichosa la suerte final de los justos y se ufana de tener a Dios por padre.
Sab 2:17 Veamos si sus palabras son verdaderas, examinemos lo que pasará en su tránsito.
Sab 2:18 Pues si el justo es hijo de Dios, él le asistirá y le librará de las manos de sus enemigos.
Sab 2:19 Sometámosle al ultraje y al tormento para conocer su temple y probar su entereza.
Sab 2:20 Condenémosle a una muerte afrentosa, pues, según él, Dios le visitará.»
Sab 2:21 Así discurren, pero se equivocan; los ciega su maldad;
Sab 2:22 no conocen los secretos de Dios, no esperan recompensa por la santidad ni creen en el premio de las almas intachables.
Sab 2:23 Porque Dios creó al hombre para la incorruptibilidad, le hizo imagen de su misma naturaleza;
Sab 2:24 mas por envidia del diablo entró la muerte en el mundo, y la experimentan los que le pertenecen.