No es lo que enseño Jesús en el sentido de no ser soldados , que es una profesión loable y honorable y no como los cobardes que dicen amar a Dios y no dejan transfundir a sus hijos, conyugues y padres y después son los pacifista del año y son asesinos silenciosos por una falsa doctrina sobre la sangre y así toda su oscuro falso evangelio, porque ningún Estado puede estar sin fuerzas de seguridad y más el Espíritu Santo llamo a Timoteo como soldado de Cristo y es una connotación positiva y no negativa, como le han enseñado falsamente.
“Prescindiendo de lo que decida un cristiano:
ser soldado o ser objetor de conciencia,
haría mal en afirmar que posee un grado de cristianismo superior al del otro,
o siquiera poner en duda que el otro sea cristiano
porque apoye una postura diferente de la suya.”
Eso declaró el Concilio de la Iglesia Evangélica Luterana de Alemania en julio de 1989.
Acerca de los cristianos primitivos, el historiador Will Durant escribió:
“Para el cristiano su religión era algo separado de la sociedad política y superior a ella;
daban su lealtad principal, no a César, sino a Cristo.
Para el pagano, el que el cristiano se mantuviera separado de los asuntos terrestres
era huir del deber cívico, algo que debilitaba la fibra y la voluntad nacionales.
Tertuliano aconsejaba a los cristianos que rehusaran rendir servicio militar;
Los líderes de los cristianos los exhortaban a evitar a los que no eran cristianos,
a no envolverse en los juegos de sus festividades, que eran bárbaros para ellos,
y a evitar sus teatros como lugares donde hervía la obscenidad.
Al cristianismo [cuando hacía conversos] se le acusaba de desbaratar el hogar”.
(Ceasar and Christ, página 647.)
En una reunión del papa con más de 7.000 cadetes en la guarnición de Cecchignola, Roma,
cuatro jóvenes oficiales le preguntaron al papa en cuanto
a si había compatibilidad entre el servicio militar y la conciencia cristiana.
Específicamente, según el periódico de la ciudad del Vaticano, L’Osservatore Romano, preguntaron: “
¿Puede uno ser cristiano fiel y, al mismo tiempo, soldado fiel?”.
La respuesta del papa fue:
“No hay dificultad fundamental ni imposibilidad respecto a unir la vocación cristiana
con la del servicio militar. Si consideramos los buenos aspectos de esta última,
puede parecer hermosa, digna y buena”.
Sin embargo, ¿es compatible ese punto de vista con la neutralidad
que observaban los cristianos primitivos?
Los primeros cristianos se mantuvieron neutrales en la política
y se negaron a participar en las guerras.
Así lo reconocen muchos libros de historia.
Uno de ellos dice que
“los fundadores del cristianismo se resistieron tenazmente
a albergar el más mínimo deseo de intervenir de forma directa
en el orden político de su tiempo” (The Beginnings of Christianity, George P. Fisher).
Otra obra reconoce igualmente que
“se negaban a tomar parte activa en la administración civil”,
que “era imposible que los cristianos fueran soldados,
magistrados o príncipes sin renunciar a un deber más sagrado”
y que su actitud “los expuso al desprecio y a los reproches de los paganos”
(Historia de la decadencia y caída del Imperio romano, Edward Gibbon).