¿Cómo se puede interpretar Mateo 20, 1-16a?
En esta parábola Jesús dice que en el Reino de Dios todos somos tratados por igual; pero que los primeros serán los últimos y los últimos los primeros.
Desde el punto de vista de muchas personas puede parecer chocante, por revolucionaria. Sin cometer ninguna injusticia, Dios no deja de ofrecer nunca salvación; incluso a los que -según la manera convencional de pensar- no se la ganan suficientemente. Por suerte; la estimación misteriosa y gratuita de Dios desborda algunos parámetros humanos excesivamente impregnados de envidia.
Por otro lado, hay que preguntarse; ¿cómo interpretarían los cristianos que aceptan, promueven y defienden la compatibilidad entre el cristianismo y un sistema económico y social como el capitalismo; que se basa en el egoísmo, la avaricia, la envidia y la desigualdad? Si se interpreta como una defensa absoluta de la igualdad y la justicia social; incluso podría ponerse en duda que deban haber unos propietarios de los medios de producción que excluyan a los trabajadores. El único propietario absoluto de todo es Dios y quizás los seres humanos deberían trabajar por amor a Dios y a los demás; sin ponerse unos por encima de los demás. La caridad hacia los demás haría que la sociedad fuera más grupal y cooperativa.
No es fácil de interpretar. Pero si fuera así; el mundo sería un lugar muy diferente, y probablemente mejor y más cercano al Reino de Dios.
Mateo 20:1-16 | Espacio Sagrado
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En esta parábola Jesús dice que en el Reino de Dios todos somos tratados por igual; pero que los primeros serán los últimos y los últimos los primeros.
Desde el punto de vista de muchas personas puede parecer chocante, por revolucionaria. Sin cometer ninguna injusticia, Dios no deja de ofrecer nunca salvación; incluso a los que -según la manera convencional de pensar- no se la ganan suficientemente. Por suerte; la estimación misteriosa y gratuita de Dios desborda algunos parámetros humanos excesivamente impregnados de envidia.
Por otro lado, hay que preguntarse; ¿cómo interpretarían los cristianos que aceptan, promueven y defienden la compatibilidad entre el cristianismo y un sistema económico y social como el capitalismo; que se basa en el egoísmo, la avaricia, la envidia y la desigualdad? Si se interpreta como una defensa absoluta de la igualdad y la justicia social; incluso podría ponerse en duda que deban haber unos propietarios de los medios de producción que excluyan a los trabajadores. El único propietario absoluto de todo es Dios y quizás los seres humanos deberían trabajar por amor a Dios y a los demás; sin ponerse unos por encima de los demás. La caridad hacia los demás haría que la sociedad fuera más grupal y cooperativa.
No es fácil de interpretar. Pero si fuera así; el mundo sería un lugar muy diferente, y probablemente mejor y más cercano al Reino de Dios.