Como alcanzar el perdon

Yo naci en un entorno catolico romano y esa fue la educacion religiosa que recibi. Un punto de esta religion, salvo error de mi parte, es que el ser humano es pecador por naturaleza (Maria madre de Dios excluida), pero que Dios perdona siempre y sin limite los pecados.
En el catolicismo romano este perdon pasa inexorablemente (salvo error por mi parte) por un sacerdote que conceda ese perdón. Siempre y cuando haya un sacerdote: si no, el arrepentimiento es suficiente. El perdon de los pecados es, tal como entiendo este catolicismo, una condición obligatoria para acceder al reino de los cielos.

Lo que nunca he sabido y a veces me he preguntado, es:
- En el caso del cristianismo no catolico romano: ¿Como se consigue ese perdon?
- ¿Como se reconoce un arrepentimiento sincero?

- Y en el islam, desde el punto de vista del islam, ¿alquien lo sabe?

Salud y lluvia.
Varios errores, fácilmente demostrables con la biblia pero vamos, un católico leído es como un Chavista culto, son bien escasos, escasos nivel unicornio, vamos mas fácil se consigue a Pie Grande.

1ro, todos somos pecadores incluyendo a María, por eso ella misma reconoció necesitar un salvador.
Luc.1.47. Y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador.
Luc.1.48. Porque ha mirado la bajeza de su sierva; Pues he aquí, desde ahora me dirán bienaventurada todas las generaciones.
Luc.1.49. Porque me ha hecho grandes cosas el Poderoso; Santo es su nombre,

Luc.1.50. Y su misericordia es de generación en generación A los que le temen.
2do Dios NO perdona siempre y sin límite los pecados, eso es falso, se requiere un arrepentimiento, luego no es a todos sino solo a los arrepentidos.
3ro Ni sacerdote ni nadie tiene potestad de perdonar pecados, solo Dios.

En el Cristianismo bíblico conocido como "Iglesia reformada" El perdón sucede luego de una convicción de pecado y de juicio, y posterior viene el arrepentimiento, es decir, no es que vas viviendo la vida loca mandándote "plátanos" de retroceso como Ricky Martin y luego con una sonrisa de satisfacción diciendo "perdón" y al día siguiente a por otro plátano sin saber siquiera que es el pecado. Un católico por regla general NO sabe lo que es el pecado y la muestra es el apoyo a la homosexualidad presente hoy en la Iglesia Romana.

El arrepentimiento pasa por una condición en la que entendemos que Dios es Santo y que puso reglas y transgredir esas reglas es una rebelión directa contra El, por lo tanto, si queremos volver a su paz y entrar en su reposo/cielo, debemos arrepentirnos y procurar cambiar entendiendo que estamos sujetos a Él y que él es quien en realidad manda por sobre todos.
 
No en esa sangre, sino en el Mensaje (Evangelio) de Aquel que derramó tal sangre.
No en esa sangre, sino en Aquel a quien Jesús obedeció hasta derramar su sangre.
La sangre, mi hermano, es un símbolo de la vida de entrega y sumisión de Jesús hasta su Padre: Jesús que fue "obediente hasta la muerte, y muerte de cruz" (Fil 2:8).

La sangre por sí misma nunca ha tenido poder para limpiar pecados. Ni en el Antiguo Testamento, ni en el Nuevo. Ni la de ovejas, ni la del Cordero de Dios. La interpretación literal de algunos versículos escritos en lenguaje figurado ha llevado a los hermanos cristianos a confundir el símbolo con el significado tras el símbolo.

El agua del bautismo, por ejemplo, no limpia pecados, ni salva... aunque haya versículos de la Biblia que usen tal metáfora.

Desde Génesis hasta Apocalipsis, es Dios quien perdona, quien otorga su gracia inmerecida, sin pedir sangre a cambio. Lo que pide es una transformación de nuestra vida, como testimonio de un arrepentimiento genuino. ("Haced obras dignas de arrepentimiento", Lc 3:8)

Podemos recorrer la Biblia línea por línea buscando ejemplos de pecadores que se arrepintieron y recibieron el perdón de Dios. En ningún caso fue requisito la sangre (repito: ni de ovejas, ni de toros, ni del Cordero de Dios).


Nunca hubo necesidad de sangre. Ni la hay ahora tampoco.
Cuando el texto de Hebreos 9:22 dice que "sin derramamiento de sangre no hay perdón de los pecados", está hablando de las creencias de sus lectores hebreos sobre la necesidad de tal derramamiento: no está diciendo que Dios efectivamente negara el perdón sin tal derramamiento. El mismo texto de Hebreos dice que los sacrificios de animales eran ineficaces para obtener el perdón. No es que su eficacia fuera "limitada": simplemente no existía tal eficacia.
Al israelita se le perdonaba por su fe, por su arrepentimiento sincero, que era EXPRESADO mediante el ritual de los sacrificios.
En toda la historia de Israel, no vemos a la gente haciendo peregrinaciones DIARIAS para poder expiar sus pecados DIARIOS en el Templo de Dios. Cada israelita obtenía el perdón de Dios en su hogar, en el campo, en la barca de pescador, entre su ganado. No necesitaba sacrificar ovejas ni tórtolas. Tampoco necesitaba explicar el significado de Isaías 53 (cuando tal capítulo existía, cosa que pasó después del exilio en Babilonia). Ningún sacerdote ni maestro de la Ley le preguntaba si confiaba en el sacrificio cruento que algún día en el futuro efectuaría el Mesías en su lugar.
Creo que si estudias las escrituras conde tenimiento podras convencerte que el pacto siempre fue de sangre. Es el fundamento de la ley Mosaica. La expiacion del pecado requiere un sacrificio y el derramamiento de sangre.

En este sentido normal se encuentra con frecuencia en la Escritura, ya sea de animales (Gn 37,31; Éx 23,18, etc.) o de hombres (2 Sm 20,12; 1 R 18,28; Lc 13,1, etc.). ). Por su importancia fundamental para la existencia individual, la sangre se usaba con frecuencia como sinónimo de la vida misma, como la sangre de Abel (Gn 4,10). En un higo. sentido fue empleado de asesinato (Hab 2:12; Mat 27:24), y en un sentido metafórico del Nilo (Éxodo 7:17) o la luna (Joel 2:31) se convirtió en sangre, pero con frecuencia en la Escritura se usaba para describir la sangre derramada en los sacrificios destinados a la expiación del pecado. En el NT, la sangre de Cristo se consideraba central para la implementación del Nuevo Pacto.

En el AT la palabra "sangre" aparece 362 veces de las cuales 203 apuntan a muerte por violencia y 103 a sangre sacrificial. Si bien la palabra se asoció así estrechamente con la muerte, hubo momentos en que el AT la relacionó específicamente con la vida (Gn 9:4; Dt 12:23). La declaración más directa de este tipo (Levítico 17:11) habla de que la vida de la carne está en la sangre, y de que la sangre logra la expiación “en razón de la vida”. Esta variación plantea la cuestión de si el uso de "sangre" apunta básicamente a la vida o a la muerte. Algunas autoridades han pensado en la vida como algo inherente a la sangre, de modo que cuando se sacrificaba un animal, su vida permanecía en la sangre. La ofrenda de sangre en los ritos ceremoniales indicaría entonces que se estaba entregando una vida pura a Dios. Según este punto de vista, la muerte de la víctima tendría poca importancia, aunque algunos la han entendido como una indicación de las consecuencias penales del pecado. En cualquier caso, el significado residiría en la presentación de la vida, no de la muerte. Desde este punto de vista, por lo tanto, la expresión del NT “la sangre de Cristo” significaría poco más que “la vida de Cristo presentada”.

Según el uso veterotestamentario, la asociación predominante de la sangre es con la muerte más que con la vida, y la “vida de la carne” (17:11) puede significar la vida entregada en la muerte tan fácilmente como la vida liberada para entregarse a Dios. Los ritos de los sacrificios señalaban sistemáticamente la gravedad del pecado, y se prescribía el derramamiento de sangre en el sacrificio como un sustituto aceptable de la vida del pecador y un acto de expiación por el que podía recuperar la comunión con Dios. La mayoría de las narraciones que mencionan el sacrificio incluyen alguna referencia a la muerte de la víctima pero no dicen nada sobre su vida. La sangre derramada del animal implica la vida entregada en la muerte a favor del pecador para que pueda vivir y no sufrir la muerte penal de los impíos. El AT, por lo tanto, indica que la expiación por el pecado humano se obtuvo por la muerte de un sustituto aceptable, en lugar de por su vida, y este énfasis, que es básico en el Antiguo Pacto, se traslada al NT con referencia específica a la obra de Jesucristo en el Nuevo Pacto.

En el NT la palabra αἷμα, se usa para indicar parentesco (Juan 1:13), naturaleza humana (Mateo 16:17; 1 Cor 15:50 etc.) y describe particularmente la muerte violenta de la cual hay veinticinco ejemplos. aparte del sacrificio de Cristo. Hay doce referencias a la sangre de los sacrificios de animales (Hebreos 9:7, 12, etc.), todas las cuales apuntan a la muerte en lugar de la vida. Donde se menciona la sangre de Cristo (ejemplo, Col 1:20), indica de la manera más obvia la muerte de Cristo. La justificación alcanzada por la sangre de Cristo (Rom 5, 9) es paralela a las afirmaciones que hablan del pecador siendo reconciliado con Dios “por la muerte de su Hijo” y siendo “salvado por su vida” (Rom 5, 10). . Otras referencias a hombres redimidos por la sangre de Cristo indican claramente la expiación a través de la muerte de una víctima (cf. Hch 20,28; Ef 1,7, etc.). Dado que la muerte de Cristo se considera a veces en términos de sacrificio (cf. Rm 3, 25; 1 P 1, 2), donde la “rociada de la sangre” indica un ritual sacrificial y continúa el concepto del AT de la “sangre del pacto”, el énfasis todavía está en la muerte de la víctima que aseguró la expiación por el pecador. La sangre del sacrificio está asociada con la muerte del Salvador (Hebreos 9:14), y el autor de Hebreos aclara que la sangre está asociada con la muerte y no con la vida (12:24). Parece evidente, por tanto, que los sacrificios eran eficaces por la muerte de la víctima, y que la sangre indica la vida entregada en la muerte, no la vida liberada.

Saludos
 
Creo que si estudias las escrituras conde tenimiento podras convencerte que el pacto siempre fue de sangre. Es el fundamento de la ley Mosaica. La expiacion del pecado requiere un sacrificio y el derramamiento de sangre.

En este sentido normal se encuentra con frecuencia en la Escritura, ya sea de animales (Gn 37,31; Éx 23,18, etc.) o de hombres (2 Sm 20,12; 1 R 18,28; Lc 13,1, etc.). ). Por su importancia fundamental para la existencia individual, la sangre se usaba con frecuencia como sinónimo de la vida misma, como la sangre de Abel (Gn 4,10). En un higo. sentido fue empleado de asesinato (Hab 2:12; Mat 27:24), y en un sentido metafórico del Nilo (Éxodo 7:17) o la luna (Joel 2:31) se convirtió en sangre, pero con frecuencia en la Escritura se usaba para describir la sangre derramada en los sacrificios destinados a la expiación del pecado. En el NT, la sangre de Cristo se consideraba central para la implementación del Nuevo Pacto.

En el AT la palabra "sangre" aparece 362 veces de las cuales 203 apuntan a muerte por violencia y 103 a sangre sacrificial. Si bien la palabra se asoció así estrechamente con la muerte, hubo momentos en que el AT la relacionó específicamente con la vida (Gn 9:4; Dt 12:23). La declaración más directa de este tipo (Levítico 17:11) habla de que la vida de la carne está en la sangre, y de que la sangre logra la expiación “en razón de la vida”. Esta variación plantea la cuestión de si el uso de "sangre" apunta básicamente a la vida o a la muerte. Algunas autoridades han pensado en la vida como algo inherente a la sangre, de modo que cuando se sacrificaba un animal, su vida permanecía en la sangre. La ofrenda de sangre en los ritos ceremoniales indicaría entonces que se estaba entregando una vida pura a Dios. Según este punto de vista, la muerte de la víctima tendría poca importancia, aunque algunos la han entendido como una indicación de las consecuencias penales del pecado. En cualquier caso, el significado residiría en la presentación de la vida, no de la muerte. Desde este punto de vista, por lo tanto, la expresión del NT “la sangre de Cristo” significaría poco más que “la vida de Cristo presentada”.

Según el uso veterotestamentario, la asociación predominante de la sangre es con la muerte más que con la vida, y la “vida de la carne” (17:11) puede significar la vida entregada en la muerte tan fácilmente como la vida liberada para entregarse a Dios. Los ritos de los sacrificios señalaban sistemáticamente la gravedad del pecado, y se prescribía el derramamiento de sangre en el sacrificio como un sustituto aceptable de la vida del pecador y un acto de expiación por el que podía recuperar la comunión con Dios. La mayoría de las narraciones que mencionan el sacrificio incluyen alguna referencia a la muerte de la víctima pero no dicen nada sobre su vida. La sangre derramada del animal implica la vida entregada en la muerte a favor del pecador para que pueda vivir y no sufrir la muerte penal de los impíos. El AT, por lo tanto, indica que la expiación por el pecado humano se obtuvo por la muerte de un sustituto aceptable, en lugar de por su vida, y este énfasis, que es básico en el Antiguo Pacto, se traslada al NT con referencia específica a la obra de Jesucristo en el Nuevo Pacto.

En el NT la palabra αἷμα, se usa para indicar parentesco (Juan 1:13), naturaleza humana (Mateo 16:17; 1 Cor 15:50 etc.) y describe particularmente la muerte violenta de la cual hay veinticinco ejemplos. aparte del sacrificio de Cristo. Hay doce referencias a la sangre de los sacrificios de animales (Hebreos 9:7, 12, etc.), todas las cuales apuntan a la muerte en lugar de la vida. Donde se menciona la sangre de Cristo (ejemplo, Col 1:20), indica de la manera más obvia la muerte de Cristo. La justificación alcanzada por la sangre de Cristo (Rom 5, 9) es paralela a las afirmaciones que hablan del pecador siendo reconciliado con Dios “por la muerte de su Hijo” y siendo “salvado por su vida” (Rom 5, 10). . Otras referencias a hombres redimidos por la sangre de Cristo indican claramente la expiación a través de la muerte de una víctima (cf. Hch 20,28; Ef 1,7, etc.). Dado que la muerte de Cristo se considera a veces en términos de sacrificio (cf. Rm 3, 25; 1 P 1, 2), donde la “rociada de la sangre” indica un ritual sacrificial y continúa el concepto del AT de la “sangre del pacto”, el énfasis todavía está en la muerte de la víctima que aseguró la expiación por el pecador. La sangre del sacrificio está asociada con la muerte del Salvador (Hebreos 9:14), y el autor de Hebreos aclara que la sangre está asociada con la muerte y no con la vida (12:24). Parece evidente, por tanto, que los sacrificios eran eficaces por la muerte de la víctima, y que la sangre indica la vida entregada en la muerte, no la vida liberada.

Saludos
Muchas gracias por tu apunte, interesante y bien estructurado como siempre.
Los argumentos para sustentar que Dios no condiciona su perdón al derramiento de sangre, sino a un arrepentimiento sincero, los puedo resumir en cinco:

  1. Citas bíblicas claras e inequívocas. Presentaré abajo tres del AT.
  2. Ejemplos de personas que fueron perdonadas sin sangre de por medio.
  3. Imposibilidad práctica de que un israelita acudiera al Templo de Jerusalén cada que cometía un pecado
  4. La forma en que un judío obtiene perdón después de la destrucción del Templo en 70 DC hasta nuestros días
  5. El significado del sacrificio cruento en los ritos paganos

Salmo 40: 6-8

No te deleitas en los sacrificios ni en las ofrendas.
Ahora que me hiciste escuchar, finalmente comprendo: tú no exiges ofrendas quemadas ni ofrendas por el pecado.
Entonces dije: «Aquí estoy. Como está escrito acerca de mí en las Escrituras: me complace hacer tu voluntad, Dios mío, pues tus enseñanzas están escritas en mi corazón»
.

Salmo 51:1,2,16,17

Ten misericordia de mí, oh Dios, debido a tu amor inagotable;
a causa de tu gran compasión, borra la mancha de mis pecados
Lávame de la culpa hasta que quede limpio y purifícame de mis pecados.
Tú no deseas sacrificios; de lo contrario, te ofrecería uno. Tampoco quieres una ofrenda quemada.
El sacrificio que sí deseas es un espíritu quebrantado; tú no rechazarás un corazón arrepentido y quebrantado, oh Dios
.

Oseas 6:6

Quiero que demuestren amor, no que ofrezcan sacrificios.
Más que ofrendas quemadas, quiero que me conozcan.
 
El caso del arrepentimiento de los ninivitas, estimado @Leall y compañeros foristas, es un caso muy evidente de cómo Dios perdona la maldad de sus hijos, incluyendo sus hijos de pueblos que no lo conocen, sin exigir sangre de por medio.

Los ninivitas llegan a creer que Dios habla a través de Jonás, y se apartan de su mala conducta y violencia. Como expresión de dolor, ayunan y se visten con ropas ásperas. En ninguna parte se dice que sacrificaran animales. Por supuesto, no es el ayuno ni las ropas ásperas por sí mismas las que traen el perdón de Dios. Más bien, el texto bíblico confirma que la razón por la cual Dios extiende su perdón es por que el pueblo se apartó de su mala conducta.

Así es como describe la Escritura el arrepentimiento y perdón: (Jonás 3:5-10, DHH)

Los habitantes de la ciudad, grandes y pequeños, creyeron en Dios, proclamaron ayuno y se pusieron ropas ásperas en señal de dolor.
Cuando la noticia llegó al rey de Nínive, también él se levantó de su trono, se quitó sus vestiduras reales, se puso ropas ásperas y se sentó en el suelo. Luego, el rey y sus ministros dieron a conocer por toda la ciudad el siguiente decreto: «Que nadie tome ningún alimento. Que tampoco se dé de comer ni de beber al ganado y a los rebaños. Al contrario, vístanse todos con ropas ásperas en señal de dolor, y clamen a Dios con todas sus fuerzas. Deje cada uno su mala conducta y la violencia que ha estado cometiendo hasta ahora; tal vez Dios cambie de parecer y se calme su ira, y así no moriremos.»

Dios vio lo que hacía la gente de Nínive y cómo dejaba su mala conducta, y decidió no hacerles el daño que les había anunciado.
 
Me gustaría ahora presentar el argumento número 3, que es el de la imposibilidad práctica de acudir al Templo de Jerusalén cada vez que se pecaba.

Algo muy notorio de la historia del antiguo Israel es que no construyeron santuarios en cada aldea o ciudad. ¿Por qué?
No es excusa la falta de recursos económicos, porque podrían haber construido santuarios muy modestos, como tiendas, y con objetos de madera sin recubrimientos de oro. Tampoco es excusa porque Salomón, en la cúspide de su riqueza, no se dedicó a levantar templos en el territorio. Más bien invirtió en el único templo.

Considermos la inmensa dificultad de viajar a un templo único en la capital: Un viaje de, por ejemplo, Nazareth, al Templo de Jerusalén, sacaría a la familia de sus actividades productivas al menos una semana entera: 3 días de viaje de ida, 3 de vuelta y uno de estancia en aquella ciudad. Eso significaría una pérdida económica muy importante, sin tomar en cuenta los peligros que en esos días resultaba viajar por caminos infestados de asaltantes (por eso se viajaba en caravana, con conocidos).

Por ende, si derramar sangre hubiera sido esencial como requisito para el perdón, los israelitas hubieran tenido que optar por
A) vivir en los alrededores del Templo, pues se peca a diario, o
B) construir santuarios en cada aldea, y poner levitas en cada uno.


Tampoco puede argumentarse, en defensa de la necesidad de sangre, que aunque los pecadores no viajaban al Templo, sacrificaban una oveja en casa. La mayoría de los israelitas eran pobres, y en una familia de 5 integrantes adultos, tendría que sacrificar prácticamente una oveja a diario, lo que destruiría pronto su economía (todo esto sin considerar que el ritual dirigido por sacerdotes ordenado en la Torah se habría violado).

En la época apostólica, los judíos que vivían esparcidos por el Mediterráneo tenían que ahorrar para emprender el largo viaje por mar y tierra hasta Jerusalén. Era más bien un viaje de peregrinaje y de identidad étnica-religiosa, y no tanto para buscar realmente el perdón por sus pecados. Los que lo emprendían se sentían orgullosos de su logro, y algunos empezaron a tomarlo como motivo de jactancia en perjuicio de los recién conversos de origen griego, que no veían la necesidad de ahorrar y emprender tal viaje. Será importante tener esto en cuenta a la hora de analizar las cartas paulinas.

En conclusión, la imposibilidad práctica de realizar los rituales cruentos para la expiación, nos habla de que Dios Todopoderoso no necesitaba de tales rituales para perdonar al pecador, y los israelitas estaban conscientes de ello.
 
Última edición:
Ahora, si me permites compañero @Leall y compañeros foristas, me enfocaré en el argumento número 4.

Después de la destrucción de Jerusalén en el 70 DC, los judíos dejaron de realizar rituales de expiación que involucraran sacrificio de animales.
Siguiendo el argumento 3 presentado arriba, los judíos esparcidos por el mundo podrían haber levantado pequeños santuarios para substituir las ceremonias del Templo. ¿Por qué no lo hicieron?

Obviamente, los judíos no creían que Jesús había sido el Cordero de Dios que reemplazaba tales sacrificios. ¿Por qué entonces, si no creían en Cristo, optaron por continuar con los sacrificios animales de alguna manera?
¿Cambió su teología de un año para otro, o enmendaron la Torah? Obviamente no.
¿Se dedicaron entonces a levantar pequeños santuarios de tela y palitos de madera en sus barrios? Tampoco lo hicieron.
¿Qué pasó entonces?

La única explicación posible es que ellos siempre supieron que Dios no requería la sangre como condición indispensable para otorgar su perdón. Por ello, antes del 70 DC, tampoco se preocupaban por construir pequeños templos en Corinto, Éfeso, Esmirna, Roma, Alejandría o donde vivieran. Para los judíos, los rituales de sacrificio de animales estaban ligados a un Templo particular, a una ciudad particular, y a una identidad étnica y religiosa particular. No tenían que ver, realmente, con el perdón de sus pecados.
 
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En relación al argumento 4, al leer Hechos de los Apóstoles resulta interesante que los apóstoles JAMÁS PROHIBIERON a los judíos conversos al cristianismo continuar ofreciendo sacrificios en el Templo. No encontramos nada en sus discursos que condenara tal práctica. Los apóstoles acudían al Templo a predicar. Ahí veían a la gente trayendo sus corderos. ¿Dónde está registrada su amonestación?

Si los apóstoles hubieran creído que la sangre de Jesús substituía la sangre de las ovejas para obtener el perdón de los pecados, entonces un sacrificio en el Templo habría evidenciado falta de fe. Habría sido una afrenta al sacrificio de Cristo. Por lo tanto, lo habrían condenado claramente.

En lugar de hacer esto, los apóstoles toman una perspectiva práctica, no teológica, y recomiendan una cosa a los conversos de origen gentil y otra cosa a los de origen judío. Por eso, cuando Pablo visita Jerusalén, le piden que haga su voto junto con otros dos varones también cristianos y de origen judío. (Hch 21:17-25). ¿Será que los apóstoles creían que Dios perdonaba los pecados por un método entre los cristianos de origen judío, y por otro entre los de origen griego?

Hoy por hoy, los hermanos evangélicos reprueban que los hermanos católicos pidan a la Virgen María que interceda por ellos. ¿Qué tanto, entonces, se hubieran escandalizado de ver a cristianos sacrificando corderos para que su sangre escurriera por el piso del Templo?
 
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Finalmente, me permito presentar el argumento 5.
La creencia de que sacrificar un animal nos expía de un pecado es de origen pagano. Lo mismo que la circuncisión.
Dios permitió que el pueblo de Israel continuara tales prácticas, sumamente comunes en la antigüedad, pero encauzándolas hacia el significado íntimo y espiritual del símbolo. Hacia la vida santa.

La circuncisión, practicada desde tiempos del antiguo Egipto por muchos pueblos, significaba la sumisión de la fecundidad ante Dios, o los dioses, o los conquistadores y sus dioses (en caso de guerras).
El sacrificar un toro o cordero o cabrito (o incluso un niño, en algunas culturas) significaba la sumisión de la vida entera ante Dios, o los dioses. El ganado era vital para la supervivencia. También los cereales (de ahí las ofrendas de cereales).

Cuando el pagano sabía que había cometido un pecado contra sus dioses, les ofrecía sacrificios para apaciguar su ira y escapar del castigo. Si el toro o cordero moría, su dios ya no lo mataría... o no mataría a su clan o pueblo.
El sacrificio de los animales, pues, aseguraba la gracia del dios. Su favor. Su misericordia. Se le "compraba" de esta manera.

Pero en Israel, aunque Dios reguló a través de Moisés la práctica de sacrificios animales, cuidó también de trasmitir la idea de la responsabilidad individual e intransferible. Por ello leemos en Ezequiel 18:20 (DHH)
Sólo aquel que peque morirá. Ni el hijo ha de pagar por los pecados del padre, ni el padre por los pecados del hijo. El justo recibirá el premio a su justicia; y el malvado, el castigo a su maldad.

Aun en Isaías 53, no hay evidencia de que el Mesías predicho haya de efectuar un sacrificio en substitución por los pecados del pueblo. Simplemente dice que el causante del sufrimiento del Mesías sería el propio Israel por su maldad, y que como resultado de su martirio, Israel sería sanado. Pero esto no tiene nada de substitución. Jesús salva porque su Mensaje, por el que estuvo dispuesto a ser herido, a sangrar, y a morir, es un Mensaje de Salvación. Ese Mensaje es el de arrepentimiento, y de vivir una vida en el amor, como corresponde a un ciudadano del Reino.
Si lo seguimos, honramos su sangre y sacrificio. Si nos oponemos y seguimos en el pecado, su ministerio no tiene efecto.

Pero fue traspasado a causa de nuestra rebeldía,
fue atormentado a causa de nuestras maldades;
el castigo que sufrió nos trajo la paz,
por sus heridas alcanzamos la salud.
 
Muchas gracias por tu apunte, interesante y bien estructurado como siempre.
Los argumentos para sustentar que Dios no condiciona su perdón al derramiento de sangre, sino a un arrepentimiento sincero, los puedo resumir en cinco:
Hola, permíteme comentar rápidamente por si quizá al Sr. Leal se le pase por alto perdiendo una oportunidad buena para compartirte doctrinas fundamentales del cristianismo como esta de la sangre:

Nosotros los cristianos sabemos que los rituales del viejo testamento eran sombra de lo que habría de venir, es decir, el propósito del sacrificio de los machos cabríos como de toda la ley eran ser un ayo que nos llevara a Cristo.

Ahora, judicialmente la sangre de los animales NO podía borrar/condonar pecados, solo cubrirlos entonces, entendemos que todos los pecados son perdonados con sangre cuando son imputados a ellos la sangre de Cristo, no la de los sacrificios y esto aplica a los de Nínive, a los de Etiopía, los de gaza o los de Jerusalén, todos.

Es tanto así la aplicación judicial de la sangre de Cristo que aun los santos y viejos profetas del antiguo testamento NO pudieron subir al cielo sino hasta la muerte de Cristo cuando se llevo cautiva la cautividad. Para que esto sucediera tenían que estar en la Fe de Cristo porque por la Fe somos salvos.
Espero haber servido de algo jejee
 
... todos los pecados son perdonados con sangre cuando son imputados a ellos la sangre de Cristo, no la de los sacrificios y esto aplica a los de Nínive, a los de Etiopía, los de gaza o los de Jerusalén, todos.
Muy buen comentario, compañero.
Por favor dime si te estoy entendiendo bien:

El ninivita que se arrepintió tras la predicación de Jonás, para obtener el perdón de Dios, no necesitó creer (en esta vida, antes de morir) que un Mesías vendría en el futuro, y que sería Dios manifestado en carne, y que viviría sin pecado, y que sería crucificado, y resucitaría al tercer día. No necesitó creer que la muerte de tal Mesías substituiría el castigo que le tocaba recibir. No necesitó saber nada de eso, porque sus pecados fueron perdonados por el sacrificio de Jesús, tanto para los que supieran de Él como para quienes no supieran. ¿Te entendí bien?
 
Muy buen comentario, compañero.
Por favor dime si te estoy entendiendo bien:

El ninivita que se arrepintió tras la predicación de Jonás, para obtener el perdón de Dios, no necesitó creer (en esta vida, antes de morir) que un Mesías vendría en el futuro, y que sería Dios manifestado en carne, y que viviría sin pecado, y que sería crucificado, y resucitaría al tercer día. No necesitó creer que la muerte de tal Mesías substituiría el castigo que le tocaba recibir. No necesitó saber nada de eso, porque sus pecados fueron perdonados por el sacrificio de Jesús, tanto para los que supieran de Él como para quienes no supieran. ¿Te entendí bien?
La pregunta que haces es muy complicada porque me pones en lugar de Dios, es una posición de juicio pero vamos a suponer que:

Los ninivitas como civilización antigua cercana al mundo de ese entonces, debían conocer al verdadero Dios, debían conocer la historia del diluvio y la historia de Moisés porque eso fue un escándalo en todo el mundo conocido. NO podemos saber si tenían acceso a teología escrita, al pentateuco y algunos otros libros antiguos como el de Job porque NO se menciona y además, esto es anterior a la deportación de babilonia por lo que es anterior a muchos profetas.

Entonces, lo que YO especulo es que ellos tenían un conocimiento teológico por la manera como procedieron al punto que cuando oyeron a Jonás, no actuaron como los griegos que se burlaban sino que inmediatamente del Rey abajo, todos captaron el mensaje y fueron tan sabios que se arrepintieron, y esto es más fácil decirlo que hacerlo porque, volcar a una persona al arrepentimiento es complicado, tanto que los profetas fracasaron con el pueblo escogido muchas veces al punto que los mataban.

Sabemos que Dios juzga conforme al conocimiento y a las obras que se hacen bajo ese conocimiento por lo que YO especulo que efectivamente pudieron salvarse algunos ninivitas en base a su Fe y con un conocimiento limitado.

Entiende que NO tenemos claro como era el conocimiento que tenían en el viejo testamento sobre Jesús como hijo de Dios, sabemos que Job le llama "mi redentor" lo que nos hace sospechar que YA se sabía que era necesario la venida de ese mesías como sacrificio necesario para la salvación pero a ciencia cierta es complicado determinar cómo era la teología de ese entonces.

A veces pienso que simplemente creer y adorar a Jehová, ya era suficiente para incluirte en un contexto de "gracia salvífica" en el viejo testamento, luego, independientemente del alcance teológico de tu conocimiento, mientras más conocías por más se te juzgaba y así sucesivamente.
 
Muy buen comentario, compañero.
Por favor dime si te estoy entendiendo bien:

El ninivita que se arrepintió tras la predicación de Jonás, para obtener el perdón de Dios, no necesitó creer (en esta vida, antes de morir) que un Mesías vendría en el futuro, y que sería Dios manifestado en carne, y que viviría sin pecado, y que sería crucificado, y resucitaría al tercer día. No necesitó creer que la muerte de tal Mesías substituiría el castigo que le tocaba recibir. No necesitó saber nada de eso, porque sus pecados fueron perdonados por el sacrificio de Jesús, tanto para los que supieran de Él como para quienes no supieran. ¿Te entendí bien?
Comentario aparte, ¿qué sentido tendría poner el libro de Jonás en la biblia si ningún ninivita se hubiese salvado?

Jonás los odiaba porque ellos eran enemigos de Israel, habían tenido guerras por lo que puedes entender la actitud de ir en sentido contrario de Nínive jejeje.
 
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Reacciones: Pancho Frijoles
A veces pienso que simplemente creer y adorar a Jehová, ya era suficiente para incluirte en un contexto de "gracia salvífica" en el viejo testamento, luego, independientemente del alcance teológico de tu conocimiento, mientras más conocías por más se te juzgaba y así sucesivamente.
También pienso que adorar a Dios con todo el corazón y las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, era suficiente para que Dios concediera su perdón al pecador y le concediera su gracia salvífica.

Recordemos, una vez más, que el tema del arrepentimiento y perdón no es un tema menor o sin importancia. Si Dios hubiera condicionado su perdón al sacrificio de un animal, o creer que un Mesías futuro substituiría tal sacrificio, encontraríamos suficiente evidencia de que esa fue la predicación de Jonás, y que los ninivitas arrepentidos comenzaron a sacrificar animales o a confesar su fe en un Cordero futuro que sería inmolado en su lugar. Nada de eso cuenta la historia.

Para quienes piensen "Es que no puedes esperar que en la Biblia te relaten todo todo todo lo que predicó Jonás, o algún otro profeta, o Jesús mismo" me permito insistir: hablamos de un tema crucial, importantísimo. Si en esto la Biblia no fuera clara, ¿entonces en qué?
Todos los profetas predicaron el arrepentimiento. Jesús predicó el arrepentimiento. Si el derramamiento de sangre hubiera sido una condición indispensable para arrepentirse, tal mensaje hubiera ido siempre de la mano con la predicación. Pero no es así: arrepentirse significaba humillarse ante Dios, reconocer la culpa, y enmendar los caminos.

Respecto a Job, ese versículo indica que Job tenía la esperanza que Dios lo salvaría. Pero no dice nada sobre expiación por sangre. Sí, Job creía que su Redentor lo rescataría... ¿pero cómo? ¿derramando su sangre para que Job no fuera lanzado al lago de fuego y azufre?
De hecho, en todo el AT con frecuencia los israelitas apelan a la salvación que viene de Dios. Pero salvarlos es que los libre de los enemigos, del hambre, de la enfermedad, de la pobreza, etc. La salvación se percibe como una gracia o regalo de Dios, NO como una compra-venta donde la sangre es la moneda de cambio.

Ahora bien, aún si Job hubiera tenido una idea clara del sacrificio vicario de Jesús que ocurriría muchos siglos después... eso no indica que los ninivitas tuvieran la menor idea de eso. Aun si hubieran tenido acceso al libro de Job, pensarían que ese hombre creía que Dios lo sacaría de sus penurias, y ya.
 
Comentario aparte, ¿qué sentido tendría poner el libro de Jonás en la biblia si ningún ninivita se hubiese salvado?

Jonás los odiaba porque ellos eran enemigos de Israel, habían tenido guerras por lo que puedes entender la actitud de ir en sentido contrario de Nínive jejeje.
Así es, mi hermano.
Si Dios puso la conversión de los ninivitas como ejemplo en el libro de Jonás, y luego Jesús la volvió a mencionar como ejemplo durante su ministerio (Luc 11:32) es porque es útil para entender cómo Dios perdona.

En este foro, en el pasado, hubo quien llegó al extremo de argumentar que los ninivitas no salvaron su alma, sino solo se salvaron de la destrucción de su ciudad por unos años .
Imagínate entonces a Dios enviando a Jonás a dar un mensaje que no salva, a los ninivitas mostrando un arrepentimiento que no salva, a Dios mostrando una misericordia que no salva, a Jonás enojándose sin sentido por una salvación que no fue salvación, y dejándonos un libro inspirado que no habla de nada que nos sirva para salvarnos.
 
RESUMEN HASTA EL MOMENTO

Me permito resumir los argumentos que he presentado a favor de la tesis de que Dios no condiciona su perdón a que se derrame sangre, o se crea en un sacrificio futuro de carácter vicario o substituto:


  1. Existen citas inapelables en donde Dios pone como condición para el perdón al corazón arrepentido y quebrantado, y no los sacrificios cruentos.
  2. Tenemos como ejemplo claro del arrepentimiento y perdón de los ninivitas, perdonados sin necesidad de sangre derramada, y sin necesidad de hacer profesión alguna de fe en un sacrificio vicario futuro. Reciben el perdón por apartarse de sus malos caminos, como cualquier otro pecador en cualquier otro momento de la historia.
  3. La mayoría de los israelitas no consideraban el derramamiento de sangre como condición para recibir el perdón de Dios, pues a pesar de no poder acceder físicamente al Templo y sus sacrificios la inmensa mayoría de las veces en que pecaban, no construyeron templos en cada aldea de Israel (ni fueron exhortados a hacerlo por profeta alguno), ni en cada ciudad del mundo mediterráneo que habitaron, ni tuvieron problema alguno con dejar de ofrecer sacrificios animales tras la destrucción del templo en 70 DC.
  4. Los apóstoles jamás consideraron una afrenta, blasfemia o herejía, que los cristianos provenientes del judaísmo siguieran haciendo sacrificios en el Templo mientras este duró, siempre y cuando no lo exigieran lo mismo de los cristianos de origen gentil.
 
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También pienso que adorar a Dios con todo el corazón y las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, era suficiente para que Dios concediera su perdón al pecador y le concediera su gracia salvífica.
Ahorita es distinto porque está el conocimiento manifiesto y descriptivo de Cristo y su ministerio como "salvador" y "sumo sacerdote" nuestro.

Despreciar al hijo de Dios que murió de una forma atroz para redimir a sus criaturas pecadoras, eso ahora en si mismo configura un pecado imperdonable y esto bíblicamente hablando.

Luego reviso y contesto lo demás.
 
Ahorita es distinto porque está el conocimiento manifiesto y descriptivo de Cristo y su ministerio como "salvador" y "sumo sacerdote" nuestro.

Despreciar al hijo de Dios que murió de una forma atroz para redimir a sus criaturas pecadoras, eso ahora en si mismo configura un pecado imperdonable y esto bíblicamente hablando.

Luego reviso y contesto lo demás.
Si le preguntáramos a Jesús qué podemos hacer para que sepa que lo amamos, honramos y valoramos su sacrificio… ¿qué nos contestaría?
 
Recordemos, una vez más, que el tema del arrepentimiento y perdón no es un tema menor o sin importancia. Si Dios hubiera condicionado su perdón al sacrificio de un animal, o creer que un Mesías futuro substituiría tal sacrificio, encontraríamos suficiente evidencia de que esa fue la predicación de Jonás, y que los ninivitas arrepentidos comenzaron a sacrificar animales o a confesar su fe en un Cordero futuro que sería inmolado en su lugar. Nada de eso cuenta la historia.

Para quienes piensen "Es que no puedes esperar que en la Biblia te relaten todo todo todo lo que predicó Jonás, o algún otro profeta, o Jesús mismo" me permito insistir: hablamos de un tema crucial, importantísimo. Si en esto la Biblia no fuera clara, ¿entonces en qué?
Todos los profetas predicaron el arrepentimiento. Jesús predicó el arrepentimiento. Si el derramamiento de sangre hubiera sido una condición indispensable para arrepentirse, tal mensaje hubiera ido siempre de la mano con la predicación. Pero no es así: arrepentirse significaba humillarse ante Dios, reconocer la culpa, y enmendar los caminos.

Respecto a Job, ese versículo indica que Job tenía la esperanza que Dios lo salvaría. Pero no dice nada sobre expiación por sangre. Sí, Job creía que su Redentor lo rescataría... ¿pero cómo? ¿derramando su sangre para que Job no fuera lanzado al lago de fuego y azufre?
De hecho, en todo el AT con frecuencia los israelitas apelan a la salvación que viene de Dios. Pero salvarlos es que los libre de los enemigos, del hambre, de la enfermedad, de la pobreza, etc. La salvación se percibe como una gracia o regalo de Dios, NO como una compra-venta donde la sangre es la moneda de cambio.

Ahora bien, aún si Job hubiera tenido una idea clara del sacrificio vicario de Jesús que ocurriría muchos siglos después... eso no indica que los ninivitas tuvieran la menor idea de eso. Aun si hubieran tenido acceso al libro de Job, pensarían que ese hombre creía que Dios lo sacaría de sus penurias, y ya.
Cuando se intenta entender "que pretendía Dios que hiciéramos y aprendiéramos" tenemos que establecer varias premisas y una de ellas es que:

1Dios NO necesita de nosotros
2Dios no actúa según sus necesidades sino según sus deseos predominando algunas veces su justicia, otras veces su misericordia y otras veces su disciplina, etc.

Esto lo establezco porque supongo que en algún momento todos debieron pensar cuando veían las series de "Jesús de Nazaret" o "La pasión de Cristo" o aprendiendo la biblia, todos debieron pensar;¿Y por qué Dios NO estableció un mecanismo de redención que NO conllevara la muerte atroz de su Santo Hijo? quizá con "penitencias" como pretenden los católicos... La razón fundamental es que las cosas son porque Dios entendió que esa era la manera correcta, lo que El deseaba y punto.

Tradicionalmente, entre el hombre y Dios siempre hubieron ritos, ceremonias y protocolos y Dios en su momento fue reglamentando todas estas facetas de la interacción humana con Dios, de modo que NO fuera a salir algún loco a ofrecer sus hijos en sacrificio como efectivamente algunos hicieron.
¿Por qué Ropas blancas? ¿Por qué la dedicación exclusiva de personas de una tribu para atender las cosas santas? ¿Por qué la sangre de animales? simplemente porque Dios estimo que era lo correcto y no es muy productivo buscarle despropósitos a los ritos y tradiciones.

Es como cuando un niño hace preguntas ingenuas: Papa, ¿por qué no le echas agua al auto por la portezuela del combustible? ¿Por qué no puedo limpiar la mesa del comedor con la escoba de barrer? … Quizá si Adán NO hubiese pecado, Dios nos explicaría todo como a niños pero esa forma de relación se rompió debido al pecado.

Estoy convencido tambien que muchas cosas NO se han explicado porque son circunstancias celestiales que NO podríamos comprender al NO estar preparados.
 
Si le preguntáramos a Jesús qué podemos hacer para que sepa que lo amamos, honramos y valoramos su sacrificio… ¿qué nos contestaría?
Te diría que te conoce mas que tu mismo.

La cuestión NO es hacerle saber que le amamos sino agradarle según sus deseos y son cosas distintas: Tu le das un regalo bonito a tu esposa NO para que ella sepa que la amas, eso YA lo sabe, lo haces para agradarle, salvo casos de bromas, NO vas a regalarle a tu esposa un delantal o guantes de limpiar inodoros el día de su cumpleaños, pero podrías hacerlo, pero no lo haces porque NO le agradaría.
 
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... supongo que en algún momento todos debieron pensar cuando veían las series de "Jesús de Nazaret" o "La pasión de Cristo" o aprendiendo la biblia, todos debieron pensar;¿Y por qué Dios NO estableció un mecanismo de redención que NO conllevara la muerte atroz de su Santo Hijo? quizá con "penitencias" como pretenden los católicos... La razón fundamental es que las cosas son porque Dios entendió que esa era la manera correcta, lo que El deseaba y punto.
Hola Series:

Una forma de aceptarlo es: así Dios lo quiso y punto.
Para quienes creen en la expiación por sangre, ahí podría acabar el asunto. Darían gracias a Cristo por su sacrificio vicario y lo honrarían el resto de su vida conmovidos por su amor. Hasta ahí todo iría bien. Pero la cosa no para ahí:

Algunos consideran que quien no asiente intelectualmente a la doctrina expiación por sangre, no puede ser perdonado, independientemente de que se haya arrepentido de verdad. Creen que Dios vuelve su rostro a otro lado y que no los perdona. Por lo tanto, los echa al lago de fuego para que ardan para siempre. Es por eso que me alarmé cuando el hermano @Leall escribió que los judíos están fuera del perdón de Dios.

La pregunta es entonces:
¿Cambió Dios sus requisitos para perdonar (que habían durado tantos siglos) de la noche a la mañana, entre el jueves santo y el sábado?
El jueves santo, quien se arrepentía de verdad era perdonado.
Ya para el sábado santo, había que creer que Jesús había recibido el castigo que nosotros nos merecíamos.

La respuesta tradicional del protestantismo evangélico, es que siempre, a través de la historia, fue un requisito creer en el sacrificio expiatorio de Jesucristo.
Esta tesis, sin embargo, no pasa la dura prueba de la realidad histórica (los millones de habitantes del planeta que jamás escucharon tal cosa) ni la prueba de las Escrituras (en el Antiguo Testamento jamás se pidió creer tal cosa como condición para obtener el perdón, ni Jesús lo pidió a nadie de los que sanó o perdonó).