Originalmente enviado por: Maripaz
Pero el hombre se alejó de Dios
Maripaz, no puedo contestar lo que de primeras iba a decir porque no quiero ofender a nadie, y menos a Dios y a ti. Pero si el hombre fue creado libre y Dios le permitió el alejamiento, ¿por qué, entonces, por qué esa vesania en el castigo?
Maripaz, por favor, compréndeme: no es ni justo ni lógico que Dios haga al hombre libre y luego... y luego ¿qué?. Porque Dios ha de ser la JUSTICIA, la LOGICA, todas las virtudes reunidas en Dios.
Y no sigo porque el desarrollo de esta premisa, que vendría después, sería interpretado como ofensivo.
De todos modos, yo no doy la razón a nadie, aquí se me ha juzgado como pro-palestino y como antisemita, y no es eso, por enésima vez lo digo. Pero es que cuando he querido decir que consideré hacerme judío, se me dijo que sería un grave error por la misma persona que me llama racista. Yo lo único que digo es que víctimas hay en ambos bandos en todas las guerras. Ni son todos los que están ni están todos los que son. Son puntos de vista a una situación que nada tiene que ver con la religión. No se lucha en nombre de Dios, sino que se aprovecha las diferencias religiosas para alentar la lucha. No cerremos la mente, nunca nadie se embarcó en una guerra si no era por un botín material. A los cruzados (tal vez no a todos) les importaba un bledo los Santos Lugares, lo que les importaba era el botín de guerra, ya fuera en tierras o en oro o mujeres o esclavos.
Pero la religión es una bonita bandera para movilizar sentimientos. Los monjes ingleses medievales eran los primeros que entraban al saqueo en las ciudades tomadas porque eran bienes del enemigo que Dios ponía en sus manos.
En otros sitios se usa el reclamo del
"patriotismo" y se moviliza a miles de soldados al matadero para lo mismo, para adueñarse de las riquezas del enemigo (tierra, ganado, oro, esclavos, petróleo hoy en día). Esta es la historia de la humanidad: el derecho al despojo del vencido lo puedes ver reconocido en todas las culturas. Y ¡oh casualidad!, Dios está siempre detrás de los vencedores. Los griegos y romanos vencían gracias a sus Dioses, los egipcios también. Hubo un emperador que incluso llegó a poseer un lábaro prodigioso que solamente por tener un signo vencía en las guerras; los godos invocaban a Dios antes de las batallas; a los cruzados les ayudaba Dios mientras vencían, a los cristianos en la península Ibérica les ayudaba Dios, la Santísima Virgen y Santiago Apóstol o San Millán en las batallas en que resultaban ganadores, a los mahometanos era Alláh quien les facilitaba sus victorias; Franco se encomendaba (pienso yo, que no lo sé) al brazo incorrupto de Santa Teresa. Pero cuando griegos, romanos y egipcios desaparecieron, desaparecieron sus dioses con ellos; los godos se aniquilaron entre ellos practicamente, ostrogodos contra visigodos, burgundios contra lombardos, a pesar de haber todos ellos invocado al mismo Dios antes de enfrentarse en la misma batalla;los bizantinos, a pesar del milagroso lábaro, fueron derrotados por los de la media luna; los cruzados tuvieron que abandonar definitivamente Tierra Santa por el empuje de los favorecidos de Alláh; el régimen de Francisco Franco sólo duró lo que el dictador, tal vez el brazo incorrupto tenía fecha de caducidad, vete a saber.
Lo que quiero decir es que, en mi opinión, las guerras son cosa de hombres, y que invocar a Dios en ellas es algo de un cinismo tal que el propio Dios debería castigar a quien usa su nombre en estos menesteres.
Y nada más que me lanzo y luego me vienen palos.
Saludos cordiales.