El dogma católico-protestante más importante, es la "Santísima Trinidad". Este dogma establecido definitivamente en el Concilio de Calcedonia (451 d.c) reclama que Jesús es co-igual con el Padre, es decir, que son iguales en esencia, en poder, autoridad, y demás atributos. Pero, ¿Es esto lo que realmente enseñan las Sagradas Escrituras? Veamos la evidencia bíblica:
Jesús demostró ser diferente en autoridad con respecto a Dios ("Dios y el Padre", son términos totalmente intercambiables en el Nuevo Testamento para referirse al único Dios verdadero, no pasa así con respecto al término "Hijo"). En Juan capítulo 5 esto es evidente, los judíos mal interpretaron las palabras de Jesús, lo acusaban de hacerse igual a Dios, sin embargo, la respuesta contundente de Jesús demostró que no era así, sino que él era el Hijo de Dios, y estaba dependiente de Dios en todo, y que todo lo que tenía lo había recibido de Dios. La cúspide de sus palabras aquí es Juan 5:30: No puedo yo hacer nada por mí mismo; según oigo, así juzgo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió, la del Padre. Así como los judíos de aquel entonces mal interpretaron a Jesús hoy sucede con las personas que sostienen la Trinidad, pues esta idea preconcebida les impide aceptar plenamente las claras palabras en Juan 14:28: Habéis oído que yo os he dicho: Voy, y vengo a vosotros. Si me amarais, os habríais regocijado, porque he dicho que voy al Padre; porque el Padre mayor es que yo.
Los fieles al dogma trinitario suelen intentar huir de esta verdad, alegando que solo eso fue así mientras Jesús estaba encarnado y aún no había resucitado. Que fue necesario para cumplir el plan salvifico de Dios, pero que luego de resucitar recuperó toda su gloria anterior. Pero veamos que dijo Jesús al final del mismisimo evangelio según Juan, Juan 20:17: Jesús le dijo: No me toques, porque aún no he subido a mi Padre; mas ve a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios. Aquí Jesús demostró claramente que aún después de resucitar no era igual a Dios, lo más sorprendente aún es que llama a Dios, su Padre y su DIOS. Así es, el Padre es el Dios del Cristo resucitado, nada menos "co-igual".
Cómo si todo esto fuera poco, el apóstol Pablo en sus epístolas sigue enseñando que el Cristo resucitado y glorificado, está sujeto totalmente al Padre y que hay un solo Dios, el Padre (Efesios 4:6) que por cierto sigue siendo el Dios del Cristo resucitado y glorificado (Romanos 15:6; 1Pedro 1:3). Ahora veamos el pasaje más poderoso en cuanto a este tema, que muestra la verdad gloriosa de que Jesucristo está y siempre estará sometido a Dios, por tanto ni es co-igual a Dios ni es Dios mismo obviamente.
1º de Corintios 15:23-28 Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida. Luego el fin, cuando entregue el reino al Dios y Padre, cuando haya suprimido todo dominio, toda autoridad y potencia. Porque preciso es que él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies. Y el postrer enemigo que será destruido es la muerte. Porque todas las cosas las sujetó debajo de sus pies. Y cuando dice que todas las cosas han sido sujetadas a él, claramente se exceptúa aquel que sujetó a él todas las cosas. Pero luego que todas las cosas le estén sujetas, entonces también el Hijo mismo se sujetará al que le sujetó a él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos.
Es sencillamente asombrosa la claridad con la que se expresa esta verdad en este texto. No sería necesario intentar explicar nada. Estimados hombres y mujeres que creen en la Trinidad, si leen estas palabras sin la idea preconcebida que la tradición y la especulación teológica han creado, si leen estas palabras dejando que expresen lo que de verdad hay en ellas, entenderán lo que enseñan las Sagradas Escrituras de principio a fin. Que solo el Padre, es Dios, y que Jesucristo hombre es el único mediador entre él único Dios y los seres humanos. También comprenderás que Jesús no es "co-igual" a Dios, sino que Dios es mayor que él, al punto de que todo lo que tiene Jesús le ha sido dado por el Padre, y que siempre Jesús ha estado y estará sometido a Dios. Si les cuesta creer lo que expreso aquí, mejor créale a Jesús mismo cuando dijo:
Juan 17:3 Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.
Jesús demostró ser diferente en autoridad con respecto a Dios ("Dios y el Padre", son términos totalmente intercambiables en el Nuevo Testamento para referirse al único Dios verdadero, no pasa así con respecto al término "Hijo"). En Juan capítulo 5 esto es evidente, los judíos mal interpretaron las palabras de Jesús, lo acusaban de hacerse igual a Dios, sin embargo, la respuesta contundente de Jesús demostró que no era así, sino que él era el Hijo de Dios, y estaba dependiente de Dios en todo, y que todo lo que tenía lo había recibido de Dios. La cúspide de sus palabras aquí es Juan 5:30: No puedo yo hacer nada por mí mismo; según oigo, así juzgo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió, la del Padre. Así como los judíos de aquel entonces mal interpretaron a Jesús hoy sucede con las personas que sostienen la Trinidad, pues esta idea preconcebida les impide aceptar plenamente las claras palabras en Juan 14:28: Habéis oído que yo os he dicho: Voy, y vengo a vosotros. Si me amarais, os habríais regocijado, porque he dicho que voy al Padre; porque el Padre mayor es que yo.
Los fieles al dogma trinitario suelen intentar huir de esta verdad, alegando que solo eso fue así mientras Jesús estaba encarnado y aún no había resucitado. Que fue necesario para cumplir el plan salvifico de Dios, pero que luego de resucitar recuperó toda su gloria anterior. Pero veamos que dijo Jesús al final del mismisimo evangelio según Juan, Juan 20:17: Jesús le dijo: No me toques, porque aún no he subido a mi Padre; mas ve a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios. Aquí Jesús demostró claramente que aún después de resucitar no era igual a Dios, lo más sorprendente aún es que llama a Dios, su Padre y su DIOS. Así es, el Padre es el Dios del Cristo resucitado, nada menos "co-igual".
Cómo si todo esto fuera poco, el apóstol Pablo en sus epístolas sigue enseñando que el Cristo resucitado y glorificado, está sujeto totalmente al Padre y que hay un solo Dios, el Padre (Efesios 4:6) que por cierto sigue siendo el Dios del Cristo resucitado y glorificado (Romanos 15:6; 1Pedro 1:3). Ahora veamos el pasaje más poderoso en cuanto a este tema, que muestra la verdad gloriosa de que Jesucristo está y siempre estará sometido a Dios, por tanto ni es co-igual a Dios ni es Dios mismo obviamente.
1º de Corintios 15:23-28 Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida. Luego el fin, cuando entregue el reino al Dios y Padre, cuando haya suprimido todo dominio, toda autoridad y potencia. Porque preciso es que él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies. Y el postrer enemigo que será destruido es la muerte. Porque todas las cosas las sujetó debajo de sus pies. Y cuando dice que todas las cosas han sido sujetadas a él, claramente se exceptúa aquel que sujetó a él todas las cosas. Pero luego que todas las cosas le estén sujetas, entonces también el Hijo mismo se sujetará al que le sujetó a él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos.
Es sencillamente asombrosa la claridad con la que se expresa esta verdad en este texto. No sería necesario intentar explicar nada. Estimados hombres y mujeres que creen en la Trinidad, si leen estas palabras sin la idea preconcebida que la tradición y la especulación teológica han creado, si leen estas palabras dejando que expresen lo que de verdad hay en ellas, entenderán lo que enseñan las Sagradas Escrituras de principio a fin. Que solo el Padre, es Dios, y que Jesucristo hombre es el único mediador entre él único Dios y los seres humanos. También comprenderás que Jesús no es "co-igual" a Dios, sino que Dios es mayor que él, al punto de que todo lo que tiene Jesús le ha sido dado por el Padre, y que siempre Jesús ha estado y estará sometido a Dios. Si les cuesta creer lo que expreso aquí, mejor créale a Jesús mismo cuando dijo:
Juan 17:3 Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.