¿Como interpretamos la parabola de la levadura?

Se leuda la masa, se hace el pan y así se tiene que comer.
Y claro que es para la Iglesia, pues el evangelio es del creyente.

Ahora, la mujer es la Iglesia valiente que sepa encarar las verdades últimas.
Y a la vez, es una mujer con identidad propia, como cada creyente debe de ser.