Vuelve, Israel, a Yahveh tu Dios, pues has tropezado por tus culpas.
Libro de Oseas. XIV,2
Por eso los judíos trataban con mayor empeño de matarle, porque no sólo quebrantaba el sábado, sino que llamaba a Dios su propio Padre, haciéndose a sí mismo igual a Dios.
Evangelio de san Juan. V,18.
La gran elección de nuestros tiempos es elegir entre el Jesús como Mesías del Antiguo Israel o el Jesús rabínico, pacifista, filósofo pero malentendido por los judíos de su tiempo pero que nunca quiso proclamar Mesías.
Pax.