Hola a todos,
webemaús, pensé que nunca aparecerías.
Muy bueno el de la ranita...
PADRE Y MONJA
Un padre y una monja viajaron a Canadá y terminaron por quedar atrapados en una tempestad de nieve. Los dos ya exhaustos por fin encontraron una cabaña para descansar.
Encontraron que en la cabaña había muchas cobijas y un sleeping bag.
Dijo el padre:
- Hermana, duerma usted en la cama y yo dormiré en el sleeping.
Así que cuando el padre terminó de cerrar el sleeping le dijo la monja:
- Padre, tengo frio.
El pacientemente abre el cierre, se levanta, agarra una cobija y la pone sobre la monjita y una vez mas se mete adentro del sleeping, cierra el cierre y se prepara para dormir, cuando la monjita le vuelve a decir:
- Padre, tengo mucho frio.
Una vez más quita el cierre del sleeping, se levanta, agarra otra cobija, la pone sobre la monjita regresa al sleeping.
Apenas sus ojos empezaron a cerrar la monja se lamenta una vez más:
- Padre, tengo taaaaanto frio...
El padre en esta vez permaneció acostado y le dijo:
- Hermana, tengo una gran idea. Estamos aquí perdidos en algún punto de Canadá, donde nunca nadie sabrá lo que nos pase. ¿Fingimos que somos casados?
A los que la monja le contesta:
- Por mi está bien.
A lo que le dice el padre gritando:
-!!! Entonces levantate de una vez y agarra cuantas cobijas te quite el frío y no me molestes más!!!
Saludos,
Merck.
webemaús, pensé que nunca aparecerías.
Muy bueno el de la ranita...
PADRE Y MONJA
Un padre y una monja viajaron a Canadá y terminaron por quedar atrapados en una tempestad de nieve. Los dos ya exhaustos por fin encontraron una cabaña para descansar.
Encontraron que en la cabaña había muchas cobijas y un sleeping bag.
Dijo el padre:
- Hermana, duerma usted en la cama y yo dormiré en el sleeping.
Así que cuando el padre terminó de cerrar el sleeping le dijo la monja:
- Padre, tengo frio.
El pacientemente abre el cierre, se levanta, agarra una cobija y la pone sobre la monjita y una vez mas se mete adentro del sleeping, cierra el cierre y se prepara para dormir, cuando la monjita le vuelve a decir:
- Padre, tengo mucho frio.
Una vez más quita el cierre del sleeping, se levanta, agarra otra cobija, la pone sobre la monjita regresa al sleeping.
Apenas sus ojos empezaron a cerrar la monja se lamenta una vez más:
- Padre, tengo taaaaanto frio...
El padre en esta vez permaneció acostado y le dijo:
- Hermana, tengo una gran idea. Estamos aquí perdidos en algún punto de Canadá, donde nunca nadie sabrá lo que nos pase. ¿Fingimos que somos casados?
A los que la monja le contesta:
- Por mi está bien.
A lo que le dice el padre gritando:
-!!! Entonces levantate de una vez y agarra cuantas cobijas te quite el frío y no me molestes más!!!
Saludos,
Merck.