Martamaría ... para mi, usted vaga en su corazón y en sus pensamientos en el laberinto de la incredulidad ya hace mucho ... desde que entró al foro, lo cual es un pecado. Le repito ... la incredulidad es un pecado, y el pecado ciega, y le hace ver la firmeza como una ofensa.
Ejemplos tenemos en las Escrituras, de cómo Pablo por ejemplo, a los contradictores el Evangelio les dice:
TITO 1
10 Porque hay aún muchos contumaces, habladores de vanidades y engañadores, mayormente los de la circuncisión, 11 a los cuales es preciso tapar la boca; que trastornan casas enteras, enseñando por ganancia deshonesta lo que no conviene. 12 Uno de ellos, su propio profeta, dijo: Los cretenses, siempre mentirosos, malas bestias, glotones ociosos. 13 Este testimonio es verdadero; por tanto, repréndelos duramente, para que sean sanos en la fe ...
Lea Mateo 23 ... dónde de los labios de Jesús aparece la palabra hipócritas e insensatos una y otra vez para describir a los contradictores del Evangelio
Naturalmente que puedes disentir y ponerme en una lista, eso te lo agradezco, pues está acorde con el Evangelio, leamos:
21 Mas todo esto os harán por causa de mi nombre, porque no conocen al que me ha enviado. 22 Si yo no hubiera venido, ni les hubiera hablado, no tendrían pecado; pero ahora no tienen excusa por su pecado. 23 El que me aborrece a mí, también a mi Padre aborrece. 24 Si yo no hubiese hecho entre ellos obras que ningún otro ha hecho, no tendrían pecado; pero ahora han visto y han aborrecido a mí y a mi Padre ...
Mas claro no puede ser ...
Lo mismo vale para lofripa ... ya discutí y alterné con él ... ya le leí lo suficiente, y pesado en balanza, sus palabras son una contradicción a la Dios y a la verdad, por lo que la palabra contumaz, hablador de vanidades, y engañador, no las puedo retractar.
Pero también es cuerdo no apagar el pábilo que humea, y revisarse así mismo ... atender en la mejor manera a las señales que se reciben, aunque la verdad no es de interpretación privada, pero estoy atento a las instrucciones de Espíritu de verdad.
No te digo que Dios te ayude a entender lo que te digo, pues él lo ha hecho en forma suficiente, lo mismo que con toda la humanidad.
Paz